Quede dicho por anticipado que la
veleta por excelencia en nuestra amada ciudad, Giraldilla, es conocida por común
de los mortales, mas no es menos cierto que existen otras muchas en nuestra ciudad
coronando torres y azoteas, y ahora que parece que mudan los calores por fríos
y lluvias bien útiles resultan para amantes de meteorología.
Tienen como uso indicar dirección
de vientos y aires, volanderos elementos que caprichosamente viran según Eolo
trayendo consigo nubes o lluvias, siendo antiguo suorigen al decir de los
estudiosos, pues bien podrían ser nacidas en la antigua Atenas, en peculiar
torre de los Vientos que marcaba los ocho rumbos en forma de Rosa de los
Vientos con un tritón en su cúspide a manera de veleta primera.
Tampoco faltan quienes atribuyen
al Papa Gregorio que, en recuerdo de las Negaciones de San Pedro, todas las
veletas tuvieran forma de gallo, aunque como se puede apreciar, en Sevilla
abundan de todo tipo, con formas heráldicas y hasta con figuras que más que
atraer vientos podrían repelerlos…