tag:blogger.com,1999:blog-64599609629053451822024-03-18T17:28:45.780+01:00HispalensiaDesde 2011. Venturas y aflicciones de Don Alonso de Escalona, un sevillano del siglo XVII en la Hispalis del XXI.Manolo Sousahttp://www.blogger.com/profile/07206131230409309784noreply@blogger.comBlogger365125tag:blogger.com,1999:blog-6459960962905345182.post-10667025277247869112024-03-18T12:06:00.002+01:002024-03-18T12:06:51.196+01:00A latigazos (II).<iframe src="https://www.ivoox.com/player_ej_126054322_6_1.html?c1=364c6a" width="100%" height="200" frameborder="0" allowfullscreen="" scrolling="no" loading="lazy"></iframe>
<p style="text-align: justify;">Era un lugar sombrío y peligroso. La violencia y el peligro campaban a sus anchas, con la corrupción y el delito como compañeros inseparables. Sonaban los cerrojos y rechinaban las cerraduras, mientras se podían escuchar los gritos de los condenados o de quienes aguardaban una sentencia. Las pendencias menudeaban y por un quítame allá esas pajas podía prender el fuego del desafío en forma de rápida cuchillada o certera estocada. Nadie confiaba en nadie. Sin embargo, en algunas fechas concretas, aquellos hombres sucios y agresivos trocaban de carácter y se convertían en fervorosos cofrades. En esta ocasión, nos vamos a un lugar poco recomendable y del que era difícil salir vivo; pero como siempre, vayamos por partes. </p><p style="text-align: justify;"><i></i></p><div style="text-align: justify;"><blockquote><i>"Paradero de necios, escarmiento forzoso, arrepentimiento tardo, prueba de amigos, venganza de enemigos, república confusa, infierno breve, muerte larga, puerto de suspiros, valle de lágrimas, casa de locos donde uno grita y trata de solo su locura. Siendo todos reos, ninguno se confiesa por culpado, si su delito de grave". </i><br /></blockquote><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjqTMtkR0kXZykenKROFHtKrPYAbdw-Swafs7FECpRa2ZnO_vnyHXyNF0FV2yi4IJK_JgKsrO-3706ROjiEA1HEI228siVqS2y5CPhpdTnVzrI9RfHbA0077bcmkJaOCBzWk_U5KjJdg47MKPHRB6SZmlr9dUK_ZBCcui42V0DmuPNM2jPmFKiiXVYOuKXy/s386/Sin%20t%C3%ADtulo.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="287" data-original-width="386" height="297" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjqTMtkR0kXZykenKROFHtKrPYAbdw-Swafs7FECpRa2ZnO_vnyHXyNF0FV2yi4IJK_JgKsrO-3706ROjiEA1HEI228siVqS2y5CPhpdTnVzrI9RfHbA0077bcmkJaOCBzWk_U5KjJdg47MKPHRB6SZmlr9dUK_ZBCcui42V0DmuPNM2jPmFKiiXVYOuKXy/w400-h297/Sin%20t%C3%ADtulo.jpg" width="400" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: x-small;">Gonzalo Bilbao. La Cárcel Real. 1901.</span><br /></td></tr></tbody></table><p></p></div><p></p><p style="text-align: justify;">Un viejo conocido de este Blog, <a href="https://www.blog.hispalensia.com/2022/03/hermano-mayor.html" target="_blank">Mateo Alemán</a>, describía con estas palabras cómo era la Cárcel Real allá por finales del siglo XVI. Establecida en un antiguo edificio reconstruido en 1418 con la ayuda de Doña Guiomar Manuel y reformado en 1569, por sus celdas y patios estuvieron personajes Martínez Montañés, Alonso Cano, el propio Mateo Alemán o el mismo Miguel de Cervantes quien dejó por escrito en el prólogo de su Quijote (al parecer comenzado a escribir en la calle Sierpes) cómo era vivir en un lugar como aquel: <i>"mal cultivado ingenio mío... como quien se engendró en una cárcel, donde toda incomodidad tiene su asiento, y donde todo triste ruido hace su habitación"</i>. En este sentido, baste la cita deL cronista Alonso Morgado, quien en 1587 empleaba estas palabras para describir el ambiente de aquella prisión:</p><p style="text-align: justify;"></p><div style="text-align: justify;"><blockquote><i>"Raras veces bajan de quinientos hombres presos que hay en esta Cárcel Real, y muchas suben de mil, y llegan a mil y quinientos. Casi todos andan sueltos sin prisiones, por uso de la Cárcel de Sevilla. Pero ver la chusma de tantos presos, tan asquerosos, desarrapados, y en vivas carnes, su hedor, confusión y vocería, no parece sino una verdadera representación del Infierno en la tierra."</i></blockquote></div><p></p><p style="text-align: justify;">Como establecimiento penitenciario, situado en calle Sierpes, poco antes de salir a la Plaza de San Francisco, donde ahora se encuentra una entidad financiera, la Cárcel Real poseía tres puertas, apodadas de Oro, de Plata, o de Hierro, ya que según el metal que aportase el preso a sus custodios podría conseguir mayor o menor beneficio y comodidad durante su estancia en dichos "aposentos". Ni que decir tiene que todo el mundo en aquel submundo tenía un precio y que con sobornos era fácil conseguir desde raciones de comida traídas desde "casas de gula" cercanas hasta agradable compañía femenina previo pago, de ahí que en la ciudad se criticase muy mucho el elevado nivel de vida de ciertos funcionarios vinculados a la Cárcel. </p><p style="text-align: justify;">Una de las mejores visiones de este espacio la dejó por escrito un sacerdote jesuita, el jerezano Padre Pedro de León (1544-1632); consagrado a los desfavorecidos, constituyó un hospital para galeotes, una casa para exprostitutas en el Arenal y se entregó del mismo modo a la causa del cuidado de los reos, dedicando su ministerio a atenderlos en sus necesidades y servir como intermediario y como confesor para los condenados a muerte, de ahí la importancia de su testimonio, titulado <i>"Compendio de algunas experiencias en los ministerios de que usa la Compañía de Jesús, con que prácticamente se muestra con algunos acontecimientos y documentos el buen acierto en ellos, por orden de los superiores, por el Padre Pedro de León, de la misma Compañía".</i></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgBNhRttLe0Xw8unjZYO0o9PB3NJvvoydjTQSFnanRm2fPR32ye12_F4jF6TpdFOW2Q5OePgyW7ujtRPQ8Om7HLfOhk-CGjvXY0lJdMFzo3IJlf2SjaJy9njNPWzFJKihFPC0S-b67o8V6jyW5PYoGYL88GASlWlRMfG74JIQoPHyyVrnrmutu6TMo0lkdh/s844/c%C3%A1rcel%201.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="567" data-original-width="844" height="269" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgBNhRttLe0Xw8unjZYO0o9PB3NJvvoydjTQSFnanRm2fPR32ye12_F4jF6TpdFOW2Q5OePgyW7ujtRPQ8Om7HLfOhk-CGjvXY0lJdMFzo3IJlf2SjaJy9njNPWzFJKihFPC0S-b67o8V6jyW5PYoGYL88GASlWlRMfG74JIQoPHyyVrnrmutu6TMo0lkdh/w400-h269/c%C3%A1rcel%201.jpg" width="400" /></a></div><p style="text-align: justify;"><i> </i></p><p style="text-align: justify;">En dicho texto, el Padre Jesuita describe minuciosamente las
diferentes galerías ("galeras", las llama él) destacando por supuesto la
consabida diferenciación según el nivel social y los sórdidos
apodos que reciben algunas estancias: "Pestilencia", "Miserable", "Lima
Sorda" sin olvidar que a medida que el delito es mayor, mayor es el
peligro de pasar por esas zonas dado el carácter agresivo de sus
moradores. Del mismo modo, el edificio contaba con enfermería, capilla, botica y hasta un Letrado que defendía de oficio a aquellos que no podían costearse un abogado. Dejando aparte los calabozos de aislamiento, es curioso cómo
hace gala del profundo conocimiento de todas las interioridades de la
cárcel al mencionar aspectos que no dejan de llama la atención:<br /></p><p style="text-align: justify;"></p><div style="text-align: justify;"><blockquote><i>"Hay cuatro tabernas y bodegones
arrendados a catorce y quince reales de alquiler cada día. Y suele ser,
el vino del alcaide, y el agua del tabernero; porque nunca faltan
bautismos prohibidos en toda ley. Y aunque el Asistente la visita cada
martes y mira el vino que tienen para ver si está aguado y el precio a
como se vende, hay cuidado de poner cuatro jarros de vino riquísimo, uno en cada bodegón y de aquel hacen muestra, dando a entender que aquel es el que venden a los pobre, siendo el que les dan, pura hiel y vinagre".</i></blockquote></div><p></p><p style="text-align: justify;">No había horario de cierre o de apertura de puertas a la calle, de manera que el trajín, con permiso de los porteros, era constante durante toda la jornada, incluso con la salida de presos al exterior, consentida por sus guardianes previo pago, hasta que finalmente, a las diez de la noche, el Alcaide, acompañado de sus bastoneros salía a hacer la ronda reglamentaria y el "recuento", lo que, aparentemente interrumpía uno de los entretenimientos más comunes en aquel recinto junto con las bromas pesadas: el juego con naipes. </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhu9GI24l193pTEy9jrqaDWmqY7krq_LpyOpiTyX03ERpjg2-o63szW90VDHxgKpgpS7wBfJcn9VLrzCMGPTmA67OKnSvkhCP6WNoOTCrQ23o-hW7dmeIdL8J7UFsvijbDZm9o4Ue594WGmxXWHvyT46bnf8rWaIEGejKniijiYUVJhifzmfPH_Ao8jfNxB/s4000/IMG20240317112922.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="4000" data-original-width="3000" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhu9GI24l193pTEy9jrqaDWmqY7krq_LpyOpiTyX03ERpjg2-o63szW90VDHxgKpgpS7wBfJcn9VLrzCMGPTmA67OKnSvkhCP6WNoOTCrQ23o-hW7dmeIdL8J7UFsvijbDZm9o4Ue594WGmxXWHvyT46bnf8rWaIEGejKniijiYUVJhifzmfPH_Ao8jfNxB/w300-h400/IMG20240317112922.jpg" width="300" /></a></div><p style="text-align: justify;">Como puede apreciarse, todos los vicios y maldades parecían hallar en la Cárcel Real el mejor caldo de cultivo, de modo y manera que aquel espacio acogía un extenso catálogo de homicidas, maleantes, ladrones, timadores y toda ralea posible dentro del espectro de la delincuencia, en la que entraban también mujeres, quienes tenían su propia cárcel aledaña. Sin embargo, llegadas las fechas de Semana Santa, como imbuidos por el espíritu penitencial que inundaba la ciudad en aquellos días, los presos imitaban momentáneamente a sus paisanos del exterior, animados por el Padre Pedro de León a reunirse en cofradía de<a href="https://www.blog.hispalensia.com/2022/04/a-latigazos.html" target="_blank"> disciplinantes</a>:</p><p style="text-align: justify;"></p><div style="text-align: justify;"><blockquote><i>"Y llegó tanto su devoción que no se contentaron los presos con que fuese esta cofradía para estorbar pecados, no jurando, sin para hacer penitencia de lo que habían jurado, y el Viernes Santo hacían por dentro de la cárcel su procesión de azotes y sus insignias, como si fuera por las calles y con mucha sangre, y azotábanse con tal denuedo hasta caían por ahí desmayados. No había quien les quitase las disciplinas de las manos y era tan de ver la procesión, que venían gentes de fuera de la cárcel a verla, y decían que no había ninguna tan devota con sus pasos de la pasión y su estandarte y sus bocinas y muy gran número de disciplinantes, todos presos, y con muy grande concierto, y a la verdad como era dentro de la cárcel parecía que tenía un no sé qué de correspondencia con los azotes, que le habían dado a Nuestro Señor Jesús en la cárcel y prisión."</i></blockquote></div><p></p><p style="text-align: justify;">Por su parte, Morgado marcaba la cofradía el Jueves en vez del Viernes Santo:</p><p style="text-align: justify;"><i></i></p><div style="text-align: justify;"><blockquote><i>"Los Jueves Santos hacen ellos por los corredores y patio una gran procesión con sus túnicas, derramando mucha sangre en memoria de la Pasión de nuestro Maestro y Redentor Iesu Christo, todo con mucha devoción, con sus Pasos y música en la procesión, y con mucha cera".</i></blockquote></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh33miBmnIg8G5FY7X9xSHjskpoJR-I6TwVTup-bFhVbB5_X_fHImziH8rV5l3kaMhtAJkWXUkI4iu7h6AJNk_GSbN95lIeh-qRUQlUQcxrW6p7g18ZpfUY_DMdM-k4FrNL_HouQ9KRZCqgFs64mug5hvxoRVaVHwjunWTAH6QlJ2dCA4m6TRsjVuqEQD01/s529/c%C3%A1rcel%202.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="512" data-original-width="529" height="388" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh33miBmnIg8G5FY7X9xSHjskpoJR-I6TwVTup-bFhVbB5_X_fHImziH8rV5l3kaMhtAJkWXUkI4iu7h6AJNk_GSbN95lIeh-qRUQlUQcxrW6p7g18ZpfUY_DMdM-k4FrNL_HouQ9KRZCqgFs64mug5hvxoRVaVHwjunWTAH6QlJ2dCA4m6TRsjVuqEQD01/w400-h388/c%C3%A1rcel%202.jpg" width="400" /></a></div><p> </p> <p></p><p style="text-align: justify;">Aquella peculiar hermandad era autofinanciada por los propios presos, encargados de pregonar y solicitar cada noche entre la población carcelaria limosnas para la misma, e incluso el sobrante monetario tras la procesión se destinaba a obras caritativas, como pagar el sustento de algún preso y ayudar a sus familias, lo que denota que, pese a todo, la población reclusa tenía buen corazón; tampoco podemos dejarnos en el tintero que existieron cofradías dedicadas a auxiliar a los presos, una en el interior del propio recinto, formada por funcionarios y nobles, la de Nuestra Señora de la Visitación y otra en el exterior, la del Amor de Cristo y Socorro de Nuestra Señora, existente ya en 1569.</p><p style="text-align: justify;">¿Qué ocurrió finalmente con la vieja Cárcel Real? Dejó de funcionar como tal en 1837, pasando a la posteridad la fecha del 3 de julio como el momento en el que las autoridades trasladaron a los quinientos reclusos al antiguo <a href="https://www.blog.hispalensia.com/2020/02/mercado-carcel-convento.html" target="_blank">convento del Pópulo</a>. La zona ocupada por el antiguo edificio fue reformada y en ella se instalaron sucesivamente hoteles, cafés, la sede del Círculo de Labradores (luego llevada al otro extremo de la calle Sierpes) y finalmente ha venido teniendo uso bancario, ya que varias entidades financieras, como el Banco Hispano Americano o la Caja San Fernando han tenido allí parte de sus oficinas centrales, pero esa, esa ya es otra historia. <br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhBow6zkEMDAcLq2Z9d2zwJZGcG7qd6eZB-jRA-iaXNV6_lGuySSXIl5kSA7WKEw9JrDRzYpZqHy6caMALoaeMrb_ZvEwr2KxW7dzOjIlyi-XEcnCtIeTVhq5RZAJnkuHJyQc8NNWPdgXVMqs_OkuxxL-oz4wMUjQXpk3QTq0Jz-SguiTPOIWkjL4mFu8cS/s3264/IMG20240317113109.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2448" data-original-width="3264" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhBow6zkEMDAcLq2Z9d2zwJZGcG7qd6eZB-jRA-iaXNV6_lGuySSXIl5kSA7WKEw9JrDRzYpZqHy6caMALoaeMrb_ZvEwr2KxW7dzOjIlyi-XEcnCtIeTVhq5RZAJnkuHJyQc8NNWPdgXVMqs_OkuxxL-oz4wMUjQXpk3QTq0Jz-SguiTPOIWkjL4mFu8cS/w400-h300/IMG20240317113109.jpg" width="400" /></a></div><br /><p style="text-align: justify;"><br /></p>Manolo Sousahttp://www.blogger.com/profile/07206131230409309784noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6459960962905345182.post-44339400783674037252024-03-11T10:57:00.000+01:002024-03-11T10:57:17.215+01:00Rescatado.<iframe src="https://www.ivoox.com/player_ej_125655044_6_1.html?c1=364c6a" width="100%" height="200" frameborder="0" allowfullscreen="" scrolling="no" loading="lazy"></iframe><p style="text-align: justify;">Esta semana nos ponemos tras la pista de una devota imagen que aunque no procesiona en Semana Santa, suscita siempre un enorme fervor cada viernes del año en general y cada viernes de Cuaresma en particular, una antigua devoción que hunde sus orígenes en el norte de África y que incluso tuvo que ser liberada de un dramático y auténtico cautiverio; pero como siempre, vayamos por partes. </p><p style="text-align: justify;">Allá por abril de 1681, las tropas españolas capitaneadas por Francisco de Peñalosa, asediadas por un contingente marroquí enviado por el rey de Mequinez Muley Ismael, se veían en la necesidad de entregar la plaza de La Mamora ante la superioridad norteafricana y la escasez de armas y vituallas. La fortaleza, junto con el enclave de Larache, estaba en propiedad de la corona hispana desde 1614, que había buscado con ello la erradicación de la piratería en esta zona costera del Mediterráneo próxima al Estrecho de Gibraltar y pronto un grupo de frailes, primero franciscanos, posteriormente sustituidos por capuchinos, se asentó en la nueva colonia, llamada ahora Fortaleza de San Miguel de Ultramar, transformándose la mezquita en iglesia y pasando a recibir culto en ella una imagen traída desde la Península, la de Jesús Nazareno.</p><p style="text-align: justify;">Finalizado el asedio, el cuantioso botín de personas y objetos se trasladó a Mequinez y allí la imagen de Jesús Nazareno fue profanada, arrastrada por sus calles y arrojada a un vertedero, donde habría sido destruida de no ser por al intervención de uno de los cautivos españoles que advirtió al rey Muley que dado su valor bien podría canjearla por una buena cantidad de dinero o por cautivos musulmanes, para lo que podría contar con la intermediación de los Padres Trinitarios, dedicados desde siempre a esta labor de redención. Sería Fray Pedro de los Ángeles el encargado de negociar la "liberación" de la talla nazarena; como curiosidad, el monarca marroquí ordenó tasar en oro a la imagen según su peso, dando como resultado el valor de treinta monedas, el mismo que Judas Iscariote solicitó para traicionar a Jesús de Nazaret. </p><p style="text-align: justify;"></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjT0uGfw5_34PwP14XXUg9MXEwbtd2yRt4oFdCF2KdHgPPMfc9oxUfyr8GHDvoJ6LeBKpPmOvshWzzTCCB8cAzWzktoyycIbAx9QGJPIg0ungQ9DK90FmoXIllMi5cJBpeNOQriilgoy1QBO8Ivwne5Sl1cTTyBIFLlF8yX_wpRD5GfSD0uyFYtxbow86I1/s300/496.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="300" data-original-width="251" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjT0uGfw5_34PwP14XXUg9MXEwbtd2yRt4oFdCF2KdHgPPMfc9oxUfyr8GHDvoJ6LeBKpPmOvshWzzTCCB8cAzWzktoyycIbAx9QGJPIg0ungQ9DK90FmoXIllMi5cJBpeNOQriilgoy1QBO8Ivwne5Sl1cTTyBIFLlF8yX_wpRD5GfSD0uyFYtxbow86I1/w335-h400/496.jpg" width="335" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: x-small;">Juan de Valdés Leal: Cristo de Medinaceli arrastrado por las calle de Mequinez. 1681</span>.<br /></td></tr></tbody></table><p></p><p style="text-align: justify;">Finalmente, y tras no pocas peripecias, la imagen pudo ser redimida de sus "captores" por los Hermanos Trinitarios en 1681 y fue llevada desde Mequinez a Tetuán para de ahí pasar a Ceuta y cruzar el Estrecho para transcurrir por Gibraltar, Sevilla y Madrid, a donde llegó en agosto de 1682 y quedó entronizada en el Convento de los Trinitarios Descalzos. De manera progresiva, la devoción por aquella maltratada imagen (atribuida tradicionalmente a Juan de Mesa o a los Ocampo, nada menos) fue calando hondo en el pueblo madrileño, comenzando a ser conocida como Jesús de Medinaceli habida cuenta el decidido apoyo recibido por parte de esta Casa nobiliaria. Como muestra de haber sido recobrada por la orden trinitaria, porta el escapulario con la cruz en rojo y azul característica de esta congregación. </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhxalk7feIKbnrXH6sKcaWwcyN-rH08ALBDc4bzfRzi3UMckJIt_FA7eju4aR3uRvhyZFrqNZVo6WuUUzhlKCeH3jGgW1KAf7OuUiDWa6ttXpDlJzbds7MskMrqoD7x6vtwA9Lc1MCe7IK6RDHqNq8TAb8ZCwply9wWinmkAeJL0HWItXwMsRIm935YWifJ/s640/Cristo_de_Medinaceli_-_siglo_XVIII.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="640" data-original-width="398" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhxalk7feIKbnrXH6sKcaWwcyN-rH08ALBDc4bzfRzi3UMckJIt_FA7eju4aR3uRvhyZFrqNZVo6WuUUzhlKCeH3jGgW1KAf7OuUiDWa6ttXpDlJzbds7MskMrqoD7x6vtwA9Lc1MCe7IK6RDHqNq8TAb8ZCwply9wWinmkAeJL0HWItXwMsRIm935YWifJ/w249-h400/Cristo_de_Medinaceli_-_siglo_XVIII.jpg" width="249" /></a></div><p style="text-align: justify;"></p><p style="text-align: justify;">No quedó ahí ese culto, pues en nuestra ciudad los propios Trinitarios se hallaban establecidos en su convento de Nuestra Señora de Gracia, ahora casa Hermandad del Cristo de Burgos, no lejos de la parroquia de San Pedro; la "aventura" de Jesús Cautivo y Rescatado sirvió para acrecentar y dar mérito a la labor de los propios religiosos como liberadores de cautivos cristianos en tierras "infieles" (baste el caso de Miguel de Cervantes, capturado y encarcelado en Argel y redimido por la acción de estos religiosos), de manera que no tardó en colocarse en dicho templo una copia de la imagen madrileña, convirtiéndose en nuevo epicentro del fervor sevillano. </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgucrmtgzHCdVPUf5IjGMnSQre_QYDyEbs9AsFbWMpivGxc5kdSU54Mbhl6KyeJAWi6wn4YqcrH_0fn8NUFH_MYUXgGiQbazaVsYi5XjG0GtMAiLzVnWXq5XesfiNwU3mmHUmda0rE1zvgz8J5C3znqZBaOG1Y3A0xlgJBcATNMYCrmaJQlGLdaWYJYy0SS/s4000/IMG20240309200705.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="4000" data-original-width="3000" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgucrmtgzHCdVPUf5IjGMnSQre_QYDyEbs9AsFbWMpivGxc5kdSU54Mbhl6KyeJAWi6wn4YqcrH_0fn8NUFH_MYUXgGiQbazaVsYi5XjG0GtMAiLzVnWXq5XesfiNwU3mmHUmda0rE1zvgz8J5C3znqZBaOG1Y3A0xlgJBcATNMYCrmaJQlGLdaWYJYy0SS/w300-h400/IMG20240309200705.jpg" width="300" /></a></div><p style="text-align: justify;">Como han estudiado Antonio García Herrera y José Roda Peña, la talla, de autor desconocido, tamaño natural, ojos de cristal y brazos articulados, recibió culto en un retablo colocado en el lado de la Epístola del crucero del templo a partir de 1711, tras lo cual fueron frecuentes los milagros atribuidos por el pueblo, como éste:</p><p style="text-align: justify;"></p><blockquote><i>"Una señora que tenía gran devoción a Jesús Nazareno, parió en Sevilla una niña ciega, la cual permaneció en este estado por espacio de tres años; todo este tiempo lo empleó la madre en rogar a este Divino Señor, hasta que un día, llevada de su fe, toma a su hija en brazos, la conduce a la Iglesia, y acercándose a la lámpara que ardía ante la santa Imagen, unta sus ojos con el aceite de aquella; y a poco tiempo recobró la vista". </i></blockquote><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhFn0VShNNqdW9W2Klw4zisp9GmZWg4NKlpiQLpQc7GDuuxXEzBcLf-OkjyayZhvxesKpgNoGG4K41AuJD0UmCUqIi9mGYGg7O42dp6mwCRg3cuwKUCP6F76wgBKmNdqd2A4HfMeUgyHNRNv5xLkNJ3yy_ZhvjiKIJBeLrcos7ah_YQmS-UBODYZjYvzL1O/s1261/_cauti11.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1261" data-original-width="825" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhFn0VShNNqdW9W2Klw4zisp9GmZWg4NKlpiQLpQc7GDuuxXEzBcLf-OkjyayZhvxesKpgNoGG4K41AuJD0UmCUqIi9mGYGg7O42dp6mwCRg3cuwKUCP6F76wgBKmNdqd2A4HfMeUgyHNRNv5xLkNJ3yy_ZhvjiKIJBeLrcos7ah_YQmS-UBODYZjYvzL1O/w261-h400/_cauti11.jpg" width="261" /></a></div><p></p><p></p><p style="text-align: justify;">Pese a las Desamortización de 1835 y los sucesos revolucionarios de 1868, que ocasionaron el cierre definitivo de la iglesia del convento de los Descalzos, no decayó la piedad popular hacia Jesús Cautivo. Inicialmente, la imagen fue llevada al templo San Hermenegildo, frente al convento de Capuchinos, y a la postre, en 1909, establecida en la céntrica Parroquia de San Ildefonso tras un solemne traslado de carácter procesional, ocupó el altar que hasta 1908 habían ocupado los titulares de la Hermandad del Calvario, ahora en la parroquia de la Magdalena. <br /></p><div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjBRlZy6D8mobLxVWTVmerx3APfjn7pDOo2TubsSmje6fWB1JRqD3QgYxywnx1CJJKGJ4I4ho5fo8HdxfzukxKFquVX_3VgUHYT63JJRWttqPdxWTbbJCi5PjKOeI3FAGBZkRXB8OQ2ZQnKAEuzyBbu8jk93ZjchmkhKbIOs714vkT1TbsX57IyyKL2uVgf/s3264/IMG20240301204717.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3264" data-original-width="2448" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjBRlZy6D8mobLxVWTVmerx3APfjn7pDOo2TubsSmje6fWB1JRqD3QgYxywnx1CJJKGJ4I4ho5fo8HdxfzukxKFquVX_3VgUHYT63JJRWttqPdxWTbbJCi5PjKOeI3FAGBZkRXB8OQ2ZQnKAEuzyBbu8jk93ZjchmkhKbIOs714vkT1TbsX57IyyKL2uVgf/w300-h400/IMG20240301204717.jpg" width="300" /></a></div><p></p><p>"Adoptada" la imagen por la llamada Congregación del Sagrado Escapulario de la Santísima Trinidad, pronto se comenzaron a celebrar solemnes quinarios en su honor, culminando con el Besapiés que también logró hacerse con un lugar especial entre los actos cuaresmales sevillanos y siguió protagonizando una de las
grandes citas de la Cuaresma sevillana: el primer viernes de marzo.
Baste como muestra una reseña de El Liberal de 1931:</p><p style="text-align: justify;"></p><blockquote><p><i>"Siguiendo
tradicional costumbre, ayer, primer viernes de marzo, miles de fieles
desfilaron ante la imagen Nuestro Padre Jesús Cautivo y Rescatado, que
recibe culto en la parroquia de San Ildefonso.</i></p><p><i>Personas de
todas las clases sociales llenaron el templo continuamente. Desde las
primeras horas de la mañana hasta media noche fuerzas de Seguridad y
Guardia Civil mantenían el orden y en ocasiones tuvieron que impedir la
entrada en el templo."</i></p></blockquote><p>Incluso ha llegado a salir procesionalmente en varias ocasiones, presidiendo actos en la Casa de Pilatos, la apertura de las Misiones Generales de 1965 o durante un Via Crucis, para lo cual cuenta con sus propias andas, realizadas por los Hermanos Caballero en 1998, pese a lo cual nunca se ha planteado que realice Estación de Penitencia a la Catedral.</p><p></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEipMQjNuMgQM1El60HzD8EIaFK7bO80KcXlFwD_cKjVeMQdSJKTOqZbDUTdI3ppqqbpzdMaXkYHjG7L0CaaVN8axRoYTAnGNsOXKkBWDGPKq9IElMcZUA8gK06zDzMW2d4R3D9-8kP91NJngN46FKCPSevEk6Vcg6_kH52BZ4UY4WFnsNjiYFxoYL25Zmfd/s2040/IMG-20240310-WA0025.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="2040" data-original-width="1536" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEipMQjNuMgQM1El60HzD8EIaFK7bO80KcXlFwD_cKjVeMQdSJKTOqZbDUTdI3ppqqbpzdMaXkYHjG7L0CaaVN8axRoYTAnGNsOXKkBWDGPKq9IElMcZUA8gK06zDzMW2d4R3D9-8kP91NJngN46FKCPSevEk6Vcg6_kH52BZ4UY4WFnsNjiYFxoYL25Zmfd/w301-h400/IMG-20240310-WA0025.jpg" width="301" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: x-small;">Foto: Reyes de Escalona.</span><br /></td></tr></tbody></table> <p></p><p>Para dar mayor difusión al culto a Jesús Cautivo en horas de cierre de la parroquia, se realizó en 1955 un hermoso azulejo por Antonio Kiernam para Cerámica Santa Ana, instalado en la fachada que da a la calle Rodríguez Marín, y como curiosidad, en la cercana Casa de Pilatos, concretamente en la sacristía de su hermoso oratorio, recibe culto otra imagen de Jesús Cautivo, ésta realizada por el imaginero Juan Abascal en 1960 por encargo de la Pía Unión del Via Crucis a la Cruz del Campo y cuya ejecución fue abonada entre todas las cofradías sevillanas, que se repartieron a partes iguales las 25.000 pesetas que costó dicho encargo; ni que decir tiene que existen numerosas imagenes de Jesús Cautivo y Rescatado en toda España y que incluso dos hermandades sevillanas tienen esa advocación entre sus Titulares, pero esa, esa ya es otra historia. </p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgxZ1BAxPvci7-pcOQfPPh2KTwBkYRr-C-zN7e8wWUGjF6BX7k35FtvBhRSgL8kD-0AzQBS-flWZ_Dh0xmx_MW5ZKJWtcg2XO7QvPKi9rZRK3YXvyITF13dcIycHzdCrL2tB2eM0D4CMhSviheHIdV8gMeTV-rPHNP47_JBHXk1c_avW9-iv1b4vKYfb1Oa/s4000/IMG20230303202951.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="4000" data-original-width="3000" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgxZ1BAxPvci7-pcOQfPPh2KTwBkYRr-C-zN7e8wWUGjF6BX7k35FtvBhRSgL8kD-0AzQBS-flWZ_Dh0xmx_MW5ZKJWtcg2XO7QvPKi9rZRK3YXvyITF13dcIycHzdCrL2tB2eM0D4CMhSviheHIdV8gMeTV-rPHNP47_JBHXk1c_avW9-iv1b4vKYfb1Oa/w300-h400/IMG20230303202951.jpg" width="300" /></a></div><p></p></div>Manolo Sousahttp://www.blogger.com/profile/07206131230409309784noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-6459960962905345182.post-28788743379819149012024-03-04T11:20:00.001+01:002024-03-04T11:20:39.724+01:00Sobre la bocina.<iframe src="https://www.ivoox.com/player_ej_125262122_6_1.html?c1=364c6a" width="100%" height="200" frameborder="0" allowfullscreen="" scrolling="no" loading="lazy"></iframe><p style="text-align: justify;">En esta ocasión, proseguimos con la temática cofradiera, para dar algunos datos sobre un elemento que, aunque forma parte de muchos, casi todos, los cortejos procesionales de Semana Santa en Sevilla, ha quedado un tanto relegado en lo tocante a su significado. Pero como siempre, vayamos por partes.</p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgXioi-iN50CBwRLUh5M0i422BkJ3ofOlsnR04P0caNcxEjs1GKoUs1RC7ZkySsSYUCbjLFMGPURzKuWI2WjttsIk283F-EHoZDoYfSuEaq3O6xKSgTg995D6CPoqAJ03WDNuG0y3QEXQ-xR95_ybIn5X_FKZosTAYGneghLCvSyUwZTPqnheKYbqCE1vUF/s603/IMG-20240304-WA0001.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="603" data-original-width="330" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgXioi-iN50CBwRLUh5M0i422BkJ3ofOlsnR04P0caNcxEjs1GKoUs1RC7ZkySsSYUCbjLFMGPURzKuWI2WjttsIk283F-EHoZDoYfSuEaq3O6xKSgTg995D6CPoqAJ03WDNuG0y3QEXQ-xR95_ybIn5X_FKZosTAYGneghLCvSyUwZTPqnheKYbqCE1vUF/w219-h400/IMG-20240304-WA0001.jpg" width="219" /></a></div><br /><div style="clear: both; text-align: left;"><span style="text-align: justify;">En el Salmo 150 del Antiguo Testamento se indica que ha de alabarse al Señor "al son de trompetas" y en el Libro de Josué se menciona que siete sacerdotes judíos hicieron sonar sus trompetas, hechas de cuerno de carnero, para acompañar un grito con el que cayeron derrumbadas las murallas de la ciudad de Jericó, este tipo de instrumento, llamado "Shofar", pervive en nuestra Semana Santa en la Guardia Judía que figura en la Hermandad de la Milagrosa; también, en el Libro del Apocalipsis del Nuevo Testamento donde se alude a los siete ángeles que harán sonar otras tantas trompetas para señalar el fin de los tiempos. </span></div><p style="text-align: justify;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiKxDCz06VzQkJUady6Bihs82Cdzxv1ePEtAulqbI3zE8kTLWWsIdGVMA3Lg23gdqWUskbD7FGl1twBrD3DAFLSVpQkg0MmLPWyPFsmUIK04ktKfQiUC3dwbRkLxUQmW0On7_MPBt_Anb5m7SaC5yEB6IavUFKFTJikRbdTxAfOZxzGlNt7oCxrqgCqJByb/s600/Prise_de_J%C3%A9richo.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em; text-align: center;"><img border="0" data-original-height="600" data-original-width="511" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiKxDCz06VzQkJUady6Bihs82Cdzxv1ePEtAulqbI3zE8kTLWWsIdGVMA3Lg23gdqWUskbD7FGl1twBrD3DAFLSVpQkg0MmLPWyPFsmUIK04ktKfQiUC3dwbRkLxUQmW0On7_MPBt_Anb5m7SaC5yEB6IavUFKFTJikRbdTxAfOZxzGlNt7oCxrqgCqJByb/s320/Prise_de_J%C3%A9richo.jpg" width="273" /></a></p><p style="text-align: justify;">Conocidas en el Antiguo Egipto y en la Grecia clásica (donde incluso había concursos trompeteros en los Juegos Olímpicos), el Imperio Romano adoptó las trompetas con el nombre de buccina o de tuba, pasando a ser muy importantes sus diferentes toques en la instrucción militar de las legiones, mientras que a partir de la Edad Media esta modalidad de instrumentos de viento metal se empleaba para ejecutar "fanfarrias" que servían para anunciar la llegada de un personaje importante, como un monarca, tal como se sigue usando en nuestros días en monarquías como la británica o en determinadas ceremonias solemnes, como las entregas de medallas de los Juegos Olímpicos. Tampoco podemos olvidar su utilidad en las partidas de caza, por lo que Miguel de Cervantes en 1614 escribía en su obra Viaje del Parnaso:</p><div style="text-align: center;"><i>"El ronco son de más de una bocina,</i></div><div style="text-align: center;"><i>instrumento de caza y de la guerra,</i></div><div style="text-align: center;"><i>de Febo a los oídos se avecina;</i></div><div style="text-align: center;"><i>tiembla debajo de los pies la tierra,</i></div><div style="text-align: center;"><i>de infinitos poetas oprimida,</i></div><div style="text-align: center;"><i>que dan asalto a la sagrada tierra".</i><br /></div><p style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgxc1C3zSY7MXGmHmQs4eXUf24MJhn2sZFMyFNfUzp0Mw-DkzByi-ka00OIi-vjxQdQHXJtXv_8WI6EEBnpBI2fGEasm59InfsKFDGNW3obqYP9xBj1tNnDhn1wXwxU7Ol3j97vRoFCO9H0YB_AVwING9TePvc2qEut9cTOCW6L6-2IJ_18H6FbNdPyzokm/s1000/Trompetero-Manuel-Cruz.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1000" data-original-width="666" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgxc1C3zSY7MXGmHmQs4eXUf24MJhn2sZFMyFNfUzp0Mw-DkzByi-ka00OIi-vjxQdQHXJtXv_8WI6EEBnpBI2fGEasm59InfsKFDGNW3obqYP9xBj1tNnDhn1wXwxU7Ol3j97vRoFCO9H0YB_AVwING9TePvc2qEut9cTOCW6L6-2IJ_18H6FbNdPyzokm/w266-h400/Trompetero-Manuel-Cruz.jpg" width="266" /></a> <br /></p><p style="text-align: justify;">Si en la Via Dolorosa, con Jesús con la
cruz a cuestas camino del Calvario, sonaron instrumentos de viento para anunciar y marcar la marcha de aquella trágica comitiva por las calles de Jerusalén, las cofradías sevillanas incorporaron en sus cortejos las llamadas "trompetas de dolor", encabezando la procesión, a semejanza de los <a href="https://www.blog.hispalensia.com/2023/02/en-misa-y-repicando-munidores.html" target="_blank">muñidores</a>, o colocadas delante de las andas con sus ecos lastimeros y profundos para conmover a cuantos presenciaban la procesión; como ha indicado el catedrático de trompeta del conservatorio hispalense, el jerezano José David Guillén, en el siglo XVI comenzaron a emplearse estos instrumentos de viento para, con ellos, llamar la atención de los fieles, dándose el caso incluso de que no todo el mundo podía tocar una de estas trompetas, ya que, por ejemplo, en la Hermandad de Jesús Nazareno de Cabra (Córdoba) no podían usarlas <i>"mulatos, negros, ni otras personas indignas"</i>. En Murcia, por citar otro caso, existen la evolución llegó hasta los llamados los carros-bocinas que miden miden tres metros de longitud, y que portan unas ruedecillas en su boca que permiten ser llevadas por la calle, en Cartagena la Agrupación de la Oración en el Huerto (de la cofradía de "Los Californios"), procesiona con la llamada "Bocina el Castillo", de enormes dimensiones, realizada en 1986 en el sevillano taller de Orfebrería Villarreal y en Jaén, en 2015, la cofradía de Jesús Nazareno "El Abuelo" recuperó las figuras de los "bocineros" delante de su Cruz de Guía, tocando seis de estos instrumentos para llamar la atención de los fieles de la llegada de la cofradías por las calles jienenses.</p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj9O9f2a1TY5WHWeins5nMNJrFT96Od_sEJ1AyEQxfVpYYvWE5bwm6ZL3SXkgFLH24iihC89yR1TVndtqqMJQdorLeNxO7-pkCfwJhlu_K61pnDTJzY1E0aOE28NnZEPENzpmofPumD5KViNqHGnuwxSrWHVojqwT04WCX5cxh8MopFjmbwKSN6jOxSgtmv/s800/800px-Carrosbocinadeloscoloraos.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="600" data-original-width="800" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj9O9f2a1TY5WHWeins5nMNJrFT96Od_sEJ1AyEQxfVpYYvWE5bwm6ZL3SXkgFLH24iihC89yR1TVndtqqMJQdorLeNxO7-pkCfwJhlu_K61pnDTJzY1E0aOE28NnZEPENzpmofPumD5KViNqHGnuwxSrWHVojqwT04WCX5cxh8MopFjmbwKSN6jOxSgtmv/w400-h300/800px-Carrosbocinadeloscoloraos.jpg" width="400" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: x-small;">Carro-bocina. Semana Santa de Murcia.</span></td></tr></tbody></table><br /><div style="text-align: left;"><span style="text-align: justify;">En Sevilla, el historiador decimonónico José Bermejo y Caraballo escribía sobre las bocinas en 1881 en estos términos:</span></div><p style="text-align: justify;"></p><div style="text-align: justify;"><blockquote><i>"Las bocinas ó trompetas, que en estos actos llevan algunos hermanos de túnica, más bien que para dar la señal de andar ó parar, como dice D. Félix Gonzalez de Leon, debieron introducirse, según se desprende de reglas antiguas, para recordar con sus ecos lastimeros la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo; y también, en memoria de la que llevaban los soldados que escoltaron al Salvador hasta el monte de su sacrificio. El uso de las mismas se remonta por lo tanto á los principios de las cofradías; y llevaban generalmente cuatro; aunque en un edicto que publicó con fecha de 30 de marzo de 1776 el cabildo eclesiástico, del que tenemos un ejemplar, entre otras cosas se dice: que en ninguna cofradía habían de admitirse más de tres trompetas".</i></blockquote><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgkKtg93qseNBFQdiGKUJbuTp5iWRi7Lwm_LmoGzONMDUBtYud2YrvttwlfA6sWss_MX4nWf_hMHVBy7mXN9xsXlIqdTwI_2LJHixCoIV-8LSdbWZYgKasccd-m4ogOJqnheMhlBx845B74_mo3XrLv1z0czhx3RbyyqYZJtXNxlt8rGBsbVgGzAkvXgtTR/s642/naz.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em; text-align: center;"><img border="0" data-original-height="529" data-original-width="642" height="330" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgkKtg93qseNBFQdiGKUJbuTp5iWRi7Lwm_LmoGzONMDUBtYud2YrvttwlfA6sWss_MX4nWf_hMHVBy7mXN9xsXlIqdTwI_2LJHixCoIV-8LSdbWZYgKasccd-m4ogOJqnheMhlBx845B74_mo3XrLv1z0czhx3RbyyqYZJtXNxlt8rGBsbVgGzAkvXgtTR/w400-h330/naz.jpg" width="400" /></a></div><p style="text-align: left;"><span style="text-align: justify;">Bermejo alude a Félix González de León porque éste, en su libro "Historia Crítica y Descriptiva de las Cofradías de Penitencia, Sangre y Luz fundadas en la ciudad de Sevilla", editado en 1852, menciona que, cuando la Hermandad del Silencio comenzó a realizar sus estaciones de penitencia:</span></p></div><p style="text-align: justify;"></p><div style="text-align: justify;"><blockquote><i>"Para no interrumpir en nada el profundo silencio y contemplación que guardaban, establecieron cuatro trompetas roncas, o dolorosas, que daban las señal de andar o de parar, y este es el origen de las bocinas". </i></blockquote></div><p></p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgtLGUIOh1IzIvwxOWx-Z2W2wbAsQxd6Am8Ih0IokaM2QIE4FBUOPSV6IkbZ-Qb2iSmuqxTcUtRZOVNc24kEGYNW9qyBsAa4hqQxi58-bbp_cHwP8h-DSV_ewZQqSAi2uHYQJ4Jfo4STRiqOumL1pKGwdiq2EeZymrJmXrjsY_WW6q5WmFgBRXgQOrbLQNX/s3264/IMG20230401130307.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3264" data-original-width="2448" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgtLGUIOh1IzIvwxOWx-Z2W2wbAsQxd6Am8Ih0IokaM2QIE4FBUOPSV6IkbZ-Qb2iSmuqxTcUtRZOVNc24kEGYNW9qyBsAa4hqQxi58-bbp_cHwP8h-DSV_ewZQqSAi2uHYQJ4Jfo4STRiqOumL1pKGwdiq2EeZymrJmXrjsY_WW6q5WmFgBRXgQOrbLQNX/w300-h400/IMG20230401130307.jpg" width="300" /></a></div><p style="text-align: justify;">Pasaron las décadas. Siguiendo la tendencia del progresivo
enriquecimiento del patrimonio procesional, de los tubos de bocina
inicialmente lisos se pasó a los repujados, de los paños de terciopelo
sin adorno alguno con el simple escudo bordado se pasó a auténticas
obras de arte realizadas por inolvidables artistas como Juan Manuel
Rodríguez Ojeda, Esperanza Elena Caro o Concepción Fernández del Toro,
quien, por ejemplo, realizaría las de la Amargura en 1931 siguiendo el
diseño de Cayetano González (una de las cuales, como anécdota, portó algunos años el
conocido pintor sevillano<a href="https://www.blog.hispalensia.com/search/label/Alfonso%20Grosso" target="_blank"> Alfonso Grosso</a>) y las de la Macarena en torno a 1948-50. </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgtgKMXjoxPFZOdZoIAdsdIcLsfOXbe6bW7K_zSbZgpz7M0g_v17DHZ_40B5Sv9A8krdz-KDwqVfK_iQDu0J6n7_yviBgJZSPWjpRX-ppt4AkTIVXn7i3C6lZ1noT_tdHFWBVNuH4oP_znM4rBaW7vxRwu9jCP9C3hHOAvXIOIh5SKHmyE8kD0Q_Gtf_1gt/s2816/DSCI0881.JPG" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2112" data-original-width="2816" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgtgKMXjoxPFZOdZoIAdsdIcLsfOXbe6bW7K_zSbZgpz7M0g_v17DHZ_40B5Sv9A8krdz-KDwqVfK_iQDu0J6n7_yviBgJZSPWjpRX-ppt4AkTIVXn7i3C6lZ1noT_tdHFWBVNuH4oP_znM4rBaW7vxRwu9jCP9C3hHOAvXIOIh5SKHmyE8kD0Q_Gtf_1gt/w400-h300/DSCI0881.JPG" width="400" /></a></div><p style="text-align: justify;">En cuanto al número actual de bocinas que sacan las cofradías en Sevilla (y con la excepción de la hermandades del Polígono de San Pablo y Servitas, que carecen de ellas), es de los más variado, desde las 12 que lleva el Santo Entierro, en recuerdo a los Doce Apóstoles hasta las habituales cuatro o seis que puede llevar normalmente cualquier otra corporación, pasando por las ocho que posee la Hermandad del Gran Poder, y que se ubican en las esquinas de cada uno de los Pasos durante la Estación de Penitencia. En el caso del Paso del Cristo del Calvario, aparecen cuatro, en cuyos paños bordados figuran representados los cuatro Profetas Mayores: Isaías, Jeremías, Ezequiel y Daniel.</p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhn0_7NOXJt3kqUQuqV6JS7N_tmJfl6HO34k4tqd6GgdP3s7IOSxpb3gKrlENvAcH5p4jnpja4Ymh80XZvL9As-uxTfAar3KFEe1M2peYOKL-xUxOFjcnnQE9Zxf5TkJZigJ9InZ4H4ErrRrl_dtnLDOSY3tLiCK9SwHbRoE-uspEktGA_iJAoyb33Jp_8A/s4000/IMG20240302203006.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="4000" data-original-width="3000" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhn0_7NOXJt3kqUQuqV6JS7N_tmJfl6HO34k4tqd6GgdP3s7IOSxpb3gKrlENvAcH5p4jnpja4Ymh80XZvL9As-uxTfAar3KFEe1M2peYOKL-xUxOFjcnnQE9Zxf5TkJZigJ9InZ4H4ErrRrl_dtnLDOSY3tLiCK9SwHbRoE-uspEktGA_iJAoyb33Jp_8A/w300-h400/IMG20240302203006.jpg" width="300" /></a></div><p style="text-align: justify;">Repujadas en orfebrería, con lujosos paños bordados en los que suele aparecer la heráldica de la hermandad algunas poseen aún forma retorcida como las de las Siete Palabras o la Esperanza de Triana y otras son tamaño "mini" como las que portan los nazarenos de La Borriquita, algunas representan en sus paños pasajes de los Evangelios como las del palio de Los Estudiantes o Santa Marta, mientras otras poseen bastante antigüedad, como las de la Carretería (1861), La Mortaja (1884) o Las Aguas (1894). Lo habitual es que vayan delante de la Cruz de Guía y acompañando los Pasos, aunque la aparición, relativamente reciente, de los manigueteros ha hecho que en algunos casos hayan pasado a ir ubicadas delante de las presidencias o los ciriales.</p><p style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhsiYtogj07Kw1sgWDymRwzUY4k0_5iYVBZ8GyDu6UFWuW9OMxZc57LsOdzy7wyDRZdLcihMkbgg0BxvJLD2DbtA5auhbCJr5z3W0rpvqTelfDCC-8QK28UjhC6OgRgGKoZJXNHGSeiQSB5wgExTlyZZxZQSSGOrAUV55fWIwlJSIMNMP97k8Rp1wHXyWD1/s4000/IMG20230403183115.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="4000" data-original-width="3000" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhsiYtogj07Kw1sgWDymRwzUY4k0_5iYVBZ8GyDu6UFWuW9OMxZc57LsOdzy7wyDRZdLcihMkbgg0BxvJLD2DbtA5auhbCJr5z3W0rpvqTelfDCC-8QK28UjhC6OgRgGKoZJXNHGSeiQSB5wgExTlyZZxZQSSGOrAUV55fWIwlJSIMNMP97k8Rp1wHXyWD1/w300-h400/IMG20230403183115.jpg" width="300" /></a> <br /></p><p style="text-align: justify;"></p><p style="text-align: justify;"></p><p style="text-align: justify;">Ya que hablamos de bocinas, tampoco se nos puede quedar en el tintero cómo las trompetas o bocinas incluso han aparecido en los propios Pasos procesionales, como es el caso del sayón que hasta 1960 figuraba en el de Los Caballos acompañando a Cristo en el momento de su Exaltación, o como sucedió durante un tiempo en el Paso del Señor con la Cruz al Hombro de la Hermandad del Valle, en el que aparecía otro de las mismas características, pero esa, esa ya es otra historia. <br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEggYrXKUSFEMZ9X8m2yj8_BfFlkQ8IM4ghLqmsHill47NR7KGS2ev31zzugb7gFY4fw9iNPjDjz1CQ_200dm3kZ3ofMr0-ZtQTrRPPz2v3vCg5a-tb6jO26NO4oSMUkGrp2HpmqM1jM4zZsnRkdGAleFNb3Ogk9IB75osilNFCMzF0gcvvCdA3UREkapWQN/s800/w_Paso-neogotico-siglo-XIX_Antigua.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="599" data-original-width="800" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEggYrXKUSFEMZ9X8m2yj8_BfFlkQ8IM4ghLqmsHill47NR7KGS2ev31zzugb7gFY4fw9iNPjDjz1CQ_200dm3kZ3ofMr0-ZtQTrRPPz2v3vCg5a-tb6jO26NO4oSMUkGrp2HpmqM1jM4zZsnRkdGAleFNb3Ogk9IB75osilNFCMzF0gcvvCdA3UREkapWQN/w400-h300/w_Paso-neogotico-siglo-XIX_Antigua.jpg" width="400" /></a></div><br /><p style="text-align: justify;"><br /></p>Manolo Sousahttp://www.blogger.com/profile/07206131230409309784noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6459960962905345182.post-57691017478878641642024-02-26T11:12:00.002+01:002024-02-26T11:13:53.820+01:00De negro.<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="200" loading="lazy" scrolling="no" src="https://www.ivoox.com/player_ej_124871424_6_1.html?c1=364c6a" width="100%"></iframe><p style="text-align: justify;"><i>Mientras cuadraba cuentas y revisaba unas facturas de cera del año anterior, sentado tras una robusta mesa de madera, José Fijo, alias "El Latero" Mayordomo a la sazón de aquella cofradía, levantó la vista y a través de sus gafas pudo contemplar la figura de un hombre de edad indefinida (aunque, en realidad, cuenta 27 años y hace veinte que llegó a Sevilla desde su Palma del Río natal), aspecto aseado, traje algo desgastado, camisa recién planchada, rostro delgado, algunas entradas en las sienes, bigote escueto y mirada madura. Con gesto amable, lo invitó a que acercara una silla y tomase asiento, mientras no lejos de aquellas dependencias de la hermandad, entre los pilares mudéjares de la nave central de la parroquia, se oían martillazos, voces y gritos de los carpinteros que, apremiados por</i> lo<i>s priostes, comenzaban con presteza a desmontar el altar del solemne Quinario que había finalizado unos días antes con la consabida Función Principal de Instituto.</i></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgLno7SXuvpT-fRqaeqkUfdtgdV2SZwzp5B_jTyCQIgMFY_5UnQ7wV3BIkgWAc3kD1y1JJLJ-g1dbjNhLPu8dEPf8A4E23kITuk9Nx5eYmpROf-EC-JUkWrEuXCDjSANMJPnEqxxuepaYZZW5fyyxjPjojv639fvw2KTTjvxLNPRHzryDVHD3wSOoCvFjz9/s615/Santa%20Marina.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em; text-align: center;"><img border="0" data-original-height="615" data-original-width="316" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgLno7SXuvpT-fRqaeqkUfdtgdV2SZwzp5B_jTyCQIgMFY_5UnQ7wV3BIkgWAc3kD1y1JJLJ-g1dbjNhLPu8dEPf8A4E23kITuk9Nx5eYmpROf-EC-JUkWrEuXCDjSANMJPnEqxxuepaYZZW5fyyxjPjojv639fvw2KTTjvxLNPRHzryDVHD3wSOoCvFjz9/w205-h400/Santa%20Marina.jpg" width="205" /></a></div><p style="text-align: justify;"></p><p style="text-align: justify;"><i>Obedientemente, el recién llegado tomó asiento y, casi sin querer, no pudo evitar echar un vistazo a la pequeña estancia, situada junto a la capilla de la hermandad y decorada con antiguos grabados y recientes convocatorias de cultos con orlas barrocas; olía a humedad tras un reciente y frío chaparrón y por un diminuto ventanal abierto al exterior se colaba el bullicio de la calle San Luis. El mayordomo lo miró fijamente mientras cerraba su estilográfica y hacía lo propio con cierta parsimonia con un ajado libro de cuentas, apartaba un manoseado ejemplar de El Liberal de febrero de 1908 y encendía lentamente un cigarrillo. </i><br /></p><p style="text-align: justify;">- Buenas tardes, Rafael, sepa que viene usted muy bien recomendado para el trabajo, aunque, si no me equivoco, mucha experiencia para el mismo no tenemos, ¿Cierto?</p><p style="text-align: justify;"><i>El recién llegado de mirada madura no se esperaba comenzar así la entrevista. Aguardaba, quizá, algo de reticencia o desconfianza, pero nunca que se cuestionase su experiencia en el oficio, sobre todo porque con su maestro Francisco Palacios había hecho todo un "noviciado" en materia de mandar, aprendiendo como buen discípulo en el trato serio y respetuoso con los subordinados e igualmente conociendo a fondo las interioridades de un trabajo que en aquellos años tenía la importancia justa, pero necesaria. Hasta su muerte, Palacios había reformado la manera de repartir el dinero de cada jornada, mientras antes los hombres de confianza recibían mejor salario, con él esa práctica se dio por finalizada: todos cobraban lo mismo, sin distinciones. </i></p><p style="text-align: justify;"><i>Con voz algo baja pero firme, el recién llegado respondió:</i></p><p style="text-align: justify;">- Como sabe, llevo algunos años mandando cofradías como segundo, algo conoceremos sobre este pormenor, de todos modos, son ustedes, quienes me han hecho llamar.</p><p style="text-align: justify;"><i>El mayordomo, algo canoso, muy delgado, olvidamos mencionarlo, y que tenía un negocio de hojalatería en la calle Alemanes, de ahí su apodo, rió de buena gana y presintió que aquel hombre, serio y parco en palabras, era aquel que andaban buscando.</i><br /></p><p style="text-align: justify;">- ¿Qué nos puede ofrecer? Mire que esta cofradía es de las que reparten "jabón", que el recorrido es largo, que salimos muy temprano y que la hora de entrada muchas veces depende de cómo venga la cosa, aunque sabrá que no será nunca antes de la medianoche, para disgusto de acólitos y músicos.<br /></p><p style="text-align: justify;">- Conozco la cofradía, la he visto algún año por Correduría o de vuelta por el Salvador, la Virgen iba preciosa. (Hombre prudente, se guardó para sí comentar nada sobre el éxodo de nazarenos repartidos por las tabernas ni sobre que el Paso casi iba arrastrando sus zancos).<br /></p><p style="text-align: justify;">- Entonces sabrá que el esfuerzo para los de abajo es grande y que la economía de la hermandad no anda muy boyante que digamos; este año la subvención municipal apenas alcanza para las bandas de música y la cera, pero, como se dice en esta casa, "hágase lo que se deba, aunque se deba lo que se haga".</p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgmhzd71HeWqXbu-qxC-U5X5H2CAOZr0ngeUKJa8yqkJsyY30xNQrqQbsILWqQfy81_Dk9towpFWitrFCom3_GeB-YH6ZuIrw12nuamfHj01rWbcT2j20wlnm8qG4TD_v84RogZlv1QAMybNbDJvEIrp-EcwgK5CC3hs7hX1_sSVHGw1rWuowPP6acYWhMe/s2304/DSCI0405.JPG" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2304" data-original-width="1728" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgmhzd71HeWqXbu-qxC-U5X5H2CAOZr0ngeUKJa8yqkJsyY30xNQrqQbsILWqQfy81_Dk9towpFWitrFCom3_GeB-YH6ZuIrw12nuamfHj01rWbcT2j20wlnm8qG4TD_v84RogZlv1QAMybNbDJvEIrp-EcwgK5CC3hs7hX1_sSVHGw1rWuowPP6acYWhMe/w300-h400/DSCI0405.JPG" width="300" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><p style="text-align: justify;"><i>El recién llegado del traje algo desgastado y camisa bien planchada se ajustó la corbata en un gesto rutinario. La conversación tomaba el rumbo que esperaba. Suspiró y tras carraspear para aclararse la voz contestó con firmeza casi de oficial del ejército:</i></p><p style="text-align: justify;">- Por mi gente no tiene usted que preocuparse, Don José, son de fiar, endurecida y profesional, no le darán problemas, ya me ocuparé de que trabajen en silencio, sin escándalos y sin levantar los faldones o molestar al público por los costeros.</p><p style="text-align: justify;">- Eso me gusta, que algunos años se han visto cosas por aquí que... Por cierto, Rafael, ¿Es verdad lo que me cuentan?</p><p style="text-align: justify;">- Depende, dígame usted.</p><p style="text-align: justify;">- Me dicen que en su cuadrilla el "aguaó" sólo lleva agua en su cántaro, nada de vino.</p><p style="text-align: justify;">- Es así. Además, el día de la salida no nos verá igualando junto a la iglesia, preferimos hacerlo lejos, apartando miradas curiosas y las molestias de costaleros que acuden a pedir un sitio que no tenemos, porque el cuadrante está ya prácticamente cerrado salvo ausencias imprevistas de última hora. <br /></p><p style="text-align: justify;">- Pues me deja agradablemente sorprendido, eso que me cuenta dice mucho de usted y de su idea de llevar una cuadrilla. -Aspiró profundamente y dio una calada al cigarrillo casi consumido- Bien cierto es eso de que el día de la salida se forma una trifulca considerable en este tema y que incluso en ocasiones el griterío se llega a escuchar dentro de la iglesia mientras se da lectura a la lista de la cofradía, ¡Con decirle que el párroco incluso nos ha llamado la atención por ello!</p><p style="text-align: justify;"><i>Fuera, en la iglesia, seguían escuchándose órdenes y comentarios de quienes a esta hora vencida de la tarde se ocupaban del desmontaje del Quinario; uno de los priostes interrumpió al mayordomo con no se qué historia de que uno de los mantolines estaba lleno de cera y con que el sacristán se empeñaba en apresurar los trabajos porque tenía que marcharse a casa temprano. </i></p><p style="text-align: justify;">- Como ve, estas fechas son así, y como además somos a veces "cuatro gatos", todos tenemos que poner de nuestra parte (y hasta de nuestras carteras) para que todo salga adelante y podamos poner la cofradía en la calle el Viernes Santo. </p><p style="text-align: justify;"><i>Tras observar fijamente a su interlocutor, prosiguió, y levantándose de su asiento extendió su mano derecha hacia Rafael, quien no tardó en hacer lo mismo y formalizar el acuerdo con un fuerte apretón.</i></p><p style="text-align: justify;">- No se hable más, será usted el nuevo capataz de la hermandad, deme unos días para redactar el contrato; si le parece bien, incluirá la "armá", la cofradía y la "desarmá", aunque como sabe tenemos el almacén del Paso aquí pegado al otro lado de la iglesia. El importe total se cobrará tras Semana Santa, una vez que el Ayuntamiento nos entregue la subvención anual; propinas aparte y usted deberá traer una cuadrilla completa con contraguías y "aguaor" (sólo agua, ¿Eh?). </p><p style="text-align: justify;">- No veo inconveniente en nada de lo que propone, José, cuente con mi persona y cuadrilla. </p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="-webkit-text-stroke-width: 0px; clear: both; color: black; font-family: "Times New Roman"; font-size: medium; font-style: normal; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; orphans: 2; text-align: center; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-decoration-thickness: initial; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; widows: 2; word-spacing: 0px;"><i></i></div><i style="-webkit-text-stroke-width: 0px; color: black; font-family: "Times New Roman"; font-size: medium; font-variant-caps: normal; font-variant-ligatures: normal; font-weight: 400; letter-spacing: normal; orphans: 2; text-align: left; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-decoration-thickness: initial; text-indent: 0px; text-transform: none; white-space: normal; widows: 2; word-spacing: 0px;"></i><p></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="-webkit-text-stroke-width: 0px; font-family: "Times New Roman"; letter-spacing: normal; margin-left: auto; margin-right: auto; orphans: 2; text-decoration-color: initial; text-decoration-style: initial; text-decoration-thickness: initial; text-transform: none; widows: 2; word-spacing: 0px;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi6B-MaZOE-Lke0F30eUN4jukYZnouBnu2JmRV787XTk5WOIHI4CZOIz_8Lxsfdg28O8o7JUbp3XR_YBX1zf0RgJ609NXKHMUZck1LzI4biPxn6oAQ7EJjMIwhY2QeLK3kEYEIXLeEWmO_9QAT771SAqBnO_TzAeeO6N14W-xp89JC06Oeo9SJZor-UbFPW/s835/Curiosa%20estampa%20de%20la%20Mortaja%20saliendo%20de%20Santa%20Marina%20en%20el%20a%C3%B1o%201908.%20Capataz%20Rafael%20Franco%20Luque.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="835" data-original-width="648" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi6B-MaZOE-Lke0F30eUN4jukYZnouBnu2JmRV787XTk5WOIHI4CZOIz_8Lxsfdg28O8o7JUbp3XR_YBX1zf0RgJ609NXKHMUZck1LzI4biPxn6oAQ7EJjMIwhY2QeLK3kEYEIXLeEWmO_9QAT771SAqBnO_TzAeeO6N14W-xp89JC06Oeo9SJZor-UbFPW/w310-h400/Curiosa%20estampa%20de%20la%20Mortaja%20saliendo%20de%20Santa%20Marina%20en%20el%20a%C3%B1o%201908.%20Capataz%20Rafael%20Franco%20Luque.jpg" style="cursor: move;" width="310" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: x-small;">Rafael Franco en 1909, mano derecha en la visera de la delantera de la Piedad de Santa Marina. </span></td></tr></tbody></table><p style="text-align: justify;"><i>Aquella lejana Semana Santa de 1908, aquel recién llegado, un capataz que atendía al nombre de Rafael Franco Luque acababa de firmar su primera cofradía. Como en otras ocasiones posteriores con otros capataces, la lluvia truncó su debut el Viernes Santo; </i><i>No sería el último, pues después vendrían otros, en hermandades como la Amargura o la Macarena, por citar dos ejemplos. </i><i>Por cierto, como contaba su nieto Carmelo Franco del Valle (imprescindible su libro para pergeñar nuestro texto), aquel hombre de mirada profunda y camisa blanca bien planchada implantará y generalizará entre el gremio de capataces el uso del terno negro para mandar delante de los pasos, aunque habrá una excepción: en 1913 vestirá la túnica morada y negra de la Hermandad de Santa Marina y con ella mandará el Paso de la Piedad, como agradecida promesa tras la curación de un familiar, en concreto, su hija; pero esa, esa ya es otra historia. </i></p><p style="text-align: justify;"></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhTF3UrgtoyAZI65_hXQgEVj9MYq7M276RTOl0rHi3_PsuE4B6LpoaUhKBwtjGWJSKnjZtNANOP6EBmITXi0FNSw1EvKIuVlgwe4aeBI6V44rtUgzOirgDhH0MvdDiZFTbjYhY64VhyphenhyphenXXOe2lHnoKKYFnLtWoP9V7SGHEbuNMiwp_os-BhFuQbmbWGbkMZv/s586/Rafael-Franco-comandando-palio-Macarena_1764134431_176442186_1200x1969%202.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="322" data-original-width="586" height="220" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhTF3UrgtoyAZI65_hXQgEVj9MYq7M276RTOl0rHi3_PsuE4B6LpoaUhKBwtjGWJSKnjZtNANOP6EBmITXi0FNSw1EvKIuVlgwe4aeBI6V44rtUgzOirgDhH0MvdDiZFTbjYhY64VhyphenhyphenXXOe2lHnoKKYFnLtWoP9V7SGHEbuNMiwp_os-BhFuQbmbWGbkMZv/w400-h220/Rafael-Franco-comandando-palio-Macarena_1764134431_176442186_1200x1969%202.jpg" width="400" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: x-small;">Entre guardias civiles de gala, al mando del palio de la Macarena. Sobre 1914.</span></td></tr></tbody></table><br /><i><br /></i><p></p><p style="text-align: justify;"><i></i></p><i><br /> </i><br /><p></p>Manolo Sousahttp://www.blogger.com/profile/07206131230409309784noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6459960962905345182.post-3561738718016425172024-02-19T12:08:00.001+01:002024-02-19T12:08:29.437+01:00El XVIII, luces y sombras para las cofradías. <iframe src="https://www.ivoox.com/player_ej_124493901_6_1.html?c1=364c6a" width="100%" height="200" frameborder="0" allowfullscreen="" scrolling="no" loading="lazy"></iframe><p style="text-align: justify;">En esta ocasión, aprovechando que nos hallamos en plenas fechas cuaresmales, vamos a dedicar este espacio a reseñar, de manera resumida, eso sí, un tema del que ya hablamos con bastante aceptación en otro momento y del que se nos quedó en el tintero aludir cómo se celebraba en una época concreta; pero como siempre, vayamos por partes.</p><p style="text-align: justify;">Durante siglos, la Semana Santa en Sevilla fue considerada festividad de singular importancia, tanto por la solemnidad de las celebraciones litúrgicas en los templos, especialmente en el catedralicio, con un boato y ceremonia dignos del Vaticano, como por la especial significación que para los sevillanos tenían las estaciones de penitencia de las diferentes cofradías al antes mencionado primer templo de la ciudad, todo ello con una enorme carga simbólica y devocional sustentada en las imágenes sagradas y en la forma en que éstas se presentaban ante los fieles sobre sus pasos procesionales formando parte de cortejos integrados por cofrades con túnicas y capirotes.</p><p style="text-align: justify;">En el llamado período Barroco, por ejemplo, quedará conformado el esquema de lo que ahora consideramos Paso de Misterio o el propio hábito nazareno y también, inevitablemente, serán frecuentes los intentos por parte de la autoridad eclesiástica (caso del Cardenal Niño de Guevara en 1604, por citar algún caso) para regular el orden de los cortejos, procurando establecer una serie de normas que incluso aludirían a la forma en la que los cofrades realizaban su estación, sobre todo los llamados <a href="https://www.blog.hispalensia.com/2022/04/a-latigazos.html" target="_blank">"disciplinantes"</a>, esto es, aquellos que se azotaban públicamente durante la cofradía de manera penitencial, con todo un ritual previo y posterior que comentamos, como decíamos, hace ya algún tiempo. </p><p style="text-align: justify;">El Siglo de las Luces, en el que muchos gobernantes y políticos del XVIII se verán influidos por los aires de reforma y racionalidad provenientes de la Francia de Ilustración, será escenario de cómo el poder civil, en este caso, por un lado deseará promover actos o propuestas que durante un tiempo habían estado prohibidas, como es el caso del Teatro y, por otro lado, querrá a toda costa controlar, reformar e incluso prohibir determinadas prácticas vinculadas a celebraciones populares, caballo de batalla para muchos ilustrados por considerarlas prácticas poco cultas o incluso bárbaras, como es el caso de la tauromaquia o los propios cofrades disciplinantes de Semana Santa. Se sabe que el rey Carlos III allá por 1783 será, mediante determinadas Reales Órdenes dictadas por él, enemigo acérrimo de latigazos o azotes semanasanteros, aunque quizá un buen antecedente de todo esto será el limeño Pablo de Olavide durante su controvertida etapa como Asistente en Sevilla.</p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhFtM4SJglnlbjQDdCocoLeU5cHOus8hMzL7S6ikfvouvdmPHldinsFewG5Zds35tebOBlmRX4oJLUrH9l4ORwFMIbCpAM09Ov9FPOBhF1bXOqxl131ncpirxYR0a1U3fLYR3euBg0ggS7r5rv6nB9kl3COdo3aAd8DwcgBkrm8EaqPv91Aeb4OTJSZvxK8/s472/olavide2.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="472" data-original-width="387" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhFtM4SJglnlbjQDdCocoLeU5cHOus8hMzL7S6ikfvouvdmPHldinsFewG5Zds35tebOBlmRX4oJLUrH9l4ORwFMIbCpAM09Ov9FPOBhF1bXOqxl131ncpirxYR0a1U3fLYR3euBg0ggS7r5rv6nB9kl3COdo3aAd8DwcgBkrm8EaqPv91Aeb4OTJSZvxK8/w328-h400/olavide2.jpg" width="328" /></a></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: left;"><span style="text-align: justify;">Asistente de Sevilla desde 1767, Olavide buscará, entre otras cosas, mejorar la limpieza de la ciudad, reformar la administración municipal con la creación de los Alcaldes de Barrio, la extensión de oficios artesanos y la retirada de cruces en algunas zonas donde estorbaban, ganándose la animadversión de no pocos funcionarios, de parte de los gremios y del clero. Si a esto último sumamos, como indicó el profesor Aguilar Piñal, en su estudio sobre la Sevilla de Olavide, que la ciudad era tradicional y eminentemente religiosa allá por 1768, con más de mil lámparas continuamente encendidas en honor de Jesús Sacramentado en el Sagrario, 1.208 altares donde celebrar la Eucaristía o 277 campanas repartidas en torres y espadañas, por no hablar de las numerosas hermandades y cofradías de penitencia o gloria, algunas de las cuales, como la del Gran Poder, llegaban a emplear hasta cuatro mil reales en costear los gastos de su estación de penitencia, comprobaremos que el nuevo Asistente no entró precisamente con buen pie en cuestiones religiosas. </span></div><p style="text-align: justify;">Olavide dedicará su labor respecto a estas corporaciones de dos modos: primero intentará dejar clara su jurisdicción respecto a ellas, ya que muchas carecían de aprobación de sus Reglas por parte del Real Consejo de Castilla, o incluso algunas ni siquiera poseían estatutos aprobados por autoridad alguna, destacando que habría que extinguir de un plumazo todas éstas y también:</p><p style="text-align: justify;"><i></i></p><blockquote><i>"Que por la misma razón se manden cesar las que se han introducido con advocaciones de algunas imágenes, porque regularmente ocasionan perjuicio y escándalo que produce la piedad mal entendida, la emulación y el fanatismo"</i></blockquote><p></p><p style="text-align: justify;">Por otro lado, Olavide intentó extinguir aquellas hermandades que careciesen de rentas, lo que provocó general sorpresa entre las cofradías, unido además a una prohibición relacionada con cuestiones de orden público: la de recogerse de noche; impensable y revolucionario, aquello, como podemos imaginar, sentó de manera nefasta entre los cofrades sevillanos, de modo que de las quince hermandades que tenían anunciada su salida en Semana Santa sólo realizaron su estación en Sevilla las de San Bernardo, la Cena, Pasión, El Silencio, la Macarena, Lanzada y Tres Caídas de San Isidoro y en Triana Las Aguas, la Estrella y la Encarnación, actual de San Benito, renunciando a sacar sus pasos a la calle la Trinidad, Gran Poder, Vera Cruz, Los Negritos y El Museo. </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhAOApTJKUcWGQH9tohW-ooneoD6dWlc8Dppm-VlCYNdgS9FHlmEu4xEizgviZKRHBKbgQQ-iebwdm9_BX9XxhSNuuifZtOffHOkb918X6wgCG0XiIWZzMh4HMhVJ05Wntxt2ISUA2tijBzHYWk8z8iznLPA4W7jfF31U0FThnts6smbSAymbPxvaQlHywf/s1024/1024px-Francisco_de_Goya_y_Lucientes_025.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em; text-align: center;"><img border="0" data-original-height="612" data-original-width="1024" height="239" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhAOApTJKUcWGQH9tohW-ooneoD6dWlc8Dppm-VlCYNdgS9FHlmEu4xEizgviZKRHBKbgQQ-iebwdm9_BX9XxhSNuuifZtOffHOkb918X6wgCG0XiIWZzMh4HMhVJ05Wntxt2ISUA2tijBzHYWk8z8iznLPA4W7jfF31U0FThnts6smbSAymbPxvaQlHywf/w400-h239/1024px-Francisco_de_Goya_y_Lucientes_025.jpg" width="400" /></a></div><p style="text-align: justify;"></p><p></p><p style="text-align: justify;">A todo esto habría que sumar que el Cardenal Solís (con quien Olavide mantenía excelentes relaciones) promulgará en 1776 un Edicto que entre otras cosas exhortaba a mayordomos, oficiales y resto de hermanos de este modo:</p><p style="text-align: justify;"></p><blockquote><i>"Lleven túnicas proporcionadas a sus cuerpos, de suerte que no ridiculicen, sean honestas y sin adornos... Que los demandistas sean personas de maduro juicio y prudencia, usen de pocas voces y esto con modestia y devoción y no sean muchachos... Que de ninguna manera vaya persona alguna con el rostro cubierto, sin permitir más que tres trompetas a proporcionada distancia".</i></blockquote><p></p><p style="text-align: justify;">Ni siquiera quedaba en el olvido cómo debía aprestarse la ciudad a la celebración de la Semana Santa:</p><p style="text-align: justify;"><i></i></p><blockquote><i>"Y para obviar la notable relajación experimentada en el quebrantamiento de ayunos y excusar otros males, que con grave dolor hemos comprendido, prohibimos, pena de excomunión mayor, que dichos días santos se pongan en los sitios donde hacen sus estaciones las cofradías, mesas de comestibles, ni licores, ni se transite con motivo de vender estos por medio de ellas".</i></blockquote><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg4N8qREk5rKVES3UEwyjg-KtWf3puOSAinp7na9SzMhiGJ8cBYM6jo4rkFNJ-CadW-N5WxMd9fY7m96kTB1e9qm4CT0Ee9dWIbBbjC5afa6QvsN-MZ2Yf8xt8eXUCKEN5-yv3z0nZwg7X7oG6qJWvPS1mYlNFhZMD_sejfGRHSAW2QHmo3RSV3ipdQuTj0/s529/penitentes-en-la-basc3adlica-inferior-de-asc3ads-josc3a9-jimc3a9nez-aranda.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em; text-align: center;"><img border="0" data-original-height="354" data-original-width="529" height="268" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg4N8qREk5rKVES3UEwyjg-KtWf3puOSAinp7na9SzMhiGJ8cBYM6jo4rkFNJ-CadW-N5WxMd9fY7m96kTB1e9qm4CT0Ee9dWIbBbjC5afa6QvsN-MZ2Yf8xt8eXUCKEN5-yv3z0nZwg7X7oG6qJWvPS1mYlNFhZMD_sejfGRHSAW2QHmo3RSV3ipdQuTj0/w400-h268/penitentes-en-la-basc3adlica-inferior-de-asc3ads-josc3a9-jimc3a9nez-aranda.jpg" width="400" /></a></div><p style="text-align: justify;"> <span style="text-align: justify;">Llamativo resulta, sin duda, el intento de impedir que los sevillanos pudieran "darse un latigazo" (usando un término acorde) para refrescar el gaznate entre procesión y procesión, o, lo que es lo mismo, que volase sobre ellos la tan temida excomunión por beberse un vaso de mosto o aguardiente o comerse una empanada (si era rellena de carne, imaginemos...); pero es que, incluso ausente aquel año Olavide de Sevilla, su Teniente de Asistente, Juan de Santa María continuó con su cruzada contra penitencias extravagantes o disciplinantes excesivos, y promulgó otro edicto para amargar, aún más, la existencia de cofrades y devotos:</span></p><p style="text-align: justify;"></p><blockquote><i>"Mando que ninguna persona de cualquiera clase pueda ponerse en traje de disciplinante, empalado, espadado, con grillos o cadenas, o en otro espectáculo semejante bajo la pena de 20 ducados y de treinta días de cárcel".</i></blockquote><p style="text-align: justify;">Menos mal que en aquellos tiempos no existían ni redes sociales ni prensa cofradiera, porque la prohibición era todo un torpedo sobre la línea de flotación de la Semana Santa hispalense, (imaginemos por un momento, que en nuestros días se prohibiesen túnicas y capirotes, ¿Qué pasaría?) Ni
que decir tiene que la Iglesia en general, y la Inquisición en
particular, pondrán su punto de mira en el Asistente, procurarán eliminar a Olavide políticamente hablando y por ello pondrá sus ojos sobre su conducta, por considerarla cercana al sacrilegío, la herejía y a la blasfemia (lo que le
llevará a ser procesado y encarcelado en Madrid tras abandonar Sevilla); basten las
palabras del fraile agustino Fray José Gómez de Avellaneda sobre la
presunta actitud del Asistente respecto a asuntos de fe:</p><p style="text-align: justify;"></p><blockquote style="text-align: justify;"><i>"Es
común voz y fama que es desafecto a todo el estado eclesiástico secular
y regular; también a cosas de devoción. Varias veces he oído que habla
mal de las mujeres de Sevilla por las asistencias a los templos a hazer
novenas debotas a Dios y a sus santos, confiando en que con tiempo irán
dejando eso e irán a la comedia. Es público el empeño que en promoverlas
ha tenido. También se dice que ya no ay más estorvo que algunos frailes
ignorantes que predican contra ellas, pero que ya se remediará todo...
Hombre deista sin religión, que sólo cuida de lo del siglo presente y
sus diversiones, como si después de ésta no hubiese otra vida."</i></blockquote><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh7W81l6MAg4nEgkviR2HBxiQR9o5XjzNUXiEZtFI0_eN-5hnTfjN0SMUMRE9uMSqzd0LbHwbl_R9cvR27BLU5VxUgbD0PBeogsRX89tgcZPMNXkUzVuXcVJ8lxaUaxS1kKjsCVmVolHXfU3vhKNru58lw1qf1sMyqaf0EUg5f7gsVfb4BvQ4CglPqfPHf5/s766/Pablo_Olavide.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em; text-align: center;"><img border="0" data-original-height="766" data-original-width="518" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh7W81l6MAg4nEgkviR2HBxiQR9o5XjzNUXiEZtFI0_eN-5hnTfjN0SMUMRE9uMSqzd0LbHwbl_R9cvR27BLU5VxUgbD0PBeogsRX89tgcZPMNXkUzVuXcVJ8lxaUaxS1kKjsCVmVolHXfU3vhKNru58lw1qf1sMyqaf0EUg5f7gsVfb4BvQ4CglPqfPHf5/w270-h400/Pablo_Olavide.jpg" width="270" /></a></div><p style="text-align: justify;"></p><p style="text-align: justify;">No deja de ser irónico, que a la postre, la persecución contra ciertas costumbre o tradiciones cofradieras se volviera en contra del propio Olavide, quedando claro que las autoridades eclesiásticas no estaban nada dispuestas a seguir los mandatos del poder temporal en éstas y otras cuestiones. Lo que está claro es que, como en muchas otras épocas, no se lo ponían fácil a las hermandades con tanta norma y prohibición, pero éstas, como también hemos consignado otras veces, nos sirven ahora precisamente para saber qué ocurría en aquellos días santos por las calles de la ciudad, cuando la austeridad y el fervor se mezclaban con lo festivo y hasta lúdico. Pese a todo, las cofradías supieron reponerse a esta cuestión, sin saber, eso sí, los tiempos difíciles que les aguardaban en el siguiente siglo, el XIX, pero esa, esa ya es otra historia. <br /></p><p><br /></p><p> </p><p><br /></p>Manolo Sousahttp://www.blogger.com/profile/07206131230409309784noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6459960962905345182.post-42340811456361546902024-02-12T13:32:00.001+01:002024-02-12T13:32:29.947+01:00De capa. <iframe src="https://www.ivoox.com/player_ej_124120042_6_1.html?c1=364c6a" width="100%" height="200" frameborder="0" allowfullscreen="" scrolling="no" loading="lazy"></iframe><p style="text-align: justify;">Ahora que en estos días de invierno procuramos protegernos del frío con prendas de abrigo como chaquetones, anoraks, parkas o plumíferos, quizá convendría recordar cómo se protegían de las bajas temperaturas nuestros antepasados, sobresaliendo una prenda tradicional e histórica que llegó a servir para diferenciar clases sociales y hasta a cobrar tanta importancia que provocó todo un sangriento motín popular, generó no poca controversia en la universidad sevillana y hasta sirvió como mortaja para un célebre pintor del siglo XX. Pero como siempre, y esta vez bajo la protección de San Martín de Tours, vayamos por partes. </p><p style="text-align: justify;">Desde tiempos antiguos, al parecer, los legionarios romanos cuando estaban en campaña y hasta cierta graduación militar empleaban un tipo de prenda de abrigo reglamentaria llamada "Sagum", consistente en un manto de forma cuadrada tejido de lana, con un diseño que fue tomado, bien de los galos, bien de los griegos; en cualquier caso, el sago (o sayo) se puede considerar el antepasado primitivo de la capa, ya que con el paso de los siglos ésta quedaría convertida en una prenda fundamental en el atavío masculino europeo, sobre todo para determinadas clases sociales o para algunas profesiones. <i>Capuces</i>, <i>tabardos</i> o <i>lobas</i>, abrigaron durante la Edad Media a la población, sin olvidar las ricas capas pluviales usadas por los eclesiásticos (los "caperos"), las capas monásticas, pardas o negras según la orden, o los <i>manteos</i> de los sacerdotes seculares.</p><p style="text-align: justify;"></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiE8Niq04Egd0uu21NmkvWnUsBdyl8HARyRQZCmxiyzln7NgUicNjMW1YGjfg14Iu6WjXn07xLxyozVHEntLjebGXa74ShZBm2iCWpdlRVEEXoYtyc11RCel0v0wXaaM8aA2HaYc9hA8d6PFumxlJdsde-xTGRoASJXS5byZxx6ixZUbQnZsSE04PxWRE_q/s1920/Menipo.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1920" data-original-width="1012" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiE8Niq04Egd0uu21NmkvWnUsBdyl8HARyRQZCmxiyzln7NgUicNjMW1YGjfg14Iu6WjXn07xLxyozVHEntLjebGXa74ShZBm2iCWpdlRVEEXoYtyc11RCel0v0wXaaM8aA2HaYc9hA8d6PFumxlJdsde-xTGRoASJXS5byZxx6ixZUbQnZsSE04PxWRE_q/w211-h400/Menipo.jpg" width="211" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: x-small;">Diego Velázquez: Menipo. Museo del Prado.</span><br /></td></tr></tbody></table><p style="text-align: justify;">Definida por el Diccionario de la Real Academia de la Lengua como "Prenda de vestir larga y suelta, sin margas, abierta por delante, que lleva sobre los hombros, por encima del vestido", Carlos Verdú Sancho, abogado valenciano y buen conocedor de la materia, indica que el origen de la llamada capa española bien podría estar en tierras salmantinas, allá por el siglo XV, creada en los telares propiedad de los Duques de Béjar, promotores de toda una "industria" lanera que aprovechaba la excelente materia prima que proporcionaban los rebaños de ovejas de la región. Se sabe que el largo del Siglo de Oro la capa, mejor dicho, su largo, será señal diferenciadora de más o menos linaje, ya que, por ejemplo, la de los labradores iría hasta los pies, la de los artesanos hasta las rodillas y la de los caballeros hasta medio muslo, el llamado "herreruelo", símbolo de nobleza y pieza clave en todo un género teatral de "capa y espada". </p><p></p><p style="text-align: justify;">Verdú afirma que el diseño de una buena capa se basaba en un adecuado tejido de paño (de ahí el nombre de "Pañosa"), con esclavina, forro de terciopelo, cuello estrecho abrochado por botones y generoso vuelo o caída, lo que hará que muchos la usasen ("una buena capa todo lo tapa") para ocultar armas bajo ella o para embozarse, cubrirse parte del rostro, en jornadas de gélido frío o, y ahí estaba el problema, para impedir que se les identificase si cometían algún delito o fechoría, para lo cual, además, se complementaba la capa con sombrero (llamado chambergo) de ancha ala que dificultaba la visión completa del rostro de quien lo portaba sobre sus sienes. <br /></p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjF_sHuKaBiuB4ek4oDk32_lJK_gqJhlePu85jcCskRUUMHXcCPXOTknf2A23mkGeLD4E8uO0UHDjP-Rua8bsar9RwpUXOWqNd4689FWGqhT90YJD2k6kQMtmT-65cWjmusPsao12ggakfSwPxZKCcwQ8iRwfWW01OIMjPRhTIykyOUJ72Sj5VGwMB07QwX/s1024/Historia_de_la_Villa_y_Corte_de_Madrid_(1860)_(14594119418).jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="664" data-original-width="1024" height="260" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjF_sHuKaBiuB4ek4oDk32_lJK_gqJhlePu85jcCskRUUMHXcCPXOTknf2A23mkGeLD4E8uO0UHDjP-Rua8bsar9RwpUXOWqNd4689FWGqhT90YJD2k6kQMtmT-65cWjmusPsao12ggakfSwPxZKCcwQ8iRwfWW01OIMjPRhTIykyOUJ72Sj5VGwMB07QwX/w400-h260/Historia_de_la_Villa_y_Corte_de_Madrid_(1860)_(14594119418).jpg" width="400" /></a></div><p></p><p style="text-align: justify;">Es de sobras conocido que en 1766 el marqués de Esquilache, ministro de Carlos III, puso a la firma del monarca una Real Orden que exigía recortar el largo tanto de las alas de los sombreros como de las capas y que ello dio lugar a una feroz resistencia por parte, no sólo del pueblo madrileño que llegó a asaltar el palacio del propio ministro, sino de otras ciudades españolas. La violencia, saqueos y desórdenes llegaron a tal extremo que a la postre la sublevación quedó apaciguada con la destitución y exilio de Esquilache por parte del rey ("de capa caída", refugiado y atemorizado en Aranjuez) y la supresión de las normas sobre vestimenta, aunque historiadores doctos en el tema han destacado siempre que en realidad el descontento se debió a la carestía de los alimentos y el desabastecimiento por malas cosechas. Como comentamos en otra ocasión, el motín trajo consigo la llamada "pesquisa real", o lo que es lo mismo, una investigación para hallar sus instigadores, recayendo, presuntamente dicha culpa, nunca del todo aclarada, en los Jesuitas, que fueron <a href="https://www.blog.hispalensia.com/2022/11/expulsados.html" target="_blank">expulsados</a> un año después, en 1767.</p><p style="text-align: justify;">Como curiosidad, años después, un ministro del rey, Pedro Pablo Abarca de Bolea, Conde de Aranda, "capeará el temporal" de la resistencia de la población en esta sensible cuestión de manera muy astuta, al ordenar que los verdugos, por obligación, usen el chambergo y la capa larga a manera de uniformidad; ¿Que sucederá entonces? Que se dejarán de usar ambos elementos por todos, por miedo a que cualquiera fuera identificado como ejerciente de tan vil oficio. </p><p style="text-align: justify;">En el siglo XIX la capa corta, junto con el sombrero calañés, el calzón corto, la chaquetilla y la camisa serán piezas ineludibles en el "outfit" (ropaje, por usar un término menos moderno) de cualquier mozo pinturero de la época, copiando modelos impuestos por gentes del mundillo taurino. El uso de estas vestimentas, tan castizas, opuestas a la etiqueta de la época, llegó incluso hasta popularizarse muy mucho entre los universitarios sevillanos, que las empleaban casi como uniforme, aunque dicha costumbre se vio seriamente amenazada: en 1845 se ordenó desde el correspondiente Ministerio del ramo con sede en Madrid que a partir de ese Curso los estudiantes estarían obligados a acudir a clase ataviados con frac o levita y tocados con el correspondiente sombrero de copa (sí, así era la moda masculina entonces).</p><p style="text-align: justify;">El Rector de entonces, el letrado Joaquín Pérez Seoane, "haciendo de su capa un sayo", declaró que el uso de la capa andaluza era "cobertura de la incuria y del desaseo", por lo que se apresuró a prohibir tajantemente su uso junto con el del calañés. Sorprendidos, contrariados y heridos en su orgullo, los estudiantes de la Hispalense se congregaron en Asamblea en el <a href="https://www.blog.hispalensia.com/2023/08/el-cafe-del-turco.html" target="_blank">Café del Turco</a>, en plena calle Sierpes, y encabezados por el joven poeta Adelardo López de Ayala (originario del sevillano pueblo de Guadalcanal) redactaron una feroz proclama contra las autoridades del Rectorado, que entonces tenía su sede de la calle Laraña (antigua casa profesa jesuita) y hasta allí acordaron acudir en aguerrida manifestación para pegarla en sus muros, provocando disturbios y altercados durante varios días, siendo reprimidos duramente con algunos detenidos por las fuerzas de orden público; López de Ayala, por su parte, tendrá que "tomar capa y sombrero" y marchar a tierras castellanas para seguir con su formación, aunque a la postre la vida no lo trató tan mal, puesto que llegaría a ocupar un escaño en el Congreso de los Diputados y ostentar la cartera ministerial de Ultramar durante el reinado de Alfonso XII, falleciendo en 1879.</p><p style="text-align: justify;">Curiosamente, aparte del consabido uso de la capa en diversos lances o tercios taurinos (ya se sabe, de ahí viene aquello de "abrirse de capa" en relación a comenzar una tarea complicada), en ese siglo XIX comenzará estilarse la capa como nueva prenda dentro del hábito nazareno de algunas cofradías sevillanas, en sustitución de la tradicional túnica de cola y quizá imitando las capas de las Órdenes Militares, siendo la primera en emplearla la hermandad de la Quinta Angustia, que aún la mantiene, en 1857; su iniciativa será pronto imitada por otras corporaciones como las Tres Caídas de San Isidoro (aunque ahora use esparto y cola), Sagrada Mortaja (en 1865) o la propia de la Macarena, quien las verá modificadas en 1886 por obra y gracia de su entonces mayordomo Juan Manuel Rodríguez Ojeda, usando lana merina, colocándole escudos bordados en oro (otra novedad) y dotando a la prenda de una medida casi circular, lo que ampliará el vuelo de la capa puesta sobre los hombros, con un movimiento lleno de gracia.<br /></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisRjdootODmoCQMHzCWVqL6fRwYBf8HHS57KW9gdJBnyEVJy3p8REIkbraNH8n8xNGvSgcsl8LLIY2aGDHO5vXYFNxyK_5_KFspxZzwkImAiNlWAvTqahvpKicQSuTjJFcXL2dhmTNF3EhKnZ2ZWCrxgqEHgGZWxBiqOkuJlHNi_q9E8nqTB3_BCJKAuZj/s1600/Jos%C3%A9%20Garcia%20Ramos%20-%20Nazareno,%20dame%20un%20caramelo%20-%201890%20-%20Museo%20Bellver%20de%20Sevilla.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><span style="font-size: x-small;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="868" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEisRjdootODmoCQMHzCWVqL6fRwYBf8HHS57KW9gdJBnyEVJy3p8REIkbraNH8n8xNGvSgcsl8LLIY2aGDHO5vXYFNxyK_5_KFspxZzwkImAiNlWAvTqahvpKicQSuTjJFcXL2dhmTNF3EhKnZ2ZWCrxgqEHgGZWxBiqOkuJlHNi_q9E8nqTB3_BCJKAuZj/w217-h400/Jos%C3%A9%20Garcia%20Ramos%20-%20Nazareno,%20dame%20un%20caramelo%20-%201890%20-%20Museo%20Bellver%20de%20Sevilla.jpg" width="217" /></span></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: x-small;">José García Ramos: Nazareno, dame un caramelo. 1890.</span></td></tr></tbody></table><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;">Del mismo modo, durante ese siglo XIX y también en el XX, personalidades como Mariano José de Larra, Ramón María del Valle Inclán, José de Espronceda, Benito Pérez Galdós, José Zorrilla, Luis Buñuel, o Camilo José Cela, usarán o darán cumplida reseña del uso del capa, sin olvidar que, cosas del destino, pese a que como vestimenta hubiese caído poco a poco en desuso, el pintor Pablo Ruiz Picasso, al fallecer en 1973 será amortajado con una capa española (adquirida en el famoso establecimiento madrileño Seseña, aún en funcionamiento) a la que tenía gran aprecio, al haberle sido regalada por un buen amigo, el matador de toros Luis Miguel Dominguín.</div><p style="text-align: justify;">Para casi finalizar, destacar la existencia en España de un buen puñado de Asociaciones de Amigos de la Capa (una de ellas en Sevilla), bajo el patronazgo de San Martín de Tours, soldado y obispo en el siglo IV y que pasó a la historia por la tradición según la cual partió su capa en dos con una espada para compartirla con un mendigo que vestía harapos, siendo su sepultura en la Basílica de Tour uno de los puntos fuertes dentro del peregrinaje por el camino francés hacia Santiago de Compostela.</p><p style="text-align: justify;"> Y no, no podemos dejarnos en el tintero que en la literatura bien sea infantil, juvenil o de terror, la capa ha quedado presente en buenos ejemplos como "caperucita roja" o la "capa de invisibilidad" de Harry Potter, en los modernos comics, en los que algunos superhéroes como Batman o Superman (con permiso de El Zorro) no pueden entenderse sin los vuelos de sus capas negras o rojas, sobre todo porque es el único objeto que al crearse la ilustración puede dar sensación de viento o para servir como elemento identificador de algunos míticos y poderosos "malos", como el mismísimo Conde Drácula o el temible Darth Vader de La Guerra de las Galaxias, pero esa, esa ya es otra historia. </p><p> <br /></p>Manolo Sousahttp://www.blogger.com/profile/07206131230409309784noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-6459960962905345182.post-38219953684832369482024-02-05T11:15:00.001+01:002024-02-05T11:15:35.348+01:00Al abordaje.<iframe src="https://www.ivoox.com/player_ej_123733077_6_1.html?c1=364c6a" width="100%" height="200" frameborder="0" allowfullscreen="" scrolling="no" loading="lazy"></iframe><p style="text-align: justify;">Aunque suene extraño, en esta ocasión nos vamos al acecho de piratas, pero no, no será necesario poner proa a los Sietes Mares o poner rumbo a alguna isla perdida en medio del Caribe para dar con ellos, sino que los hallaremos mucho más cerca de lo que pensamos: surcando las aguas del Guadalquivir. Pero como siempre, vayamos por partes. </p><p style="text-align: justify;">La condición navegable de nuestro río, con sus propios horarios de mareas, hizo que durante siglos fuese una de las vías de comunicación más importantes en Andalucía, sobre todo con el Mediterráneo y, más adelante, con el Atlántico, siendo el puerto hispalense punto de partida de un sinfín de navíos que portaban en sus bodegas mercancías de de lo más variopinto, sobre todo aceite, vino, jabón, cereales, lana cordobesa o extremeña, mercurio de las minas de Almadén, conectando también con otras zonas próximas como la desembocadura del Guadalquivir o, río arriba, hasta la propia zona de Córdoba, donde el rey Fernando III el Santo allá por el siglo XIII llegó a crear un cuerpo de Barqueros con sede en Sevilla, quien utilizaba botes de remos de hasta 10 metros de largo y poco calado. Mención especial merece el transporte de maderas procedentes de zonas como la Sierra de Segura, usadas para muchas funciones o el de piedras de la gaditana sierra de San Cristóbal, empleadas para la construcción de la catedral. </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj90pg1CL8OTz5t0NgCk3Q2rZYg4jLVNtz96O3HJRKCFrjxQB28rDzWCbB5jcsupJPTX7D6wSO8Z72Z_nDOcaB0WFO3cfmELLANjZRUuzuWpccI2Cfu5R3RBt1Z673eev0O5LkAK5ZjUsDfGd2-QvS-15fSGHLUdd1xnM_n5WFq8DBWngcmrUlzVbldnmUl/s957/AJ70163-6-1.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="600" data-original-width="957" height="251" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj90pg1CL8OTz5t0NgCk3Q2rZYg4jLVNtz96O3HJRKCFrjxQB28rDzWCbB5jcsupJPTX7D6wSO8Z72Z_nDOcaB0WFO3cfmELLANjZRUuzuWpccI2Cfu5R3RBt1Z673eev0O5LkAK5ZjUsDfGd2-QvS-15fSGHLUdd1xnM_n5WFq8DBWngcmrUlzVbldnmUl/w400-h251/AJ70163-6-1.jpg" width="400" /></a></div><p style="text-align: justify;">Ni que decir tiene, existían también lanchas y barcazas dedicadas al oficio pesquero, sobre todo para la captura de sollos, albures, lampreas o sábalos, especies muy apreciadas en los fogones sevillanos, quedando como recuerdo de esas labores la mención a la campana llamada "Espanta Albures" que con sus toques nocturnos desde el Monasterio de la <a href="https://www.blog.hispalensia.com/2022/11/partir-el-bacalao.html" target="_blank">Cartuja Santa María de las Cuevas</a>, ahuyentaba la pesca tal como narró <a href="https://www.blog.hispalensia.com/2019/11/el-monstruo-de-la-naturaleza-y-sevilla.html" target="_blank">Lope de Vega</a>, buen conocedor de la vida nocturna sevillana gracias a su estancia en nuestra ciudad en el siglo XVII como reflejó en la "Comedia Famosa del amigo hasta la
muerte", allá por 1618:</p><p style="text-align: justify;"></p><div style="text-align: justify;"><blockquote><i>- Cené y brindé por tu salud, contento,<br />
incitado de almejas temerarias,<br />
pero apenas sonaba espanta albures<br />
–ya sabes que es campana de las Cuevas–<br />
cuando llamando un envarado destos<br />
con seis esbirros, nos metió en la cárcel.</i></blockquote></div><p style="text-align: justify;">Quedan aún en las calles sevillanas nombres muy relacionados con la pesca, como <a href="https://www.blog.hispalensia.com/2023/12/redes.html" target="_blank">Redes</a>, Barca o Bajeles, en la zona del barrio de los Humeros, sede de quienes faenaban en el río o la propia calle Pescadores, ésta última entre la calle Jesús del Gran Poder y Hernán Cortés, no lejos de un establecimiento famoso por sus croquetas. Miembros del gremio de pescadores, como curiosidad, habrían fundado una Hermandad en honor a San Juan Evangelista que en 1542 se fusionó con la cofradía de la Esperanza de Triana. </p><p style="text-align: justify;">En épocas veraniegas, abundaban también las pequeñas embarcaciones entoldadas que podían alquilarse con el fin de realizar una travesía para surcar el río por mero placer, aprovechando las horas de menos calor para merendar o cenar a bordo, siendo una actividad muy valorada por los sevillanos. Además, aunque existía el Puente de Barcas para hacer de nexo de unión entre ambas orillas, era también muy frecuente que se pasase de una ribera a otra en bote, e incluso esto dará nombre a una zona concreta, la Barqueta, donde existiría una especie de servicio para atravesar el río en dirección a Santiponce bordeando la zona de huertas del Monasterio de la Cartuja<br /></p><p style="text-align: justify;">Además, el río podía ser también territorio no sólo para actividades legales o de ocio, sino también lugar para el comercio ilícito de mercancías al margen del control de las autoridades y sus tasas e impuestos, sobre todo con embarcaciones de menor tamaño como almadías, lanchones o gabarras. El contrabando, incluso de moneda, auspiciado por la creciente corrupción del sistema, estuvo a la orden del día, raras veces erradicado y siempre en manos de individuos que veían en él una forma rápida de enriquecimiento pese al inevitable riesgo que suponía el verse descubierto, capturado, juzgado y sentenciado.</p><p style="text-align: justify;">Sin embargo, en 1635, como estudiaron Joaquín Guichot y Manuel Chaves, en las aguas del Guadalquivir, entre Sevilla y La Algaba, pudo detectarse la presencia de otro tipo de delincuentes, mucho más peligrosos que los simples contrabandistas: piratas. En efecto, durante el verano de aquel año se detectó la presencia de un lanchón a remos con una tripulación que no llegaba a la veintena de hombre, todos ellos <i>"de rudo aspecto y fiera catadura"</i>, armados hasta los dientes, quizá con alabardas, hachas o pistolones y trabucos, lo que unido a sus muy violentos modos habría hecho que lograsen su propósito de conseguir cuantioso botín y daño tras el realizar desembarcos selectivos y por sorpresa en zonas habitadas y ribereñas, saqueando caseríos, desvalijando molinos y asaltando haciendas con gran crueldad, violando a jóvenes doncellas y dejando un desolador panorama de muerte y destrucción. <br /></p><p style="text-align: justify;">Ante la alarma creada entre la asustada población de aquellos lares, las fuerzas de orden público del momento, embarcadas también para la ocasión, tuvieron en su punto de mira hasta en dos ocasiones la susodicha jábega, pero los piratas de agua dulce eran buenos conocedores de los vericuetos, meandros y ensenadas del río y supieron bogar a zonas recónditas, hasta que finalmente pusieron proa en dirección a Sanlúcar de Barrameda, quedando con un palmo de narices los alguaciles que les perseguían.</p><p style="text-align: justify;">Una vez en tierras sanluqueñas, la banda de saqueadores decidió separarse y aguardar a que todo se calmase para retomar sus fechorías, lo que sirvió para que el Asistente de Sevilla, García Sarmiento de Sotomayor, conde de Salvatierrra, descubriera que dos de sus miembros no sólo habían retornado a nuestra ciudad, sino que se hallaban escondidos clandestinamente en la Huerta del Rey, actual zona de la Buhaira, entonces refugio para delincuentes y encuentros furtivos. En una rápida operación, ambos malhechores fueron capturados y encadenados, siendo llevados a la Cárcel Real donde no tardaron en ser juzgados y condenados a la pena capital de muerte en la horca.</p><p style="text-align: justify;">Cuando todo estaba previsto para la ejecución de la sentencia, el Tribunal de la Inquisición requirió a los dos reos para interrogarlos porque habían de <i>"declarar cosas de fe"</i>, lo que exasperó al Asistente que veía cómo podía irse al traste su planeada pena de muerte si entregaba a los convictos al Santo Oficio. Hombre de recursos y nada asustadizo ante la posible reacción de la autoridad inquisitorial, ordenó proseguir con lo previsto como si nada, con el visto bueno de la Real Audiencia, colocando guardia armada en la cárcel y apropiándose de sus llaves para impedir la salida de los dos presos; la respuesta desde el Castillo de San Jorge no se hizo esperar: el verdugo encargado de la ejecución de la sentencia quedó arrestado y el Asistente y su Teniente Mayor, excomulgados, lo cual, en aquellos tiempos, no era moco de pavo.<br /></p><p style="text-align: justify;">Pero no quedó el suceso ahí, ya que el marqués de Salvatierra, obcecado en su idea, ajeno a la excomunión y haciendo caso omiso lo que ocurría, ofreció la libertad a un mulato que estaba sentenciado a galeras a cambio de ejercer como verdugo, y el 19 de noviembre fueron colgados los dos piratas de una de las rejas altas de la cárcel, quedando posteriormente izados en la horca instalada en la plaza de San Francisco, sus cuerpos expuestos como escarmiento y descuartizados al día siguiente para ser expuestos en la zona de San Telmo como, nunca mejor dicho, <i>"aviso a los navegantes"</i>. Poco después fue capturado en
Antequera otro de los tripulantes de la embarcación pirata, y en esta
ocasión Salvatierra se apresuró a ordenar que, apenas arribado a
Sevilla, se le ahorcase sin más dilación, no fuera a ser que de nuevo
la Inquisición quisiera husmear en el asunto. Ni que decir tiene que tras todo aquel embrollo de jurisdicciones y muertes, la actividad pirata en el
Guadalquivir cesó como por ensalmo, pues ya no vuelve a tenerse noticia de ella en lo sucesivo. </p><p style="text-align: justify;">Como muestra o pincelada del carácter indómito del Asistente, Joaquín Guichot contaba que un año antes un grupo de frailes había intentado infructuosamente descolgar por dos veces a un ahorcado para darle cristiana sepultura, pero se les ordenó que por dos veces volvieran a colocarlo en la horca y permaneciera en su sitio, incluso añadiéndosele cadenas y un candado para evitar que fuese de nuevo retirado sin permiso. Este tipo de comportamientos tan expeditivos, enérgicos y puede que hasta excesivamente autoritarios, debieron agradar muy mucho a la Corona, ya que a la postre nuestro Asistente abandonó Sevilla rumbo a Indias, donde ostentaría los nada despreciables puestos de Virrey de Nueva España y, posteriormente, del Perú.</p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjf4aPy7gaOef2aEtQqrui5_Wbj2lOjazhxCIsKstUXm-nt9aLB-on80y_6mz03j5X7BDY3bRALEL1KnbbzXKUJUYYPU9Awv2gOTxW9DpjsBUO-6yR3__rHBpTaNkSDbuG4d4lpAvVyoVnqFW-0TKyUyUrCJt167LmfbqVdWdQa5I03X-Io9TOxs3RlyEiE/s1437/GarciaSarmientodeSotomayor.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1437" data-original-width="1062" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjf4aPy7gaOef2aEtQqrui5_Wbj2lOjazhxCIsKstUXm-nt9aLB-on80y_6mz03j5X7BDY3bRALEL1KnbbzXKUJUYYPU9Awv2gOTxW9DpjsBUO-6yR3__rHBpTaNkSDbuG4d4lpAvVyoVnqFW-0TKyUyUrCJt167LmfbqVdWdQa5I03X-Io9TOxs3RlyEiE/w295-h400/GarciaSarmientodeSotomayor.jpg" width="295" /></a></div> <p></p><p style="text-align: justify;">Por cierto, ya que hablábamos de barcas y barqueros en el Guadalquivir, se nos quedaba en el tintero el famoso Barquero de Cantillana, quien allá por el siglo XIX decidió echarse al monte tras dar muerte a un hombre en su pueblo y convertirse en bandolero, dando lugar a la legendaria figura de Curro Jiménez, pero esa, con permiso de "El Algarrobo", "El Estudiante" o "El Gitano", esa ya es otra historia. <br /></p>Manolo Sousahttp://www.blogger.com/profile/07206131230409309784noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6459960962905345182.post-10199651662987096762024-01-29T11:24:00.001+01:002024-01-29T11:24:02.461+01:00El Verdugo y las Doncellas.<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="200" loading="lazy" scrolling="no" src="https://www.ivoox.com/player_ej_123348130_6_1.html?c1=364c6a" width="100%"></iframe><p style="text-align: justify;">No lejos de la Puerta de la Carne, sumergida como tantas en el constante trajín de multitud de turistas acarreando maletas, encontraremos una calle sin aparente historia, en la que tuvo su morada un personaje digno de mención por su siniestra forma de ganarse la vida; pero como siempre, vayamos por partes.</p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhaT6epLwWoApN74VjQzGAsxg5dDDggHDvcnPhJ1uaGplg-2h43IZNiQBpNkNJa879jGGwZTEVEEG0UgKyesmqorWVtPhuadhIoSjxY-6YDYZ91m2kTr7i53Uw8BsEGvRMiVKPwT0V-sEdVlqoGo19mYW6mHphvR0Zf1CEucEwXgqRn5e-WXFnZT1gXNtWC/s2048/IMG-20240128-WA0008.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="2048" data-original-width="2048" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhaT6epLwWoApN74VjQzGAsxg5dDDggHDvcnPhJ1uaGplg-2h43IZNiQBpNkNJa879jGGwZTEVEEG0UgKyesmqorWVtPhuadhIoSjxY-6YDYZ91m2kTr7i53Uw8BsEGvRMiVKPwT0V-sEdVlqoGo19mYW6mHphvR0Zf1CEucEwXgqRn5e-WXFnZT1gXNtWC/w400-h400/IMG-20240128-WA0008.jpg" width="400" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: x-small;">Foto Reyes de Escalona.</span></td></tr></tbody></table><p style="text-align: justify;">Entre la calle Santa María la Blanca, pasando por Cruces, y terminando en un callejón sin salida, la calle Doncellas es quizá muchos más conocida por su famoso Horno del mismo nombre, muy apreciado por el gran público por sus regañás y torrijas en fechas cuaresmales que por su propia historia. Poco se sabe del origen del nombre de esta calle, aunque quizá se deba a que allí vivieran jóvenes con esa condición de doncellas o a la presencia de alguna casa propiedad de algún tipo de fundación o hermandad que tenía como objetivo el cuidar de dichas muchachas proporcionándoles dotes con las que contraer matrimonio.</p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj9OcJQ4JbtlM12vthFy_6t776OkojvlOrAh4e89oNONHvcrE6sC2QKa_UiWCoOojep3CxwhEoGl9xS4ObS4yLTaDj52VviFSJ6kj-R4Eapg2Ruua0I2cYVIpn5dsWvzaDzYzpHIlD87Ig-ft0yibtOOCuPJHXqqQ-NE2vegS2UbmQqF5IXCQDG565_JW7Q/s1599/IMG-20240128-WA0006.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><img border="0" data-original-height="1599" data-original-width="899" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj9OcJQ4JbtlM12vthFy_6t776OkojvlOrAh4e89oNONHvcrE6sC2QKa_UiWCoOojep3CxwhEoGl9xS4ObS4yLTaDj52VviFSJ6kj-R4Eapg2Ruua0I2cYVIpn5dsWvzaDzYzpHIlD87Ig-ft0yibtOOCuPJHXqqQ-NE2vegS2UbmQqF5IXCQDG565_JW7Q/w225-h400/IMG-20240128-WA0006.jpg" width="225" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: x-small;">Foto Reyes de Escalona. </span></td></tr></tbody></table><p style="text-align: justify;">Estrecha y sinuosa, ahora con numerosos negocios de hostelería orientados al omnipresente turismo, posee algunos edificios del siglo XIX, con la curiosidad de que finaliza en una zona sin salida, tras atravesar otras calles como Mariscal, llamada Trasbolso antiguamente por encontrarse a la espalda de la casa palacio del banquero Pedro de Morga, arruinado en el siglo XVI, y también Cruces, ambas también muy angostas y llenas de encanto. En el caso de la Plaza de las Tres Cruces, indicar que fue creada en 1942 tras la demolición de una escueta manzana de casas, colocándose tres fustes de columnas con las correspondientes cruces, cercadas por una verja de forja e iluminadas por faroles. Durante un tiempo la zona se denominó de los Cuatro Vientos, aunque González de León afirmaba que ello se debía a: </p><p><i></i></p><blockquote style="text-align: justify;"><i>"Costumbre viciosa y sin ninguna significación como sucede con la presente, que ni aun el nombre de calle merece por el pequeñísimo tamaño, porque no sólo está a cuatro vientos pero ni uno, pues es una continuación algo más ancha de la calleja angostísima de las Tres Cruces o Cruces Verdes".</i></blockquote><p></p><p style="text-align: justify;">El escritor Alfonso Álvarez-Benavides, en sus Curiosidades Sevillanas, libro rescatado del olvido en 2005 con una cuidada edición de la Universidad realizada y prologada por el malogrado profesor Alberto Ribelot, mencionaba que en esta calle de las Doncellas vivió en aquellos tiempos, finales del siglo XIX, un oscuro personaje: un verdugo. </p><p style="text-align: justify;">Efectivamente, en el número 13 de la calle Doncellas tuvo su domicilio durante un tiempo José Quintana Caballero, sujeto, como afirma el propio Álvarez-Benavides no mal parecido, de elevada estatura y aspecto aseado, con buen hablar y desenvuelto, de manera que podría confundirse con alguien de posición holgada, ya que lucía valiosos anillos de oro y brillantes, vestía de negro, peinaba sus cabellos de manera atildada y usaba elegante bigote. El escritor afirma haberlo conocido en Córdoba en 1891, con motivo de la ejecución del condenado José Cintabelde Pujazón, el famoso Pepillo Cintas Verdes, autor de los llamados crímenes del Jardinito, acaecidos en un cortijo el 27 de mayo de 1890 y en el que encontraron la muerte varias personas, dos niñas incluidas, todo por un botín destinado a comprar entradas para una corrida de toros de la feria cordobesa. </p><p style="text-align: justify;">Con un sueldo de 24 reales diarios, como verdugo cobraba además 40 pesetas en concepto de derechos, que incluían, cosas de aquellos tiempos, la construcción del patíbulo, la hopa o ropajes que había de vestir el reo, sin olvidar otros elementos como las cuerdas con que atarlo llegado el fatídico momento, todo ello con el "plus" de cobrar el doble los días que tenía que ejercer su tremenda función. Como se ve, un puesto de trabajo bien remunerado aunque sus funciones no pudieran ser más odiosas. </p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: justify;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgr2whkcsH0WcDropMyFr-oE_S28kvCnBW4Jvc1V6xNOt_pbE2f9XXf0PTL453DOzMphHdjvyXhgvGvYdpadOgntHPygfCn9lgWlDuXtRoqM-Gv8_1hbuYCc7r6eW5zIeLJ0E2cIELldtvC2ieSES3JCzIELiE5hXov0GFheaVg8nbExW95Cu1Sqy_62FHi/s1920/IMG-20240128-WA0007.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1920" data-original-width="1080" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgr2whkcsH0WcDropMyFr-oE_S28kvCnBW4Jvc1V6xNOt_pbE2f9XXf0PTL453DOzMphHdjvyXhgvGvYdpadOgntHPygfCn9lgWlDuXtRoqM-Gv8_1hbuYCc7r6eW5zIeLJ0E2cIELldtvC2ieSES3JCzIELiE5hXov0GFheaVg8nbExW95Cu1Sqy_62FHi/w225-h400/IMG-20240128-WA0007.jpg" width="225" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: x-small;">Foto Reyes de Escalona.<br /><br /></span></td></tr></tbody></table><span style="text-align: justify;"><div style="text-align: justify;">Al parecer nacido en Madrid, Quintana era llamado a otras poblaciones para cumplir con su cometido, habiendo acudido a Villanueva del Río para ajusticiar a dos sujetos condenados a la pena máxima por el asesinato de una pareja de la Guardia Civil, a Osuna, para dar muerte a Ventura Medina, autor de varios homicidios y a localidades como Murcia, Albacete, Pozoblanco, Jerez, Granada o Cádiz. El propio Álvarez-Benavides relataba así su encuentro con este ejecutor sevillano, que usaba para su cometido el llamado Garrote Vil: </div></span><p></p><blockquote><p style="text-align: justify;"><i>"Cuando en Córdoba conocimos y hablamos con Quintana en virtud de nuestra misión como corresponsal de un diario sevillano, aquel no tuvo inconveniente en mostrarnos las máquinas destinadas para las ejecuciones; llevaba dos, perfectamente lustrosas y ensebadas, como demostró a nuestra vista haciéndolas girar, pesa cada una once kilos, y la correa que ha de sujetar al reo es de grandes dimensiones y sumamente fuerte. </i></p><p style="text-align: justify;"><i>José Quintana nos manifestó que el día antes de las ejecuciones y aquel en el que se verifican, no puede ni comer ni dormir, por las impresiones que recibe, y que en su opinión, los reos no sufren nada, dada la prontitud con que la máquina concluye la vida de los ejecutados. Nos basta con que Quintana nos lo asegure. "</i></p></blockquote><p></p><p style="text-align: justify;">Por lo que hemos averiguado, Quintana seguía en activo aún en abril de 1905, ya que se le menciona en reseñas de la prensa local sevillana siendo movilizado para realizar su cometido en Cádiz (habría cobrado mil pesetas en concepto de salario, dietas y gastos para el montaje del cadalso) para hacer cumplir la condena a pena de muerte impuesta a Antonio Vega Romero por delitos de homicidio, robo e incendio. Debido a su fama y problemas con sus vecinos, Quintana tuvo que mudarse, dejando la calle Doncellas para marcharse a la calle Imperial número 19, esquina con Lanza, y a partir de ahí se le pierde la pista sobre su vida, pero esa, esa ya es otra historia. </p>Manolo Sousahttp://www.blogger.com/profile/07206131230409309784noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-6459960962905345182.post-86343521369928759772024-01-22T11:12:00.000+01:002024-01-22T11:12:21.071+01:00Escarlata O´Hara y Sevilla. <iframe src="https://www.ivoox.com/player_ej_122975258_6_1.html?c1=364c6a" width="100%" height="200" frameborder="0" allowfullscreen="" scrolling="no" loading="lazy"></iframe><p style="text-align: justify;"><br /></p><p style="text-align: justify;">¿Qué tienen en común los actores Vivien Leigh y Clark Gable con la antigua calle de la Muela? ¿Y un antiguo teatro del siglo XVIII con la refrigeración? En esta ocasión, nos vamos al teatro, o mejor, al cine, o a ambos, para descubrir dónde y cómo tuvo lugar el estreno en Sevilla de una de las mejores películas del llamado Séptimo Arte; pero como siempre, vayamos por partes. </p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhjOaxfwsm8qrMqEQfIjCiH4E-2ZWAxivMnBo8TfWhY4ACt4OEL3s-u9SHVdCjpaEwP52IFwXqjLufWyT09JiIHBubzTHR5EaVI2biXvs6LAij2p9es9EawZnFiWmeeV0_ovFRUQMa2FNMyfLkbxiuxm_S3Pbv_jZoXnhdrl_X263QMMlt1Iz0GQ-V6a4ST/s1920/IMG-20240121-WA0002.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1080" data-original-width="1920" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhjOaxfwsm8qrMqEQfIjCiH4E-2ZWAxivMnBo8TfWhY4ACt4OEL3s-u9SHVdCjpaEwP52IFwXqjLufWyT09JiIHBubzTHR5EaVI2biXvs6LAij2p9es9EawZnFiWmeeV0_ovFRUQMa2FNMyfLkbxiuxm_S3Pbv_jZoXnhdrl_X263QMMlt1Iz0GQ-V6a4ST/w400-h225/IMG-20240121-WA0002.jpg" width="400" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: x-small;">Foto Reyes de Escalona</span>.</td></tr></tbody></table><p style="text-align: justify;">En el siglo XVIII, casi al lado del convento de <a href="https://www.blog.hispalensia.com/2021/06/entre-libros-y-sellos.html" target="_blank">San Acasio</a>, de religiosos agustinos, fundado en 1634, luego oficina de Correos y actual sede del Círculo de Labradores, se inauguraba el llamado Teatro Principal, en una tesitura histórica en la que la prohibición de representar obras teatrales se estaba relajando, junto con la llegada de las primeras óperas italianas. El edificio, realizado de manera modesta y con estructura en madera, se levantó en la calle de la Muela, llamada O´Donnell desde 1860, sobre cocheras y solares del marqués de Guadalcázar, siendo gestionado por el matrimonio italiano formado por Lázaro Calderi y Ana Sciomeri, afincados en Sevilla bajo la protección del entonces Asistente conde de Fuente-Blanca, a la sazón cuñado del entonces todopoderoso Manuel Godoy, favorito y valido del rey Carlos IV.</p><p style="text-align: justify;">Como constató Chaves Rey, el teatro Principal comenzó su andadura la tarde del 17 de octubre de 1795, representándose en esa ocasión una comedia: El Maestro de Alejandro. Desde el mismo momento de la inauguración la polémica estaba servida, ya que inmediatamente comenzó a alzarse, valga el símil, todo un coro de voces ultraconservadoras, la mayoría de procedencia eclesiástica, que criticó duramente la apertura de dicho teatro por, se afirmaba, los posibles peligros y riesgos para la moralidad que allí podrían conjurarse, (Hombre y mujeres juntos, ¡Qué escándalo!), frente a todo un grupo de acérrimos defensores de las artes escénicas que lo apoyaron devotamente. </p><p style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiQfg9BJvjPT1c9V4CR_7nbcn8rq4WqZdcZept4kjo6R1-24qO3CWkJs7HJEj5vQlWipWbQig2W8qkR2otmH8zmBa39lMwIcBZQKU3RR3l-qdvbdUWXgfsB77rwDNXFIWfNE1-nawdQgijhtmDoyEtNtV77SCt2WX4Hu-4UA7ZXeN6jic8Rqzuuy6m3jAMH/s3264/IMG20240108130513.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3264" data-original-width="2448" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiQfg9BJvjPT1c9V4CR_7nbcn8rq4WqZdcZept4kjo6R1-24qO3CWkJs7HJEj5vQlWipWbQig2W8qkR2otmH8zmBa39lMwIcBZQKU3RR3l-qdvbdUWXgfsB77rwDNXFIWfNE1-nawdQgijhtmDoyEtNtV77SCt2WX4Hu-4UA7ZXeN6jic8Rqzuuy6m3jAMH/w300-h400/IMG20240108130513.jpg" width="300" /></a> <br /></p><p style="text-align: justify;">Escenario, nunca mejor dicho, de los vaivenes políticos de su época, en junio de 1823, durante las algaradas ocasionadas por violentos grupos proabsolutistas, el propio teatro vio derribadas sus puertas, destrozada su decoración e incendiado su patio de butacas y escenario, lo que habría sido una auténtica catástrofe de no ser por la intervención oportuna de personal del propio teatro que logró atajar las llamas. Tras estos destrozos, el teatro siguió funcionando hasta que finalmente fue derribado, construyéndose un nuevo edificio, de mayor empaque y riqueza siguiendo las trazas del arquitecto municipal Melchor Cano en 1834, reinaugurándose en 1840 con un aforo para 1.200 personas, y reformándose en 1858 por Suárez Garmendia; se dice que de esa etapa dataría la cubierta metálica o "montera" atribuida tradicionalmente a Gustav Eiffel y que aún se conserva. </p><p style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhmpE2IdbbLIWzzP_oD1Keeu_fqxHTbyKQrTpd8K_EbqetmZkqlMLmXEwhMsfvT4SUrlpNre_w4BS1zJvf9efHsdWTsnyvEEXjMSj92coLRk2DhMUbDll7iaAaDRJPtkHbcD3FD7PqK7BLmsEEK9flAiXIIAKLIbh2od7Q5pkdxEudB7u4RaEJdxF1l_rJ2/s731/Kursaal.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="490" data-original-width="731" height="269" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhmpE2IdbbLIWzzP_oD1Keeu_fqxHTbyKQrTpd8K_EbqetmZkqlMLmXEwhMsfvT4SUrlpNre_w4BS1zJvf9efHsdWTsnyvEEXjMSj92coLRk2DhMUbDll7iaAaDRJPtkHbcD3FD7PqK7BLmsEEK9flAiXIIAKLIbh2od7Q5pkdxEudB7u4RaEJdxF1l_rJ2/w400-h269/Kursaal.jpg" width="400" /></a> <br /></p><p style="text-align: justify;">El año 1914 será clave para el Teatro Principal, ya que sus propietarios, al ver que no podía seguir compitiendo con otros espacios como los vecinos San Fernando o del Duque, decidieron reconvertirlo en café-teatro: la Gran Sala Kursaal, lugar de encuentro para los principales artistas y orquestas de aquellos años, sin olvidar su famosa pista de baile que solía reunir a la flor y nata de la alta sociedad hispalense. Cabaret en 1927, el Jueves Santo de 1932 el Kursaal fue escenario, valga la expresión de un suceso: fue lanzada una piedra desde los balcones del propio Teatro contra el Paso del Cristo de las Penas de la Hermandad de la Estrella, única cofradía que decidió realizar Estación de Penitencia aquella Semana Santa. El pedrusco, según el periódico El Liberal:</p><p style="text-align: justify;"></p><blockquote><i>"Dio en el ala derecha de uno de los ángeles del Paso, desprendiéndola de la escultura. Al rebotar el trozo de ladrillo cayó sobre la cabeza del soldado del regimiento de línea número 9 Ginés Sirvente, causándole una contusión. El soldado herido, que se dio cuenta de dónde partió la agresión, detuvo en unión del guardia Félix Carrillo al autor del hecho, llamado Manuel Fernández Rosa, de 35 años de edad y con domicilio en calle Alfarería 134"</i></blockquote><p></p><p style="text-align: justify;">Clausurado finalmente en 1935, a los pocos años, en plena posguerra, abrió de nuevo como Teatro Cine Palacio Central, no tardando en convertirse en una de las salas de proyección más importantes de la ciudad, y la preferida por muchos cinéfilos. Con entrada por Sierpes y calle Pedro Caravaca, el nuevo Cine debuta como lugar de proyección en 1941, con sus elegantes butacas forradas de terciopelo y su grupo de acomodadores uniformados. Dos años antes, en 1939, se había producido el estreno de la película "Lo que el viento se llevó", la gran superproducción hollywoodiense basada en la novela de Margaret Mitchell, dirigida por Victor Fleming que plasma durante sus cuatro horas de duración cómo el Sur de los Estados Unidos sufre la Guerra de Secesión, con un elenco de artistas encabezado por la británica Vivian Leigh, Olivia de Havilland, Leslie Howard y por supuesto, el gaditano Clark Gable; no, nos equivocamos, no es que el actor que interpretó al famoso Rhett Butler naciera a la vera de la Caleta, sino que vio la luz en el norteamericano pueblo de Cadiz, en el estado de Ohio allá por 1901.</p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgoj_7MIgBI7MwIwvI-v0A6-QIcj0NvioYSw2_qmfpNDLYPpWC5i7OfDSRvtFU61Wsg-qhGCwAdW-AX2Z_75K-orN2RyURkEeraq4xRCxuHEDxjqdZ6Df5WdVm7LCX3z2WIwQOyUrXIr3Ya571H_a_El_qsxh66O2rawDr8qSeqqmT4gwUxfe5V7YgU8H66/s1200/gone_with_the_wind-432251527-large.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="783" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgoj_7MIgBI7MwIwvI-v0A6-QIcj0NvioYSw2_qmfpNDLYPpWC5i7OfDSRvtFU61Wsg-qhGCwAdW-AX2Z_75K-orN2RyURkEeraq4xRCxuHEDxjqdZ6Df5WdVm7LCX3z2WIwQOyUrXIr3Ya571H_a_El_qsxh66O2rawDr8qSeqqmT4gwUxfe5V7YgU8H66/w261-h400/gone_with_the_wind-432251527-large.jpg" width="261" /></a></div><p></p><p style="text-align: justify;">Cosas de la censura de la época, dicha cinta, que había triunfado en todo el mundo, todavía no se había proyectado para el gran público en España, hasta que, por fin, a comienzos de marzo de 1951 la prensa local sevillana anunciaba su ansiado estreno en Technicolor en el Cine Palacio Central como único lugar para dicha proyección, con campaña publicitaria de promoción incluida que hasta sirvió para organizar una cena para los periodistas hispalenses organizada por la productora Metro Goldwyn Mayer y los dueños del entonces Cine Palacio Central, Diego y José María Salmerón, cita en la que se alabaron las cualidades cinematográficas de la película:</p><p style="text-align: justify;"></p><div style="text-align: justify;"><blockquote><p><i>"A los postres, el presidente de la Asociación de la Prensa, señor Resa, en nombre de los periodistas dio las gracias por el agasajo a la vez que hizo una brillante apología de "Lo que el viento se llevó", destacando lo certero y simbólico de este título.</i></p><p><i>El señor Javaloy, llegado expresamente a nuestra ciudad para preparar este estreno, pronunció asimismo unas palabras de saludo a la Prensa sevillana, destacando los méritos singularísimos que concurren en esta extraordinaria película. Señaló igualmente que la copia que se proyectará en Sevilla es totalmente nueva y que no ha sufrido el corte de un solo fotograma original".</i></p></blockquote><p style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEguPgUGKu-FUyW8QnGI_SfJAZcvSghzD7EvM8Bu2iJcCmCHCi63luuDpk5XMug_YOKiTpw7g8uKKuQZX1WGSqKw5SzXJAeD45q0Ll9pGqRaJrNhe_Hq0zjWUZkj5oI-tNrPONwdvwBX4xIPzyt7v3JC43fVWkSF_9dxdfnZkbaG4wVunqG5lpJhxHuUFbgR/s613/viento.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="613" data-original-width="280" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEguPgUGKu-FUyW8QnGI_SfJAZcvSghzD7EvM8Bu2iJcCmCHCi63luuDpk5XMug_YOKiTpw7g8uKKuQZX1WGSqKw5SzXJAeD45q0Ll9pGqRaJrNhe_Hq0zjWUZkj5oI-tNrPONwdvwBX4xIPzyt7v3JC43fVWkSF_9dxdfnZkbaG4wVunqG5lpJhxHuUFbgR/w183-h400/viento.jpg" width="183" /></a> <br /></p></div><p style="text-align: justify;">Durante las semanas previas al estreno, en aquella Cuaresma de 1951, la prensa local no dudó en deshacerse en elogios sobre "Lo que el viento se llevó", creándose una creciente expectación; hay que tener en cuenta que tras la Semana Santa, entonces en el llamado Sábado de Gloria, tenía lugar el estreno de nuevas cintas tras los días de penitencia y austeridad, de modo que el Cine Palacio Central programó para el 24 de marzo hasta tres pases diarios a las 11:15 de la mañana, 17:45 y 10:15, teniendo en cuenta la duración de cuatro horas del film. Las taquillas permanecieron abiertas todo el día con los mismos precios para las entradas, la más barata, 15 pesetas, admitiendo encargos y reservas de fuera de Sevilla. Hubo largas colas para adquirir localidades para todo un fenómeno cinematográfico que en pocas semanas alcanzó el millón de espectadores en toda España, o al menos, eso decía la propaganda difundida al efecto.<br /></p><p style="text-align: justify;">Ni que decir tiene que las críticas tras el estreno fueron unánimes alabando la calidad de la película, la actuación de sus intérpretes y lo logrado del diseño de producción, como indicaba el crítico de cine que firmaba con el seudónimo de "Jota" en una reseña en el periódico "Sevilla: diario de la tarde": </p><p style="text-align: justify;"></p><div style="text-align: justify;"><blockquote><p><i>"Sentimos de veras no disponer de más espacio. Nos pasaríamos gustosamente hablando de esta película el mismo tiempo que dura su proyección, y quizá no sea demasiado si se pretende desmenuzar los valores de todo género que ha sabido reunir en ella ese extraordinario director que es Victor Fleming.</i></p><p><i>Baste decir,, como final, que en nuestro entusiasmo de espectadores no hemos dejado de considerar la emoción incomparable que sentiría la malograda Margaret Mitchell al contemplar cómo los personajes que ella había creado encarnaban mágicamente en esos geniales artistas que son Clark Gable, Vivien Leigh, Olivia de Havilland, Leslie Howard..." </i></p></blockquote></div><p></p><p style="text-align: left;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi6GcUdQIj4HwdcQBfrQU9IJ5FTkF_03MedSwGQqOu5mSgzKKgZeLRwuVCLSkRVu-h7lEmFDFm-WRPE83-ZpnPX71HaqxdMRlF850eT4kIQgAFGkw-Sgrp8FBFhGe2FBEeSoQqdEg0vlBhVg5vKnu_uPBsvf9m509KhDVb3CEZi7mqg-_elIE8TjTIpBfZw/s582/viento2.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="582" data-original-width="392" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi6GcUdQIj4HwdcQBfrQU9IJ5FTkF_03MedSwGQqOu5mSgzKKgZeLRwuVCLSkRVu-h7lEmFDFm-WRPE83-ZpnPX71HaqxdMRlF850eT4kIQgAFGkw-Sgrp8FBFhGe2FBEeSoQqdEg0vlBhVg5vKnu_uPBsvf9m509KhDVb3CEZi7mqg-_elIE8TjTIpBfZw/w270-h400/viento2.jpg" width="270" /></a></div><br /><p></p><p style="text-align: justify;">Con el paso de los años, y tras incluso ostentar el honor de ser el primer cine refrigerado de la ciudad, el Palacio Central cerró definitivamente sus puertas en 1982, siendo sustituida su actividad por la del Centro Andaluz de Teatro, que también terminó por suspender sus actividades allí y trasladarse, creemos, al recién estrenado espacio escénico de la antigua Expo 92; el antiguo edificio, que posee viviendas también (en una de ellas falleció el torero Rafael el Gallo el 25 de mayo de 1960), quedó en estado de abandono hasta que fue profundamente reformado en 2003 y ahora está ocupado por una conocida tienda de moda femenina que ha conservado poco, muy poco del teatro o cine primitivo, quizá las galerías superiores y la cubierta metálica, pero esa, esa ya es otra historia.</p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjZvEmUo6zdsCSIYboCvWD_nLY2HnClAANPy9eCiR_UfP77cg-TAIzkyL6qcLXWnecurLWpE-444AySBwgsgOg8giFvx6-pEazcJeKI5ousLF9MCkWFqpTRQ1m-V_VMsHothaJ_PskdkZ8FVuxoqOdygYn6pihic1UFEHOdXbx4k76RVlPc1flN76jzlR5g/s3264/IMG20240108130614.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2448" data-original-width="3264" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjZvEmUo6zdsCSIYboCvWD_nLY2HnClAANPy9eCiR_UfP77cg-TAIzkyL6qcLXWnecurLWpE-444AySBwgsgOg8giFvx6-pEazcJeKI5ousLF9MCkWFqpTRQ1m-V_VMsHothaJ_PskdkZ8FVuxoqOdygYn6pihic1UFEHOdXbx4k76RVlPc1flN76jzlR5g/w400-h300/IMG20240108130614.jpg" width="400" /></a></div><p><br /></p>Manolo Sousahttp://www.blogger.com/profile/07206131230409309784noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-6459960962905345182.post-18879378200345199802024-01-15T11:16:00.000+01:002024-01-15T11:16:35.291+01:00Un fraile sevillano en el País del Sol Naciente.<iframe src="https://www.ivoox.com/player_ej_122602875_6_1.html?c1=364c6a" width="100%" height="200" frameborder="0" allowfullscreen="" scrolling="no" loading="lazy"></iframe><p style="text-align: justify;">En esta ocasión nos vamos a conocer una calle, como casi siempre, pero ella nos va a servir para descubrir por qué recibe el nombre de un monje beato que sabía japonés y que llegó a conocer al mismísimo Papa antes de ser martirizado; pero como siempre, vayamos por partes. </p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiSZ6uhk7rD1YqwAaZzHRIZxOjBWKBs40IwqKlEMIrVOSLxvjph-s55VNi4fgMARpMX_lp7aYUPI_tfs-6bGzRBaMLuNPSpipDpVECcq4BPoGBPV4cshr0pxrE6qoV2_oBcj9Pc9z4WreSRahdWhvn9r5kpTlWb0GNqedZxmCWFMaOc6zBgFds9kCOIEUkZ/s4000/IMG20240112094522.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3000" data-original-width="4000" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiSZ6uhk7rD1YqwAaZzHRIZxOjBWKBs40IwqKlEMIrVOSLxvjph-s55VNi4fgMARpMX_lp7aYUPI_tfs-6bGzRBaMLuNPSpipDpVECcq4BPoGBPV4cshr0pxrE6qoV2_oBcj9Pc9z4WreSRahdWhvn9r5kpTlWb0GNqedZxmCWFMaOc6zBgFds9kCOIEUkZ/s320/IMG20240112094522.jpg" width="320" /></a></div><p></p><p style="text-align: justify;">Entre las calles Escoberos y la Resolana se sitúa la calle Fray Luis Sotelo, ubicada en un espacio muy próximo al desaparecido recorrido del recinto amurallado almohade. Es ciertamente poco conocida y en ella, aparte de diversos comercios, un supermercado ubicado en el antiguo Cine Bécquer, un bar y una clínica dental, sobresale el número 4, con fachada también a la calle Bécquer, edificio realizado por el arquitecto navarro Jesús Yanguas Santafé allá por 1915; curiosamente Yanguas, que falleció en Madrid en 1951, era cuñado del poeta Luis Cernuda, al estar casado con su hermana Ana y además gran melómano, llegando a presidir la Sección de Música en el Ateneo de Sevilla. El tramo entre Bécquer y Escoberos se abrió en el siglo XIX, mientras que el siguiente, que desemboca a Resolana, se configuró en 1915 a partir de unos solares cedidos por el industrial Luis Piazza. <br /></p><p style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEivtN3Kru5IdD7TvnO2X7O0X7iMQEa06mW6Csn42S_l3jkm3did3YZ7cF-ePTMy4HWp-brPMpUfZ9lxgt_6cZ_JfrbCjTUjJGn1wHhQ1xg-IxMPAYT2J9uxuYRn-V21tK2OQL4tHmUqSvr7wBGwI11veg_29fh3-jC9399OhuUKsNEcoz_nF-U8nI0p5Kk4/s4000/IMG20240112094432.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="4000" data-original-width="3000" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEivtN3Kru5IdD7TvnO2X7O0X7iMQEa06mW6Csn42S_l3jkm3did3YZ7cF-ePTMy4HWp-brPMpUfZ9lxgt_6cZ_JfrbCjTUjJGn1wHhQ1xg-IxMPAYT2J9uxuYRn-V21tK2OQL4tHmUqSvr7wBGwI11veg_29fh3-jC9399OhuUKsNEcoz_nF-U8nI0p5Kk4/s320/IMG20240112094432.jpg" width="240" /></a> <br /></p><p style="text-align: justify;">¿A qué se debe el nombre de Fray Luis Sotelo? Nuestro personaje habría nacido en Sevilla en el seno de una familia noble y poderosa, siendo el segundo de los hijos de Don Diego Caballero de Cabrera y Doña Catalina Niño Sotelo de Deza. Don Diego era Caballero Veinticuatro, lo que indicaba su influencia y capacidad para los asuntos ciudadanos y pertenecía a un linaje acostumbrado al comercio más allá del Atlántico. Los historiadores no se ponen de acuerdo en cuanto a su fecha de nacimiento, ya que para unos habría sido el 6 de septiembre de 1574 y para otros, como el investigador Angel Schlatter, gran conocedor de su trayectoria, habría sido bautizado un año antes, en concreto el día 24 de octubre de 1573. </p><p style="text-align: justify;">Con una profunda vocación religiosa inculcada por su piadosa madre, era el segundo de sus hermanos no hay que olvidarlo, Luis marchará a Salamanca para su formación universitaria pero a la postre ingresará en la orden franciscana, profesando como monje. Animado por su espíritu inquieto, su ejercicio religioso le llevará muy lejos, a Filipinas, donde se empleará denodadamente en la conversión al cristianismo de no pocos individuos, lo que unido a penitencias, oraciones y ayunos le hará ser admirado por muchos en aquellas tierras.<br /></p><p style="text-align: justify;">A comienzos del siglo XVII, Fray Luis Sotelo decidirá cambiar de aires, desembarcará en Japón y en 1610 entrará en la corte del Shogun de Yedo, donde conocerá y tratará a un personaje que marcará su vida: Daté Masamune, apodado "Dragón de un solo ojo" por la falta de uno de sus ojos, uno de los señores feudales más importantes de aquella zona nororiental y fundador de la ciudad de Sendai. Bautizado a la fe cristiana, todo un logro para un simple franciscano, su conversión abrirá toda una serie de posibilidades, y fruto de todo ello será la organización de una delegación japonesa, llamada Embajada Keicho, que entre 1613 y 1620 pondrá rumbo a Europa, pasando por Sevilla y Madrid con destino a la Roma Papal, donde se pretendía conseguir el envío de más misioneros al reino de Masamune y, de camino, abrir vías comerciales con la monarquía española a través de Filipinas. </p><p style="text-align: center;"><img alt="undefined" class="mw-mmv-final-image jpg mw-mmv-dialog-is-open" crossorigin="anonymous" height="400" src="https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/b/b4/Hasekura_in_Rome.JPG/800px-Hasekura_in_Rome.JPG" width="277" /></p><p style="text-align: justify;"></p><p style="text-align: justify;">Como ha destacado el archivero Marcos Fernández Gómez en un interesante artículo, el desembarco en tierras españolas del galeón "San José" con su pasaje
asiático tuvo lugar en el verano de 1614 y en Sanlúcar de Barrameda, siendo atendido debidamente por el
Duque de Medina Sidonia, quien les proporcionó dos galeras para remontar
el Guadalquivir y alcanzar Coria del Río y partir por tierra hasta
Sevilla.</p><p style="text-align: justify;">El 30 de septiembre de 1614, lo narra Chaves y Rey, el Cabildo de la
ciudad hispalense se vio sorprendido por la llegada de una misiva
indicando la llegada de la delegación diplomática procedente de Japón;
el entonces Asistente, Diego Sarmiento, conde de Salvatierra dispuso los
preparativos para su alojamiento, preparando al efecto una serie de
aposentos en los Reales Alcázares y delegó en Diego de Caballero de
Cabrera, hermano de Fray Luis Sotelo para que hiciera de anfitrión de
tan ilustres huéspedes. Con lo que no se contaba era con que la comitiva se vería acompañada por
una multitud que llegó a estorbar el tránsito cuando se alcanzó el
trianero Puente de Barcas en la tarde de aquel 23 de octubre, cuando tuvo lugar la llegada de la extraña comitiva, que llamó la atención por las vistosas y extrañas armaduras y armas que portaban. Recibidos y agasajados en las casas consistoriales, el embajador japonés Hasekura Tsunegaga, un capitán samurai, hizo entrega al consistorio de una carta firmada por su señor Masamune (conservada aún en el archivo municipal) y de una espada (katana) y daga que por desgracia no han llegado hasta nuestros días.<br /></p><p style="text-align: justify;">La hospitalidad sevillana se tradujo en una estancia de varias semanas en la que no faltaron banquetes, visitas a monumentos y asistencia a teatros y fiestas, pese al maltrecho estado de las arcas hispalenses. Fray Luis Sotelo, por su parte, ejerció de intérprete y de valedor de la causa cristiana japonesa, adoptando un papel más que protagonista en aquellos días, ya que movió influencias e hilos para lograr que se escuchase su proyecto, destinado a conseguir misioneros para Japón y, a la vez, abrir vías comerciales entre Europa y Asia, algo con lo que portugueses y holandeses no estaban muy de acuerdo, lógicamente.<br /></p><p></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjkbk_U-5t9SY4J3cnlu9Cp-jTdMHSmxUaA90hS8S4jNM72otUm4Fr1nL3cLKn2nkA9HmqWIumqJw37wXZY2JTC9uTmmPatN0vab4I7S0B46EaOxTcU8ssCSY7eMv86oF99GxpoBxamrDfupAfCmng_aeoD9OJDdPfz6hV0jRk3UwHKiHzuGzL9Nvid7NfK/s891/HasekuraQirinale.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="891" data-original-width="479" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjkbk_U-5t9SY4J3cnlu9Cp-jTdMHSmxUaA90hS8S4jNM72otUm4Fr1nL3cLKn2nkA9HmqWIumqJw37wXZY2JTC9uTmmPatN0vab4I7S0B46EaOxTcU8ssCSY7eMv86oF99GxpoBxamrDfupAfCmng_aeoD9OJDdPfz6hV0jRk3UwHKiHzuGzL9Nvid7NfK/w215-h400/HasekuraQirinale.jpg" width="215" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: x-small;">Hasekura y Fray Luis Sotelo dialogando. Pintura en la Sala Regia del Palacio Quirinal. Roma.<br /></span></td></tr></tbody></table> <p></p><p style="text-align: justify;">Tras partir en dirección a Córdoba, visitar Toledo, alcanzar Madrid donde la embajada fue recibida por el rey Felipe III y Hasekura fue solemnemente bautizado en el Monasterio de las Descalzas Reales con el nombre de Felipe Francisco y dirigirse a Roma, la embajada logró, al fin, audiencia con el Papa Paulo V aunque según las crónicas el resultado de dicho encuentro no dejo de ser meramente ceremonial, lleno de buenas intenciones pero sin llegarse a decisiones concretas en lo referente a la mejora de la estructura eclesiástica nipona o a la deseada aprobación papal de la apertura de nuevas rutas mercantiles. Tocaba regresar. El embarque en Sevilla se realizó con un contingente menor al que arribó dos años antes, ya que Hasekura y parte de su acompañamiento alegaron motivos de salud para permanecer temporalmente en tierras sevillanas, concretamente en la localidad de Espartinas, no lejos de Coria del Río, donde la tradición establece que el apellido Japón tiene su origen en aquellos que prefirieron quedarse a soportar los riesgos de una nuestra travesía transoceánica. </p><p style="text-align: justify;">¿Y Fray Luis Sotelo? Nuestro buen franciscano se despidió de Sevilla y partió hacia Japón con el resto de la exigua expedición, arribando a Filipinas en el verano de 1620; allí tuvo noticias del brusco cambio producido en Japón, donde había comenzado la unificación religiosa que conllevaba la persecución de los cristianos, algo que desaconsejaba que partiera hacia allí. Haciendo oídos sordos de la prohibición japonesa, Fray Luis, sin vestir el hábito franciscano y en unión de dos conversos japoneses, se embarcó en un navío chino con rumbo al país del Sol Naciente, con tan mala fortuna que el capitán del buque mercante lo delató ante un juez al desembarcar cerca de Nagasaki. Apresado y condenado en Omura, el 25 de agosto de 1624 morirá ejecutado en la hoguera en unión de sus compañeros mártires, el dominico Pedro Vázquez de Santa Catalina y el jesuita Miguel Carballo.</p><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhVV89Zitn-C9eKC0_7QTDEEN-bokqSnKbRq3wDVKLRsGxiNZIV4VXA60eZEHn6of2PZVSYQm7yPq9HxlG5zUdpuW75ZcA1fnPT2RqJi5giM3K7FEh5L4Yd9keLnyvQjiJYzRvkuw4rE27Ui6VkRvf_lOYDOchucl7-BlCepWMFkchBi0sH-7p9Ntvs01Qy/s570/69402744_2534286553298353_6196992669680402432_n.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="570" data-original-width="355" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhVV89Zitn-C9eKC0_7QTDEEN-bokqSnKbRq3wDVKLRsGxiNZIV4VXA60eZEHn6of2PZVSYQm7yPq9HxlG5zUdpuW75ZcA1fnPT2RqJi5giM3K7FEh5L4Yd9keLnyvQjiJYzRvkuw4rE27Ui6VkRvf_lOYDOchucl7-BlCepWMFkchBi0sH-7p9Ntvs01Qy/w249-h400/69402744_2534286553298353_6196992669680402432_n.jpg" width="249" /></a></div><br /><p></p><p style="text-align: justify;"> Así terminaba la aventura japonesa de Fray Luis Sotelo, que sería beatificado por Pío IX en 1867 en atención a sus méritos como misionero y difusor de la fe cristiana en el Lejano Oriente, y quizá coincidiendo con su elevación a los altares fue cuando la ciudad honró su memoria dando su nombre a esta calle macarena; por su parte Hasekura, que regresó finalmente a su tierra, morirá y será sepultado sin que se sepa a ciencia cierta en qué lugar se halla su tumba, aunque una estatua suya en Coria del Río recordará siempre su presencia en nuestras tierras, pero esa, esa ya es otra historia. <br /></p><p style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiDF7milYx5Wl3q1e67snXucayqyo8nrTHVb0ACKEQVvkk4bE_HsHYWg6otldlOZ5PZbirRUeyLbnW5MLraeZf_129qDURVaddFHALKL3d7rMbIc5hRITnLV2D_wbRiyRodYEE5vieVYzWllbbLsXE06TqDgYrZXlSPhz0JPChl07K3Wl3LuZUll-QC7dJn/s4000/IMG20240112094446.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="4000" data-original-width="3000" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiDF7milYx5Wl3q1e67snXucayqyo8nrTHVb0ACKEQVvkk4bE_HsHYWg6otldlOZ5PZbirRUeyLbnW5MLraeZf_129qDURVaddFHALKL3d7rMbIc5hRITnLV2D_wbRiyRodYEE5vieVYzWllbbLsXE06TqDgYrZXlSPhz0JPChl07K3Wl3LuZUll-QC7dJn/s320/IMG20240112094446.jpg" width="240" /></a></p>Manolo Sousahttp://www.blogger.com/profile/07206131230409309784noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6459960962905345182.post-75258878074197025102024-01-08T10:47:00.002+01:002024-01-08T10:48:40.975+01:00Correduría.<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="200" loading="lazy" scrolling="no" src="https://www.ivoox.com/player_ej_122237297_6_1.html?c1=364c6a" width="100%"></iframe><p style="text-align: justify;">A medio camino entre la Alameda y Feria, calle popular, cofradiera y cabalgatera, en esta ocasión nos vamos a conocer un lugar lleno de ajetreo y ciertamente afectado por el tráfico rodado. Pero como siempre, vayamos por partes. </p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjY3mrurMafQLiPdnJxsVURS58UUGtAadkxEnhCv9Z_Vb-UchrggDZvFNk4RZIyRtRAi4jTlZUiJLVFsq3ZoQvEl02gma96QNr9l0VHeI61z0mM51909myW6dkfUvWasTIX-vfxirEDYHq4_2WifmCn-FhVkENj0UyeQAduzaJ3uMzhRKdbZHMgF9TtlOC2/s1560/IMG-20240107-WA0008.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1560" data-original-width="1560" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjY3mrurMafQLiPdnJxsVURS58UUGtAadkxEnhCv9Z_Vb-UchrggDZvFNk4RZIyRtRAi4jTlZUiJLVFsq3ZoQvEl02gma96QNr9l0VHeI61z0mM51909myW6dkfUvWasTIX-vfxirEDYHq4_2WifmCn-FhVkENj0UyeQAduzaJ3uMzhRKdbZHMgF9TtlOC2/w400-h400/IMG-20240107-WA0008.jpg" width="400" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: x-small;">Foto Reyes de Escalona.</span></td></tr></tbody></table><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><p style="text-align: justify;">Entre las confluencias de Feria y Guadiana y la de Quintana, Torrejón, Barco y Joaquín Costa, la calle Correduría poseía dicho nombre desde tiempos inmemoriales, aunque los arqueólogos que han realizado diversas prospecciones en esa zona han comprobado que la cercanía del río y la antigua zona pantanosa de la actual Alameda habría provocado que hasta el siglo XV no se hallan encontrado restos de construcciones. En aquel sentido, durante años fue zona víctima de las inundaciones, llegándose a alcanzar en algunas ocasiones el metro sesenta de altura en cuanto a nivel del agua. </p><p style="text-align: justify;">Por su parte, los historiadores no se ponen de acuerdo en el por qué de dicha denominación de Correduría; algunos estiman que se debería a la presencia en dicha vía de algunos miembros del gremio de Corredores de Lonja (aunque radicarían algo alejados de su zona de influencia en el centro de la ciudad), mientras otros, como Santiago Montoto apuntan a que el término sea una corrupción de otra palabra, "Correeros", ya que en 1310 hay noticia de hallarse aquí la corporación de los fabricantes de correas. Este mismo autor, como curiosidad, constató que ya el 2 de marzo de 1416 el maestro armero Gil Martínez hizo donación mediante escritura otorgada ante el escribano público Bernal Fernández, de una casas en la Correduría al hospital de Santa María.</p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi5dVLucHs3dJBD6Cb5aV1tVmrmLqvN1fCQHh7VfPn6bpr34tRwGpkbEJpPt-QzBm4qKcWAzLdeGIffDRpNc19yy-3KBsNDT46AMpHW34zPMIi5cpaAYLnlpOY8SQUSqhuS9vm21rKb6dVP4yT9huhpZLcvK7HF4W0i_U5xzOYaWue2mPA6PGwQlgZnK-LV/s4000/IMG20240105100518.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em; text-align: center;"><img border="0" data-original-height="4000" data-original-width="3000" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi5dVLucHs3dJBD6Cb5aV1tVmrmLqvN1fCQHh7VfPn6bpr34tRwGpkbEJpPt-QzBm4qKcWAzLdeGIffDRpNc19yy-3KBsNDT46AMpHW34zPMIi5cpaAYLnlpOY8SQUSqhuS9vm21rKb6dVP4yT9huhpZLcvK7HF4W0i_U5xzOYaWue2mPA6PGwQlgZnK-LV/w300-h400/IMG20240105100518.jpg" width="300" /></a></div><p style="text-align: justify;"></p><p style="text-align: justify;">Con este nombre se ha mantenido durante largo tiempo, aunque entre 1916 y el año 2000 modificó su apelativo por el de Doctor Letamendi, en honor al catedrático de patología José de Letamendi y de Manjarrés, atendiendo con ello a una petición formulada por la Facultad de Medicina de Sevilla. Ingenioso y entusiasta, el Doctor Letamendi se caracterizó por sus amplios conocimientos no sólo en medicina, sino también en poesía, periodismo, economía e incluso música, ya que llegó a componer una Misa de Réquiem. Todo ello, unido a su carácter humilde y poco dado a honores, hizo de él un personaje admirado y prestigioso, falleciendo en Barcelona en 1897 tras haber ocupado diversas cátedras médicas y puestos políticos de importancia. </p><p style="text-align: justify;">En torno a mediados del siglo XIX la Correduría amplió su nombre al absorber la zona conocida como Plaza de Nuestra Señora de la Europa, Pasaderas de la Europa, o lisa y llanamente, la Europa, erigida así en honor a una imagen de la Virgen con el Niño en brazos que figuró durante años en un retablo dentro de una pequeña capilla pública en dicho sector, contando con Hermandad propia desde el siglo XVII y que con posterioridad pasó a recibir culto en la parroquia de San Marín, donde aún permanece. </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiXtvOwPHlpYoc8vQUDSCv0QIr84_IEdToWeX7K5p1hmoTnzOB-SSsmc_8aCsyTs_s8XWx8IPqM4LEs7_z4SdTMuuAzV79wCMGGGxyUBw3DyMFSO3HeyhOohBVNF2ksF1JnvQvejWUOL_XcNp-ILmTinmadsiQWjoxFpTiq6kMAd3m6MRNgookrhVDBXXhA/s4000/IMG20240105100537.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em; text-align: center;"><img border="0" data-original-height="4000" data-original-width="3000" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiXtvOwPHlpYoc8vQUDSCv0QIr84_IEdToWeX7K5p1hmoTnzOB-SSsmc_8aCsyTs_s8XWx8IPqM4LEs7_z4SdTMuuAzV79wCMGGGxyUBw3DyMFSO3HeyhOohBVNF2ksF1JnvQvejWUOL_XcNp-ILmTinmadsiQWjoxFpTiq6kMAd3m6MRNgookrhVDBXXhA/w300-h400/IMG20240105100537.jpg" width="300" /></a></div><p style="text-align: justify;"></p><p style="text-align: justify;">No sería el único aspecto devocional en esta calle, ya que un azulejo colocado en 1999 en el número 59 recuerda la piadosa tradición sobre la fundación, en estos terrenos del llamado Hospital de la Expectación o de la O, por parte del rey Fernando III el Santo, luego en manos del gremio de pellejeros, germen de la devoción a la Esperanza Divina Enfermera. Casualidades del destino, poseyó importante hermandad propia a la que perteneció el cronista Diego Ortiz de Zúñiga y que tras pasar diversas vicisitudes quedó fusionada en 1981 con la cofradía de la Sagrada Lanzada, quien celebre solemnes cultos y procesión anual en su honor cada mes de octubre. </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhsdDnjqsabVa1H_q42-mJr-ha57x_KUsFqPe9mf76bWiVN_aS1_O84CHQltKJZfV06F5liK9peln2VIBgi90rKkdbGrBwWPm2_sRmBMgu9VMIah5tmITGW5qzYxEjavbbQRj5NKu3KlHIMDiYxqV8qXWOHRevpkdabSTpQbZKQ0b9HsrUiIWXYSkIMKRdx/s4000/IMG20240105101304.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3000" data-original-width="4000" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhsdDnjqsabVa1H_q42-mJr-ha57x_KUsFqPe9mf76bWiVN_aS1_O84CHQltKJZfV06F5liK9peln2VIBgi90rKkdbGrBwWPm2_sRmBMgu9VMIah5tmITGW5qzYxEjavbbQRj5NKu3KlHIMDiYxqV8qXWOHRevpkdabSTpQbZKQ0b9HsrUiIWXYSkIMKRdx/w400-h300/IMG20240105101304.jpg" width="400" /></a></div><p style="text-align: justify;">Su cercanía a la Alameda le ha supuesto ventajas e inconvenientes a lo largo de su historia, ya que a comienzos del siglo XX se benefició del ambiente popular y castizo de aquel sector, con numerosas tabernas (como la cercana y desaparecida de Las Siete Puertas) en las que incluso floreció la afición carnavalera y las conocidas Murgas de los años veinte y treinta, formadas por personajes populares llenos de gracejo y guasa como Carabolso, Regaera, Manolín, Escalera o Panseco, por citar a algunos de los más conocidos en aquellos años. </p><p style="text-align: justify;">Aparte de tabernas, en Correduría abundó el comercio tradicional, con diversos establecimientos como por ejemplo la zapatería La Colmena, Calzados Elda (donde después estuvo La Ilustre Víctima), la Farmacia de José Sánchez o Rodríguez y Martínez, en el número 11, abierto en abril de 1922 y cuya publicidad indicaba en la prensa local que: </p><p style="text-align: justify;"></p><blockquote><i>"Habrá un surtido tan extenso como variado y elegante, no solamente en trajes y blusas para señoras y niñas, sino tambien en géneros para primavera, jerseys y echarpes de seda, gran moda, géneros de punto y medias de seda para señoras y calcetines de seda para caballeros, cuyos precios, por sus cualidades han de llamar poderosamente la atención."</i></blockquote><p></p><p style="text-align: justify;">En 1906 los vecinos de la calle comenzaron una campaña en la prensa local para lograr que se les colocase alumbrado eléctrico, a semejanza de lo que había ocurrido en la cercana calle Amor de Dios, sin olvidar que, como comentamos antes, dada su situación como conexión entre Feria y Alameda, el tranvía fuera un viejo conocido, fuente además de algún que otro susto para conductores y viandantes, como ocurrió en marzo de 1958 y recogió el periódico Sevilla: diario de la tarde:</p><p style="text-align: justify;"></p><blockquote style="text-align: justify;"><i>"Don Juan Sánchez, conductor del auto matrícula de Huesca núm. 2.930 ha denunciado que al partir con su coche hacia la calle Doctor Letamendi, no obstante haber hecho la oportuna indicación la persona que le acompañaba, fue arrollado por el tranvía de la línea núm. 1, coche motor 128, que enganchándolo por una de las aletas, le arrastró unos cincuenta metros, causándole al coche desperfectos de consideración. Por fortuna no hubo que lamentar desgracias personales."</i></blockquote><p></p><p style="text-align: justify;">Ni que decir tiene que en fechas navideñas o semanasanteras, la calle Correduría cobra especial protagonismo, al pasar por ella la Cabalgata de Reyes Magos y casi todas las cofradías del sector de la calle Feria, San Julián o San Gil, resultando un lugar más que apropiado para disfrutar del paso de estos cortejos, pero esa, esa ya es otra historia.</p>Manolo Sousahttp://www.blogger.com/profile/07206131230409309784noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6459960962905345182.post-20328538627824730892024-01-03T16:32:00.000+01:002024-01-03T16:32:44.973+01:00Aquellas Cabalgatas.<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="200" loading="lazy" scrolling="no" src="https://www.ivoox.com/player_ej_122064838_6_1.html?c1=364c6a" width="100%"></iframe><div><p style="text-align: justify;">Como no podía ser menos, recién estrenado este año 2024 y hallándonos en las fechas en las que nos hallamos, en esta ocasión vamos a intentar viajar en el tiempo y trasladarnos a hace un siglo, para comprobar cómo celebraban los sevillanos la llegada a su ciudad de Sus Majestades los Reyes Magos de Oriente; pero como siempre, vayamos por partes. </p><p style="text-align: justify;">En aquellos "Felices Años Veinte", posteriores a la llamada Gran Guerra, Sevilla se preparaba con premura para la
Exposición Iberoamericana, cuya fecha de inauguración estaba fijada,
tras no pocos retrasos, en 1929, todo ello en medio de un clima de
inestabilidad social, voces reformistas que buscaban
cambios y mejoras tanto a nivel nacional como a nivel local y la guerra en el norte de África como trágico telón de fondo por todo lo que conllevaba.<br /></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEicsgy5PWLz-y1WreTxVkVN2hinQ9bzt22uU2FZHbeTXYDyieB17HLoqyLc3QNSv-2Ni5lwvOWFnTt5YPGc551x9_pqAEsMqFn291fuJozlI5MKZD2MO39Gdmm1q4UAfRibMuiAT3tsp5pxt2rhOuaLs2JBoJWdIjJe7zWZJlKpuxBr30K_ENia3pCiGhQN/s1560/IMG-20240101-WA0010.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1560" data-original-width="1560" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEicsgy5PWLz-y1WreTxVkVN2hinQ9bzt22uU2FZHbeTXYDyieB17HLoqyLc3QNSv-2Ni5lwvOWFnTt5YPGc551x9_pqAEsMqFn291fuJozlI5MKZD2MO39Gdmm1q4UAfRibMuiAT3tsp5pxt2rhOuaLs2JBoJWdIjJe7zWZJlKpuxBr30K_ENia3pCiGhQN/w400-h400/IMG-20240101-WA0010.jpg" width="400" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: x-small;">Foto: Reyes de Escalona.</span></td></tr></tbody></table><p style="text-align: justify;">Como es sabido, gracias a la encomiable figura del escritor y poeta José María Izquierdo ("Jacinto Ilusión), la primera Cabalgata de Reyes Magos se puso en la calle el 5 de enero de 1918, organizada por el Ateneo de Sevilla, saliendo desde la entonces calle Lombardos, ahora Muñoz Olivé, no lejos de la Plaza Nueva. Como ha divulgado el propio Ateneo, en aquella histórica primera ocasión las carretas de bueyes que participaron en aquel recordado cortejo repartieron más de 1.800 bolsas de caramelos, casi 500 cajas de dulces y 3.400 pesetas en juguetes más 1.000 en metálico, todo ello logrado merced a una campaña realizada entre todos los sectores de la ciudad, que se volcó tanto con sus donativos como en acompañar por las calles la primera cabalgata.</p><p style="text-align: justify;"></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj_0CTX9IZ5eac7fpWHj8agKfQkt2vUalNmVPjrixfsRxssLK1_P9lGqWGdmiquQstq0twrVZRNd6oXVB7vA_Zl1Vp8C_lUfN5T7aPzO6ELS0bIpPdL2xmoPsXvfbJtzH7AADKCqe6S9UtQFli81N5hq6I1-7kZfSFR2qZkv_rKO_EPKYvqv7iwrbe6tFwP/s775/foto8.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="539" data-original-width="775" height="279" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj_0CTX9IZ5eac7fpWHj8agKfQkt2vUalNmVPjrixfsRxssLK1_P9lGqWGdmiquQstq0twrVZRNd6oXVB7vA_Zl1Vp8C_lUfN5T7aPzO6ELS0bIpPdL2xmoPsXvfbJtzH7AADKCqe6S9UtQFli81N5hq6I1-7kZfSFR2qZkv_rKO_EPKYvqv7iwrbe6tFwP/w400-h279/foto8.jpg" width="400" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: x-small;">Foto: Ateneo de Sevilla. </span><br /></td></tr></tbody></table><p></p><p style="text-align: justify;">José María Izquierdo, autor de la indispensable "Divagando por la ciudad de la Gracia", fallecerá en 1922 a la prematura edad de 36 años, dejando como legado para Sevilla haber constituido las figuras de los Reyes Magos y su Cabalgata como pórtico indispensable para una noche mágica, la de cada 5 de enero, en la que la ilusión y los caramelos se reparten a manos llenas.<br /></p><p style="text-align: justify;">Durante las Pascuas, la ciudad se aprestaba a celebrar la cabalgata poniendo todo de su parte, desde la consabida cuestación de donativos, que se publicaba en largas listas en la prensa local, hasta incluso, como en 1923, con un festival taurino a beneficio de los Reyes Magos, celebrado en la Plaza de Toros de la Real Maestranza y al que se facilitaba el acceso mediante invitación a todos los niños de las escuelas públicas y benéficas acompañados de sus maestros. Rifas, regalos, la actuación de los payasos "Charlot" y "Fatigón" y la lidia de una becerra (que no murió en la plaza), completaban esta celebración que servía para alegrar a los niños y, tal vez, recabar fondos para la Cabalgata, con la particularidad de que este festejo tenía lugar el día 6 de enero por la tarde. <br /></p><p style="text-align: justify;">En cuanto al recorrido de la propia Cabalgata, por aquellos años el vistoso cortejo se formaba, salía y entraba del interior de la Plaza de Toros de la Real Maestranza, partiendo en dirección a los diferentes centros de beneficencia de la ciudad; el Ateneo, por su parte, invitaba a los sevillanos a que adornasen fachadas y balcones de las callas por la que transitaba la cabalgata pero, por qué no, quizás sea mejor que permitamos a un anónimo "plumilla" del diario El Liberal que narre el paso de los Reyes, provenientes de la calle Adriano, por la calle en la que estaba la sede del propio periódico:</p><p style="text-align: justify;"></p><blockquote><p style="text-align: justify;"><i>"Al hacer su entrada en nuestra calle -García de Vinuesa- adquiere el espectáculo más que extraordinario lucimiento, verdadera solemnidad. El electricista Romero ha hecho una magnífica instalación de acera a acera en honor de los Reyes populares.</i></p><p style="text-align: justify;"><i>El industrial señor Ruiz de los Ríos ha adornado también su casa, instalando en la muestra del establecimiento una preciosa "estrella de rabo", a base de luces y flores. En todos los balcones hay colgaduras y al nivel de los barandales un rosario interminable de caritas de "diablos" en que se refleja una expresión de asombro ante la realidad de tanta grandeza para ellos..."</i></p></blockquote><p style="text-align: justify;">El orden del cortejo que efectuó su salida en 1923 a partir de las seis de la tarde estuvo conformado por: Gran Visir, Trompeteros anunciadores de los Reyes, Estrella de Oriente, Pajes, Heraldos, Batidores con banderas y estrellas, Rey Melchor con su séquito, Tres mulas con angarillas, una carroza adornada, banda de música municipal, batidores con banderas y estrellas, Rey Gaspar con su séquito, tres mulas con angarillas, Banda del Regimiento de Granada con tambores, una carreta adornada, Batidores con banderas y estrellas, Rey Baltasar con su séquito, tres mulas con angarillas, una carreta adornada y cerrando una banda de música. </p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjpN9V_rJqAYd6IiGAhV5J3L_GkR1sbbcppeZV3ydNHW3Op6iAE6Yml9Ps27rtXOb_q5IoloeChOVdNuO2mBcyUaTXYvM8lRz5WjynhabiYJHDZzAIOPls1yO4517dR2n0XDumKpf-95SZveIod6ckkOoaXgvcGO9UFgsDzUGs-zfBAiIGd9RFGL_STTFhg/s775/foto10.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="539" data-original-width="775" height="279" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjpN9V_rJqAYd6IiGAhV5J3L_GkR1sbbcppeZV3ydNHW3Op6iAE6Yml9Ps27rtXOb_q5IoloeChOVdNuO2mBcyUaTXYvM8lRz5WjynhabiYJHDZzAIOPls1yO4517dR2n0XDumKpf-95SZveIod6ckkOoaXgvcGO9UFgsDzUGs-zfBAiIGd9RFGL_STTFhg/w400-h279/foto10.jpg" width="400" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: x-small;">Los Reyes en San Luis. Foto: Ateneo de Sevilla.</span></td></tr></tbody></table><p style="text-align: justify;"></p><p style="text-align: justify;">No deja de tener interés cómo el anónimo cronista de El Liberal alude a que los Reyes visitaban el Hogar de San Fernando (situado en las
inmediaciones de San Leandro por aquel entonces), el Hospicio Provincial
(ahora Conjunto Monumental de San Luis de los Franceses) o el Hospital
de las Cinco Llagas, donde los Reyes entregaban regalos a niños y
enfermos. Se ve, además, que el periodista acompañó como reportero todo el recorrido de la cabalgata, recogiendo anécdotas, impresiones a pie de calle, e incluso cartas a Sus Majestades, algunas de las cuales no nos resistimos a reproducir por su especial gracejo:</p><p style="text-align: justify;"></p><div style="text-align: justify;"><blockquote><p><i>"Señores Reyes: las niñas quieren sillas y costureros y Rafael quiere un libro de cuentos. - Rafael de Alba. Vergara, 5."</i></p><p><i>"Seguimos ahora a paso de tortuga, por el gentío, cada vez mayor. En la plaza de los Terceros la aglomeración es enorme. Aquí son saludados los Magos por una murga, que toca a su paso la Marcha Real, ¡Muy bien!.</i></p><p><i>La calle Bustos Tavera tarda en recorrerla la comitiva más de media hora. En San Marcos le entregan a Baltasar (el negro) un memorial que cae al suelo u recogemos nosotros. Dice así: "Los hombres que hacen esta fiesta son los hombres más buenos de Sevilla.- Un bolchevique".</i></p></blockquote></div><div style="text-align: justify;"><blockquote><i>En calle San Luis le pregunta otro chico a Baltasar si el caballo es suyo. Estuvo graciosísimo el chiquitín. La cabalgata aprieta el paso y se detiene en el Hospicio Provincial".</i></blockquote></div><p></p><p style="text-align: justify;">Los regalos más habituales entonces eran pelotas, juegos de construcción, caballos de cartón, aros, los lujosos soldaditos de plomo y muñecos, juguetes todos que podían adquirirse en diferentes establecimientos sevillanos como el Bazar Español (calle Méndez Nuñez), el Bazar Sevillano (Calle Tetuán), La Fábrica de Juguetes (calle Sierpes, 45), Casa Leoncio Conde (calle Castelar, 2) o el Bazar de la Venera (calle José Gestoso), con especial mención a los muñecos llamados "Pepes" (también "Pepones") que se fabricaban en la calle Lanza cuya publicidad hemos recogido de las páginas de El Liberal:</p><p></p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgoMuLQmmzmD018IMGtpSd1xdhtbC2zCDd12CCBcZf_sGKKPlkYJpZM4AbEJ2hyZ7A7wW8sef8jahmO6g82XEyeHTJKpLSF-oNZZ7nb-P10UizSG6tT1Wgql7T7Dy7gqU3yG47DLi724-gws5nSFPwTnA3E5ilMpN8EKWK6FQaoNb5LanL0kIh7cWU3F6RL/s529/pepe.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="387" data-original-width="529" height="293" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgoMuLQmmzmD018IMGtpSd1xdhtbC2zCDd12CCBcZf_sGKKPlkYJpZM4AbEJ2hyZ7A7wW8sef8jahmO6g82XEyeHTJKpLSF-oNZZ7nb-P10UizSG6tT1Wgql7T7Dy7gqU3yG47DLi724-gws5nSFPwTnA3E5ilMpN8EKWK6FQaoNb5LanL0kIh7cWU3F6RL/w400-h293/pepe.jpg" width="400" /></a></div><br /></div><div style="text-align: justify;"> Tampoco se puede olvidar la faceta gastronómica de la Fiesta de Reyes Magos, en la que las principales confiterías sevillanas competían por brindar sus mejores productos, especialmente con el ya tradicional Rosco de Reyes mejor elaborado. En este sentido, la prensa de la época aludía a negocios como las Confiterías San Lorenzo, La Española, la Pastelería El Buen Gusto o la Pastelería Victoria de la familia Ochoa en calle Sierpes, en cuyos anuncios se aludía a que:</div><p></p><p style="text-align: justify;"></p><div style="text-align: justify;"><blockquote><i>"Elaborará para los días 5 y 6 Roscos de Reyes, todos con "el haba" y entre éstas se pondrán tres monedas de oro de 25 pesetas y trescientas moneditas de plata de cincuenta céntimos."</i></blockquote></div><p></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjOOs4tY8DlGZIsN-CfvSHM0fxwhFODrry9c0skhijhL1LWmiO6O26u7PypzJwbkz2gfPjIdqFEiUi48qg-DZ5mZtPUW-WVpmKXfptUvlkWtXiI6ALux6nQCxCIwaaIlo0nXOKWRn2Jxu4ejaGetSif0tK7USIRm-20_4Keci4bpn9-1OVlZMj_V9vCTlmw/s424/ochoa.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="329" data-original-width="424" height="310" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjOOs4tY8DlGZIsN-CfvSHM0fxwhFODrry9c0skhijhL1LWmiO6O26u7PypzJwbkz2gfPjIdqFEiUi48qg-DZ5mZtPUW-WVpmKXfptUvlkWtXiI6ALux6nQCxCIwaaIlo0nXOKWRn2Jxu4ejaGetSif0tK7USIRm-20_4Keci4bpn9-1OVlZMj_V9vCTlmw/w400-h310/ochoa.jpg" width="400" /></a></div><p style="text-align: justify;"></p><p style="text-align: justify;">Con tanto juguete y tanto rosco, nos hemos olvidado de la Cabalgata. Vayamos a su encuentro. La habíamos dejado en la calle San Luis, ya tras una obligada parada en el antes mencionado Hospicio se dirigía hacia uno de los puntos fuertes de su recorrido, la calle Feria, para luego desembocar en la Campana y desde ahí marchar hacia la Magdalena buscando la Plaza de Toros:<br /></p><p style="text-align: justify;"></p><blockquote><p style="text-align: justify;"><i>"Hemos entrado en la calle Feria. ¿Qué tiene esta calle que tanto luce la cabalgata? La alegría del público se comunica a todos y se aplaude, se grita, se dan vivas, se chicolea a las mujeres, se vuelven locos todos. La mayoría de los balcones lucen colgaduras y vistosas iluminaciones. Como más original citaremos la azotea de la casa número 123, adornadísima y en la que una murga tocaba alegres composiciones.</i></p><p style="text-align: justify;"><i>Desde Omnium Sanctorum a la Cruz Verde hay establecida una feria de juguetes, dulces y golosinas para los chicos. Los vendedores han hecho un gran negocio. Las tabernas del barrio, como en pleno verano, habían sacado a la calle las mesas y el público aguardaba el frío gustosísimo."</i></p></blockquote><p style="text-align: justify;"></p><p style="text-align: justify;">De lo que no cabe duda, leyendo crónicas del momento, es que pese a su
juventud, la comitiva real promovida desde el Ateneo había calado ya muy
hondo en los sevillanos, el recorrido solía terminar en torno a las once de la noche de nuevo en la Plaza de Toros; por cierto, por poner un ejemplo, en 1924 los Reyes Magos estuvieron encarnados por Adolfo
Lama Collado, el pintor Santiago Martínez y el dramaturgo Jacinto
Benavente, y al finalizar la cabalgata, como era costumbre, partieron a
repartir regalos a diferentes hospitales infantiles y centros
sanitarios, <br /></p><p style="text-align: justify;">Como vemos, hace cien años la tarde del 5 de enero se estaba convirtiendo en la víspera de la noche más mágica del año, en la que los "peques" duermen soñando con la fría amanecida del día siguiente y con una puerta que se abre hacia un salón en el que se obra magia en esa mañana de nervios y alegría; será 6 de enero, fiesta de la Epifanía, pero esa, esa ya es otra historia. </p><p style="text-align: justify;">Postdata: si algún oyente o lector desea conocer mejor la historia de la Cabalgata, recomendamos las publicaciones sobre el tema de Vicente Flores Luque o de Enrique Barrero González. <br /></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiyV70UPJfbajSrjGF0k3H_Z3iYsm8KMXK-s_8LovgjJjluh1-Nh693ZFkxRGQLhPAxrsBNGs8NZgJ_reNWofj9T3_Je0_VEOPjEGlyAmOMrNcHMgMbgjMUJ1p6skN7P7UEL8PXlNu4RJsQTlUIiJJOijFPSMZK4yNmGwzJbAV46LG1_4lqkX__RD5bFP-Y/s775/foto11.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="537" data-original-width="775" height="278" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiyV70UPJfbajSrjGF0k3H_Z3iYsm8KMXK-s_8LovgjJjluh1-Nh693ZFkxRGQLhPAxrsBNGs8NZgJ_reNWofj9T3_Je0_VEOPjEGlyAmOMrNcHMgMbgjMUJ1p6skN7P7UEL8PXlNu4RJsQTlUIiJJOijFPSMZK4yNmGwzJbAV46LG1_4lqkX__RD5bFP-Y/w400-h278/foto11.jpg" width="400" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: x-small;">Foto: Ateneo de Sevilla.</span></td></tr></tbody></table>Manolo Sousahttp://www.blogger.com/profile/07206131230409309784noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6459960962905345182.post-88614225241052723462023-12-18T10:49:00.001+01:002023-12-18T10:49:08.720+01:00Sevilla, Navidad 1887.<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="200" loading="lazy" scrolling="no" src="https://www.ivoox.com/player_ej_121255839_6_1.html?c1=364c6a" width="100%"></iframe><p style="text-align: justify;">En esta semana previa a la celebración de las Pascuas de Navidad, ya con sonido de fondo de villancicos y visitas a belenes, vamos a centrarnos en una curiosa revista que publicó sus primeros números en el siglo XIX y en cómo plasmó estas fechas tan tradicionales a través de sus páginas; pero como siempre, vayamos por partes. </p><p style="text-align: justify;">En un antiguo callejón perpendicular a la calle Moratín, no lejos de la calle Zaragoza, comenzó todo. Allí, en el siglo XVII, se ubicó la sede gremial y el hospital de los Cómitres, o lo que es lo mismo, de los capitanes de la mar, de ahí que durante años aquella zona se llamase Plaza de los Cómitres o Barrera de los Cómitres, pasando a llamarse de Tirso de Molina en el siglo XIX en honor al escritor mercedario autor del Burlador de Sevilla, germen del Tenorio. Por aquellas fechas, fallecido prematuramente Alfonso XII en 1885, ocupando la regencia su viuda María Cristina y en un momento en el que las revistas satíricas gozaban de gran aceptación, se estableció la redacción de una, cuyos ejemplares nos han llegado en préstamo de manos de un buen amigo y mejor seguidor del noble arte de Gutemberg. </p><p style="text-align: justify;">La revista se llamó "Perecito", seguidora de la estela de otras como "El tío Clarín" y editó su primer número (se publicaba los domingos) en la Imprenta de Gironés y Orduña (Calle Lagar 3 y 5) el 6 de noviembre de 1887, siendo si director Leoncio Lasso de la Vega; el precio de la suscripción mensual era de cincuenta céntimos, mientras que el número suelto costaba diez, pudiéndose incluso enviar a provincias de ultramar. La redacción de Perecito estaba conformada por una plantilla insultantemente joven, ya que, como ha estudiado Jesús Carlos Méndez Paguillo, en ella estaban integrados, por poner un ejemplo, los hermanos utreranos Joaquín y Serafín Álvarez Quintero, que contaban a la sazón cada uno quince y diecisiete años de edad respectivamente, junto con otros autores como Manuel Cano y Cueto, Luis Montoto, Benito Más y Prat o Mercedes de Velilla, por citar algunos. </p><p style="text-align: justify;">En un primer momento careció de ilustraciones, centrándose en la crónica de la ciudad, poemas, artículos e incluso pasatiempos, todo ello en dos humildes pliegos con hojas tamaño folio. La temática de los artículos iba en muchas ocasiones en consonancia con la época del año, de ahí que nos hallamos fijado especialmente en el número del 25 de diciembre de aquel año de 1887, sobre todo porque menciona una costumbre navideña que por entonces tenía mucha presencia y que ahora en nuestros días prácticamente ha desaparecido: el aguinaldo, entendido como especie de donativo o propina que trabajadores de todo tipo solicitaban (usando para ello tarjetas de diverso tipo) y recibían de los ciudadanos. </p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgfCVRl13f0iR_wmjCM6KJ8YV6a6L7uwfUkhOmn9bjk9SaAY0ppQL5UExreDAb4d49YpabDb3UqhFodqA-cFXEHfE7UoNdKfVl-ktSiDCdKPrTQ8QKLJDiOal6WLgC83XsdXxLaLyOMd9zEqBzUUhz_dRKHj25ARMqcJmDVSHZIxkBnC3wzPDeKujHAqgBW/s640/Ilustraci%C3%B3n-de-Daniel-Perea-para-la-revista-%E2%80%98La-Ilustraci%C3%B3n-Espa%C3%B1ola-y-Americana%E2%80%99-del-22-de-diciembre-de-1875..jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="415" data-original-width="640" height="260" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgfCVRl13f0iR_wmjCM6KJ8YV6a6L7uwfUkhOmn9bjk9SaAY0ppQL5UExreDAb4d49YpabDb3UqhFodqA-cFXEHfE7UoNdKfVl-ktSiDCdKPrTQ8QKLJDiOal6WLgC83XsdXxLaLyOMd9zEqBzUUhz_dRKHj25ARMqcJmDVSHZIxkBnC3wzPDeKujHAqgBW/w400-h260/Ilustraci%C3%B3n-de-Daniel-Perea-para-la-revista-%E2%80%98La-Ilustraci%C3%B3n-Espa%C3%B1ola-y-Americana%E2%80%99-del-22-de-diciembre-de-1875..jpg" width="400" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: x-small;">Daniel Perea: Navidad. Ilustración para la Revista "La Ilustración Española". 1875<br /><br /></span></td></tr></tbody></table><p style="text-align: justify;">"Perecito" daba su particular opinión sobre este tema: </p><p style="text-align: justify;"></p><blockquote><p style="text-align: justify;"><i>"La petición de aguinaldos va siendo realmente insoportable. Todo el mundo se cree con derecho a pordiosear con motivo de las Pascuas. Serenos, municipales, guardas, carabineros del muelle, repartidores de periódicos, carteros, aguadores, fontaneros, etc, etc,, os acosarán con sus injustificadas peticiones. Los unos en prosa, en versos chistosísimos los otros; ello es que se da el "sablazo", y, lo que es más triste, se recibe con resignación. </i></p><p style="text-align: justify;"><i>Pero hay un modo eficaz de parar los golpes: contra el vicio de pedir hay la virtud de no dar. Y decir claro que no, a todo el que merezca las atenciones que solicita".</i></p></blockquote><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiTQSxif1q7VEm49Fw52TGzZyuqMhkzPV-Gh9jKwdsqNqrnFZz0IQjnbWV7sKqpHtP1Q4eiZJgYBFD5_3EkhisVPLeuhBeneN1baaS3VE6rKZbck9H1OaqaxbdDapAi0Zgbn__TO2flSBZ1Zv2CmuCx-zCKgvhpB4wHgpPbuAhd7A1cwpvCE3WS_mRc8ZfL/s663/loteria.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="383" data-original-width="663" height="231" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiTQSxif1q7VEm49Fw52TGzZyuqMhkzPV-Gh9jKwdsqNqrnFZz0IQjnbWV7sKqpHtP1Q4eiZJgYBFD5_3EkhisVPLeuhBeneN1baaS3VE6rKZbck9H1OaqaxbdDapAi0Zgbn__TO2flSBZ1Zv2CmuCx-zCKgvhpB4wHgpPbuAhd7A1cwpvCE3WS_mRc8ZfL/w400-h231/loteria.jpg" width="400" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"></td></tr></tbody></table><p><span style="text-align: justify;">Otra tradición ya indispensable y popular era el jugar al sorteo de la Lotería de Navidad, que como se sabe, inició su andadura en Cádiz allá por diciembre de 1812. En aquella primera edición el billete costó cuarenta reales, el sorteo se celebró el 18 de diciembre (festividad de la Esperanza, no fue mala fecha) y el número agraciado resultó ser el 03604 con un premio de cuatro mil pesetas, nada menos. En la redacción de "Perecito" tenían su propia opinión, ciertamente pesimista, sobre este sorteo extraordinario, que ya por entonces movía miles de reales y tenía "enganchados" a muchos sevillanos: </span></p><p style="text-align: justify;"></p><blockquote><p style="text-align: justify;"><i>"Ya se pasó el susto del premio gordo de la lotería. Por esta vez los sevillanos se han quedado en el aire haciendo castillos de risueñas ilusiones. La loca fortuna les ha vuelto las espaldas, dejándolos con un palmo de narices. </i></p><p style="text-align: justify;"><i>Los aficionados incorregibles suspiran y dicen "a otra"; y los que juegan por jugar, siguen perdiendo pesetas en el juego de azar lícito, en el mantenido y fomentado por Gobiernos sin gobierno. </i></p><p style="text-align: justify;"><i>Así los pobres viven en la mayor miseria; los agricultores, industriales y comerciantes se arruinan, y todos se quejan y nadie encuentra el remedio. Y es que el remedio no es cosa de juego, sino de formalidad y trabajo, no de engaños y robos". </i></p></blockquote><p style="text-align: justify;"><span style="text-align: justify;">Como detalle anecdótico, en aquel año el Gordo cayó íntegramente en Madrid con el número 24.566. </span>En estos días actuales en los que las calles céntricas de Sevilla aparecen atestadas de público en busca de compras navideñas o simplemente de pasear admirando la iluminación propia de estas jornadas, "Perecito" publicó del mismo modo cómo era eso de pasar las Pascuas: </p><p style="text-align: justify;"></p><blockquote><p style="text-align: justify;"><i>"Sigue la piadosa costumbre de festejar el nacimiento de Cristo teniendo una Nochebuena por excelencia y unos cuantos días de descanso y regocijo. </i></p><p style="text-align: justify;"><i>Para celebrar el nacimiento del que nos trajo la vida, nada más propio que atracarse de todo género de golosinas y alegrarse a costa de los barriles, y hacer una carnicería de cebados y pavos. </i></p><p style="text-align: justify;"><i>Entre col y col, entre frutas y mazapanes, entre los pavos y dulces, suenen las zambombas y las panderetas, vengan las coplitas al Niño, hablen por los codos, ríanse hasta más no poder, y eche usted aguardiente que no se derrame, en señal de alegría y para entrar en calor, y en recuerdo al Dios de la gula. </i></p><p style="text-align: justify;"><i>Así se compaginan Sancho Panza y Don Quijote."</i></p></blockquote><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiSYmR-UHQ7AdSVIFZzeO8PeyuuZnLZOWlsXv40shjBBoOFgvNqoUI-F6-kM-K401C_mHp6QG3-HRmUmowGrQGuEZKXO1b1sXx1CR_vN0hP9nsqls_yYhuJZSwX9ixabG0RMIXaacmeZU-YYt7a-iH9HzyqpV9yay9lLGaCkeQqY_vCPO9HwU7MaLnw2Rb1/s497/Istmo.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="497" data-original-width="466" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiSYmR-UHQ7AdSVIFZzeO8PeyuuZnLZOWlsXv40shjBBoOFgvNqoUI-F6-kM-K401C_mHp6QG3-HRmUmowGrQGuEZKXO1b1sXx1CR_vN0hP9nsqls_yYhuJZSwX9ixabG0RMIXaacmeZU-YYt7a-iH9HzyqpV9yay9lLGaCkeQqY_vCPO9HwU7MaLnw2Rb1/w375-h400/Istmo.jpg" width="375" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: x-small;">Anuncio de 1877.</span></td></tr></tbody></table><p> <span style="text-align: justify;">Por último, para no cansar en demasía al oyente o lector, mencionar que gracias a unos curiosos versos de Serafín Álvarez Quintero podemos conocer cómo en la antigua calle de Alcuceros, ahora calle Córdoba, se establecía en aquellos años uno de los epicentros de las compras navideñas, pues en ella vendedores ambulantes ofrecían tortas, pestiños, corrucos, confites, piñonates o mazapanes, sin contar con la "fauna" habitual de sablistas, haraganes, piropeadores, borrachuzos, algunos en torno al célebre establecimiento "El Istmo", Gran Almacén de Víveres, en lo que sería todo un cuadro costumbrista que finaliza así:</span></p><p></p><blockquote><div style="text-align: left;"><i>"Ofrece, señores, <br /></i><i>La calle Alcuceros<br /></i><i>un golpe de vista<br /></i><i>que no lo hay mejor.<br /></i><i>desde que por calle<br /></i><i>Lineros entramos<br /></i><i>hasta que salimos<br /></i><i>por el Salvador."</i></div></blockquote><p></p><p style="text-align: justify;"></p><div style="text-align: left;"><div style="text-align: left;"><span style="background-color: #eef4ff; color: #222222; font-family: Georgia, Utopia, "Palatino Linotype", Palatino, serif; font-size: 15.4px; text-align: justify;">La revista satírico literaria"Perecito" alcanzó gran popularidad pero, cosas de aquellas calendas, sólo perduró dos años, dejando paso a otras revistas en las que se integraron muchos de sus colaboradores, pero esa, es ya es otra historia. </span></div><div style="text-align: left;"><span style="background-color: #eef4ff; color: #222222; font-family: Georgia, Utopia, "Palatino Linotype", Palatino, serif; font-size: 15.4px; text-align: justify;"><br /></span></div><span style="background-color: #eef4ff; color: #222222; font-family: Georgia, Utopia, "Palatino Linotype", Palatino, serif; font-size: 15.4px; text-align: justify;"><div style="text-align: left;">Llegado este punto, y antes de finalizar, aprovechamos para desear a los pacientes lectores de este humilde blog unas Felices Pascuas y que el Niño Dios nazca en nuestros corazones.</div><div style="text-align: left;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjrgxi_Fd5yT_zNNMMiP6c7WPu0u8KlcNBIF1wCgpPAH3dA57RPdSy0wMnlAp9MhH2Am7TEjfsbOZjhHSZiRVOJLU6Va-WFOR9R5kItHfYroMj44lb2lkAC6BqzNrr2quP3Y3HVnWScK8qjq8b9Iy5lpEvRoJwEIkhiKP35nUAwOHRKKRlDPWErvSxusSbk/s4000/IMG20231203095948.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="4000" data-original-width="3000" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjrgxi_Fd5yT_zNNMMiP6c7WPu0u8KlcNBIF1wCgpPAH3dA57RPdSy0wMnlAp9MhH2Am7TEjfsbOZjhHSZiRVOJLU6Va-WFOR9R5kItHfYroMj44lb2lkAC6BqzNrr2quP3Y3HVnWScK8qjq8b9Iy5lpEvRoJwEIkhiKP35nUAwOHRKKRlDPWErvSxusSbk/w300-h400/IMG20231203095948.jpg" width="300" /></a></div><br /><div style="text-align: left;"><br /></div></span></div>Manolo Sousahttp://www.blogger.com/profile/07206131230409309784noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6459960962905345182.post-48204004610608139362023-12-11T12:05:00.003+01:002023-12-11T12:05:46.011+01:00Redes.<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="200" loading="lazy" scrolling="no" src="https://www.ivoox.com/player_ej_120879176_6_1.html?c1=364c6a" width="100%"></iframe><p style="text-align: justify;">No, no vamos a hablar en esta ocasión de cuestiones relacionadas con el ciberespacio o las redes sociales, sino que nos vamos a trasladar a un antiguo barrio de Sevilla, para conocer mejor una calle que sólo con su propio nombre nos indica quienes eran sus habitantes, y que incluso, con el paso de los años, fue sede de una supuesta congregación religiosa que se declaró contraria al Vaticano; pero como siempre, vayamos por partes.</p><p style="text-align: justify;">Entre las calles Alfonso XII y Baños, cruzada por la de Alfaqueque, no lejos de la Puerta Real y del barrio de los Humeros, la calle Redes, larga, recta y no muy ancha, parece que no ha cambiado de nombre en ningún momento, pues ya a comienzos del siglo XV recibía ese apelativo, relacionado sin duda con las gentes del río y sus aparejos de pesca, no en vano muy cerca de allí estaba el barrio de los Humeros, habitado por población dedicada a vivir de todo aquello que podía extraerse del Guadalquivir.</p><p style="text-align: justify;">Curiosamente, el nombre de la calle fue poco a poco abreviándose. "corrompiéndose" afirma el Diccionario de las Calles de Sevilla, hasta quedar convertida en la calle Res o Rez, tal como queda recogida en el conocido plano de Olavide en 1771 y como aparece todavía en 1932 en la publicidad de cierta Guía Nocturna, donde se recoge que existían "Camas Lujosas, todo confort en el número 13 de la calle Res, muy recomendadas por su distinción absoluta, agua corriente y todo confort". Sobran las palabras. </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhIT6KLUkpwF5avPAztUIv6wXLa42W7Pv4tHIlEU56lYS3ADYRwnnRu5FgeHIUaFoERkZyhoLbb6iaS73AM5VbYsNHSiy6PoH8Bk9exG8tEl6Nqsk0RLjNO2cL3KOu0SxqN7edUeE9sWdy8r5gfrrDkDDDlakLmrfadhcmW4eBJ1uYyxfFOkGTJuBUHYvIu/s506/Anuncio%20Redes.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="253" data-original-width="506" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhIT6KLUkpwF5avPAztUIv6wXLa42W7Pv4tHIlEU56lYS3ADYRwnnRu5FgeHIUaFoERkZyhoLbb6iaS73AM5VbYsNHSiy6PoH8Bk9exG8tEl6Nqsk0RLjNO2cL3KOu0SxqN7edUeE9sWdy8r5gfrrDkDDDlakLmrfadhcmW4eBJ1uYyxfFOkGTJuBUHYvIu/w400-h200/Anuncio%20Redes.jpg" width="400" /></a></div><p style="text-align: justify;">Con posterioridad, en torno a 1930, la calle se llamó del Marqués de Valencina, para recuperar su nombre original, Redes, en 1946. En el siglo XVI contó con una callejuela hoy desaparecida, cercana a la Puerta Real y en el siglo XIX se conformó la plaza o plazuela del Carmen, actual del Duque de Veragua, en honor al descendiente de Cristóbal Colón que hizo posible el traslado de los restos del Almirante a la Catedral de Sevilla hasta su actual sepultura. </p><p style="text-align: justify;">José Gestoso indica que en esta calle vivió en 1444 Pedro García, de profesión músico intérprete de cítola, o lo que es lo mismo, citolero, y también el pintor Pedro González en 1484, en casas del cabildo de la catedral, aunque con posterioridad se mudó a la collación de San Nicolás. </p><p style="text-align: justify;">Ilustre vecino de la calle, según el escritor, cervantista e investigador ursaonense Francisco Rodríguez Marín habría sido el escritor Mateo Alemán, autor de la célebre novela picaresca Guzmán de Alfarache; en concreto, el nombre de esta calle aparece en un documento notarial por el cual el novelista bautizado en la Colegial del Salvador da poder a Domingo García y a las doncellas Gregoria Bolante y María Calderón para que puedan alquilar en su nombre unas casas que poseía de por vida en dicha calle; la fecha del protocolo, junio de 1607, tiene la particularidad de ser inmediatamente anterior a la marcha del escritor (y Hermano Mayor de la cofradía del Silencio) a Nueva España, donde buscará mejor fortuna y donde le sorprenderá la muerte en 1614 y en la más absoluta indigencia, tal como comentamos en otra <a href="https://www.blog.hispalensia.com/2022/03/hermano-mayor.html" target="_blank">ocasión.</a></p><p style="text-align: justify;">No tan famoso ni reconocido será otro vecino de la calle, éste apodado "Balazo", que a comienzos del siglo XIX se significó como firme partidario de las tropas napoleónicas asentadas en Sevilla, traicionando a quienes se posicionaban dentro del movimiento de resistencia contra la ocupación gala; junto a otro compinche de similar ralea, de apellido Ariza, pudieron huir por la Puerta Real durante la expulsión de las fuerzas francesas en agosto de 1812, aunque finalmente "Balazo" fue capturado y fusilado por traidor a su patria en el sitio conocido como el Salitre, no lejos de la Puerta Osario. </p><p style="text-align: justify;">Adoquinada en 1898 y de carácter eminentemente popular por la zona en la que estuvo y está enclavada, la calle Redes poseyó un cuartel (vinculado quizá al cercano del Carmen), fábricas con hornos de ladrillos, algún negocio relacionado con la prostitución (como ya hemos visto) y en el número 37 el llamado Corral de las Armas, sin olvidar que durante cierto tiempo y en el número 20 de la calle tuvieron sus casas los miembros de la controvertida Orden de los Carmelitas de la Santa Faz, fundada a raíz de las supuestas apariciones marianas registradas en el Palmar de Troya (nunca reconocidas por la Diócesis Hispalense entonces en manos del cardenal Bueno Monreal) y que tuvo en sus inicios como cabeza visible a Clemente Domínguez, quien en 1978, tras la muerte de Pablo VI se autoproclamó Papa con el nombre de Gregorio XVII; pero esa, esa ya es otra historia. </p>Manolo Sousahttp://www.blogger.com/profile/07206131230409309784noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6459960962905345182.post-76538820804506408382023-12-04T11:21:00.003+01:002023-12-04T11:21:49.436+01:00El Arzobispo y los Seises.<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="200" loading="lazy" scrolling="no" src="https://www.ivoox.com/player_ej_120504659_6_1.html?c1=364c6a" width="100%"></iframe><p style="text-align: justify;">Ahora que se acercan las fechas de celebración de la solemnidad de la Inmaculada, con el tradicional baile de los Seises en su Octava de la Catedral, no estaría de más comentar cómo debido al poderoso influjo de un arzobispo estos niños y sus danzas estuvieron a punto de desaparecer en el siglo XVIII; pero como siempre, vayamos por partes. </p><p style="text-align: justify;">Simón de la Rosa y López, allá por 1904, publicó un interesante y extenso volumen sobre la historia de los Seises y en un ejercicio de sinceridad, destacó que no era empresa fácil descubrir el origen de esta danza, pues se consideraba que los Seises bailaban desde tiempos inmemoriales. Las primera noticias documentales sobre ellos datan de 1508, aunque su origen podría ser de mucha mayor antigüedad, pese a que este autor sostiene que sus comienzos no deberían estar en danzas profanas, sino en otras de carácter religioso. Vinculados al colegio de San Miguel, situado en la actual Avenida de la Constitución, todavía existe una puerta catedralicia que conserva ese nombre en recuerdo al centro educativo en el que durante siglos los mozos de coro recibían formación. </p><p style="text-align: justify;">Desde sus comienzos, bailan sin el clásico tamboril, señal de no proceder de bailes populares, y además, no había participación femenina, algo que por entonces era frecuente en danzas populares hasta que en 1699 se prohibe la presencia de mujeres en los bailes. Al principio vestirían como ángeles y danzarían ya delante del Santísimo durante la procesión del Corpus Christi, llevando zaragüelles, sayo sin mangas y jubón con alas doradas, más borceguíes con polainas. No llevaban máscara y la cabeza iba coronada con una guirnalda de flores contrahechas. </p><p style="text-align: justify;">En el Corpus de 1564 se suprimen las guirnaldas; los niños aparecieron llevando lujosas gorras de damasco o sombreros de raso carmesí con vistosas plumas y lujosos caireles dorados. Por cierto, las castañuelas características aún no habían hecho acto de presencia en las manos de los Seises, será más adelante cuando pasen a formar parte del sonido peculiar de estas danzas. <br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgic30qJlQYR_aBoU8jW8MckIUEWBgFDKqd1sVadsCFtnaX70yXF1uq4OG5SbffHJquqjCBMdiEUBMvFdS0CIqmgZi8BHAWtqe5q8be1hIBJmdz7Wx3DEum7V6AHXSh9mbR11pVKUtsz5gxbXhBQ4A8_p59-cXBq8R_TB7AXJHjSO9Xmrpr8Q8H3IKWpjvW/s900/Seise_de_azul_para_la_Inmaculada.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="900" data-original-width="609" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgic30qJlQYR_aBoU8jW8MckIUEWBgFDKqd1sVadsCFtnaX70yXF1uq4OG5SbffHJquqjCBMdiEUBMvFdS0CIqmgZi8BHAWtqe5q8be1hIBJmdz7Wx3DEum7V6AHXSh9mbR11pVKUtsz5gxbXhBQ4A8_p59-cXBq8R_TB7AXJHjSO9Xmrpr8Q8H3IKWpjvW/w271-h400/Seise_de_azul_para_la_Inmaculada.jpg" width="271" /></a></div><p style="text-align: justify;">La leyenda popular siempre ha considerado que el Santo Padre concedió a la iglesia sevillana el privilegio del uso de esos sombreros (llamados entonces "capeletes" por ser de copa alta) y que los seises bailasen cubiertos con ellos ante el Santísimo con la condición de que ese permiso especial duraría lo que durasen los trajes de entonces, por lo que se tuvo la astuta idea de ir renovándolos por piezas cada año y así no dar fin al privilegio papal. </p><p style="text-align: justify;">A fines del siglo XVII, era Arzobispo de Sevilla el aragonés Jaime de Palafox y Cardona, hombre recio y de gran carácter según los cronistas de la época, quien impulsó las obras del Hospital de Venerables Sacerdotes, realizó importantes mejoras en el palacio arzobispal y difundió la devoción a Santa Rosalía, promoviendo la fundación del convento del mismo nombre y donando un hermoso busto de plata de dicha santa que se conserva en la catedral. Además, y esto es lo que nos interesa, emprendió una feroz campaña para eliminar las danzas del el Corpus, buscando una mayor severidad en el cortejo, por considerar que era blasfemo bailar en presencia de Jesús Sacramentado. </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj1IAS419VUQfKAjZRbDmJIcpVRBxFlhRM2NE82PIx_-rd8lt4t2F6HilGvHN1FkTg4O-SJL3PFmHum1jsqH7dNdjjyUIcTZyddpcDxTJCO_zgBeNTxcdNYgZQpX7KNATYXW_ZJ2k2egV6gNb3A_FupOUUBYwnIMadLtxAD751XTWwQPqIpwXM0DNhJN6Hp/s1155/Jaime_de_Palafox_y_Cardona_(1642-1701),_arzobispo_de_Sevilla_y_de_Palermo.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1155" data-original-width="800" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj1IAS419VUQfKAjZRbDmJIcpVRBxFlhRM2NE82PIx_-rd8lt4t2F6HilGvHN1FkTg4O-SJL3PFmHum1jsqH7dNdjjyUIcTZyddpcDxTJCO_zgBeNTxcdNYgZQpX7KNATYXW_ZJ2k2egV6gNb3A_FupOUUBYwnIMadLtxAD751XTWwQPqIpwXM0DNhJN6Hp/w278-h400/Jaime_de_Palafox_y_Cardona_(1642-1701),_arzobispo_de_Sevilla_y_de_Palermo.jpg" width="278" /></a></div><p style="text-align: justify;">El suceso, muy sonado y que tuvo su punto álgido en la procesión del Corpus de 1690, de la que hablamos en otra <a href="https://www.blog.hispalensia.com/2022/06/corpus-coros-y-danzas.html" target="_blank">ocasión</a>, trajo consigo la pugna, en forma de pleitos, entre Palafox y los
defensores de las danzas de manera constante, llegando el enfrentamiento a
adquirir tintes algo más que preocupantes cuando, la noche del 3 de
octubre de 1692, el prelado salvó la vida tras un atentado fallido
contra su persona, ya que junto al confesionario que habitualmente usaba
en la parroquia del Sagrario fue descubierto:</p><div style="text-align: justify;"><blockquote><i>"un
barril relleno de pólvora, cohetes, paños embreados, trozos de tea y
otros combustibles puestos en comunicación con la misma puerta por medio
de una larga cuerda untada de alquitrán, que salía a la parte exterior
por debajo del quicio para servir de mecha".</i></blockquote></div><p style="text-align: justify;">Por su parte, el Cabildo de la Catedral defendió siempre el uso tradicional de los Seises, llegó hasta Roma e incluso se cuenta que el propio Papa fue testigo de cómo eran los pasos de baile de los niños danzantes al ser llevados hasta Roma, con su maestro de capilla al frente, en un barco fletado por los propios canónigos de la catedral hispalense. El Santo Padre, impresionado por la inocencia y belleza de la danza, mandó sobreseer el caso, declarar que era lícita y que nadie osase a suprimir tan inmemorial costumbre, cuyas raíces se hunden en el ceremonial catedralicio. Como detalle, desde 1655 los Seises actuaban también en la Octava posterior a la festividad de la Inmaculada. </p><p style="text-align: justify;">Sin embargo, pese a todo, a Palafox parece que "le iba la marcha", pues volvió a la carga, en esta ocasión por con la excusa del uso del color azul en los ornamentos litúrgicos en la festividad de la Inmaculada y alegando que era incorrecto y arbitrario, contrario a la normativa litúrgica romana. Los canónigos de la hispalense, curtidos ya en mil batallas legales y acostumbrados a litigar contra su prelado (a quien apodaron "el arzobispo de los cien pleitos"), mandaron a Roma una muestra del color azul usado en los ternos litúrgicos catedralicios para que la Sagrada Congregación dictaminase su idoneidad, e incluso, como el propio Palafox alegase que esa tela no era auténtica, enviaron una casulla de color azul. Finalmente, tras muchos dimes y diretes, el pleito quedó fallado en favor de los canónigos sevillanos, declarándose legítimo el uso del color azul el 8 de diciembre, uso que ha pervivido hasta nuestros días.</p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiby0W557vrX9uvQEjZs-BKuxa7U4OHVdAPMz7nZyhm5x899Ff4BSLPARcn9Du5UfpUAb5RxiDdgUdj4bFwJIDhgdWET78O2rGM3fe4ajjA1qkQgTGU_5DXBatwpUzSGZprr5oErEmzo-AyNJNOATXNgaCgZedVz2AJXnd_EMq2wDy-DcBIaa5PcON9P6C_/s4000/IMG20231202183928.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="4000" data-original-width="3000" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiby0W557vrX9uvQEjZs-BKuxa7U4OHVdAPMz7nZyhm5x899Ff4BSLPARcn9Du5UfpUAb5RxiDdgUdj4bFwJIDhgdWET78O2rGM3fe4ajjA1qkQgTGU_5DXBatwpUzSGZprr5oErEmzo-AyNJNOATXNgaCgZedVz2AJXnd_EMq2wDy-DcBIaa5PcON9P6C_/w300-h400/IMG20231202183928.jpg" width="300" /></a></div><p style="text-align: justify;">Gracias a esto, y como muestra de la devoción a María Inmaculada, casullas y dalmáticas pudieron ostentar ese color azul, los Seises ataviarse así, una bandera celeste y blanca ondea desde la Giralda a partir del ocho de diciembre, e incluso podemos contemplar ese color en sayas y mantos con los que se visten muchas imágenes de la Virgen María, para disfrute de sus devotos y, suponemos, disgusto de Palafox; pero esa, esa ya es otra historia.</p>Manolo Sousahttp://www.blogger.com/profile/07206131230409309784noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-6459960962905345182.post-51845926820439209802023-11-27T10:54:00.001+01:002023-11-27T10:54:22.755+01:001626 o el "Año del Diluvio".<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="200" loading="lazy" scrolling="no" src="https://www.ivoox.com/player_ej_120116219_6_1.html?c1=364c6a" width="100%"></iframe><p style="text-align: justify;"><i>No para de llover torrencialmente desde el martes. Refugiada la población en sus casas, casi toda actividad ha cesado. Las calles aparecen solitarias y silenciosas, de no ser por sonido del agua repiqueteando en aleros y charcos. El cabildo de la
ciudad, por vía de urgencia, ha decidido sellar los husillos como medida
precautoria así como calafatear las puertas que dan al Arenal, o sea,
al Río, a fin de que, junto con las murallas, sirvan una vez más como
eficaz muro de contención ante la inevitable riada que se avecina. Sin
embargo el sábado 23 de enero, a eso de la medianoche, el Guadalquivir,
alimentado por las aguas caídas en la sierra y las nieves derretidas por
el temporal, embiste literal y ferozmente contra la ciudad con gran
violencia, logra reventar la Puerta del Arenal, con débiles defensas. Tras vencer este exiguo obstáculo se extiende desde ahí por la antigua
calle de la Mar y a la de Harinas, en cuyas posadas dicen que la gente sale flotando en sus camas, a la zona de la Punta del Diamante, y de ahí a la
Catedral, anegando todo los que encuentra a su paso, desde la Puerta de
Jerez hasta la Macarena. Ni siquiera la Plaza de San Francisco se libra. Es una catástrofe de proporciones bíblica, un
desastre sin parangón que afectará a dos terceras partes de la ciudad.
Es 1626. El Año del Diluvio.</i></p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiR1extQ5HM7lq8UsutwSZ63JITozgKgG50L19DUHeUAH5E0vXK0djS9SVr_T3xvzf6O5-29FElVu6OFwC8CUuX_0M3KUEsjg7PJ8Dw97oeZlHSeMeYtle_vDRYSnUzjiq1d84Xq1AvonHAA5zIQH5ceo9oH0dW-ymYkPWz669OdTjjG_CHlueYJtVk7C3Y/s2816/DSCI0842.JPG" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2112" data-original-width="2816" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiR1extQ5HM7lq8UsutwSZ63JITozgKgG50L19DUHeUAH5E0vXK0djS9SVr_T3xvzf6O5-29FElVu6OFwC8CUuX_0M3KUEsjg7PJ8Dw97oeZlHSeMeYtle_vDRYSnUzjiq1d84Xq1AvonHAA5zIQH5ceo9oH0dW-ymYkPWz669OdTjjG_CHlueYJtVk7C3Y/w400-h300/DSCI0842.JPG" width="400" /></a></div><p></p><p style="text-align: justify;">Estando en tiempos de sequía, no vendría mal, para conjurar la llegada de nubes y chubascos, recordar cierta ocasión en que Sevilla soportó tal cantidad de aguas torrenciales que cronistas y relatores dejaron constancia de ello en unas fechas en las que la población temió, literalmente, que el mundo tocaba a su fin; pero como siempre, vayamos por partes. </p><p style="text-align: justify;">En aquel año ostentaba el trono de las Españas y las Indias su Católica Majestad el rey Felipe IV, contando con el Conde Duque de Olivares como Valido, quien intentará, al menos, reformar cuestiones como la moral pública, la hacienda o las siempre complicadas relaciones internacionales con otras potencias europeas, como Francia o Inglaterra. El oro y la plata americanos seguían fluyendo hacia Sevilla pero, todo hay que decirlo, marchaba casi inmediatamente para ser destinado al pago de inmensas deudas estatales por guerras y conflictos armados, sin olvidar que las flotas de Indias eran constantemente hostigadas por corsarios y piratas holandeses o británicos. Son tiempos complicados, llenos de incertidumbre. </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhiaINbChAmPebKbPaLtT-CyZVhdHXNj5a0A7Ej6A3L2qNcLQdOBnPEplJeVYtle8iisKcss-StXq8hAG_PUg6drNLhJfS9-DoJ7GzJNSPhpN49BYaWJBVI2dzTwYLbIIKSvAVU2dNu9zcdanMuNk3pcbE4mtgW3moYMUHb0cn5mqrNKCB6Dg581_RctoTl/s1600/05%201660.jpeg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="960" data-original-width="1600" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhiaINbChAmPebKbPaLtT-CyZVhdHXNj5a0A7Ej6A3L2qNcLQdOBnPEplJeVYtle8iisKcss-StXq8hAG_PUg6drNLhJfS9-DoJ7GzJNSPhpN49BYaWJBVI2dzTwYLbIIKSvAVU2dNu9zcdanMuNk3pcbE4mtgW3moYMUHb0cn5mqrNKCB6Dg581_RctoTl/w400-h240/05%201660.jpeg" width="400" /></a></div><p style="text-align: justify;"></p><p style="text-align: justify;"></p><p style="text-align: justify;"></p><p style="text-align: justify;">Un anónimo cronista de aquellos días aciagos de enero de 1626, en un documento descubierto por el profesor Francisco Zamora Rodríguez, afirma: "Dios ha días que está resuelto en castigarnos". Las consecuencias de la inundación son inabarcables; iglesias y conventos tocan sus campanas pidiendo auxilio como si llegara el juicio final, quedan abandonadas más de ocho mil casas que han de ser desalojadas desde las ventanas superiores y sus moradores rescatados en barcos. Otras puertas del perímetro amurallado hispalense corrieron mejor suerte, como las de la Macarena, la de la Carne o la del Sol, pero el agua, cercando por completo la ciudad inexorablemente, alcanzó el Prado de Santa Justa y se unió al arroyo Tagarete, sufriendo las consecuencias la feligresías de San Roque y San Bernardo y el convento de San Agustín. En Triana, el nivel del agua se elevó hasta alcanzar el altar mayor de la parroquia de Santa Ana (en cuya torre algunos encontraron refugio) y el Castillo de San Jorge quedó anegado, teniendo en cuenta que su zonas más bajas quedaban por debajo del nivel del propio río. </p><p style="text-align: justify;">Mención aparte merece el caso de la Cartuja de Santa María de las Cuevas<span style="font-size: small;">, donde </span><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: small;">ante
las tremendas inundaciones provocadas por el Guadalquivir, el Prior
Diego de Güelvar ordenó de manera imperiosa el traslado de una parte de
la comunidad monacal a tierras más altas, a una finca de propiedad
cartujana situada en Tomares, mientras que otra parte se distribuiría
por otras cartujas andaluzas a la espera de que bajase el nivel de las aguas. </span></span></p><p style="text-align: justify;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: small;"></span></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span face="Arial, sans-serif"><span style="font-size: small;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh1pwI50mvxeoIxttmo0hk4QKC25V1CNYBNtxwoNiD_XGrj17EB6grd5cAHFFphOdIHngJniroYn4RQOnWpxsfdnIa2b4ukOnEo6lXOf8Anp2zUGV9wJWU5_hmkURERFofhRJRiJRzv-bVbYnDXXDkuIDgAf8AIJtEang9MbZvBoHx6NnJ-Af1LyHgSBheq/s1600/03%20Sevilla%201617.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="342" data-original-width="1600" height="85" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh1pwI50mvxeoIxttmo0hk4QKC25V1CNYBNtxwoNiD_XGrj17EB6grd5cAHFFphOdIHngJniroYn4RQOnWpxsfdnIa2b4ukOnEo6lXOf8Anp2zUGV9wJWU5_hmkURERFofhRJRiJRzv-bVbYnDXXDkuIDgAf8AIJtEang9MbZvBoHx6NnJ-Af1LyHgSBheq/w400-h85/03%20Sevilla%201617.jpg" width="400" /></a></span></span></div><p></p><p style="text-align: justify;">Hubo sucesos y sucedidos de lo más insólito, así lo contaba el escritor Rodrigo Caro por carta a su buen amigo Francisco de Quevedo: </p><p style="text-align: justify;"></p><blockquote><i>"Viéronse casos muy lastimosos y extraordinarios. Parieron dos mujeres o malparieron en la iglesia mayor, y otras dos en el colegio de frailes victorios, que allí se habían recogido. Pescáronse anguilas y albures en algunas calles, viéronse gatos y ratones juntos en los tejados y azoteas sin ofenderse, arrojábanse las señoras y doncellas a los barcos desde las ventanas sin cuidarse de su honestidad y otras daban voces pidiendo de comer y llamando a los barcos que las socorriesen. Era cosa lastimosa mirar la ciudad inundada, viendo las casas solas y abiertas, aullando los perros tristemente, otras caídas encima de sus habitadores".</i></blockquote><p></p><p style="text-align: justify;">Los daños fueron enormes, se perdieron cargamentos enteros que iban o
venían de las Indias, podían verse flotar en el río bultos, mercancías y pertrechos:</p><p style="text-align: justify;"><i></i></p><blockquote><i>"Nunca el Arenal de Sevilla con la venida reciente de la flota se vio tan rico como en aquesta ocasión. Desde la Torre del Oro hasta la puente, que es un grandísimo trecho, no había sino montes de palo de Brasil, de cajas de azúcar, de infinidad de corambre y de otras mil cosas de valor."</i></blockquote><p></p><p style="text-align: justify;">La falta de materias primas trajo consigo una inevitable y preocupante carestía en los productos de primera
necesidad por, por ejemplo, el hecho de que los hornos de pan no funcionasen por estar inundados, a lo que había que sumar la codicia de algunos, algo que
incluso provocó hasta un conato de revuelta popular que no llegó a
definirse contra el entonces Asistente de la ciudad, Fernando Ramírez
Fariñas, a quien muchos señalaron como culpable por su falta de previsión a la hora de evitar los daños de
una inundación, nunca mejor dicho, que se veía venir a leguas. </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhe-0kMT6lkd27ttS-PIeNawTvDrWMqscO4RdA7gvJYyx_LY9zM29raQXUR5FBJXvAVQ4m8C-X4VhRrYZa676gBHEsvzKZOpj7p95E2_P3cZoKkQmDVTknvDFEGmkyqBXMfFTqyFDJQRm7ckqXmBp8crtmrH5tM7FjlF3d_Qvwz0DXnuNTn0cIL3A89zymF/s1362/02%201588.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1019" data-original-width="1362" height="299" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhe-0kMT6lkd27ttS-PIeNawTvDrWMqscO4RdA7gvJYyx_LY9zM29raQXUR5FBJXvAVQ4m8C-X4VhRrYZa676gBHEsvzKZOpj7p95E2_P3cZoKkQmDVTknvDFEGmkyqBXMfFTqyFDJQRm7ckqXmBp8crtmrH5tM7FjlF3d_Qvwz0DXnuNTn0cIL3A89zymF/w400-h299/02%201588.jpg" width="400" /></a></div><p style="text-align: justify;"></p><p style="text-align: justify;"></p><p style="text-align: justify;">Poco a poco, con lentitud, la ciudad intentó rehacerse del desastre. Los canónigos de la catedral se pusieron manos a la obra, como reflejó el cronista anónimo antes citado:</p><p style="text-align: justify;"></p><blockquote><i>"De las comunidades el Cabildo de esta Santa Iglesia ha hecho lo que siempre en estos casos semejantes. El mismo Deán y Chantre en un gran barco y en otros diversos prebendados han ido y van repartiendo por todo la Ciudad y por Triana infinidad de limosnas. La Religión de la Compañía de Jesús no es creíble la manera que se ha esmerado y esmera en acudir a esta desgracia, tres barcos trae desde el primer día socorriendo y proveyendo de comida de un barrio a otro a todos lo que han podido, gastando en esto toda la provisión que tenían recogida para el sustento de sus casas". </i></blockquote><p></p><p style="text-align: justify;">Como curiosidad, en el noviciado Jesuita de San Luis de los Franceses quedó acogida la comunidad de padres dominicos, anegada su casa. Imitando estos ejemplos, parte de la nobleza sevillana colaboró igualmente en la labor de atender a los afectados por la riada; destacaron personajes como Bernardo Saavedra Rojas y Sandoval, Tomás de Mañara (padre de Miguel) y Fernando Melgarejo, caballero veinticuatro, que no era otro que el famoso <a href="https://www.blog.hispalensia.com/2020/08/barrabas.html" target="_blank">"Barrabás"</a> de quien hablamos en otra ocasión, quizá para congraciarse con los propios sevillanos. Además, se pregonó bando municipal en el que se prohibía el uso de coches y carruajes. <br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgW7Lnsf_WX0qlmwRu7slwQ9rnrJxkczBdnYOR7Yd97BVxmnWwGOtT3H0EvzcK5FYEe5zoX4WHsXHAhmUNbfw8hQ9GdLS5oTXuxz4thUtgJZpI5XF_8cTaff-4WA_z-4RN2TQWzrFwoWuYoGHOMShiNvWs-2DAG-JZ3t6_gFdQdP6qvO1554P5_ckIc5F9_/s2048/DSC00009.JPG" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em; text-align: center;"><img border="0" data-original-height="1536" data-original-width="2048" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgW7Lnsf_WX0qlmwRu7slwQ9rnrJxkczBdnYOR7Yd97BVxmnWwGOtT3H0EvzcK5FYEe5zoX4WHsXHAhmUNbfw8hQ9GdLS5oTXuxz4thUtgJZpI5XF_8cTaff-4WA_z-4RN2TQWzrFwoWuYoGHOMShiNvWs-2DAG-JZ3t6_gFdQdP6qvO1554P5_ckIc5F9_/w400-h300/DSC00009.JPG" width="400" /></a></div><p style="text-align: justify;"></p><p style="text-align: justify;">Todas las miradas estaban puestas en el cielo. Con la intención de aplacar la ira divina y rogar por el cese de las lluvias e inundación, en muchas parroquias los predicadores convocaron a los fieles a orar, ayunar y hacer penitencia y se acordó que saliesen en procesión de rogativas imágenes de gran devoción para el pueblo, como Santa Ana en Triana, la Virgen de las Aguas de la Colegial Salvador y la de los Reyes de la Santa Iglesia Catedral; incluso se acordó subir a la giralda el valioso Lignum Crucis catedralicio y realizar la solemne ostensión del mismo en las cuatro caras de la torre mayor de la ciudad, dándose el caso de que en ese momento apareció el arco iris en el cielo, algo que maravilló a muchos como signo de esperanza. <br /></p><p style="text-align: justify;">¿A cuánto ascendieron las pérdidas? El importe sería incalculable, pero aún así nuestro anónimo cronista lo intentó:</p><p style="text-align: justify;"></p><blockquote><i>"Muchos tasan en más de ocho millones el daño de esta avenida en sola esta ciudad sin la pérdida inestimable de ganados que fuera se va descubriendo cada día por toda esta comarca no han quedado en pie millares de molinos con que el costal de trigo que se molía por seis reales cuesta treinta."</i></blockquote><p></p><p style="text-align: justify;">Durante meses, hubo que reparar parte del caserío, demoler viviendas en mal estado, retirar animales muertos y aguardar a que muchos pudieran volver a sus hogares, sin olvidar que las aguas tardaron en abandonar la ciudad, formando lagunas putrefactas e insalubres y que la actividad cotidiana tuvo que abrirse paso con lentitud hasta recobrar la normalidad. Quedaba mucho por hacer y, lo que es peor, quedaban aún muchas riadas por sufrir en Sevilla a lo largo de los siglos, pero esa, esa ya es otra historia. <br /></p>Manolo Sousahttp://www.blogger.com/profile/07206131230409309784noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-6459960962905345182.post-72815917518079037092023-11-20T11:20:00.002+01:002023-11-20T11:20:33.877+01:00Un azulejo en Santa Paula<iframe src="https://www.ivoox.com/player_ej_119746124_6_1.html?c1=364c6a" width="100%" height="200" frameborder="0" allowfullscreen="" scrolling="no" loading="lazy"></iframe><p style="text-align: justify;">En esta ocasión nos vamos a centrar en un azulejo tristemente desaparecido en un conocido monasterio sevillano, pintado por un ceramista italiano y del que se ha tenido noticia gracias a un fotógrafo francés del siglo XIX; pero como siempre, vayamos por partes. </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEimtaN8rEnK9airwP5DTBh6QmnQdCFNTavBP1wd65v0_M4oLtOcQ1n6fqGecW-cFh8BpdItL4Iz6VMd1GlUj0lgo2Qq5OPRuQIBE8l_tfo7DGOL7v5oPwywmQfU__wdMd2eLc_arrw2pGkYmPEEB5Nh7KhGJmTpKuwTEDbidFsJrmUQUU1mYCY00N3IRm2T/s4000/IMG20231119103745.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="4000" data-original-width="3000" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEimtaN8rEnK9airwP5DTBh6QmnQdCFNTavBP1wd65v0_M4oLtOcQ1n6fqGecW-cFh8BpdItL4Iz6VMd1GlUj0lgo2Qq5OPRuQIBE8l_tfo7DGOL7v5oPwywmQfU__wdMd2eLc_arrw2pGkYmPEEB5Nh7KhGJmTpKuwTEDbidFsJrmUQUU1mYCY00N3IRm2T/w300-h400/IMG20231119103745.jpg" width="300" /></a></div><p style="text-align: justify;">Fundado en 1473 por Ana de Santillán, y bendecida su primera iglesia en 1475, el <a href="https://www.blog.hispalensia.com/2020/12/santa-paula.html" target="_blank">Monasterio de Santa Paula</a>, de la orden jerónima femenina, no tardó en convertirse en uno de los más importantes conventos de Sevilla, en unas fechas en las que poco a poco todo el plano de la ciudad comenzó a verse sembrado de este tipo de comunidades religiosas de clausura, destacando San Clemente, Santa Isabel, Madre de Dios o Santa Clara, por citar algunas. Muchos han sufrido los embates de epidemias, guerras o revoluciones y otros desaparecieron con las desamortizaciones del siglo XIX, dispersándose su importante patrimonio en otros conventos o incluso en colecciones privadas. </p><p style="text-align: justify;">En el caso de Santa Paula, por fortuna, prosigue funcionando como comunidad religiosa, sobreviviendo con la venta de los productos realizados por las religiosas <i>(espectaculares las famosas mermeladas, sobre todo la de naranja amarga)</i> y contando con un interesante museo visitable, donde Sor Bernarda, medio granadina, medio sevillana, con un gracejo fuera de toda duda, atiende a los visitantes siempre con una sonrisa. Del mismo modo, es ineludible destacar su magnífica portada de acceso a la iglesia, a la que se llega tras atravesar un compás o jardín que sirve de zona de acogida o silencio previo a la entrada al templo. La portada, de estilo gótico-mudéjar terminada en 1504 por Pedro Millán, constituye un muy buen ejemplo de la labor también de un ceramista de origen italiano que llegó a Sevilla a finales del siglo XV y que por aquellas fechas vivía en Triana, cuna de no pocos ceramistas: Francisco Niculoso Pisano. </p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgXoIBT9fGNT0rM2Dm2XVCo6TQRaFTulkquxqArn1oKF75bwsZfBgR4UbMrGvqTGuLg1BYZ5EmgCfaSKzmELD-gPjdhgH-iMhdzYfCQ08KdDwRz_6Mc-PICH4rntLE_Bn9lH2LGlgH0XvGtGxPnkmdQtfQ2hawTmLWtr9BUf3QuUxQSm3FQvMQp-7Yd2aEi/s800/APOYO-MONASTERIO-SANTA-PAULA-Richard-Ford.-04-800x637.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="637" data-original-width="800" height="319" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgXoIBT9fGNT0rM2Dm2XVCo6TQRaFTulkquxqArn1oKF75bwsZfBgR4UbMrGvqTGuLg1BYZ5EmgCfaSKzmELD-gPjdhgH-iMhdzYfCQ08KdDwRz_6Mc-PICH4rntLE_Bn9lH2LGlgH0XvGtGxPnkmdQtfQ2hawTmLWtr9BUf3QuUxQSm3FQvMQp-7Yd2aEi/w400-h319/APOYO-MONASTERIO-SANTA-PAULA-Richard-Ford.-04-800x637.jpg" width="400" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: x-small;">Santa Paula, por Richard Ford. 1831.</span></td></tr></tbody></table><p style="text-align: justify;">Por datos documentales que se conservan, se sabe que vivió y trabajó en la actual calle Pureza; casado y con varios hijos y con contactos con la alta sociedad sevillana, Pisano traerá consigo la técnica consistente en pintar los azulejos esmaltados con color blanco y decorarlos con motivos polícromos, algo muy distinto al tradicional azulejo de cuerda seca, tan usado en decoración todavía en nuestros días. </p><p style="text-align: justify;">En su taller se realizarán, por poner algunos ejemplo más, el retablo de azulejos de la Visitación de la Virgen que se conserva en los sevillanos Reales Alcázares y también la conocida lauda sepulcral de Íñigo López (1503) que puede encontrarse en el lateral de una de las naves de la Real Parroquia de Santa Ana, sin olvidar el retablo que realiza para el monasterio de Santa María de Tentudía en Calera de León.</p><p style="text-align: justify;">La Revolución de 1868, denominada "La Gloriosa", de marcados tintes laicistas y antimonárquicos en una etapa de profunda depresión económica, supuso para Sevilla la expulsión de los filipenses y jesuitas, el derribo de casi todas las puertas de la ciudad y la incautación de numerosos templos, como la desaparecida parroquia de San Miguel o el convento de las Dueñas, al igual que el cercano cenobio de <a href="https://www.blog.hispalensia.com/2022/08/la-calle-de-los-costales.html" target="_blank">San Felipe</a>, del que hablamos en otra ocasión o la parroquia de <a href="https://www.blog.hispalensia.com/2022/02/santa-lucia.html" target="_blank">Santa Lucía</a>, también exclaustrada. Fueron meses de algaradas y revueltas, al grito de "Viva España con honra" en un momento histórico en el que la propia reina Isabel II marcha al exilio.</p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhigVWenfmsQhbQeQ1GCgCQxjNcOX03iuV3QsR3twiip3Iyc0zAE9CHfikJ_QtJ6EequOExyouNEJA1kQpshyphenhyphen0JltToTo_r8ne-k8o7UPrasi1d6zyhy92TsQuwwblhBmf4NlD7qs61sR98NIhPrXWMtuNe3mm1pXR_V9UX_OPT2n6bLU4FeGSRsvqXaKTJ/s4000/IMG20231119103957.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="4000" data-original-width="3000" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhigVWenfmsQhbQeQ1GCgCQxjNcOX03iuV3QsR3twiip3Iyc0zAE9CHfikJ_QtJ6EequOExyouNEJA1kQpshyphenhyphen0JltToTo_r8ne-k8o7UPrasi1d6zyhy92TsQuwwblhBmf4NlD7qs61sR98NIhPrXWMtuNe3mm1pXR_V9UX_OPT2n6bLU4FeGSRsvqXaKTJ/s320/IMG20231119103957.jpg" width="240" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><p style="text-align: justify;">Las violentas manifestaciones antirreligiosas provocaron numerosos incidentes, como el relatado por José Gestoso, que afectó significativamente al monasterio de Santa Paula y que supuso el destrozo, ¡A balazos!, del valioso azulejo de Santa Paula que presidía el acceso al compás del monasterio, realizado por Francisco Niculoso Pisano, sustituido en 1888 por otro realizado en tierras valencias y que puede hoy día observarse en el mismo lugar.</p><p style="text-align: justify;">Gestoso cita al Barón Davillier, el cual en 1865 (tres años antes de los sucesos revolucionarios) publica una guía de viajes que en el apartado de Sevilla alude al convento de Santa Paula, destacando en la puerta de entrada: </p><p style="text-align: justify;"></p><blockquote style="text-align: justify;"><i>"En el convento de Santa Paula, en la puerta de entrada, vemos a esta santa que figura estar en una especie de patio, solado de azulejos violetas y blancos; los muros están guarnecidos con de azulejos blancos con trazos azules. Vénse allí representados cuatro árboles verdes puntiagudos y a la santa Paula encuadrada por dos columnas verdes que sostienen un arco de medio punto".</i></blockquote><p></p><p style="text-align: justify;">Por fortuna, en 2017 el Centro Andaluz de la Fotografía publicó un interesante volumen dedicado a la labor como fotógrafo del francés Luis León Masson, nacido en 1825, quien ejerció como tal en la Sevilla unos años antes de la mencionada Revolución de 1868, viviendo primeramente en la calle Escobas (actual Álvarez Quintero) y posteriormente en Sierpes, donde tuvo su estudio como retratista. Además, estableció una fluida relación con los Duques de Montpensier, entonces residentes en el Palacio de San Telmo y realizó reproducciones de diversas pinturas de Murillo. Igualmente, como han documentado María Teresa García Ballesteros y Juan Antonio Fernández Rivero, autores de dicha publicación, se dedicó a realizar instantáneas de los diferentes monumentos de su ciudad de acogida, por lo que se conserva una fotografía, quizás la única, que refleja la puerta de Santa Paula en 1865, antes de la destrucción del azulejo de Pisano que venimos comentando. <br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiJyNudPK1gqQ-_yNiOU9MAfhSwlAzxXQSfZ39fss3KRSgYcxa_U4QN6t-vr2BbhTmUPSR80wjBEiNULgDimicPyCkDSUXDKHSrwYjZOHBSEmXQaHtEB58bm0TEkqiV-dDgp9Myg8xYXNnTTEDtFBYXtsDxxyoBV2fFyIfSQGXVo47coXwdcLMYurqZ2UZ_/s602/Sin%20t%C3%ADtulo.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="602" data-original-width="509" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiJyNudPK1gqQ-_yNiOU9MAfhSwlAzxXQSfZ39fss3KRSgYcxa_U4QN6t-vr2BbhTmUPSR80wjBEiNULgDimicPyCkDSUXDKHSrwYjZOHBSEmXQaHtEB58bm0TEkqiV-dDgp9Myg8xYXNnTTEDtFBYXtsDxxyoBV2fFyIfSQGXVo47coXwdcLMYurqZ2UZ_/w339-h400/Sin%20t%C3%ADtulo.jpg" width="339" /></a></div><br /><div style="text-align: justify;">La imagen concuerda con el análisis del Barón Davillier, mostrando el ladrillo labrado de la fachada, la puerta con su arco conopial entre baquetones y el referido azulejo, ignorante del destino que desgraciadamente le aguardaba. Por cierto, sobre otra de las puertas de entrada al Monasterio se encuentra otro azulejo con el escudo heráldico del mismo, con el correspondiente capelo cardenalicio y el característico león de San Jerónimo; ni que decir tiene que recomendamos la visita a Santa Paula, un que merece la pena conocer, ahora que incluso se ha editado una cuidada publicación sobre su pasado y el patrimonio que atesora, pero esa, esa ya es otra historia.</div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg3t7hgp-uPEkHNXCFYcTjd8r18r-BNkT58rZnEtio6U4ybBhyphenhyphenA2po3xFmbUF0VVVvBkS-iDz1OVJFmL_7fIJxlRYg5JBJuLs1FyejCBIS7ULQg4NcEjF0rBxlAR_eiVv_CjJQptT-wN3-KKwcv736x61MboIRixe8jUCEvM2IDuCVYYA_3fJLQfHx-JEQH/s4000/IMG20231119103829.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em; text-align: center;"><img border="0" data-original-height="4000" data-original-width="3000" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg3t7hgp-uPEkHNXCFYcTjd8r18r-BNkT58rZnEtio6U4ybBhyphenhyphenA2po3xFmbUF0VVVvBkS-iDz1OVJFmL_7fIJxlRYg5JBJuLs1FyejCBIS7ULQg4NcEjF0rBxlAR_eiVv_CjJQptT-wN3-KKwcv736x61MboIRixe8jUCEvM2IDuCVYYA_3fJLQfHx-JEQH/s320/IMG20231119103829.jpg" width="240" /></a></div><div></div>Manolo Sousahttp://www.blogger.com/profile/07206131230409309784noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-6459960962905345182.post-41801236724537604962023-11-13T11:04:00.000+01:002023-11-13T11:04:10.667+01:00Tintes.<iframe src="https://www.ivoox.com/player_ej_119361468_6_1.html?c1=364c6a" width="100%" height="200" frameborder="0" allowfullscreen="" scrolling="no" loading="lazy"></iframe><div style="text-align: justify;">En esta ocasión, nos vamos a trasladar a la antigua Judería de Sevilla, en concreto, a una calle que albergó un arquillo en su mitad, en la que tuvo casa un comerciante que da nombre a una conocida urbanización del Aljarafe y que incluso en el siglo XVIII acogió una fábrica de cerveza; pero como siempre, vayamos por partes. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">La calle Tintes, que transcurre desde la de San Esteban hasta la plaza de los Zurradores, ya era conocida con ese nombre allá por 1613, debido a la presencia en sus edificios de artesanos dedicados a la elaboración de este tipo de producto, incluso aún en 1864 González de León afirmaba existir allí uno de estos negocios. En la Sevilla del XVI se introdujo el cultivo de una serie de plantas cuya maceración en agua, en depósitos llamados tinacos, generaba el añil, colorante natural de color azul que se usaba como pigmento para telas, tintas o pinturas; además, se conocía ya entonces el uso de la cochinilla y el palo campeche, procedentes ambos de América, el primero procedente de un insecto que crece en los cactus y el segundo de un árbol de la familia de las leguminosas, de uno se extraía el pigmento rojo y de otro, el negro, respectivamente, de ahí la importancia de estos tintes, sobre todo para el sevillano gremio del Arte de la Seda, que los usaba para colorear sus valiosas telas y gozó de gran predicamento durante varios siglos por la calidad de sus paños.<br /></div><div style="text-align: justify;"><br /></div><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjqyfMFBJEJ7aInIgSyudQX3G0LoWonHX_tBkblk728xJ2Gxr5oqMAsN7FJsnBM8idewdwzG84GhOuSLFdFzj7D1PRMEzGG8ul_ngN9HC4t4jB-zvVp_9w9K3-ygXDhfUmZA0iWdFvV4l3kaGbiJ42XdhUBbRc-zpBoK9hcngT7eOXagsg6NsEhRQ6CHvS-/s1599/IMG-20231112-WA0015.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1599" data-original-width="899" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjqyfMFBJEJ7aInIgSyudQX3G0LoWonHX_tBkblk728xJ2Gxr5oqMAsN7FJsnBM8idewdwzG84GhOuSLFdFzj7D1PRMEzGG8ul_ngN9HC4t4jB-zvVp_9w9K3-ygXDhfUmZA0iWdFvV4l3kaGbiJ42XdhUBbRc-zpBoK9hcngT7eOXagsg6NsEhRQ6CHvS-/w225-h400/IMG-20231112-WA0015.jpg" width="225" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: x-small;">Foto Reyes de Escalona</span></td></tr></tbody></table><div style="text-align: justify;"> </div><div style="text-align: justify;">Se trata de una vía estrecha y sinuosa que transcurre paralela al trazado de la muralla, algo que puede observarse sin ningún problema en el extremo que da a San Esteban, pues allí subsiste un trozo de este perímetro defensivo, visible en un pequeño solar y formando parte del muro medianero de un establecimiento de hostelería, una pizzería en concreto. Curiosamente, algunos autores sostienen que en mitad de la calle, dentro de ese trazado amurallado, estaría el denominado Postigo del Jabón, o lo que es lo mismo, una puerta menor de entrada y salida de la ciudad entre las cercanas Puertas de Carmona y de la Carne, similar al célebre Postigo del Aceite tan mencionado en días de Semana Santa, aunque de dicho Postigo del Jabón sólo se conserva su nombre, sin que se conozca su exacta ubicación. </div><div style="text-align: justify;"> </div><div style="text-align: justify;">Una excavación arqueológica realizada en enero de 1987 en los números 5 y 7 de la calle antes de construirse un nuevo bloque de viviendas puso de manifiesto, efectivamente, la presencia de un fragmento de muralla almohade bastante bien conservado y realizado con los materiales habituales, cal, arena y guijarros que se colocaban en moldes para conformar el llamado tapial, muy presente en este tipo de construcciones. En concreto este lienzo de muralla se conservaba con 15 metros de longitud y 4 de alto, más 3 de profundidad, habiendo estado durante siglos enmascarado por azulejos, tabiques, pinturas y demás elementos. Los arqueólogos María Teresa Moreno, José Escudero y José Lorenzo, constataron en esta zona, además, que el solar no habría estado ocupado hasta el siglo XV o comienzos del XVI, lo que elimina la posibilidad de que allí hubiera población perteneciente a la antigua aljama judía de Sevilla. Por desgracia, no se hallaron referencias constructivas del mencionado Postigo del Jabón, también llamado de Clarebout en honor a una familia que vivió en sus inmediaciones en el siglo XVI y que puede que se hallase en otra zona de la calle o simplemente, haya desaparecido sin dejar rastro. <br /></div><div style="text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhxGmWPJneubmA-4x6I9VobfzF8KO7iBwqyZ2lyH0jHsw_T1a9autFTX6VftMe4T400fwfGNq3eE0d7kNLujqrq8hU5CttJqkDpV0QyJv1OBAgW_y4ZRreM85KGZ73MvdG8tlZxNN-AOW9RuQ6_5c3X2CoGF_yPh5qx3N-dgukHgltL7LgPGIZt32tBkTvc/s636/Sin%20t%C3%ADtulo.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="438" data-original-width="636" height="275" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhxGmWPJneubmA-4x6I9VobfzF8KO7iBwqyZ2lyH0jHsw_T1a9autFTX6VftMe4T400fwfGNq3eE0d7kNLujqrq8hU5CttJqkDpV0QyJv1OBAgW_y4ZRreM85KGZ73MvdG8tlZxNN-AOW9RuQ6_5c3X2CoGF_yPh5qx3N-dgukHgltL7LgPGIZt32tBkTvc/w400-h275/Sin%20t%C3%ADtulo.jpg" width="400" /></a></div> </div><div style="text-align: justify;">Un acuerdo del Consistorio en 1613 decide empedrar esta calle, siendo necesarias y frecuentes las reparaciones de su pavimentación debido al gran tránsito de personas y carruajes que registraba; como anécdota, en marzo de 1934 el diario El Liberal recogía esta noticia:</div><div style="text-align: justify;"> </div><div style="text-align: justify;"></div><blockquote><div style="text-align: justify;"><i><b>"La atropella una cabalgadura y le parte una pierna.</b></i></div><div style="text-align: justify;"><i> </i></div><div style="text-align: justify;"><i>En la calle Tintes fue atropellada por una caballería Emilia Vázquez Capitán, de cincuenta y cuatro años, que vive en la plaza de Zurradores número 10. Trasladada a la casa de socorro del Prado de San Sebastián, el médico de guardia señor Díaz Tenorio, auxiliado por el practicante señor Moya, le apreció la fractura del fémur izquierdo, calificada de pronóstico reservado. Después de curada fue trasladada al Hospital y encamada en la sala del Carmen."</i></div></blockquote><div style="text-align: justify;">En 1943 recibió por primera vez el alumbrado público eléctrico, mientras que en la calle conviven edificios de corte moderno con otros antiguos restaurados, datados entre 1869 y 1941. No faltó la actividad industrial en esta calle, pues aparte de los mencionados tintes, se sabe de la existencia de una fábrica de cerveza en 1733 y de una de loza en 1839, sin olvidar una fábrica de curtidos para guantes de cabritilla que ocasionaba las lógicas protestas de los vecinos por los malos olores que emanaban de tal negocio. </div><div style="text-align: justify;"><br /></div><div style="text-align: justify;">En el número 17 hubo casa con patio, o corral, ya que en 1925 era célebre la Cruz de Mayo instalada, incluso reflejada fotográficamente en la prensa local:</div><div style="text-align: left;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgI6-4lLCyH8drox4ELVkDwqcGvV1dQzt31ABHS20BnZXRw5dofjzb10VZAggBdahpxAyjvyVFlo3UzPdjn5k-zT00tkSXOzde_EwvnBqfT7i0VxIV7l2o8N8b6_tkQA0dZhzZLcopSCvDzI0jhYRr2fV3P_BtJc3s1V9MKtm6HxJklzjYx__Y-Gjynfkjf/s575/Tintes%201.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="362" data-original-width="575" height="251" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgI6-4lLCyH8drox4ELVkDwqcGvV1dQzt31ABHS20BnZXRw5dofjzb10VZAggBdahpxAyjvyVFlo3UzPdjn5k-zT00tkSXOzde_EwvnBqfT7i0VxIV7l2o8N8b6_tkQA0dZhzZLcopSCvDzI0jhYRr2fV3P_BtJc3s1V9MKtm6HxJklzjYx__Y-Gjynfkjf/w400-h251/Tintes%201.jpg" width="400" /></a></div><br /><div style="text-align: justify;">Por cierto, gran consternación generó en Sevilla el atentado con bomba registrado en el número 12 de esta calle allá por 1906, al parecer dirigido contra José Huesca y Rubio, entonces Vicepresidente de la Cámara Agrícola. El suceso tuvo lugar a las nueve de la noche del 5 de diciembre, y aunque no hubo que lamentar víctimas sí provocó bastantes daños materiales, destacando la prensa de entonces que tras este acto podría haber motivos políticos, habida cuenta la afiliación maurista de este señor, que ostentó la presidencia de la Cámara Agrícola de Sevilla. </div><div style="text-align: left;"><br /></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiCI_uTxcEFXtvF_kXzQdycuG7Q20Gw1RKO6X2QfSiSnginmV4QIACWtMBqh8FbmQVfgxsP8JjsV9NUzd_vj8GiS7OpHqbqqJyi3_lpjIwbS3czgQZqT1jkof-Jfe3cx5hrHPflZ8Keflta-mVSoYznOWaXVHpJVM9q_3tbVgPf5uHYbYCSvjnSQ9uBeidQ/s606/Tintes%202.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="90" data-original-width="606" height="60" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiCI_uTxcEFXtvF_kXzQdycuG7Q20Gw1RKO6X2QfSiSnginmV4QIACWtMBqh8FbmQVfgxsP8JjsV9NUzd_vj8GiS7OpHqbqqJyi3_lpjIwbS3czgQZqT1jkof-Jfe3cx5hrHPflZ8Keflta-mVSoYznOWaXVHpJVM9q_3tbVgPf5uHYbYCSvjnSQ9uBeidQ/w400-h60/Tintes%202.jpg" width="400" /></a></div><br /><div style="text-align: justify;">Ya que hablamos de vecinos de esta calle Tintes, no podemos dejarnos en el tintero que en ella tuvo sus "casas principales" el comerciante de origen italiano Juan Bautista Cavaleri (1652-1732), oriundo de Génova, quien tras un periplo por Madrid y las Indias recalará finalmente en Sevilla en 1684 y creará todo un pequeño emporio comercial que le hará ostentar cargos de gran importancia, como los de Cosechero del Consulado de Indias, Escribano Mayor, Caballero Veinticuatro en el Cabildo de la ciudad e incluso Hermano Mayor de la Hermandad de la Santa Caridad. En 1687 contraerá matrimonio con Cristina Funes Renier, con quien tuvo cinco hijos varones, uno de los cuales construirá un palacio en la Plaza del Duque, del cual, con permiso de unos grandes almacenes, se conserva únicamente su portada. </div><div style="text-align: justify;"> </div><div style="text-align: justify;"></div><div style="text-align: justify;">Como han estudiado los profesores Francisco J. Gutiérrez y Salvador Hernández, fruto del poder económico de Cavaleri y de su intento por ser aceptado en los estamentos más altos de la sociedad hispalese, será adquirir una capilla propia en el cercano convento de San Agustín para ser sepultado en ella, la de la Virgen de Guadalupe en concreto, y la adquisición de tierras de labor en la zona de San Juan de Aznalfarache, ahora término municipal de Mairena del Aljarafe, lo que se llamó la Hacienda Cavaleri, en el camino de Mairena a Sevilla; cuarenta hectáreas de olivar que con el paso de los años se han convertido en parques, urbanizaciones (como Ciudad Expo) y hasta una estación de Metro y un Instituto de Enseñanza Secundaria que llevan el apellido de este activo comerciante de la calle Tintes, pero esa, esa ya es otra historia.</div>Manolo Sousahttp://www.blogger.com/profile/07206131230409309784noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-6459960962905345182.post-73294559953238268822023-11-06T11:29:00.001+01:002023-11-06T11:29:43.054+01:00A la moda.<iframe src="https://www.ivoox.com/player_ej_118995535_6_1.html?c1=364c6a" width="100%" height="200" frameborder="0" allowfullscreen="" scrolling="no" loading="lazy"></iframe><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">En esta ocasión, en Hispalensia nos ponemos nuestras mejores galas y, debidamente acicalados, ataviados y perfumados para la ocasión, nos dispondremos a relatar, al menos en parte, cómo afectó una decisión del rey Felipe V a la vestimenta de los sevillanos del siglo XVIII; pero como siempre, vayamos por partes.</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">No hace mucho, ya narramos algunos detalles sobre la moda sevillana, sobre todo en lo relacionado con las llamadas <a href="https://www.blog.hispalensia.com/2020/09/tapadas.html" target="_blank">"Tapadas"</a> y al uso del manto femenino que, cubría prácticamente todo el cuerpo, dando lugar a frecuentes abusos e incidentes que, al menos, se pretendieron subsanar con diversas Pragmáticas en tiempos de los reyes Felipe II y III, respectivamente. Estos reglamentos tuvieron escaso, por no decir nulo, eco, y el uso del manto prosiguió, incluso con una nueva Pragmática dictada por Felipe IV en 1639, que indicaba:</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: times; font-size: medium;"><span face=""><span><span style="font-style: normal;"></span></span></span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: times; font-size: medium;"><span face=""><span></span></span></span></p><div style="text-align: justify;"><blockquote><p><span style="font-family: times; font-size: medium;"><span face=""><span><i><span>“Mandamos que en estos reinos y señoríos
todas la mujeres, de cualquier estado y calidad que sean, anden
descubiertos los rostros, de manera que puedan ser vistas y
conocidas, sin que en ninguna manera puedan </span>tapar el rostro
en todo ni en parte con mantos<span>,
ni otra cosa, y acerca de lo susodicho, se guarden, cumplan y
ejecuten las dichas pragmáticas y leyes con las penas en ellas
contenidas y demás de los </span>tres mil maravedís<span>
que por ellas se imponen en la primera vez que caigan e incurran en
</span>perdimiento del manto<span>,
y de </span><span style="font-weight: normal;">diez mil maravedís
</span><span>aplicados por tercias
partes, y por la </span>segunda<span>
los dichos diez mil maravedís sean </span>veinte<span>
y se pueda poner pena de destierro, según la calidad y estado de la
mujer”.</span></i></span></span></span></p></blockquote></div><p style="text-align: justify;"></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: times; font-size: medium;"><span face=""><span></span></span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: times; font-size: medium;"><span face=""><span>Del mismo modo, comentamos que pese a la amenaza de multas y castigos, las mujeres sevillanas no cejaron en el empeño del uso del manto, con lo cual todo quedó, al parecer, en agua de borrajas, tras incluso algún intento de "huelga" a la hora de salir de sus domicilios si no era portando dicha prenda, tradicional para muchas. </span></span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: times; font-size: medium;"><span face=""><span></span></span></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-family: times; font-size: medium;"><span face=""><span><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgSG_qHIjfiujQGYC6tBUCataOQoFy4xXd9MGemZ1TuHuFKSJ56XDotwPLDmqtg7NhyYRw_xORt43piZGc8M_VvCWNGt58lLGAcFMAyAcvZJg6oUlN_cSJCtkqejaRSADgQCuYqs-ei5S4Jg5lge5iDt0kzNBNU-EQY9QS0aoq5nLEC4IBdGNrJE6_KxyzQ/s1064/sevilla-tapada-1.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="990" data-original-width="1064" height="373" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgSG_qHIjfiujQGYC6tBUCataOQoFy4xXd9MGemZ1TuHuFKSJ56XDotwPLDmqtg7NhyYRw_xORt43piZGc8M_VvCWNGt58lLGAcFMAyAcvZJg6oUlN_cSJCtkqejaRSADgQCuYqs-ei5S4Jg5lge5iDt0kzNBNU-EQY9QS0aoq5nLEC4IBdGNrJE6_KxyzQ/w400-h373/sevilla-tapada-1.jpg" width="400" /></a></span></span></span></div><p></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: times; font-size: medium;"><span face=""><span>Pasaron los años. En pleno siglo XVIII, dentro de cierta apertura y reformas políticas, tuvo lugar un nuevo intento por parte de la corona española de regular la forma de vestir de sus súbditos, y para ello, en noviembre de 1723 se promulgó la "Pragmática sanción que su majestad manda observar sobre trajes y otras cosas", firmada por el rey Felipe V en San Ildefonso el día 15 de aquel mes.</span></span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: times; font-size: medium;"><span face=""><span>Como narra con maestría Chaves Rey, era Asistente de Sevilla el marqués de la Jarosa, don Alonso Pérez de Saavedra, y el 27 de noviembre de aquel año, nada más tener conocimiento de la llegada del cartapacio que contenía el real documento a Sevilla y reunirse con el cabildo de la ciudad, delegó en el marqués de Gandul para que, aunque ya fuera noche cerrada, se publicara y pregonara la Pragmática siguiendo el solemne ritual habitual; así, se organizó y puso en marcha una comitiva encabezada a caballo por el entonces el teniente de Asistente don Isidoro Palomino, el pregonero Sebastián Francisco, un puñado de alguaciles, el grupo de trompetas y tambores que anunciaba musicalmente la llegada de aquella especie de procesión civil y varios mozos con antorchas encendidas para iluminar las calles, a oscuras a esas horas. Por cierto, al hilo de esto, vale la pena recordar que el pregonero era <a href="https://www.blog.hispalensia.com/2020/10/pregonando.html" target="_blank">figura cotidiana </a>en la Sevilla de aquel tiempo y que poco, muy poco, tenía que ver con los actuales pregoneros cuaresmales, como destacamos en su momento.</span></span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: times; font-size: medium;"><span face=""><span>Siguiendo la costumbre, el primer pregón para leer los veintinueve artículos de la Pragmática fue pronunciado a las puertas de las casas consistoriales, siguiendo a continuación a otras zonas como la Audiencia, el Alcázar, la Alfalfa, Santa Catalina, el barrio de la Feria y otros lugares clave de la ciudad, siempre con la intención de que se proclamase la palabra del rey y que todos pudieran escuchar el contenido de aquella Pragmática que tanto revuelo levantó.</span></span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: times; font-size: medium;"><span face=""><span>¿Qué se ordenaba en ella? o mejor, ¿Qué se prohibía en relación a trajes y vestidos? el rey ordenaba limitar en el atuendo elementos superfluos, como encajes finos, cintas de plata y oro o terciopelos, sobre todo si no eran fabricados en España; además, mandaba que artesanos, labradores o barberos no usasen seda para sus vestidos y vistieran trajes de paño, bayeta u otro tipo de lana tejida, y que nadie usase aderezos o adornos de piedras falsas (bisutería, para entendernos) para complementar los trajes. Se buscaba con ello frenar el intento de las clases bajas por parecerse en el vestir a las clases privilegiadas, algo que llamaba a confusión y podía eliminar la tradicional diferenciación social.<br /></span></span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: times; font-size: medium;"><span face=""><span>Tampoco se libraba de las reformas la uniformidad de la servidumbre, ya que se exigía que lacayos y criados vistieran con el menor lujo posible, y también se hacía especial hincapié en la moda femenina, buscando aumentar la decencia y el decoro en los vestidos, ya que Felipe V indicaba que:</span></span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: times; font-size: medium;"><span face=""><span></span></span></span></p><blockquote><span style="font-family: times; font-size: medium;"><span face=""><span><i>"Por cuanto son muy de mi real desagrado las modas escandalosas en trajes de mujeres y contra la modestia y decencia que en ellos se debe observar, ruego y encargo a todos los obispos y prelados de España que, con celo y discreción, procuren corregir estos excesos y recurran en caso necesario a mi Consejo, donde mando se les de todo el auxilio conveniente".</i></span></span></span></blockquote><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;">En este mismo sentido, conviene recordar que ya en 1722 toda una autoridad como el cardenal Luis Antonio de Belluga y Moncada había publicado en Murcia un sesudo volumen titulado "Contra los trajes y adornos profanos" en el que se manifestaba radicalmente contrario a las modas de aquel momento y alertaba de los "peligros" de las misma; baste este texto para comprobar qué opinaba este buen cardenal sobre vestimentas femeninas:</span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-size: medium;"></span></p><blockquote><span style="font-size: medium;"><i> "El que una mujer se presente en el templo a los ojos de tan gran concurso de gente vestida y adornada que en presencia de Cristo Sacramentado y de los espíritus del cielo que le asisten vaya despidiendo incentivos de concupiscencia, excitando cuanto menos a pensamientos torpes no ya solo en los jóvenes, en los ancianos, en los casados, en los mancebos en todas las edades sino también en los ministros de Dios, porque de pies a cabeza suelen algunas ir de tal forma que en quanto llevan sobre sí van respirando luxuria".</i></span></blockquote><p></p><p></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: times; font-size: medium;"><span face=""><span>Una de las estipulaciones más llamativas era aquella dirigida a controlar uno de los objetos más simbólicos de aquellas calendas, y que marcaba notable diferencia entre quien podía disfrutarlo y quien no: el carruaje. La Pragmática borbónica, por un lado, decretaba reducir el exceso de adornos, escudos heráldicos y pinturas en calesas, carrozas o carretelas, y por otro, prohibía que poseyeran coche ni alguaciles, escribanos, notarios, procuradores, agentes de pleitos, recaudadores, ni tampoco mercaderes, plateros o maestros de obras, con lo cual era más que evidente que la corona pretendía con esto reducir el exceso de carruajes en las ciudades, pues en algunas de ellas, como en el caso de Sevilla, comenzaban a ser frecuentes los atascos en calles atestadas de gente cuando llegaban fechas señaladas del calendario, (nada nuevo, ¿Verdad?). </span></span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: times; font-size: large;">Como curiosidad, y ya que andamos con cuestiones ecuestres, del enganche de un tiro de caballos o mulas suplementario en la parte delantera del carruaje y del privilegio que de ello tenían el rey y los nobles proviene la expresión "ir de tiros largos", en alusión a acudir a algún acto o cita vestido de modo muy elegante. </span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: times; font-size: medium;"><span face=""><span></span></span></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-family: times; font-size: medium;"><span face=""><span><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhQVKQgDaUTQ6VoVt6O6vTs8PEuYNfhx2-6BeM2aidmzDOLs0TzlPuaool-H_kwWsxYtl9Psf_PjBlQofGp4tv7jjUmSe0lUA7CmKmSiMl1cJjvIzjxJ_NNLiidjbDilsSxgkYr1JnvJz06ZreTeCRGnRjxwQxukFPerJkbYewrimH22PVjyR3mtqpnw3v9/s1280/ignacio-de-leon-y-escosura-la-visita-1871_f1375de4_1280x769.jpeg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="769" data-original-width="1280" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhQVKQgDaUTQ6VoVt6O6vTs8PEuYNfhx2-6BeM2aidmzDOLs0TzlPuaool-H_kwWsxYtl9Psf_PjBlQofGp4tv7jjUmSe0lUA7CmKmSiMl1cJjvIzjxJ_NNLiidjbDilsSxgkYr1JnvJz06ZreTeCRGnRjxwQxukFPerJkbYewrimH22PVjyR3mtqpnw3v9/w400-h240/ignacio-de-leon-y-escosura-la-visita-1871_f1375de4_1280x769.jpeg" width="400" /></a></span></span></span></div><span style="font-family: times; font-size: medium;"><span face=""><span> </span></span></span><p></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: times; font-size: medium;"><span face=""><span>Por controlar, el rey hasta pretendía regalar los regalos que cualquier novio quisiera entregar a su prometida con motivo de su matrimonio, poniendo límites a este tenor:</span></span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: times; font-size: medium;"><span face=""><span><i></i></span></span></span></p><blockquote><span style="font-family: times; font-size: medium;"><span face=""><span><i>"Por cuanto exceso de joyas y vestidos, y otras cosas que se daban y hacen al tiempo del desposorio... ninguna persona de cualquier estado, calidad y condición que fuere, pueda dar o diere a su esposa y mujer en joyas y vestidos en causa alguna más que lo que montase la octava parte de la dote que de ella recibiera".</i></span></span></span></blockquote><p></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: times; font-size: medium;"><span face=""><span>Las penas por desobedecer estos decretos eran bastante rigurosas, puede que hasta desproporcionadas, y abarcaban desde cuatro años de presidio en África hasta ochos años de condena en galeras; y para comprobar el cumplimiento de estos dictados de la corona, el mismo Asistente mandó a sus subordinados a que durante meses realizasen rigurosos registros en tiendas de ropa, sastrerías y cocheras, ganándose, como podemos imaginar, la animadversión de la mayoría de los sevillanos, aunque él mismo personificó el ejemplo de lo ordenado desde Madrid al comenzar a vestir ropajes negros tal como ordenaba la Pragmática a autoridades y justicias. </span></span></span></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: times; font-size: medium;"><span face=""><span></span></span></span></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjuTTPS4y9HhQjFdWXwOEbjdB8xm9cu6xgoi0KFLzoqwrRGAbL40BDTRDLidfLi8RRnGlGM8NLpVKI06WLfHTuf5-FE7bj6agBWXOvArFRx7HZMMZdEvFvVfIfjFCrhY_4KVN8MukSR0m1gRzvVq4DQFnnKoz0xnL6lTHvBAU3WQeRUGUMEWnlFw6u3RxIL/s800/Fran%C3%A7ois_Boucher_(1703-1770)_(studio_of)_-_The_Modiste_-_P390_-_The_Wallace_Collection.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="800" data-original-width="658" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjuTTPS4y9HhQjFdWXwOEbjdB8xm9cu6xgoi0KFLzoqwrRGAbL40BDTRDLidfLi8RRnGlGM8NLpVKI06WLfHTuf5-FE7bj6agBWXOvArFRx7HZMMZdEvFvVfIfjFCrhY_4KVN8MukSR0m1gRzvVq4DQFnnKoz0xnL6lTHvBAU3WQeRUGUMEWnlFw6u3RxIL/w329-h400/Fran%C3%A7ois_Boucher_(1703-1770)_(studio_of)_-_The_Modiste_-_P390_-_The_Wallace_Collection.jpg" width="329" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span class="mw-mmv-title"><span style="font-size: x-small;">François Boucher (1703-1770): La Modista. 1746. </span></span></td></tr></tbody></table><span style="font-family: times; font-size: medium;"><span face=""><span> </span></span></span><p></p><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: times; font-size: medium;"><span face=""><span>Por cierto, todavía estaba por llegar la prohibición de Carlos III, allá por enero de 1766, del uso de la capa larga y los sombreros de ala ancha (o chambergos) para los hombres, detonante del Motín de Esquilache llamado así por el apellido del ministro que alentó tal reforma, pero esa, esa ya es otra historia.</span></span></span></p>Manolo Sousahttp://www.blogger.com/profile/07206131230409309784noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6459960962905345182.post-41248488301255047582023-10-30T10:58:00.001+01:002023-10-30T10:58:23.370+01:00Amores y Amargura. Un pasaje y una calle. <iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="200" loading="lazy" scrolling="no" src="https://www.ivoox.com/player_ej_118605074_6_1.html?c1=364c6a" width="100%"></iframe><p style="text-align: justify;">Tras nuestro anterior periplo por la Plaza de los Carros, en plena calle Feria, en esta ocasión no dejamos la zona para acercarnos a una calle con nombre cofradiero, siempre comercial y, de paso, por un pasaje perpendicular a ella que bien podría sonar a nombre romántico; pero como siempre, vayamos por partes.<br /></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiNdj4xlwe6dBFNxfYgWBg8BkZ5hcJbTDfsFf4pYyDEM82VuBBztO0I2TsJw6dukGhM0LD4H4uqCprCv6pM7oi8XXy8epYtFSSVCxgPscfqZKsWK9aVA0RWO_yz4NRX54L6ZV8wP8_2Npt9HKfmldGjJOtI2CewgzRrY44eSO291gfd6NcXoCL7-7KL4vHg/s1920/IMG-20231029-WA0005.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="1920" data-original-width="1080" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiNdj4xlwe6dBFNxfYgWBg8BkZ5hcJbTDfsFf4pYyDEM82VuBBztO0I2TsJw6dukGhM0LD4H4uqCprCv6pM7oi8XXy8epYtFSSVCxgPscfqZKsWK9aVA0RWO_yz4NRX54L6ZV8wP8_2Npt9HKfmldGjJOtI2CewgzRrY44eSO291gfd6NcXoCL7-7KL4vHg/w225-h400/IMG-20231029-WA0005.jpg" width="225" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: x-small;">Foto Reyes de Escalona. </span></td></tr></tbody></table><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div><p style="text-align: justify;">Entre la Plaza de Calderón de la Barca y la calle Relator, la <b>Calle Amargura</b> transcurre con un trazado levemente curvo y que se ensancha en la zona más próxima a San Basilio. La primera vez en la que aparece el nombre de Amargura, al menos así lo indican los expertos en "callejeo", es en un documento datado en 1697, en el Plano de Olavide de 1771 se denomina Calle de la Amargura y para más inri, se desconoce el motivo de tan evocador nombre, ¿Tendrá algo que ver con la bella dolorosa de San Juan de la Palma?</p><p style="text-align: justify;">Una excavación arqueológica realizada en el número 5 de la calle por Gregorio Manuel Mora Vicente permitió descubrir, en el estrato más antiguo, los restos de un almacén y una necrópolis de la etapa romana de los siglos I-II d. C., aunque luego la zona parece deshabitada hasta ya el siglo XII, en el que se localizó un edificio con patios y pozo central. Por lo que se ve, estamos en un sector con altibajos poblacionales a lo largo de la historia, hasta que ya en torno al XVI esta zona queda fijada urbanísticamente como vía de acceso a la calle Feria para comerciantes y compradores del mercado. </p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiyf6AarkCjkE3YLgxI-i105UsrSpjgRrn21kjdPVhyElfb0zMmcBnxqVLxnKpAxdUgVcgwSz0L42OVfdVcKJt9gCkzEbPOl6tVIPGBSRJczqc9vmu6YtcGm4HKKW-RebIhkHFX-7YHs_aqTMnzJGAXSkb3zZqcD5NW7QM9p3TNuNrLYgEH_gQUd223DK5K/s4000/IMG20231030105512.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="4000" data-original-width="3000" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiyf6AarkCjkE3YLgxI-i105UsrSpjgRrn21kjdPVhyElfb0zMmcBnxqVLxnKpAxdUgVcgwSz0L42OVfdVcKJt9gCkzEbPOl6tVIPGBSRJczqc9vmu6YtcGm4HKKW-RebIhkHFX-7YHs_aqTMnzJGAXSkb3zZqcD5NW7QM9p3TNuNrLYgEH_gQUd223DK5K/w300-h400/IMG20231030105512.jpg" width="300" /></a></div><p style="text-align: justify;">Que en ella hubo corrales de vecinos lo demuestra un recorte de prensa del Noticiero Sevillano del 10 de marzo de 1897:</p><p style="text-align: justify;"><i></i></p><blockquote><i>"En la casa de vecinos de la calle Amargura número 1, dio comienzo anoche una misión del reverendo padre Mazuelos de la Compañía de Jesús. Los vecinos del barrio llenaban por completo el patio de la casa, escuchando con mucha atención la fácil y elocuente palabra del jesuita"</i></blockquote><p></p><p style="text-align: justify;">En la actualidad es peatonal, pero durante años circularon por ella carromatos y carruajes, muchos de ellos cargados con las frutas y verduras procedentes de las huertas de la zona de la Macarena y con destino al conocido Mercado de la Feria, de ahí que hasta 1925 en esta calle se colocasen no pocos vendedores ambulantes de estos productos, generando las protestas vecinales hasta que en ese año fueron integrados con motivo de la ampliación del cercano Mercado de Abastos. Prueba de la venta de productos alimenticios en no muy buenas condiciones higiénicas es este suelto de abril de 1922 en El Liberal:</p><p style="text-align: justify;"></p><blockquote><i>"Por el Veterinario de servicio en el Barranco han sido decomisados 380 kilos de pescado que no reunían condiciones para el consumo. También han sido decomisados por el veterinario 16 kilos de pescado en la calle Regina y 18 kilos, más una barrica de sardinas, en dos puestos de la calle Amargura". </i></blockquote><div style="text-align: justify;">Indicar, que el Barranco, junto al Puente de Triana, para quienes desconozcan su historia, era entonces Lonja de Pescado, perviviendo su uso hasta 1971, cuando se trasladó a las nuevas naves de Merca Sevilla.</div><p></p><p style="text-align: justify;">El comercio, el pequeño comercio, es protagonista en esta calle, donde siempre han existido pequeñas tiendas que, además de con sus escaparates, han usado la propia vía para exponer sus mercancías a la vista de los viandantes, a lo que habría que sumar la cantidad de puestecillos que durante años dieron a esta zona carácter popular y pintoresco. Mención especial para "La Única", clásico supermercado de barrio que lleva años vendiendo comestibles y para "La Cigüeña", tienda de confecciones fundada en 1943. <br /></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiWIBy9nhK4Cj0XYVpW8qblgVpT1P6a0evD3fKZaoXRnPWPCxhUXHlEr36VShhViBUJkRsaVE6kx3FY_7UDO8LgOjq1OVtZh9IRDRRifJRJjMAJD72qkT6HDEPydy_JbNh4t1XBTFkL0YMldh9HxoUOcAyXvnMjXc-_9UB7K2TjPrjGz2w5d2ZeogUE6daQ/s1599/IMG-20231029-WA0006.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><img border="0" data-original-height="899" data-original-width="1599" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiWIBy9nhK4Cj0XYVpW8qblgVpT1P6a0evD3fKZaoXRnPWPCxhUXHlEr36VShhViBUJkRsaVE6kx3FY_7UDO8LgOjq1OVtZh9IRDRRifJRJjMAJD72qkT6HDEPydy_JbNh4t1XBTFkL0YMldh9HxoUOcAyXvnMjXc-_9UB7K2TjPrjGz2w5d2ZeogUE6daQ/w400-h225/IMG-20231029-WA0006.jpg" width="400" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: small;">Foto Reyes de Escalona. </span></td></tr></tbody></table><p style="text-align: justify;"></p><p style="text-align: justify;">En 1910 se abrió en uno de sus costados, justo enfrente del número 9, el llamado <b>Pasaje de Amores</b>, que podría tener resonancias románticas, qué duda cabe, que termina en la calle San Basilio, pero que, que lleva este nombre por una razón más prosaica, en honor a Manuel Amores Domínguez, propietario del edificio que, una vez derribado, dio lugar a un solar que permitió abrir este pasaje, techado en su arranque, que carece de edificios significativos o de comercios reseñables, de no ser por la utilidad que plantea en días semanasanteros para callejear evitando el tránsito por Relator, tal como dejó reseñado el profesor y escritor Carlos Colón en sus artículos encabezados con el nombre de este Pasaje como título.<br /></p><p style="text-align: justify;"></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhaku-n9vrsWIiquklAsWXuXFST0ESAgibkvhBQzTrunpwbYq7BFJGFisSowgjeMWHHCUq47OhGqCZyxKHmIHhPpmI_E2T1MYJjESiMFkVK55xYLLdy1_b-BUpm9vO-N8VeixoNJH3kDXlMrW7-qTpSI2FzdPdqufwn_ax8HZO1Nhl0D48F4gADfhm6u9Zi/s226/Sin%20t%C3%ADtulo2.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="75" data-original-width="226" height="133" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhaku-n9vrsWIiquklAsWXuXFST0ESAgibkvhBQzTrunpwbYq7BFJGFisSowgjeMWHHCUq47OhGqCZyxKHmIHhPpmI_E2T1MYJjESiMFkVK55xYLLdy1_b-BUpm9vO-N8VeixoNJH3kDXlMrW7-qTpSI2FzdPdqufwn_ax8HZO1Nhl0D48F4gADfhm6u9Zi/w400-h133/Sin%20t%C3%ADtulo2.jpg" width="400" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: x-small;">Anuncio en la prensa local. 1913.</span><br /></td></tr></tbody></table><p></p><p style="text-align: justify;">Además, este Pasaje tiene cosas en común como los cercanos de Valvanera, Mallol, o González Quijano o los de Vila y Andreu en el barrio de Santa Cruz; como se afirma en la publicación Guía del Paisaje Histórico de Sevilla (2015): </p><p style="text-align: justify;"><i></i></p><div style="text-align: justify;"><blockquote><i>"Una de las grandes aportaciones a la tipología de la vivienda es el pasaje, que debe entenderse como una evolución más compleja del corral y de la casa de vecinos. Entronca tradición con modernidad saneando los interiores de grandes parcelas por medio del trazado de una nueva calle interior. Este tipo de construcción garantizaba la intimidad necesaria para la vida colectiva de los usuarios de las viviendas. Diseñadas para las clases populares y el proletariado, se concentraron en el norte de la ciudad."</i></blockquote><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgNV9-2_vjedw0XCowdgxx1HWbVTxKWxIlXggTFyGbE8f8UCdM_zlaDeEv7Ivu4SpiU-tZvt8yfs_rSRSKUIzozZFWLRLhh6NM5a6w8ohmNWM-q17p9SxFNo1hMbNWFwnMJy9s5hHdBP_I4bbicEYJZ3wvD9FoQ6TeLAM_RwzOKbvFdKSvU5XwrmOdZtNcR/s4000/IMG20231030105439.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="4000" data-original-width="3000" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgNV9-2_vjedw0XCowdgxx1HWbVTxKWxIlXggTFyGbE8f8UCdM_zlaDeEv7Ivu4SpiU-tZvt8yfs_rSRSKUIzozZFWLRLhh6NM5a6w8ohmNWM-q17p9SxFNo1hMbNWFwnMJy9s5hHdBP_I4bbicEYJZ3wvD9FoQ6TeLAM_RwzOKbvFdKSvU5XwrmOdZtNcR/w300-h400/IMG20231030105439.jpg" width="300" /></a></div></div><p></p><p style="text-align: justify;">El cronista Álvarez Benavides en "Explicación del Plano de Sevilla" de 1874, menciona algunos datos sobre la actividad profesional de un señor Amores que probablemente fuera padre o familiar cercado de quien da el nombre al pasaje, al indicar que:</p><p style="text-align: justify;"></p><div style="text-align: justify;"><blockquote><i>"El único establecimiento notable que se halla en la calle de la Amargura es: Núm 12 (7 antiguo) Almacén de vinos propiedad de D. Manuel Amores y Pérez. Cuenta esta casas más de treinta y seis años establecida, y en ella se halla un gran surtido de la mejor calidad, procedente de las conocidas y reputadas bodegas que dicho señor posee en Villanueva del Ariscal".</i></blockquote></div><p></p><p style="text-align: justify;">Aparte de esta Vinatería de Amores, hay que reseñar un taller de afilar, en el número 10, la sociedad de albañiles que tuvo allí su local y la taberna Casa Bracho, que estaba en la esquina de la calle, y en la que el gremio de panaderos, allá por 1932, fijó su sede en enero tras el cierre de su centro social de la calle Peral 34. <br /></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhUPoy5bGo0T-R7cZKaiop9AUA-SziZD3NddmwlIIBD8E3BfsBUA23X4-SZvAs6tJpqLmKIt7op0LoT3CdHXcB1x4GnBl5ZwfJqaYjoTyhtlsEb1YnZv7q_LbVlMu_YkNxIwLu840S9kdLcmnc84dm8ukZWHmhfGA7gEsuSo4iLXDz3DAoLG0pEo4u-Nl3q/s287/Sin%20t%C3%ADtulo.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="246" data-original-width="287" height="343" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhUPoy5bGo0T-R7cZKaiop9AUA-SziZD3NddmwlIIBD8E3BfsBUA23X4-SZvAs6tJpqLmKIt7op0LoT3CdHXcB1x4GnBl5ZwfJqaYjoTyhtlsEb1YnZv7q_LbVlMu_YkNxIwLu840S9kdLcmnc84dm8ukZWHmhfGA7gEsuSo4iLXDz3DAoLG0pEo4u-Nl3q/w400-h343/Sin%20t%C3%ADtulo.jpg" width="400" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: x-small;">Diario "El Liberal". 24 de enero de 1932.</span><br /></td></tr></tbody></table><p></p><p style="text-align: justify;">Curiosamente, hemos encontrado una reseña periodística que habla de un incendio acaecido en la calle Amargura y gracias a ella hemos conocido un poco mejor qué tipo de tiendas existían en la calle allá por el 5 de enero de 1913, aparte de algunas peculiaridades:</p><p style="text-align: justify;"></p><div style="text-align: justify;"><blockquote><i>"En las primeras horas de la noche anterior se inició un voraz incendio en una tienda de comestibles establecida en la planta baja de la casa número 13 de la calle Amargura. La finca es propiedad de Don Manuel Amores y la industria de don Agustín Medina. Los primeros en notar el fuego fueron los vecinos de la casa próxima, que vieron que, obstante estar cerrado el establecimiento, por ser domingo, salía gran cantidad de humo por debajo de aquél." </i> </blockquote></div><p></p><p style="text-align: justify;">La crónica destaca, de manera especial, el papel de los serenos, que apenas supieron del incendio, pasaron aviso a la cercana parroquia de Omnium Sanctorum, cuyas campanas tocaron a rebato en señal de fuego, y al poco rato lo hicieron las demás parroquias próximas, siguiendo una costumbre que era entonces más que habitual a fin de avisar a los feligreses de la necesidad de acudir a sofocar las llamas y de prevenirles del peligro, con lo cual, como resultado, casi todo el mundo se echaba a la calle, bien para colaborar en las tareas de extinción, bien para ser meros espectadores del suceso. <br /></p><p style="text-align: justify;">El incendio alcanzó por momentos gran virulencia, amenazando con propagarse a una barbería y un taller de plancha que en la citada casa tenían establecidos Juan Aguilar y Carmen Cano. Ambos, que se encontraban ausentes, se personaron inmediatamente, sacando a la calle, auxiliados de varios vecinos, todos los muebles, llegando a sufrir un síncope una señora que habitaba en el piso superior, siendo auxiliada por vecinas de la zona. Pocos minutos después llegaba la brigada de bomberos al mando del capataz señor Espejo, que se dispuso a apagar el incendio, aunque primero la Guardia Civil y la Policía Municipal tuvieron que acordonar la zona para evitar daños en la gran cantidad de personas que se hallaban allí. Poco más se supo de las causas del siniestro, destacando la prensa que las autoridades judiciales carecían de pruebas o indicios y que las pérdidas económicas se estimaban en torno a unas 10.000 pesetas de la época.<br /></p><p style="text-align: justify;">Aunque no forme parte de la propia calle, siempre habrá que mencionar, por su cercanía, la presencia del
Palacio de los Marqueses de la Algaba, fundación de la familia Guzmán
allá por el siglo XV, corral de vecinos y hasta teatro en sus tiempos y ahora convertido en dependencias municipales y sede del Centro Múdejar, testigo del devenir del barrio a lo largo de los siglos, como el famoso Motín de la Feria de 1652, iniciado en esa misma plaza, pero esa,
esa ya es otra historia.</p>Manolo Sousahttp://www.blogger.com/profile/07206131230409309784noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-6459960962905345182.post-26465129115936775252023-10-16T11:09:00.001+02:002023-10-16T11:09:31.956+02:00Plaza de los Carros. <iframe src="https://www.ivoox.com/player_ej_117834265_6_1.html?c1=364c6a" width="100%" height="200" frameborder="0" allowfullscreen="" scrolling="no" loading="lazy"></iframe><p style="text-align: justify;">Cementerio, mercado, escenario al paso de cofradías, hoy, en Hispalensia nos vamos a conocer una Plaza muy especial; pero como siempre, vayamos por partes.</p><p style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjNyRgXK8ydgSaPa6oCut9biDHEQg8ilhTAaGF573w1rWcm18k7c52HZSJVJ9bYoYmtae7ycRli-bdgekO79VUIOH0w-5qnvW6qhj17dr2QyZbz3wiDehQSSj_Ne6OG_9bCEJcfzR1_tKnVFwyHgQiM4rwhsSbVyTakoQqw88K2ekifMaLCfVioJT5GjUy0/s3264/IMG20231013101357.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3264" data-original-width="2448" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjNyRgXK8ydgSaPa6oCut9biDHEQg8ilhTAaGF573w1rWcm18k7c52HZSJVJ9bYoYmtae7ycRli-bdgekO79VUIOH0w-5qnvW6qhj17dr2QyZbz3wiDehQSSj_Ne6OG_9bCEJcfzR1_tKnVFwyHgQiM4rwhsSbVyTakoQqw88K2ekifMaLCfVioJT5GjUy0/w300-h400/IMG20231013101357.jpg" width="300" /></a> <br /></p><p style="text-align: justify;">En 1304 la plaza de Monte Sión, que éste es su actual apelativo, se llamaba del Caño Quebrado, en alusión a que bajo ella pasaba una de las tuberías que desaguaban en la zona de la Alameda, entonces insalubre laguna; el nombre abarcará, con el tiempo, no sólo a la plaza, sino a calles adyacentes o incluso al barrio, hasta que en 1845 con la reforma municipal de calles y plazas, se decidió rotularla con el de Plaza de los Maldonados, fruto de la presencia en ella de las casas de este linaje sevillano, propietario del Condado del Águila. El palacio, que contaba con vistoso mirador, fue derribado hace ya algunos años, siendo construido en su lugar un edificio de viviendas denominado "Núcleo Montesión", que ahora acoge en sus bajos un supermercado y las inevitables viviendas turísticas. En 1960 fue llamada Plaza de Monte Sión en honor a la Hermandad del mismo nombre cuya capilla preside la plaza, aunque una parte más alejada mantendrá el de Maldonados. Por cierto, pese a tanto nombre siempre será para muchos la Plaza de los Carros, en recuerdo a una parada de estos vehículos existente en la plaza antiguamente.</p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><span style="font-size: x-small;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjU_ADzfZPM51O4w9ii8E-OOcKSOemPsEe5ti7rcyhHXOPX2akEDo2WL9zyUJQMA1B3r9Br2Blw8slEK5ZNH4QUm7V671aUObb6tlwc4j2IkehxliDiEeFKJOP5ns_1OpLSWIjYA0PbGZkSCATLZq0tWRD3f8tzEtc7Ybndz6LAR8SVnZdhMFmU27x0fVIY/s354/Sin%20t%C3%ADtulo.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="286" data-original-width="354" height="324" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjU_ADzfZPM51O4w9ii8E-OOcKSOemPsEe5ti7rcyhHXOPX2akEDo2WL9zyUJQMA1B3r9Br2Blw8slEK5ZNH4QUm7V671aUObb6tlwc4j2IkehxliDiEeFKJOP5ns_1OpLSWIjYA0PbGZkSCATLZq0tWRD3f8tzEtc7Ybndz6LAR8SVnZdhMFmU27x0fVIY/w400-h324/Sin%20t%C3%ADtulo.jpg" width="400" /></a></span></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: x-small;">"Sevilla", Diario de la Tarde, 17 de octubre de 1961.<br /></span></td></tr></tbody></table><p></p><p style="text-align: justify;">El área de la plaza en cuestión ha sido modificada con el paso de los siglos, pues todavía en el siglo XIX presentaba un saliente a la altura de la antigua calle <a href="https://www.blog.hispalensia.com/2022/12/conspirando.html" target="_blank">Bancaleros</a>, ahora González Cuadrado, e incluso hay constancia en el siglo XV de que poseyó todo un anillo de soportales rodeándola, lo que ocasionó constantes y molestos pleitos entre los propietarios de esos edificios y la autoridad municipal, hasta que finalmente desaparecieron en el siglo XIX. Quizá esos pintorescos soportales (que eran muy frecuentes en la época en otros lugares como la calle San Jacinto, la Plaza de los Terceros o la propia de San Francisco) servían como refugio para vendedores y tenderos, por lo que no es de extrañar que la Plaza se llamase también en otras etapas también de los Trapos, ¿Por la presencia de ropavejeros?</p><p style="text-align: justify;">En época medieval hubo allí importante carnicería con cuatro puestos de venta allá por 1505, que estuvieron funcionando hasta bien entrado el siglo XIX; además un documento datado en 1454 indicaba que era lugar para que en él se colocasen mujeres para vender todo tipo de productos al por menor, las llamadas también "regatonas". Los fabricantes de sayal, tela basta de lana muy empleada en hábitos religiosos, vivían también en la zona, pues en 1714 veintidós de ellos, pertenecientes al gremio, vivían en el Caño Quebrado, al igual que algunos carpinteros. Contó también con botica y barbería, de modo y manera que vino a ser, salvando las distancias, todo un "Centro Comercial" al aire libre.</p><p style="text-align: justify;">Empedrada primitivamente, en 1906 fue adoquinada, en torno a 1970 fue asfaltada y hace escasos meses fue reurbanizada de nuevo con bancos, adoquines y árboles, aunque según los vecinos no los suficientes, además de parcialmente peatonalizada, para contento de los establecimientos de hostelería allí enclavados. </p><p style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhAFGpWjPUyDWI0yZNyeo6tCOXX3uiSr1GHJbijgJTv2dJYB4PbGwhV2johGazeh3yIzFM9pYW7ZPeGqStUviN34bse-5ZD4aebxDVKj6kPuN2olKV8NP1bQbJSwg2T97Xp9bihHGBRBU2RRNmTp5z_GG-L7e36PPc_xg1fg_E0rXHci-Ht8tuhratfiF6X/s682/carros.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="467" data-original-width="682" height="274" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhAFGpWjPUyDWI0yZNyeo6tCOXX3uiSr1GHJbijgJTv2dJYB4PbGwhV2johGazeh3yIzFM9pYW7ZPeGqStUviN34bse-5ZD4aebxDVKj6kPuN2olKV8NP1bQbJSwg2T97Xp9bihHGBRBU2RRNmTp5z_GG-L7e36PPc_xg1fg_E0rXHci-Ht8tuhratfiF6X/w400-h274/carros.jpg" width="400" /></a> <br /></p><p style="text-align: justify;">Porque lo que de verdad hace revivir a esta plaza (con permiso de la
imprescindible y clásica Taberna Vizcaíno, fundada en 1929), aparte de la tarde del Jueves Santo y la mañana del Viernes, es el
popular y conocido mercadillo de El Jueves, que asienta sus reales en
ella cada semana y sigue siendo considerado como uno de los mercados
callejeros más antiguos de Europa, por lo que no debe extrañar que
durante siglos, como hemos comentado, existieran tiendas de objetos
antiguos o de segunda mano, así como libros o ropa. El Jueves es día y lugar de
tratos, de regateos, de rebuscar, para coleccionistas, curiosos o
simples paseantes. Tampoco podemos olvidar la "vida nocturna" que mantuvo la plaza,
personalizada en el local Viña Blanca, que pasó de ser bar o taberna a
convertirse en cabaret y se mantuvo abierto con actuaciones en directo,
bailes y demás hasta finales de los años ochenta.<br /></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjOdhKTf2UpUzWVCQqZ9-KbQj5W83kuaaHvrtnPJwXtWJwy_9KEsd_-abvGe7bpz7Ln2r7LbFfhvpgM3C9bb-XCucYulK_6QpJcD1KFgl3oS9rJWSL9Hzb43PVqjrEGT3bdg7Z-maLSsjNOtTq38Qo_3oiECxlX76fy_gTD-Jcz3-Iab-cv5YHIr5VYpWrH/s407/vi%C3%B1a%20blanca.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="218" data-original-width="407" height="214" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjOdhKTf2UpUzWVCQqZ9-KbQj5W83kuaaHvrtnPJwXtWJwy_9KEsd_-abvGe7bpz7Ln2r7LbFfhvpgM3C9bb-XCucYulK_6QpJcD1KFgl3oS9rJWSL9Hzb43PVqjrEGT3bdg7Z-maLSsjNOtTq38Qo_3oiECxlX76fy_gTD-Jcz3-Iab-cv5YHIr5VYpWrH/w400-h214/vi%C3%B1a%20blanca.jpg" width="400" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: x-small;">Anuncio en Prensa. Año 1961.</span><br /></td></tr></tbody></table><p style="text-align: center;"></p><p style="text-align: justify;">Algo que durante siglos estuvo más que presente fue el antes aludido colector de aguas que se dirigía a la Alameda, por lo que son más que habituales las quejas del vecindario por los malos olores y por la frecuentes roturas que experimentaba, de ahí lo de Caño Quebrado, encharcando la plaza de aguas nauseabundas que a buen seguro serían foco de infecciones. En 1784, Cándido María Trigueros, autor del libro La Riada escribía así de este sector:</p><p style="text-align: justify;"></p><div style="text-align: justify;"><blockquote><i>"Una de las más perniciosas resultas de la inundación es el rebosar de los pozos y llenarse la Ciudad de agua filtrada por otros conductos, lo cual no puede dejar de causar los mayores perjuicios en las casas, cuyos cimientos se reblandecen; ya se han resentido muchas sin haber sido inundadas, por la flaqueza que ha causado en éstos la filtración inferior. En algunos barrios, especialmente en la Feria y Caño Quebrado, mana continuamente tanta agua, que puede junta formar un riachuelo." </i></blockquote></div><p style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgH3FQNB_QjJj_2y6BASLuZ2Gvd4PM0PUuAH0-fIkqpkUHdC_yRL-eFOWD4RWYqfcMWu3iFLBjdMjSzxasB9wITciKGWAqyec3kAb6YpXc05GUIvqwpSMlpkOeNyMnz5g0NcEvrB2RW6Au6LtmCGFOHg932YnZYuCBhKZ7eRCN7K1-pnVHsZwwKpnDwUQMC/s4000/IMG20231013101251.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="4000" data-original-width="3000" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgH3FQNB_QjJj_2y6BASLuZ2Gvd4PM0PUuAH0-fIkqpkUHdC_yRL-eFOWD4RWYqfcMWu3iFLBjdMjSzxasB9wITciKGWAqyec3kAb6YpXc05GUIvqwpSMlpkOeNyMnz5g0NcEvrB2RW6Au6LtmCGFOHg932YnZYuCBhKZ7eRCN7K1-pnVHsZwwKpnDwUQMC/w300-h400/IMG20231013101251.jpg" width="300" /></a> <br /></p><p></p><p style="text-align: justify;">Como curiosidad, el conocido poeta y
cantor de la Inmaculada Miguel Cid, vivió en este Caño Quebrado antes de
mudarse a la collación del Salvador e incluso lo hizo presente en alguna de
sus composiciones, como ésta en la que alaba el paso de la procesión del
Corpus por su casa: </p><div style="text-align: center;">"Arroyo que habéis manado</div><div style="text-align: center;">de allá de la eterna fuente,</div><div style="text-align: center;">¿Cómo hoy vuestra corriente</div><div style="text-align: center;">Pasa por Caño Quebrado?</div><div style="text-align: center;">Un caño nos quebró Adán</div><div style="text-align: center;">Por do la gracia corrió;</div><div style="text-align: center;">Mas Dios el caño soldó</div><div style="text-align: center;">con un bocado de pan.</div><div style="text-align: center;">Corre el arroyo sagrado</div><div style="text-align: center;">hoy por el caño del suelo</div><div style="text-align: center;">y hoy toda la corte y cielo</div><div style="text-align: center;">está en el Caño Quebrado." </div><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhRKG2S_YmFJdk9gNv8aoXk1ycRrmpyKuP8i6s6FlhPqimYHalwTwwC10n-6vhUZ1a4OCEZRgZ2b-ktPSrfV2Oe9AHxYPoFZg9xKFfp6x8bZdl6VFdpMfBiMFwUvWJclvDtPGj9b1yt8tP3te-KrQb72V_Iz17DpCrFam66TxlKze8YfzoOI8X2-2IAcZRK/s4000/IMG20231013101351.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="4000" data-original-width="3000" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhRKG2S_YmFJdk9gNv8aoXk1ycRrmpyKuP8i6s6FlhPqimYHalwTwwC10n-6vhUZ1a4OCEZRgZ2b-ktPSrfV2Oe9AHxYPoFZg9xKFfp6x8bZdl6VFdpMfBiMFwUvWJclvDtPGj9b1yt8tP3te-KrQb72V_Iz17DpCrFam66TxlKze8YfzoOI8X2-2IAcZRK/w300-h400/IMG20231013101351.jpg" width="300" /></a></div><p style="text-align: justify;"> </p><p></p><p style="text-align: justify;"> La Plaza de los Carros quedó retratada en la en su tiempo controvertida novela de Alfonso Grosso El Capirote (1964), ejemplo de texto con denuncia social en pro de los trabajadores que narra la dureza de la vida y las penurias de un jornalero enfermo de tuberculosis que terminará sus días como costalero asalariado:</p><p style="text-align: justify;"></p><blockquote><i>"Sólo le preocupada ahora su gesto cansino, el sonido de su tos, su voz que había cambiado, y su acento y su trabajo eventual de una semana en las regolas y la tercera en la carga y descarga del muelle, o, peor aún, en nada que consumiera su jornada, sino al quiebro de los chapuces, esperando en la Plaza de los Carros o en la del Pumarejo el cuarto de jornal por ayudar a descargar un motocarro, o desmontar un camión de harina, o arrastrar en el matadero las pieles de las reses y amontonarlas y pesarlas para los contratadores, o auxiliar en el Mercado Central o en la Lonja del Pescado a los subastadores." </i></blockquote><p style="text-align: justify;">La gran epidemia de Peste que asoló Sevilla en el inverno y primavera de
1649 ocasionó que, llenas las iglesias de cadáveres, hubiera de
recurrirse a las plaza públicas como improvisados cementerios; tal fue
el caso del sector de la Plaza de los Carros más cercano a la calle
Laurel, donde se colocó como recuerdo una humilde cruz de madera. No
tardó en congregarse en torno a ella un grupo de fieles, fundándose una
Hermandad para rendirle culto en 1656, quienes costearon una nueva cruz
de forja en la que aparecía, y aparece porque se conserva, la
inscripción: "IMPLENTA SVNT QUARE CONCINIT FIDELIS CARMINE DICENS, IN
NATIONIBUS REGNA VITA A LIGNO DEUS", o lo que es lo mismo: "Se ha
cumplido lo que David cantó en verso fiel diciendo, Dios reinó desde la
cruz en todas las naciones". Un azulejo, colocado en 2006, recuerda que
esta cruz fue, andando los años, el germen de la actual Hermandad de la <a href="https://soledadsanbuenaventura.com/titulares/santa-cruz" target="_blank">Soledad de San Buenaventura</a>, y una copia de este emblema, convertido en Cruz de Guía, encabeza a la cofradía cada tarde de Viernes Santo, pero esa, esa ya es otra historia. <br /></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgjo1CzAkixAZGhJLe82z1SgnGF4y1cPsD0o6XQpDeoifbM0RgzUx6qbdCYcmiveegI5uO-gyHTqhyB-QWwMcUnZsELGxunjiJdogNO3ZP_6kki9JibjAmFsa59rwgpqehlF70PqzaGDlZwB0EJaSKyPoUTvacWGz4TSdWr6q-MUH8hQp4AgY-l94PWtDk0/s685/IMG-20231015-WA0008.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="557" data-original-width="685" height="325" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgjo1CzAkixAZGhJLe82z1SgnGF4y1cPsD0o6XQpDeoifbM0RgzUx6qbdCYcmiveegI5uO-gyHTqhyB-QWwMcUnZsELGxunjiJdogNO3ZP_6kki9JibjAmFsa59rwgpqehlF70PqzaGDlZwB0EJaSKyPoUTvacWGz4TSdWr6q-MUH8hQp4AgY-l94PWtDk0/w400-h325/IMG-20231015-WA0008.jpg" width="400" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Foto: Reyes de Escalona</td></tr></tbody></table><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br /></div>Manolo Sousahttp://www.blogger.com/profile/07206131230409309784noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6459960962905345182.post-34680565741508949752023-10-09T11:13:00.004+02:002023-10-14T10:23:09.239+02:00El Padre "Verita".<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="200" loading="lazy" scrolling="no" src="https://www.ivoox.com/player_ej_117418375_6_1.html?c1=492411" width="100%"></iframe><p style="text-align: justify;">Esta semana, tras el interés despertado por Fran Antonio de Lagama, el <a href="https://www.blog.hispalensia.com/2023/09/el-habito-no-hace-al-monje.html" target="_blank">fraile bandolero</a>, nos vamos a centrar en otro religioso, pero con perfil diferente. Apuesto y gallardo en su juventud, con un prometedor futuro al decir de las crónicas, viajero y con suficiente formación para alcanzar un nivel de vida bastante alto, prefirió el áspero hábito de franciscano cupuchino, la predicación y el compromiso por los demás; de él se conserva aún una pintura en su convento y toda una colección de documentos históricos de enorme valor para el estudio de la Guerra de Independencia. Pero como siempre, vayamos por partes. </p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhpShsTzdAiNygNIDhxyf6qCHk1Um8sVx2od-hTHWTqlmlJSGioWlGDrWThFErD3aR4cOJW-Zne5s5zW5jWcv1bTZ4tFPLKZpaOp__M_GMa8DjsF6XP1EJP-6qhECzzrU787Wb7a4mM-21smgyce4b6J9wrZ-81uPLSCdjwuJtY7Lux4zqD1HJe3wC76Bq0/s1124/800px-Retrato_de_Joaqu%C3%ADn_Mar%C3%ADa_Caravallo_y_de_Vera.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1124" data-original-width="800" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhpShsTzdAiNygNIDhxyf6qCHk1Um8sVx2od-hTHWTqlmlJSGioWlGDrWThFErD3aR4cOJW-Zne5s5zW5jWcv1bTZ4tFPLKZpaOp__M_GMa8DjsF6XP1EJP-6qhECzzrU787Wb7a4mM-21smgyce4b6J9wrZ-81uPLSCdjwuJtY7Lux4zqD1HJe3wC76Bq0/w285-h400/800px-Retrato_de_Joaqu%C3%ADn_Mar%C3%ADa_Caravallo_y_de_Vera.jpg" width="285" /></a></div><p></p><p style="text-align: justify;">Joaquín María Caravallo y de Vera habría nacido en Sevilla el 16 de agosto de 1766, en el seno de una familia de comerciantes. Siguiendo las instrucciones de su devota madre, en 1777 comenzó los estudios en el Colegio de Santo Tomás junto con su hermano Juan, logrando el grado de Licenciado en Filosofía en la Hispalense, pero un súbito e inexplicable cambio de opinión hará que indique a sus padres el deseo de ver mundo y formarse, de manera que el 13 de abril de 1786 embarcará rumbo a México, quizá para conocer el oficio mercantil de su padre. </p><p style="text-align: justify;">Un cronista contemporáneo a él lo describió de este modo: <i>"cuerpo recto, rostro hermoso, tez muy blanca, ojos negros, rasgados en muy buena proporción; nariz y boca sin imperfección, su modo de reír muy gracioso, y en todo el conjunto le hacía muy bien parecido".</i></p><p style="text-align: justify;">Llegado a México, durante su estancia allí comenzó la costumbre de llevar un pormenorizado y concienzudo diario de sus actividades, sin olvidar hasta estadísticas sobre natalidad o mortalidad de la población, algo que le marcaría de por vida. Los ruegos de su madre por la enfermedad paterna desde España harán que regrese, desembarcando en Cádiz el 28 de mayo de 1788, como ha constatado la profesora Freire López. También en la vida de Joaquín habrá otro regreso por aquellos años: el de la vida académica, pues logrará el título de Maestro en Artes por la Universidad de Sevilla, que correspondería al grado de Doctor.</p><p style="text-align: justify;">Un incidente, o accidente, la caída desde su enjaezado caballo, mientras participaba en un vistoso desfile con ocasión de la proclamación como rey de Carlos IV, será para él una especie de mística revelación para abandonar una vida de vanidades y lujos y decidir optar por la dura vida religiosa en comunidad. Permanecerá durante cierto tiempo con los filipenses y los cartujos, pero se decidirá finalmente por el Convento de Santa Justa y Rufina, de padres capuchinos, ingresando en la Orden con la oposición de su familia, que veía en él una prometedora carrera como continuador de los negocios familiares. <br /></p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhr7n33Au6OkfUsjLciS6BRDjOUNM-qQM_VVCXpHJIrYIAL-f4lQ3SXv-BWXyt2Y3rMj6bdG6D7cIQiX7cUXvsfHdVYq7XOR6_8RV-fXyeGEW3GafOLmjMb_1gnIUDfKy1IU_BVH6ZbeEy07H_rpKJlkJ1Cr1z5vM1XVOQZVi4k51gIocHIy1bF2DC1_Qv5/s3264/IMG20231006094316.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3264" data-original-width="2448" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhr7n33Au6OkfUsjLciS6BRDjOUNM-qQM_VVCXpHJIrYIAL-f4lQ3SXv-BWXyt2Y3rMj6bdG6D7cIQiX7cUXvsfHdVYq7XOR6_8RV-fXyeGEW3GafOLmjMb_1gnIUDfKy1IU_BVH6ZbeEy07H_rpKJlkJ1Cr1z5vM1XVOQZVi4k51gIocHIy1bF2DC1_Qv5/w300-h400/IMG20231006094316.jpg" width="300" /></a></div><p></p><p style="text-align: justify;">El 5 de enero de 1790 toma los hábitos y cambia su nombre; desde entonces será fray Salvador Joaquín de Sevilla. Desde el primer momento hará gala de una proverbial humildad y especial devoción a la Virgen María y al sacramento del Bautismo, pero no por ser capuchino abandonará viejas costumbres, ya que llevará por escrito hasta los bautismos celebrados por él (más de siete mil). Ferviente devoto de la Divina Pastora de Capuchinos, se conservan unas coplas suyas dedicadas a ella, cuyo estribillo final dice así:</p><div style="text-align: center;">No te vayas, Madre,</div><div style="text-align: center;">No, dulce Pastora,</div><div style="text-align: center;">Que tu grey se queda</div><div style="text-align: center;">Sin tí, triste y sola. <br /></div><p style="text-align: justify;">Estudió Teología en Jerez de la Frontera y a su regreso al convento de capuchinos y dadas sus cualidades oratorias fue ascendido al puesto Predicador, cargo en el que se entregó en cuerpo y alma ya que poco a poco su figura comenzó a hacerse familiar para todos. Velázquez y Sánchez en sus Anales de Sevilla lo describió de este modo: </p><p style="text-align: justify;"></p><blockquote><i>"Viéndosele de contínuo en el hogar aristocrático y en el mísero albergue, ministro fiel de una religión de fraternidad entre los hombres. Grave sin afectación y sencillo sin bajeza, excusaba toda conversación en que se aludiera al crédito de sus misiones apostólicas, al cariño filial que le profesaban los admiradores de su mérito, ni a sus antecedentes en la vida social".</i></blockquote><p></p><p style="text-align: justify;">No rehuirá el contacto con los enfermos como cuando estalla la
epidemia de Fiebre Amarilla de 1800, durante la cual llegó a contagiarse
y a partir de la misma su presencia podrá notarse en todas las zonas de la ciudad, pues lo mismo frecuentaba el famoso <a href="https://www.blog.hispalensia.com/2021/07/fresquita.html" target="_blank">Puesto de Agua de Tomares</a>, que ya comentamos en cierta ocasión, que acudía a predicar a los Humeros o la Puerta de Córdoba o que podía vérsele por los caminos para atender a enfermos o moribundos ganándose el cariño de muchos y el apelativo de "Padre Verita". </p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi2t6oqDPaiYzcKmEJTFGQotSVzYQ6LKb4yYoV5kbbp9I8wwtk2Ng8K5q3SWtbRXdwgQaPJzurIER-dD11hzdiIGK15ssdM_t6g8sMqz4m1CYPkshI6PiFiEwl39CQrDGJ60ABKPrHlRAUGAin6Y58tZmJy7jY7MuvGi2YRm2U5pGALf6uWyJABxXMdv5xO/s647/Sin%20t%C3%ADtulo.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="647" data-original-width="409" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi2t6oqDPaiYzcKmEJTFGQotSVzYQ6LKb4yYoV5kbbp9I8wwtk2Ng8K5q3SWtbRXdwgQaPJzurIER-dD11hzdiIGK15ssdM_t6g8sMqz4m1CYPkshI6PiFiEwl39CQrDGJ60ABKPrHlRAUGAin6Y58tZmJy7jY7MuvGi2YRm2U5pGALf6uWyJABxXMdv5xO/w253-h400/Sin%20t%C3%ADtulo.jpg" width="253" /></a></div><div style="text-align: justify;"> </div><div style="text-align: justify;">Su otra faceta, la de culto erudito, se vio alimentada al hacerse cargo de la biblioteca del convento capuchino; dotado de una memoria prodigiosa, meticuloso y detallista, ejercía como consejero de sus hermanos frailes cuando acudían a él para solicitarle bibliografía para componer sermones y homilías, orientándoles sobre qué autor o qué obra emplear. Quizá por todo ello, fue también nombrado Procurador de la causa de beatificación de fray Diego José de Cádiz, a quien había tenido la fortuna de conocer, tanto que, curiosamente, el propio Fray Diego pronunció en 1800 un
sermón <i>"De acción de gracias a mi seráfico Padre San Francisco, por
haberse librado de ahogarse en un pozo de la Cartuja, donde cayó el
Padre Fray Salvador Joaquín de Sevilla, conocido vulgaremente por el
Padre Verita"</i>. Dedicado con pulcritud a recopilar cuantos textos escritos se conservasen de fray Diego, su empeño sirvió para organizar todo el expediente previo para la beatificación. </div><div style="text-align: justify;"> </div><div style="text-align: justify;">Igualmente, la invasión francesa de 1808 sirvió al Padre Verita para dar rienda suelta a su faceta como escritor (se ve que tenía tiempo para todo), redactando dos obras, una de ellas en verso, de carácter patriótico contra las tropas napoleónicas, aquellas que terminarían por expoliar los Murillos que colgaban en la iglesia de su convento. Siguiendo con este tema "napoleónico", en el Instituto de Historia y Cultura Militar del Ministerio de Defensa en Madrid, se conserva la llamada "Colección del Fraile", consistente en un conjunto de documentos, periódicos, proclamas, edictos, gacetas, carteles, sermones, y demás escritos de la etapa de la invasión francesa, colección que fue iniciada por Juan, el hermano de Fray Salvador fallecido en 1816 y continuada por él más tarde, llegando finalmente a manos del Ministerio de la Guerra en 1853. En la actualidad, se considera como uno de los fondos documentales más interesantes para conocer la vida cotidiana de la España de la Guerra de Independencia contra Francia. <br /></div><p style="text-align: justify;">El 13 de septiembre de 1830, fallecía "con grande opinión y olor de santidad" el Padre "Verita", a la edad de 64 años y 39 de pertenencia a la orden capuchina siendo multitud de fieles la que acudió a su velatorio y funeral en el convento, aunque Álvarez Benavides afirma que murió en una casa de la calle Francos 26, donde habría vivido durante su enfermedad; desconocemos las causas de su muerte, aunque algunos autores mencionan un fuerte golpe recibido mientras celebraba la Eucaristía en el convento de San Pablo. Por cierto, el Padre "Verita" pasó a la historia, según sus propias cuentas, por haber regalado más de doscientos mil rosarios, cifra difícil de superar, pero esa, esa ya es otra historia. </p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh7el5uWZ2fpC5m2ugfG-DeV_hnLNbcSZpY05C_bF4pL6AesJsVqDaMtDPpQnKZLFaRwe9gJ-5Xg39l8FxJL_6N0EUh64wI5V4o0JdYiDNEnvjfDb3tcj55kaW4GUlkhY7TGyyYNxLJvTs66FD8CySpw5nr9ZbB0ki_3aOCxNeyG1Z4IcAkC3WZjqsJqEL1/s4000/IMG20231006094345.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="4000" data-original-width="3000" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh7el5uWZ2fpC5m2ugfG-DeV_hnLNbcSZpY05C_bF4pL6AesJsVqDaMtDPpQnKZLFaRwe9gJ-5Xg39l8FxJL_6N0EUh64wI5V4o0JdYiDNEnvjfDb3tcj55kaW4GUlkhY7TGyyYNxLJvTs66FD8CySpw5nr9ZbB0ki_3aOCxNeyG1Z4IcAkC3WZjqsJqEL1/w300-h400/IMG20231006094345.jpg" width="300" /></a></div><p></p>Manolo Sousahttp://www.blogger.com/profile/07206131230409309784noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6459960962905345182.post-59896437863028225542023-10-02T10:38:00.007+02:002023-10-02T22:43:44.488+02:00Cerrajería, o la calle de los "Tiznados". <iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="200" loading="lazy" scrolling="no" src="https://www.ivoox.com/player_ej_116974881_6_1.html?c1=364c6a" width="100%"></iframe><p style="text-align: justify;">En esta ocasión nos vamos a dar un paseo por una céntrica calle sevillana, de las de toda la vida, en la que el comercio y los gremios han estado presentes desde siempre, que tuvo hace muchos años el mismo especial protagonismo en Semana Santa que en la actualidad cuando llega el Corpus y su procesión, tradicionalmente entoldada en los calurosos meses de verano (y otoño) y que alberga alguno de los edificios más destacados del estilo regionalista; pero como siempre, vayamos por partes. </p><p style="text-align: justify;">Entre Sierpes y <a href="https://www.blog.hispalensia.com/2021/10/cuna.html" target="_blank">Cuna</a>, casi en la intersección con Rioja, la calle Cerrajería es uno de los puntos urbanos de más actividad en el centro histórico de Sevilla, un trajín comercial que casi podríamos decir ha estado siempre ahí, desde sus orígenes. Un apunte, no confundir esta calle con la plaza de la Cerrajería, donde estaba la famosa cruz que actualmente preside la plaza de Santa Cruz en el barrio del mismo nombre, dicha plaza, de reducido espacio, supondría ahora el arranque de la calle Rioja con Sierpes, donde existe en la actualidad un quiosco. <br /></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEixl-M4RKVoU4z9g3XKpamXPdb_hwFFvNl1DRJ6QHcYdaowe2IlpX0PmhlzUTu7mCGAbvf_rTfDCYpZk5Je1g2u0yYexxa6o0QPIi7HTrWgzHSSnmLxwbdvBMHLERhitDrig0cvx82ibsS3Knws4T1nUDJQszlkbdiKjo2ybvBHWme9bjlg4n7MHJVh4c3a/s2048/IMG-20230930-WA0016.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="2048" data-original-width="2048" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEixl-M4RKVoU4z9g3XKpamXPdb_hwFFvNl1DRJ6QHcYdaowe2IlpX0PmhlzUTu7mCGAbvf_rTfDCYpZk5Je1g2u0yYexxa6o0QPIi7HTrWgzHSSnmLxwbdvBMHLERhitDrig0cvx82ibsS3Knws4T1nUDJQszlkbdiKjo2ybvBHWme9bjlg4n7MHJVh4c3a/w400-h400/IMG-20230930-WA0016.jpg" width="400" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: x-small;">Foto: Reyes de Escalona. </span></td></tr></tbody></table><p style="text-align: justify;">Lo curioso es que a mediados del siglo XV recibía el nombre de Arqueros, se dice que por vivir en ella gentes que tenían esa condición, quizá descendientes de los que acompañaron a Fernando III en la conquista de la ciudad allá por 1248, pero ya en pleno siglo XVI tomó la actual denominación de Cerrajería en honor a este gremio; allí moraban no pocos de sus miembros, de hecho, el historiador José Gestoso, tantas veces citado en estas páginas, descubrió nombres como los de Martín de Oña, Agustín Pérez, Diego Rodríguez o Juan de Salas, vecinos todos ellos de la calle en los siglos XVI y XVII y expertos artesanos en realizar llaves, candados o cerraduras. </p><p style="text-align: justify;">Las Ordenanzas del Gremio que se conservan, de 1502, estipulan su organización, cargos, formación y hechura de las obras salidas de los talleres, pero lo verdaderamente interesante es un párrafo en el que las normas son bastante claras en lo referente a la turbia y secreta relación, a veces, entre cerrajeros y delincuentes, pero será mejor que ellas mismas lo cuenten: </p><p style="text-align: justify;"></p><div style="text-align: justify;"><blockquote><i>"Por cuanto muchas veces acaece, que muchas personas van a los maestros cerrajeros y a sus obreros y les llevan las figuras de llaves imprimidas en cera o en masa y les ruegan que les fagan llaves de aquella misma forma, prometiéndoles por ello mucha cantidad de maravedís, lo cual notoriamente paresce que las dichas llaves se mandan facer escondidamente de aquella forma para abrir puertas y cerraduras ajenas y hacer muchos delictos de hurtos y otras cosas muy dañosas y peligrosas; por ende, por evitar los dichos inconvenientes, ordenamos y mandamos que de aquí en adelante ningún oficial ni obrero del dicho oficio de cerrajero no faga llave alguna a persona que la traiga imprimida en la dicha cera o masa, salvo si no trajese la dicha llave o cerradura para que le sea fecha por aquella y el que lo contrario de lo susodicho fiziere incurra en pena de dos mil maravedís y sean dados cien azotes públicamente por esta ciudad, como persona que da consejo y favor para fazer hurtos y otros delictos".</i></blockquote></div><p style="text-align: left;"></p><p style="text-align: justify;">No fueron los cerrajeros los únicos en residir en esta calle, merece la pena nombrar también, entre los antes aludidos siglos, al armero Alonso Gómez que vivía arrendando la vivienda al Cabildo de la Catedral, al bordador Sebastián Gerónimo Delgado, al latonero Francisco de la Barrera o al cuchillero Juan Alvo. Como se ve, la calle debió ser desde siempre populosa y llena del trajín de carromatos y carruajes, y puede que en esa época fuese cuando recibió el nombre de calle de los Tiznados como recogió Santiago Montoto; ¿Quizá por la actividad de los cerrajeros entre humos y hollines? Entre 1911 y 1938 se denominó Pi y Margall en recuerdo al político y presidente de la I República Española. </p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjQ_G6lN8PLPmsR3anHnVsNFnwbczjmQxweksSVVSkaovYrsSwrZXYo9h6bHJiqGbXFS8PJM0qzowl7TyWtOEEXi2ZgvNxqJWNCKEvyZAvI3YyinS_FKcKFHyknv5pecaZVR_Er_Y2bAddJb9eWuieX1TBGcT67aG_tSdHEbOLQJiyQC6T0ELcp7G41Hh91/s435/Sin%20t%C3%ADtulo3.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="129" data-original-width="435" height="119" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjQ_G6lN8PLPmsR3anHnVsNFnwbczjmQxweksSVVSkaovYrsSwrZXYo9h6bHJiqGbXFS8PJM0qzowl7TyWtOEEXi2ZgvNxqJWNCKEvyZAvI3YyinS_FKcKFHyknv5pecaZVR_Er_Y2bAddJb9eWuieX1TBGcT67aG_tSdHEbOLQJiyQC6T0ELcp7G41Hh91/w400-h119/Sin%20t%C3%ADtulo3.jpg" width="400" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: x-small;">Anuncio en el Diario El Porvenir. Año 1900.</span><br /></td></tr></tbody></table><p style="text-align: justify;"></p><p style="text-align: justify;">Dada su ubicación, fue escenario de la colocación de arcos triunfales por la canonización de San Fernando en 1630, y también paso de procesiones de Semana Santa, Corpus o extraordinarias, como las que tuvieron lugar por la muerte de Carlos II, por rogativas para la lluvia e incluso en 1880 se colocó un tribunal en la esquina con Sierpes a fin de controlar el tránsito de las cofradías y solventar conflictos horarios entre las mismas, ya que ese punto era entonces el arranque de lo que sería Carrera Oficial y a veces las cosas terminaban "a farolazos", nunca mejor dicho. Si no nos equivocamos, la única cofradía que ha estado pasando por Cerrajería ha sido la del Valle, cuando en siglos pasados eran muchas las que alcanzaban Sierpes por este sector.</p><p style="text-align: justify;">El papel de la calle como sede de tiendas y comercios es algo casi paralelo, como hemos visto, a la existencia de la calle. Por poner algunos ejemplos en este sentido, en 1865 y en el número 4, estaba el "Establecimiento de quincalla y otros efectos de utilidad y ornato Las Tres B.B.B.", que se publicitaba afirmando que:</p><p style="text-align: justify;"></p><blockquote style="text-align: justify;"><i>"Las Tres B. B. B. se han distinguido en este ramo, hace mucho tiempo, por la baratura tan reconocida por la totalidad de los compradores. La buena calidad de los géneros y la verdad en los precios han hecho merecer la confianza del público, aumentando su consumo, cada día más importante. Recomendamos este establecimiento por su especialidad, lo mismo al mundo elegante que al más honesto proletario". </i></blockquote><p></p><p style="text-align: justify;">Álvarez Benavides narraba cómo abundaban los negocios de ferretería, abanicos, menaje, mármoles, litografía, porcelanas, cristalerías, armerías, mereciendo la pena destacar cómo, allá por 1874 estaba en el número 3 de la calle la "Gran Tintorería a vapor" de Juan Tastét e Hijos, que poseía talleres en la calle Mendigorría y en el número 25 y 27 la Fábrica de Fideos de todas clases propiedad de Don José Galin <i>"el más antiguo de su clase de cuantos se hallan en esta población, pues cuenta ya con más de sesenta años en el mismo punto que hoy existe"</i>. </p><p style="text-align: justify;"></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjKFl-PlU9B72GRCK3EymvrtWK5B__wbpgsOgdbvuSoZ4l1uqlzp1wZK4rIH31x1Wbc5bs3xIHuHEyQ-epxa4Cuvy99SM3ImpLTQD2RC4BHdJMvpoivnS7oB2PKwoej_-nraYKI3wKTPzQxUviNsauivQw9ZpyU2n3ZKb2JsQPhl3YCeWAUoBQVMYS3smr4/s270/londres%201926.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="244" data-original-width="270" height="244" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjKFl-PlU9B72GRCK3EymvrtWK5B__wbpgsOgdbvuSoZ4l1uqlzp1wZK4rIH31x1Wbc5bs3xIHuHEyQ-epxa4Cuvy99SM3ImpLTQD2RC4BHdJMvpoivnS7oB2PKwoej_-nraYKI3wKTPzQxUviNsauivQw9ZpyU2n3ZKb2JsQPhl3YCeWAUoBQVMYS3smr4/s1600/londres%201926.jpg" width="270" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: x-small;">Publicidad en el diario "El Liberal". 1926.</span><br /></td></tr></tbody></table><p></p><p style="text-align: justify;">El edificio más llamativo de la calle, esquina con Cuna, es sin duda el construido por José Espiau entre 1912 y 1914 para Luciano S. Vélez, bajo pautas neomudéjares o platerescas. En principio concebido como espacio para viviendas, una reforma posterior lo convirtió en el famoso "Almacén de Tejidos y Novedades Ciudad de Londres", dentro de un estilo regionalista en los que toman protagonismo materiales como el ladrillo, la forja, la azulejería o el mármol y se combinan con ideas procedentes del pasado, con modelos como el Palacio de las Dueñas o los Reales Alcázares. En 2014 fue adquirido por una conocida marca de trajes de novia, que reformó su interior. </p><p style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjbog67T-D9ZQs7LzNAm4yUDwPx-TglnaAoJMk6H6jNGFXrJIWcksUcGfW0HA5H0_zu23aYZXLmeizL90PWPS8q6ZwVKdv41BAihR_s7LE7bTR1Ior2DFZNmPcAAAOgtFK9isue-2Ee_OCyyDsSNBr8C99AHDqn7bIagfR5_7l0m6ebFal7Xh7MhzEjGDYW/s627/Sin%20t%C3%ADtulo1.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="627" data-original-width="433" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjbog67T-D9ZQs7LzNAm4yUDwPx-TglnaAoJMk6H6jNGFXrJIWcksUcGfW0HA5H0_zu23aYZXLmeizL90PWPS8q6ZwVKdv41BAihR_s7LE7bTR1Ior2DFZNmPcAAAOgtFK9isue-2Ee_OCyyDsSNBr8C99AHDqn7bIagfR5_7l0m6ebFal7Xh7MhzEjGDYW/w276-h400/Sin%20t%C3%ADtulo1.jpg" width="276" /></a></p><p style="text-align: justify;">En tiempos más recientes, si seguimos a la profesora López Rioja en su libro La Tienda Tradicional Sevillana, destacó el desaparecido establecimiento de comestibles de Los Tres Leones "Mantequería y Ultramarinos Finos", que recordamos haber visitado y que respondía a la razón social "Viuda de A. Gómez y Sainz de la Maza"; dedicada a productos de la sierra, conservas y comestibles, se hizo muy popular por la ingeniosa publicidad en verso (ahora poco saludable) que podía leerse en su escaparate, y que algunos recordarán como <i>"Nadie se pone malo si come chorizo de Cantimpalo"</i> o <i>"La buena alimentación empieza por el morcón</i>".</p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgyTVbtPEr-BpZ_2c2iGaQpLnvw0PmGpPQo4x_ZWgY0FRxzaZ0CEkx1Hjqg6s2eZfhlE3iUbl2Jss4Zi8Xo2cJQ9kMVD9s2x7tOd0zUqsrtcHqdx4ZwzFVCYII9J1g8fyfG9yyemMHIpcJdi04fS4KPDUloR4039B8hB9NBVFPJ__XnVa9eHDj4B1Ib3bh2/s3264/IMG20231001202436.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3264" data-original-width="2448" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgyTVbtPEr-BpZ_2c2iGaQpLnvw0PmGpPQo4x_ZWgY0FRxzaZ0CEkx1Hjqg6s2eZfhlE3iUbl2Jss4Zi8Xo2cJQ9kMVD9s2x7tOd0zUqsrtcHqdx4ZwzFVCYII9J1g8fyfG9yyemMHIpcJdi04fS4KPDUloR4039B8hB9NBVFPJ__XnVa9eHDj4B1Ib3bh2/w300-h400/IMG20231001202436.jpg" width="300" /></a></div><p style="text-align: justify;">Del mismo modo, podría recordarse el establecimiento de perfumería, bolsos y géneros de punto "Arancón", en los números 19 y 21, propiedad, al menos en 1992, de Don Nicanor Arancón, quien la habría fundado en 1940 en el lugar en el que con anterioridad existía ya una perfumería llamada "Galíndez". Curiosamente, el domingo 15 de octubre de 1961, tras una misa en la capilla de la Hermandad de Montserrat fueron bendecidos por el obispo auxiliar Monseñor Cirarda los salones del llamado "Centro Catalán", presidido por José María Colomer y situado en la calle Cerrajería y ya para casi terminar, no podemos olvidar que un lateral de la popular confitería Ochoa, fundada hace más de un siglo con el nombre de "Granja Victoria" da a Cerrajería o el no menos famoso y desaparecido salón de juegos recreativos "Las Vegas", ahora convertido en hotel, pero esa, esa ya es otra historia.</p><p style="text-align: justify;">Post scriptum: publicado y difundido ya este post, un amable lector nos ha recordado un establecimiento que se fundó en el número 8 (más tarde pasó al 9) de la calle Cerrajería hace ya la friolera de ciento veinticinco años. Era 1898 cuando Domingo Queraltó Horta fundaba el Bazar La Estrella Roja, germen de la conocida ortopedia que aún pervive en nuestros días.</p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiJFxPUlnNbSVsu3Azw7KaIL0FN9fKds6tfAJHwrYBuOj3EL7OIcl76LfAf3_Q3kT9ieWvaVuHn3ixlyBLM7LjI_e1S9nJ7ue51_FDLCYcgdxifUJq2vrvCEsLutyhGQ_PmjEzOrXF9ztIDpfLt-xS23gCe53woY2Rqnr4ZTOaXRdunJFB6w_T2M1wwxzhE/s512/capture-20231002-223725.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="173" data-original-width="512" height="135" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiJFxPUlnNbSVsu3Azw7KaIL0FN9fKds6tfAJHwrYBuOj3EL7OIcl76LfAf3_Q3kT9ieWvaVuHn3ixlyBLM7LjI_e1S9nJ7ue51_FDLCYcgdxifUJq2vrvCEsLutyhGQ_PmjEzOrXF9ztIDpfLt-xS23gCe53woY2Rqnr4ZTOaXRdunJFB6w_T2M1wwxzhE/w400-h135/capture-20231002-223725.jpg" width="400" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Anuncio en el diario "El Liberal". 1911. </td></tr></tbody></table><br /><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi2Zcnm33uwzf_uwfg3Oz7JdNT-kbwTbRsTD-sJ2Denx6i2cHGqO-7nj5WMsoS82sjiJP8_zcZ0jVE-K544QWNvkZ84KQHK_Fe5rqre-YU57vxqdxoVTVhToA8I7g9s781WlPhVT-l_KqUJ8w1LthOx-xWguOJ_vwjd-aUIJGqHoWAHpQKIPOHK-0uM4AV8/s709/Bazar_estrella_roja_Queralt%C3%B3.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="540" data-original-width="709" height="305" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi2Zcnm33uwzf_uwfg3Oz7JdNT-kbwTbRsTD-sJ2Denx6i2cHGqO-7nj5WMsoS82sjiJP8_zcZ0jVE-K544QWNvkZ84KQHK_Fe5rqre-YU57vxqdxoVTVhToA8I7g9s781WlPhVT-l_KqUJ8w1LthOx-xWguOJ_vwjd-aUIJGqHoWAHpQKIPOHK-0uM4AV8/w400-h305/Bazar_estrella_roja_Queralt%C3%B3.jpg" width="400" /></a></div><br /><p style="text-align: justify;"><br /></p>Manolo Sousahttp://www.blogger.com/profile/07206131230409309784noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-6459960962905345182.post-79608017189144405612023-09-25T10:38:00.003+02:002023-10-05T11:36:29.423+02:00El hábito no hace al monje. <iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="200" loading="lazy" scrolling="no" src="https://www.ivoox.com/player_ej_116585340_6_1.html?c1=364c6a" width="100%"></iframe><div><p style="text-align: justify;">Que la Iglesia de los Terceros, en la calle Sol, fue sede de hermandades como la del Amor o las Cigarreras o que ahora cuida de ella la de la Sagrada Cena es cosa bastante sabida, pero lo que no muchos recuerdan es que formó parte de un antiguo convento franciscano y que uno de sus monjes fue ejecutado en Sevilla en el año 1817 y, además, por muy graves delitos; pero como siempre, vayamos por partes.</p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjLWZjWqOBM_hP9BlS0GzgqGG3gnMxR344n-n6hqjc_KGCmubFuzFvp2RJSs63q6k-Pg_fU5cBrNBU_ClSk_O05_pQ1UWWInOVNwEKxETaGtgNRz_LUic_03F9cficUSJnjuqvuW7b0dEnHWinjBdqnQKYa_9eBOpKuKnPsEil0hCM57blGvz95_jycp7fr/s3264/IMG20230923124435.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3264" data-original-width="2448" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjLWZjWqOBM_hP9BlS0GzgqGG3gnMxR344n-n6hqjc_KGCmubFuzFvp2RJSs63q6k-Pg_fU5cBrNBU_ClSk_O05_pQ1UWWInOVNwEKxETaGtgNRz_LUic_03F9cficUSJnjuqvuW7b0dEnHWinjBdqnQKYa_9eBOpKuKnPsEil0hCM57blGvz95_jycp7fr/w300-h400/IMG20230923124435.jpg" width="300" /></a></div><p style="text-align: justify;">Antonio de Lagama y Cosano (o de Legama o La Grama según algunos textos) habría nacido en 1782 en la localidad de Aguilar de la Frontera, provincia de Córdoba, y en su juventud se habría trasladado a Sevilla para ingresar como novicio en el convento de la Orden Tercera Franciscana, cuya iglesia, titulada de Nuestra Señora de Consolación, es popularmente conocida como la de los Terceros, al igual que la conocida y cercana <a href="https://www.blog.hispalensia.com/2021/09/los-terceros-y-aquellos-ojos-verdes.html" target="_blank">plaza </a>del mismo nombre en el barrio de Santa Catalina. </p><p style="text-align: justify;">Siendo hermano lego con el nombre de Fray Ignacio, nadie pudo nunca reprobarle malas conductas o comportamientos, antes bien, sus superiores comenzaron a atisbar en él cualidades para ser en el futuro toda una lumbrera de la religión y un bondadoso monje. La ejemplar formación de Antonio proseguía con grandes avances y toda la comunidad franciscana se hacía voces de la fe y devoción con la que asistía a los oficios religiosos y el cariño con que atendía a los menesterosos. Sin embargo, la invasión napoleónica dio al traste con todo: en 1810 el rey José I Bonaparte ordenó la incautación de conventos y monasterios y la expulsión de sus componentes, de modo y manera que los frailes terceros tuvieron que abandonar su sede, fundada en 1602, quedando la comunidad diseminada y cada fraile en destinos de lo más variado. </p><p style="text-align: justify;">Hombre nada apocado, Fray Ignacio volvió a ser Antonio de Lagama y decidió probar fortuna en otro lugar y pronto se asentó en su patria chica de Aguilar, en casa de su madre, donde consiguió ocupación como maestro de primeras letras, logrando en poco tiempo la consideración y el aprecio de los vecinos por su paciencia y carácter pacífico. Allí encontró, en principio, su lugar en el mundo y el modo de ganarse honradamente la vida. <br /></p><p style="text-align: justify;">Pasaron los meses. En 1814, Fernando VII, ocupando ya el trono español tras la expulsión de las tropas francesas, decretó la devolución de los bienes incautados por los galos a las órdenes religiosas, por lo que el bueno de Antonio de Lagama, hecho ya a las lecciones de gramática y a una apacible existencia, fue requerido por sus frailes terceros de la calle Sol. Los autores Carlos Olavarrieta y José Antonio Rodríguez, descubrieron un curioso documento firmado por la madre de Fray Antonio, Inés Cosano, implorando al superior franciscano que se le permitiera quedar en su compañía por quedar desamparada, escribiendo el prior al obispado hispalense en estos términos: </p><p style="text-align: justify;"></p><blockquote><i>"Fray Ignacio ayuda a sostener a su madre, y aunque por esta razón sería justo concederle que permaneciese en su compañía, me inclino a creer que sería más conveniente que se reúna con su comunidad, porque su conducta y distracciones que tiene en aquel pueblo lo exigen de este modo".</i></blockquote><p></p><p style="text-align: justify;">Por tanto, en la primavera de 1815, al menos eso narra Chaves Rey, Antonio acató las órdenes de sus superiores, desempolvó su viejo hábito, se revistió con él, se despidió de su madre y vecinos y a lomos de una mula emprendió el camino hacia Sevilla no de muy buen grado, todo hay que decirlo, pues este regreso a la vida monástica suponía para él abandonar una vida desahogada y libre. </p><p style="text-align: justify;">No quedó ahí la cosa. A mitad de camino entre la Luisiana y Écija el destino hizo que topase con una de tantas partidas de bandoleros que menudeaban en la región; de malas maneras, fue forzado a descender de su modesta montura y registrado por manos expertas, los crueles bandidos pronto comprobaron que carecía de nada de valor, lo que no le eximió de la correspondiente paliza que le dejó maltrecho y malherido. </p><p style="text-align: justify;">Sin embargo, pese a las magulladuras y la consiguiente humillación, Antonio de Legama experimentó algo en su interior, una especie de cortocircuito mental (¿O quizá algo parecido al famoso "Síndrome de Estocolmo", que hace que el secuestrado termine simpatizando con su secuestrador?), que le hizo de improviso solicitar a los bandoleros el formar parte de su partida, sin saber que, al "echarse al monte" estaba pidiendo ingresar en los llamados Siete Niños de Écija, como ha narrado Felipe del Pino en un interesante <a href="https://carmona862704877.wordpress.com/2021/01/28/historias-del-desierto-de-la-monclova-3/" target="_blank">artículo. </a><br /></p><p style="text-align: justify;"></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjxQKU_zEFfXHsrRKn-Dj02_Of02KHG3Zle-jQxZtbvEFZHTF5jATPw_Fhf5CKN_T29s9sp8vgyz_64Ri8cLB_zqToiLnXRHznGU0zfBhlwAFo6akzNF9EsRymru6WnlSJzgFPrkcWxOR6ObPwSWJJhMv5QFATuiiXBdbV179UltHF12_8cZt35lA8f6_q9/s659/Bandolero.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="659" data-original-width="455" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjxQKU_zEFfXHsrRKn-Dj02_Of02KHG3Zle-jQxZtbvEFZHTF5jATPw_Fhf5CKN_T29s9sp8vgyz_64Ri8cLB_zqToiLnXRHznGU0zfBhlwAFo6akzNF9EsRymru6WnlSJzgFPrkcWxOR6ObPwSWJJhMv5QFATuiiXBdbV179UltHF12_8cZt35lA8f6_q9/w276-h400/Bandolero.jpg" width="276" /></a></div><p></p><p style="text-align: justify;">José Ulloa, "Tragabuches" o "Gitano", torero y bandolero, era el cabecilla del fiero y pintoresco grupo, acompañado de hombres y nombres que en aquellos años aterrorizaban a habitantes de cortijos y aldeas, viajeros y transeúntes de unos caminos inseguros y llenos de peligro. Con él, habrían colaborado, en diferentes etapas, sujetos como Juan Palomo, Luis de Vargas, "Ojitos", Antonio Fuentes "Minos", "Escalera" o "El Cojo", al que hubo que sumar, no sin ciertas reticencias iniciales un nuevo apodo: el de "El Fraile". El traje corto, el calañés y la chaquetilla o marsellés sustituyeron al hábito pardo, el breviario se convirtió en trabuco y la mula en brioso corcel. Por cierto, nunca fueron siete ni eran de Écija, pero las habladurías hicieron de las suyas y la leyenda puso el resto. </p><p style="text-align: justify;">Atracos, robos, palizas, violaciones, contrabando, asesinatos, todos los delitos habidos y por haber formaron parte del sangriento curriculum de esta cuadrilla, como los sucesos acaecidos en la aldea de Zapata en 1817 o en los baños de Horcajo, donde fue muerto todo aquel que opuso resistencia; retratada e incluso admirada por los viajeros románticos que veían en ella un salvaje instinto por la libertad, las autoridades no cejaron en su empeño de capturar a aquella banda de malhechores enviando escuadras de escopeteros o de "migueletes" para capturar a sus integrantes, pero lo agreste del terreno y la gran capacidad de escapar y ocultarse de la que hacían gala impedían que fuesen arrestados. "El Fraile", por su parte, haciendo oídos sordos a su antigua condición religiosa, consiguió poco a poco hacerse respetar en el grupo, ganarse un sitio e incluso conseguir la admiración de algunos camaradas por su valentía, falta de escrúpulos y escaso miedo a represalias. </p><p style="text-align: justify;"></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiPzWuphfCbVg4ExJYYZeRJqUW0c5ubmbWowSrHgOtxECZ-ua8w6BFK2LEFsUnGXalRYZwUPBXAVzzdmntu70AhVj5DhClh61sNLtt67o04eMjtkHvyuoQ8juvkaa9uV2uzU2eUpLjgCCr4-JvwdU3NZ765hiDxSOo4Ymtypl-GCZx_wDqJxu6zmgmnMwGc/s768/Asalto_al_coche.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="768" data-original-width="576" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiPzWuphfCbVg4ExJYYZeRJqUW0c5ubmbWowSrHgOtxECZ-ua8w6BFK2LEFsUnGXalRYZwUPBXAVzzdmntu70AhVj5DhClh61sNLtt67o04eMjtkHvyuoQ8juvkaa9uV2uzU2eUpLjgCCr4-JvwdU3NZ765hiDxSOo4Ymtypl-GCZx_wDqJxu6zmgmnMwGc/w300-h400/Asalto_al_coche.jpg" width="300" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: x-small;">Francisco de Goya: Asalto al coche. 1786.</span><br /></td></tr></tbody></table><br /></div><div style="text-align: justify;">Sin embargo, la trayectoria delictiva de Antonio de Lagama quedó cercenada en 1817, cuando fue capturado por los escopeteros de caballería en la llamada Huerta de la Alameda, en el término municipal de Aguilar de la Frontera, propiedad de un potentado cordobés que atendía al nombre de Antonio Jordán. Su compañero Pablo Aroca, "Ojitos" tuvo mayor fortuna y puso pies en polvorosa, eludiendo a la justicia. </div><p></p><p style="text-align: justify;">Pese a que los vecinos de Aguilar protestaron por la entrada en prisión de su paisano, la Audiencia de Sevilla, que ya había condenado y ejecutado a dos de sus camaradas el 18 de agosto de ese año, lo reclamó para juzgarle y condenarle a muerte. De nada sirvieron las súplicas de los padres Terceros de la calle Sol, pues el 27 de septiembre de 1817 "El Fraile" se vio las caras, es un decir, con el verdugo Andrés Cabezas sobre el patíbulo levantado al efecto en la Plaza de San Francisco, para que éste diera fin a su vida según decía la sentencia: </p><p style="text-align: justify;"></p><blockquote><i>"Mandamos que el Fray Antonio de Lagama en consideración de su cualidad y a la súplica del Juez Oficial y Vicario general sufra la pena de muerte en garrote, que se entreguen a los escopeteros de la villa de Aguilar que aprehendieron a Fray Antonio de Lagama los mil ducados ofrecidos".</i></blockquote><p></p><p style="text-align: justify;">Por cierto, el profesor Aguilar Piñal cita que el cronista Félix González de León escribió sobre la ejecución del bandolero que comentamos en estos términos:</p><p style="text-align: justify;"><i></i></p><blockquote><i>"Se dio muerte de garrote a Fray Antonio de la Goma, por ladrón y ser de la cuadrilla de los Niños de Écija. Era lego profeso de los Terceros de Sevilla y por más que hizo la Comunidad no pudo libertarle ni hacerle entierro, aunque lo pretendió. Aunque en la sentencia no se expresaba, fue descuartizado".</i></blockquote><p></p><p style="text-align: justify;">A título de curiosidad, en la famosa serie televisiva sobre el bandolero "Curro Jiménez", como algún lector ya habrá recordado, aparece el personaje de "El Fraile", interpretado por el actor madrileño Paco Algora, quizá como "homenaje" al fraile que hemos venido comentando, pero esa, esa ya es otra historia. <br /></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj6YFccEJmZ17vTz-rOmJgyVGDdLgaCbphmxMDimn0_Iz7T3TNYUntMtBGiKTjduOtfTfZx_IzsmxxQO1DS5zAt3-cR0qD6IUB3hP2QRa2Q2-3oAtQXVAZctlqqRBNeS4yjOELM7NqbFFu6csCVse-6R4Ma-HrgEGsKOSVvuJmY6IrzoQ4UY7RSQ8ifHQXJ/s2674/IMG_20230923_131801.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2674" data-original-width="1837" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj6YFccEJmZ17vTz-rOmJgyVGDdLgaCbphmxMDimn0_Iz7T3TNYUntMtBGiKTjduOtfTfZx_IzsmxxQO1DS5zAt3-cR0qD6IUB3hP2QRa2Q2-3oAtQXVAZctlqqRBNeS4yjOELM7NqbFFu6csCVse-6R4Ma-HrgEGsKOSVvuJmY6IrzoQ4UY7RSQ8ifHQXJ/w275-h400/IMG_20230923_131801.jpg" width="275" /></a></div><br /><p style="text-align: justify;"><br /></p>Manolo Sousahttp://www.blogger.com/profile/07206131230409309784noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-6459960962905345182.post-83338023474308041892023-09-18T12:07:00.001+02:002023-09-18T12:07:18.486+02:00Cinco tenedores. <iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="200" loading="lazy" scrolling="no" src="https://www.ivoox.com/player_ej_116182125_6_1.html?c1=364c6a" width="100%"></iframe>
<p align="justify" style="letter-spacing: 0.3pt; line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: times;"><span style="font-size: medium;">En la
Sevilla de Rinconete y Cortadillo, la de nobles y mendigos, la del Río y la calle de la Feria, la de la
belleza y los malos olores, había sitio, qué duda cabe, también
para llenar el estómago, lugares para saciar el hambre y para…
otras cosas; pero como siempre, vayamos por partes. </span></span></p><p align="justify" style="letter-spacing: 0.3pt; line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">
</p>
<p align="justify" style="letter-spacing: 0.3pt; line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: times;"><span style="font-size: medium;">Dentro del
abigarrado ambiente de la Sevilla de los siglos XVI y XVII no
existían, evidentemente, los actuales conceptos de restaurante o bar,
entendidos como lugares donde almorzar, cenar, o simplemente tapear
con una carta por delante y los correspondientes vinos, licores o
derivados de la malta y la cebada (cerveza, para entendernos). </span></span>
</p>
<p align="justify" style="letter-spacing: 0.3pt; line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">
</p>
<p align="justify" style="line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: times;"><span style="font-size: medium;"><span style="letter-spacing: 0.3pt;">A
la hora de comer, quien podía, como ha afirmado con especial gracejo
nuestro profesor Francisco Núñez Roldán, lo hacía en su propia
casa con una dieta variada, basada en potajes, caldos, <a href="https://www.blog.hispalensia.com/2022/05/todo-un-superalimento.html" target="_blank">gazpacho</a>,
verduras, algo de pescado y carne (sobre todo carnero, gallina y
cerdo) en días de fiesta aquellos que se lo pudieran permitir, como ya comentamos en su momento cuando le tocó el turno a la <a href="https://www.blogger.com/#">cocina
de conventos y monasterios</a>.</span></span></span></p>
<p align="justify" style="letter-spacing: 0.3pt; line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">
</p>
<p align="justify" style="letter-spacing: 0.3pt; line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: times;"><span style="font-size: medium;">Pese a
todo, existían los despachos de vino, tabernas, en los que se
servían mostos, aguardientes o vinos traídos sobre todo de la zona
del Aljarafe, de la Sierra, Jerez o del Condado de Huelva, ya que la
cerveza, antes aludida tenía nula implantación en aquellos años,
nada que ver con nuestros días. Estas tabernas vendían vinos para
llevar a casa según tarifas y precios establecidos, aunque no
faltase, inevitablemente todo un repertorio de trucos y engaños para
timar a incautos compradores, como por ejemplo el aguar el vino, algo
que las autoridades locales intentaban evitar a toda costa dentro de
sus limitaciones.</span></span></p>
<p align="justify" style="line-height: 100%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: times; font-size: medium;"></span></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEikKKEoJ0AWwPT47ZNSbYWMCPSYT7VxIcdK4rYz656_ma7UUdi30eo725ZlcqUWT8DNSofQ968skWPMfI5w-e9rRpM6_86T2Ni-BIgoezxbb7oTgFQ-UlArj_7Lix1gAi50RbVWNbMo9geR0vm9tVqhy-qkIUqULArwVsQzrRt_6gqs4Ebut7YBqhTIy7QX/s850/Diego_Vel%C3%A1zquez_016.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="850" data-original-width="800" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEikKKEoJ0AWwPT47ZNSbYWMCPSYT7VxIcdK4rYz656_ma7UUdi30eo725ZlcqUWT8DNSofQ968skWPMfI5w-e9rRpM6_86T2Ni-BIgoezxbb7oTgFQ-UlArj_7Lix1gAi50RbVWNbMo9geR0vm9tVqhy-qkIUqULArwVsQzrRt_6gqs4Ebut7YBqhTIy7QX/w376-h400/Diego_Vel%C3%A1zquez_016.jpg" width="376" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: x-small;">Diego Velázquez: El Almuerzo. 1617.</span><br /></td></tr></tbody></table>
<p></p>
<p align="justify" style="letter-spacing: 0.3pt; line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: times;"><span style="font-size: medium;">A manera de
casas de comida, dejs do a un lado a vendedores ambulantes, pero distintas a posadas o mesones por algunos
"extras", existían las llamadas Casas de Gula, en clara
alusión al pecado capital relacionado con la glotonería; llegó a
haber bastantes, sobre todo en el centro histórico de la ciudad y en
zonas como la actual calle Álvarez Quintero, entonces llamada
Mercaderes, donde hasta comienzos del siglo XX subsistió una
establecimiento de este estilo llamado “El Patio de Caifás”,
derribado en torno a 1911. </span></span></p><p align="justify" style="letter-spacing: 0.3pt; line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: times;"><span style="font-size: medium;">Con el pan como primer elemento, guisos,
empanadas, chacinas, huevos, chicharrones, quesos, vinos y… eran
las especialidades en el menú de estas casas de gula, que además,
de ser lugares ruidosos, sucios y llenos de humo, poseían sitio, y
mucho, para la diversión, la música, el juego con <a href="https://www.blogger.com/#">dados
o naipes</a> y el sexo, al disponer de cuartos o estancias con camas
que podían ser usadas previo pago del correspondiente “donativo”,
de ahí que surgiesen las habituales voces críticas por
dichas actividades “non sanctas”.</span></span></p>
<p align="justify" style="letter-spacing: 0.3pt; line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">
</p>
<p align="justify" style="letter-spacing: 0.3pt; line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: times;"><span style="font-size: medium;">Del mismo
modo, banquetes y festines terminaban casi siempre en riñas y
pendencias, con vajillas rotas y mesas y banquetas por el suelo, y eso que los dueños de estas casas solían ser gente
avezada en estos asuntos por haber sido antes soldados en los Tercios, bravucones o
pícaros, aunque las trifulcas eran fuente de molestias para vecinos
y parroquianos, por lo que el cabildo de la ciudad decidió poner
orden en ellos, como recogió Chaves Rey en uno de sus textos. </span></span>
</p>
<p align="justify" style="letter-spacing: 0.3pt; line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">
</p>
<p align="justify" style="letter-spacing: 0.3pt; line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: times;"><span style="font-size: medium;">Los
caballeros Jurados del Municipio, garantes del orden y de la limpieza
de la ciudad, además de evitar fraudes y excesos, promovieron en
1629 un edicto municipal, firmado por el entonces Asistente Diego
Hurtado de Mendoza, conde de la Corzana, en el que se establecía una
serie de normas a fin de meter en cintura a estos establecimientos
culinarios, prohibiéndose el acceso a ellos a “mujeres que ganasen
por sus personas”, ni solteras ni casadas con maridos ausentes bajo
pena de 600 maravedíes, que no se vendiese allí pescado fresco,
aves ni caza con pena de dos años de destierro y que no se
permitiesen juegos de naipes, con horario de cierre a las ocho en
invierno y a las nueve en verano con multa de 400 maravedíes. </span></span>
</p><p align="justify" style="letter-spacing: 0.3pt; line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: times;"></span></p><table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><tbody><tr><td style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgKh09rWFU56sp9h31TNZJxLCnpJhCcsh8e2nj8U-Qogkl87IhBY9cRpAP1O16oY-FNmRZ0iHYv4xHvqLG1Xr1tifuptEHD4wK_JOvr9uSH1QBKwdEEluirVjlB6w4lTCI7z8JMdXXmHL7ct52sakVWCDq1aQN1csa58BLg89qoV3eg6keh_9X2RYk2iG1m/s440/IMG-20230917-WA0007.jpg" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" data-original-height="424" data-original-width="440" height="385" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgKh09rWFU56sp9h31TNZJxLCnpJhCcsh8e2nj8U-Qogkl87IhBY9cRpAP1O16oY-FNmRZ0iHYv4xHvqLG1Xr1tifuptEHD4wK_JOvr9uSH1QBKwdEEluirVjlB6w4lTCI7z8JMdXXmHL7ct52sakVWCDq1aQN1csa58BLg89qoV3eg6keh_9X2RYk2iG1m/w400-h385/IMG-20230917-WA0007.jpg" width="400" /></a></td></tr><tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;"><span style="font-size: x-small;">Foto: Reyes de Escalona.</span></td></tr></tbody></table><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-family: times;"></span></div><span style="font-family: times;"><span style="font-size: large; letter-spacing: 0.3pt; text-align: left;"><br /></span></span><div><span style="font-family: times;"><span style="font-size: large; letter-spacing: 0.3pt; text-align: left;">Por cierto,
sobre el Asistente Diego Hurtado de Mendoza, primer conde de la
Corzana decir que propuso al valido del rey Felipe IV, el conde duque
de Olivares, la construcción de un puente de piedra que uniese
Sevilla y Triana, llegó a ofrecer una recompensa de 20,000 ducados
de oro a quien descubriese y denunciase espías de naciones enemigas
de España, ya que, como comentamos en otra ocasión, se creía que
estos agentes extranjeros se estaban dedicando a <a href="https://www.blog.hispalensia.com/2021/01/de-aquellos-polvos.html" target="_blank">esparcir la Peste</a>
por los territorios de la península, e incluso se atrevió a dar
normas sobre las túnicas de los nazarenos.</span></span><p></p><p align="justify" style="letter-spacing: 0.3pt; line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;"><span style="font-family: times;"><span style="font-size: medium;"></span></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><span style="font-family: times;"><span style="font-size: medium;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEge-eXHmnAWr5XNvDarhWS7hgdRdV2zNP7t95uWnIZhF5O-2XfW-4KL1VZQ-9AGEtiEJEluaadK3gcBzQ0y7w1JIHBmx9-4Xa04LWuCn3jO-tLEE39-LoDidFzWs_kXUyBgBsJrV4UUdo0BpMrh3u30BLugiMrDxGQCI-rNYubbeWh3crwI5kVEqvVOFV1e/s484/intro_06_482.jpg" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="312" data-original-width="484" height="258" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEge-eXHmnAWr5XNvDarhWS7hgdRdV2zNP7t95uWnIZhF5O-2XfW-4KL1VZQ-9AGEtiEJEluaadK3gcBzQ0y7w1JIHBmx9-4Xa04LWuCn3jO-tLEE39-LoDidFzWs_kXUyBgBsJrV4UUdo0BpMrh3u30BLugiMrDxGQCI-rNYubbeWh3crwI5kVEqvVOFV1e/w400-h258/intro_06_482.jpg" width="400" /></a></span></span></div><span style="font-family: times;"><span style="font-size: medium;"><br /></span></span><p style="text-align: justify;"><span style="font-family: times;"><span style="font-size: medium;"> Sobra decir
que en aquella “Roma triunfante en ánimo y grandeza” que fue la
Sevilla del Siglo de Oro, la implantación aquellas severas normas
apenas tuvo efecto en las casas de gula de calles como Tintores
(actual Joaquín Guichot, donde continúa la actividad hostelera),
Pajería (ahora, calle Zaragoza, junto al Compás de la Laguna o
Molviedro, epicentro de la prostitución hispalense) o la Alhóndiga
(no lejos de El Tremendo, ya se sabe), y que, como relataba Chaves
Rey, no faltó algún dueño de este tipo de casas como uno llamado
Román Vizcaíno (apellido muy tabernero, no hay duda) quien con aires de
fanfarrón se vanagloriaba y jactaba ante todo aquel que quisiera
escucharle, de hacer oídos sordos a tales ordenanzas y bandos
alegando estar a salvo de toda sanción o castigo. </span></span></p>
<p></p>
<p align="justify" style="letter-spacing: 0.3pt; line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">
</p>
<p align="justify" style="letter-spacing: 0.3pt; line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: times;"><span style="font-size: medium;">Con lo que
no contaba Román era que una de esas noches en las que la animación
y jolgorio en su local eran tan ruidosos como abundantes, ya fuera del
horario de cierre, todo hay que decirlo, el mismísimo Asistente con
sus alguaciles a la zaga llamó a sus puertas con furia y con la
indudable intención de constatar las irregularidades y desacatos y
dar oportuno castigo. Maese Vizcaíno, siempre zalamero con
los poderosos y lisonjero con las autoridades, le salió al paso con
sus mejores excusas y palabras, intentando quitar hierro al asunto y
subsanar el entuerto, más he aquí que Don Diego el Asistente
contempló asombrado y boquiabierto cómo dos de los clientes que más
disfrutaban de manjares, vinos y excelente compañía femenina eran,
ni más ni menos, que ¡Dos de los caballeros Jurados que más le
habían insistido en proponer normas para las casas de gula!. </span></span>
</p>
<p align="justify" style="letter-spacing: 0.3pt; line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">
</p>
<p align="justify" style="letter-spacing: 0.3pt; line-height: 115%; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: times;"><span style="font-size: medium;">Ignoramos
cómo terminó la tragicómica escena, digna de comedia de Lope de Rueda o <a href="https://www.blog.hispalensia.com/2022/03/hermano-mayor.html" target="_blank">Mateo Alemán</a>, y si el bueno de Román Vizcaíno sufrió alguna
represalia, pero lo cierto es que al año siguiente, 1630, los dos
mismos Jurados firmaban un escrito en el que solicitaban con
vehemencia al Asistente el cierre de todas las casas de gula por los
excesos que en ellas se cometían, pero esa, esa ya es otra historia.</span></span></p>
</div>Manolo Sousahttp://www.blogger.com/profile/07206131230409309784noreply@blogger.com2