20 octubre, 2012

Frutos.-



Agora que nuestro gerifaltes devánanse seseras en pro de solución a graue atolladero en que hallámonos sumidos, viene a cuento en grado sumo cierto sucedido que antaño contábase del preclaro monarca Don Pedro el Primero de Castilla, apelado por unos como Cruel y por otros como Justiciero.

Tratábase de adjudicar oficio de Notario en la Corte y presentáronse en Palacio del Alcázar varios e intachables varones, todos ellos de alto linaje y sangre limpia, a fin de lograr tan apetecible encomienda.

El Monarca (que Dios guarde) decidió poner a prueba razón y agudeza de todos ellos colocando a tal fin unas naranjas que flotaban “suo modo” sobre aguas cristalinas de cierto estanque.

Citados ante su augusta presencia, Don Pedro fue inquiriendo a cada cuál sobre cuántos frutos nadaban en agua, dando respuesta dello cada candidato en medio de general extrañeza por el proceder del Rey. Todos, respondieron raudamente a cuestión tan baladí, acertando lógicamente número, pues muy lerdo habría que haber sido para errar tamaño acertijo.


Empero, uno dellos, del noble linaje de los Pineda, no en balde poseyeron capilla propia en patio de la Colegial del Salvador, decidió tomar toronjas y contarlas una a una. Preguntado por el Monarca sobre su parecer, replicó que bien podría haberse tratado de medias naranjas las que flotaran sobre aguas, como de inmediato demostró partiendo en dos con su daga una dellas y dejándola flotar de aquesta manera.

Complació sobremanera aquella ejecutoria tanto al Soberano, que concedió puesto de Notario al dicho Pineda, dejando con palmo de narices a demás peticionarios, carentes de viveza y presteza a hora de hacer disquisición.

Item más, bien deberían, en humilde opinión nuestra, aplicarse tal máxima mandamases de la cosa pública, que aplicándosela quizá comprendieran realidad pese a lo alejados de ella que parescen.

11 octubre, 2012

Vías.-


     Elemento asaz sobrecogedor nos resultó, cuando resolvimos retornar a aqueste mundo, hallar poderosas máquinas que transportaban en sus vientres no pocos viajeros sin que fuera menester concurso de bestias de carga, pues movíanse por extraños y sorprendentes resortes o engranajes y alimentábanse no de alfalfa o pienso, sino de extraño líquido traído de tierras infieles y cuyo precio mídese en barriles cual mosto del Aljarafe.

 Aturdidos, alguna que otra mañana, al toque de maitines, hemos hecho de tripas corazón y subido a alguno de esos espantosos engendros, todos fechos en hierro y vidrio y siendo precisa curiosa cedulilla en forma de tarjeta que hubimos de adquirir tras comprobar, contritos, que sin aquella imposible resultaba poner nuestras posaderas en tan modernos asientos.


Item más, en aquestos días hemos hallado en Plaza de San Francisco, carruaje de similar aspecto a otros, sólo que más antiguo y colocado sobre férreos raíles, con escaso o nulo recorrido, todo sea dicho, sin que supiésemos a ciencia cierta motivo de su colocación en tal lugar hasta que piadoso conciudadano aclarónos que trátase de máquina construida allá por 1936, conocidas por el vulgo como "teleras" y que prestaba servicio llegando incluso a Alcalá de los Panaderos y San Juan del Aznalfarache.


Todo ello resulta en loor y homenaje a CXXV aniversario de público transporte en Hispalis, siendo por tanto motivo de regocijo, plácemes y albricias; que centuria y media llevando gentes de un lado a otro no resulta cosa baladí, por más que precios aumenten y horarios cúmplanse en modo regular, de ahí que prefiramos montar en nuestro humilde jumento y movernos por verde carril.


Post scriptum: si hace escasos días deseábamos mejoría a mílite refulgente de San Gil, quede ahora constancia de su recuperación milagrosa y de cómo aguardamos esperanzados su total restablecimiento.

05 octubre, 2012

General.-

Si retornar a aquesta época supuso notable trastorno en general para quien estas líneas escribe, mayor desengaño supuso tomar razón de cómo las Españas carecían ya de dominios en Ultramar, y que del Imperio que en su momento no veía ponerse sol no quedan sino cenizas.

De las Indias cuéntannos hubo emancipación va ya para dos centurias e incluso hemos comprobado cómo a generales insurrectos, rebeldes en toda regla a corona hispana, ríndióseles honores en fastos de 1992, con estatuas como la que hallamos no hace mucho en calle de Torneo, no lejos de Plaza de las Armas.

Honra tal simulacro al General José de San Martín, nacido en 1778, muerto en 1850, y considerado padre de la Patria en nación Argentina, sin que hayamos acertado a dar con nombre de autor de tal imagen broncínea, no muy afortunada, dicho sea de paso, sino que, afirman, fue obsequio de dicha nación a la ciudad, y ya sabe que a caballo regalado...


Con horrendo edificio tras de sí, antójasenos que dicho General, que luchó del lado español contra franceses en batalla de Bailén, vigila tal esbozo de edificio como si fuera poco de su agrado, en que al menos en eso asentimos vivamente.


Post scriptum.- Vayan aquestas torpes líneas en pro de mílite refulgente que libra singular contienda. Sepa que en tamaño combate muchos somos los que albergamos sincera Esperanza de victoria cierta. 


21 septiembre, 2012

Latines.-

“Quis locus sum quaris sum
hospitale modastem domusque doctrinae
humile collegium humilibus Christo Iesu
et dive genetrice Mariae dedicatum
qui humilia dilligunt”


Avispado lector de aquestos pliegos seguramente habrá quedado perplejo tras lectura antecedente, redactada en latines y poco descifrable en aquestas calendas que corren. Ocupados agora en saberes de ciencia y técnica, descuidado estudio de lenguas latinas y grecas, pocos habrán sido quienes hayan colegido y entendido significado de aquesta inscripción.



Descubrímosla no ha mucho en Puerta de Jerez, elevada a cierta altura, en muro perteneciente a capilla llamada de Maese Rodrigo, y que es resto escaso de antigua Universidad Literaria, sabia institución fundada por tal preclaro y carmonense individuo allá por 1506 merced a bula pontificia de Sus Santidad Julio II, derribando llamado Corral de Jerez en que habitaban no pocos hebreos.


Poco (por no decir nada) resta de aquel edificio culto en lógica, filosofía, teología, leyes y facultado para otorgar grados de bachiller, licenciado y doctor; incluso portada de entrada a compás hállase desmontada y vuelta a montar (cosa prodigiosa, vive Dios) en interior de convento de Santa Clara.

Ejecutada traducción pertinente, de resultas della ha de leerse tal texto con que resolvemos, pues, duda latente que venía reconcomiéndonos tiempo ha:

“¿Preguntas qué lugar es este?
Es un amistoso retiro y casa de instrucción,
un humilde colegio, humildemente dedicado a Jesucristo
 y a su Santísima Madre María, que aman las cosas humildes.”




14 septiembre, 2012

Y de comer...

Contábanlo viajeros retornados de Indias o de tierras aún más ignotas y todos quienes escuchaban relatos tales se deshacían en aspavientos y santiguábanse espantados, pues cosa temible era que en aquellos predios los lugareños nutrían sus estómagos con cuerpos de sus congéneres, sin saberse a ciencia cierto si era debido a supersticiosa e idolátrica costrumbre o a simple necesidad movida por estar famélicos.

Viene todo a cuento porque no ha mucho, y en calle de la Feria, encontrábamos aqueste letrero con mucha alharaca en que venía a alentarse consumir dicha carne, exhortando incluso su ingesta por ser benéfica para cardíaca salud, todo lo cual parécenos insana majadería y notoria necedad habiendo en aquesta ciudad notable provisión de carnes de todo tipo y más cuando incluso, nos dicen, estas agora consérvanse sin necesitar salmuera pues que enfríanse sobre manera en depósitos al uso hasta convertirse en casi nieve, por no hablar de chicharrones, recova y demás.

Otrosí sería que tal rótulo hablara de comer humana carne movido por ansias amorosas o deseos carnales, susceptibles siempre de hiperbólicas expresiones movidas por bendita ceguera hacia ser amado, en cuyo caso bien podríamos entender, y hasta asumir, significado de tan curiosa como sugerente publicación…

06 septiembre, 2012

Regreso al futuro.-


    Tras dilatado respiro estival, hemos resuelto retomar aquestos pliegos para solaz y regocijo de cuántos síguenlos.

     No queda sino relatar cómo quedan desiertas costas y sierras de forasteros, cómo artesanos, obreros y demás oficios regresan a sus tareas, no sin cierto abatimiento, cómo infantes y párvulos retornan, regocijados, a sus obligaciones escolares, cómo maestros y pedagogos afánanse en iniciar curso y cómo éste que pergeña aquestas letras, humilde escribano, dispónese animoso a labor prosista, no en balde para ello creamos aqueste sitio allá por calendas de marzo del pasado año.

      No permanecerán en olvido asuntos de Historia (sobre hitos, personajes y demás), ni memoriales sobre Fiestas y Tradiciones, ni textos sobre cotidiano acontecer en nuestra bienamada Ciudad, sin que queden en tintero oportunidades, maliciamos, para increpar a regidores por su desidia, para amonestar a gerifaltes por su molicie o para alabar (extraño suceso) cuánto se haga por bien de esta Hispalis nuestra tan necesitada de buenas nuevas como de avanzar en pos de su propio bien.


      Demos por comenzado, por ende, aqueste Curso y pongamos, pues, en él nuestro empeño más trabajado y mejor ilusión, arrinconando rutina y descartando inactividad, pues como dijo aquel: “En momentos de crisis, sólo imaginación cobra ventaja a conocimiento”. 

09 agosto, 2012

En tiempo de melones...

Disculpará, amable lector de aquestos pliegos, que llegando fechas estivales redúzcase escritura y merme creatividad, que tan altas temperaturas no avivan seso precisamente ni estimulan entendederas.


   Con las debidas licencias, hemos acordado en sesión habida en jornada de hoy que por una vez, y sin que sirva de precedente, tomaremos breve holganza para descanso de nuestros lectores, consumidos por verborrea, historias, leyendas e inquietudes propias y ajenas, aunque no descartamos puntual aparición en calendas agosteñas.

   Obligados y satisfechos en grado sumo por respuestas a pesquisa que incluimos no ha mucho, haremos caso de preferencias de lectores y acometeremos textos acordes a lo solicitado, que nada más placentero hay que contentar a quien solicita y proporcionar nuestro breve saber a quien lo demande.


    Mas como dice refrán: “en tiempo de melones, cortos los sermones”, de manera que abreviaremos prédica deseando plácido descanso a quien disfrutarlo pueda, resignación a quien hállese ocupado en su oficio (que no es cosa baladí) y esperanza a quien ande en lograrlo.  

26 julio, 2012

Sexta.-

Práctica común antaño, contemplamos dichosos que hogaño mantiénese su uso y sin que haya menoscabo de otros regodeos, éste constituye ambrosía para mortales y delectación ineludible en aquestas tórridas fechas.


Pocas sensaciones más gustosas que buena pitanza regada con óptimos caldos, maridando (afirmannos que es agora término asaz corriente) sabores y aromas, llenando el estómago con benditos alimentos y saboreando con deleite todo cuanto se nos pone por delante a mesa y mantel. Pensará amable lector que incurrimos en hartazgo y, por ende, en pecado de gula (no del Norte, sino en todo caso, del Sur), y que peligra salvación de nuestra alma; deseche tales temores quien lea aquestas líneas, que ni nos consideramos pantagruélicos ni mucho menos glotones en sentido estricto, antes bien, procuramos sustento austero aunque sea innegable que disfrutamos dello.

Mas como todo deleite trae consigo congoja, convengan vuesas mercedes con nos en que pocas sensaciones más destempladas hay en aquesta vida que fastidiosa digestión, cuando prodíganse flatulencias o ardentías, habiendo de recurrir a líquido elemento refrescado convenientemente “ad hoc” en búcaro o a fórmula magistral de botica para conjurar gástricas inquietudes.


Por fortuna, como para todo hay salida, los antiguos romanos nos legaron loable e inveterada tradición “a posteriori” de copiosa nutrición, consistente en caer en brazos de Morfeo por breve lapso de tiempo sin que en ello haya molicie o lasitud. Debe su nombre tal uso somnoliento a que tenía (y tiene, vive Dios) lugar en hora Sexta, que según su saber abarcaba de mediodía a tres en la tarde, sin que sepamos a ciencia cierta si tamaño invento fue cosa de latinos o si bien adaptaron práctica anterior de otros pueblos.



Hablan los galenos y seguidores de Hipócrates de cómo tal sueño reparador puede llegar a aliviar depresión postprandial (no nos inquieran curiosos por tal término, que sin saber bien por qué suénanos a casquería) e incluso favorecer desarrollo de mente y cuerpo, alejando fatigas y cansancios y aguzando ingenio y memoria, declarándonos firmes y devotos adalides habida cuenta además que como dijo aquel “quien duerme, sus males espanta” (¿o era otra la frase?).