Mostrando entradas con la etiqueta Cuaresma. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Cuaresma. Mostrar todas las entradas

18 febrero, 2015

Capirotadas.-

 
Creánme si les digo que aquesta tarde, tras placentera sobremesa y no mejor paseo por calles que parecen desperezarse del frío invernal, por un momento creímos haber topado con comercio dedicado a la venta de instrumentos para el Santo Oficio, pues era tal la abundancia de capuces, o capirotes, que por un momento creímos que en breve habría Auto de Fe en la Plaza y que en él serían ajusticiados cientos de herejes, sobre todo por el inmenso número de conos de cartón (y hasta de rejilla, fabricados con gran pericia), que exponía el dicho comercio.



Echamos en falta, eso sí, los correspondientes Sambenitos, las corozas y demás otros elementos necesarios para pergeñar tan tremenda ceremonia, pero convenimos, equivocadamente, que hubiera tal vez otros comercios dedicados a tal menester.

Atendidos solícitamente por experimentada tendera, nos dijo que eran capirotes para cofrades, que no en vano ya había principiado la Cuaresma y que ahora muchos de ellos se aprestaban a adquirirlos, siendo elemento de gran antiguedad en la Semana Santa, pues según cuentan, fue la Cofradía de la Hiniesta quien implantó tal artilugio para alzar la punta de los antifaces de sus nazarenos, allá por el siglo XV o XVI, no recordaba bien la dicha tendera.



Colgados como racimos, a buen seguro serán señal de gozo para no pocos que ansían la llegada de fechas cofradieras...


P.d.: el último Auto de Fe tuvo lugar en Sevilla en 1780, siendo María Dolores López, acusada de trato con el diablo, sometida a tratamiento de sambenito, coroza, garrote vil y hoguera.

10 abril, 2014

A la espera.-


 Se apresta la Ciudad a celebrar su Mayor Semana del año, aquella en la que seculares cofradías harán sus devotas estaciones de penitencia a la Santa Iglesia Catedral, y parecerá que por unas jornadas todo se aúna para que grandes y pequeños revivan y vivan esta fiesta en el mejor sentido de la palabra. No seremos menos nosotros, de modo que disfútenla vuesas mercedes que para luego, es tarde...








05 marzo, 2014

La primera en la Campana.-


 Peculiar estampa la de estas minúsculas andas, labradas con singular pericia y rodeadas de correspondiente cortejo de nazarenos de luz, pues echamos en falta los disciplinantes; sin embargo, no menos importante y dulce es el otro cortejo compuesto por exquisiteces en forma de pestiños y torrijas, donde la miel es dueña y señora, y que nos hará paladear lo mejor de estas fechas cuaresmales que ahora comienzan. 

Disfrutemos de ellas, tanto de las fechas, como de las exquisiteces.


19 marzo, 2013

En posición.-




Si pasan por esta plaza, no lo duden, disipen temores y remonten la rampa (aunque preferimos el término “tablao” con que la denominan los Mendoza, sus montadores y custodios), escálenla y contemplen, como no hace mucho hicimos en inmejorable compañía, la visión de la Plaza desde ese privilegiado otero de madera.

 Desciéndanla despacio, sin premuras, ojo avizor con inoportunos resbalones, saboreando cada zancada como hacen quienes la pasan Domingo de Ramos y Jueves Santo, asumiendo que esa bajada es desnivel o declive que conduce a inicio de recorrido ansiado durante semanas, y que cuando se alcanzan los adoquines de la plaza parece como si cada nazareno o penitente se sumergiera en mar de multitudes.

 Muchos aqueste año cruzaránla por vez primera, va para ellos nuestro recuerdo y para quienes inculcan amores y cariños a devotos Titulares a los que orar en toda ocasión. 


Elevamos súplicas a la Virgen de las Aguas que recibe culto en la Colegial del Salvador para que aplaque nubes y merme temporales, pues es cosa sabida lo poco lucidos que resultan estos días que se avecinan empapados en lluvias. Disfrútenlos hasta el hartazgo, que por ello es llamada Semana Mayor la que nos disponemos a vivir con gozo. 





12 marzo, 2013

Balcones.-



Era público y notorio, antaño, cómo altos estamentos sociales, gentes de acomodado vivir y pueblo llano rivlizaban por lograr privilegiados lugares desde donde participar o cotemplar desfiles, cortejos o procesiones, gozando para ello de plateas en balaustradas, triforios o tribunas, bien fuera en templos, teatros o plazas.


Para mi sorpresa, observamos que mantiénese dicha costumbre, pues no menos curioso resulta comprobar en aquestos cuaresmales días que numerosos vecinos ponen en renta sus balconadas, bien en casas próximas a carrera oficial, bien en edificios por las que ésta pasa, con fin crematístico para que gentes ajenas accedan, previo abono de unos maravedís, a tales alturas y puedan disfrutar de preferente visión en las estaciones penitenciales que en breve, si el tiempo no lo impide, acaecerán en esta Hispalis nuestra.


Empero, no es menos curioso comprobar como no hace mucho, visitando cierto lugar, muy cartujano por otra parte, encontramos solución de lo más acertada y compuesta para quienes posean exigua faltriquera, y a fe que aunque sea cubículo reducido y hasta incómodo, debidamente instalado podría suponer extraordinaria atalaya desde la que disfrutar de tránsito de cofradías, y que a buen seguro en cierto comercio de impronunciable nombre y nórdica procedencia venderíanse como rosquillas de Santa Inés. 


Todo ello sin menoscabo de la baratura que supondría hacer acopio de colgaduras y reposteros con que ornar tales balcones. 

04 marzo, 2013

Vísperas de vísperas.-


Casi a hurtadillas, entrando en cualquier templo, hemos apreciado no sin cierta alegría, cómo prodíganse o brotan en no pocos sitios ciertos esqueletos hechos de pesado hierro.

Para cualquier profano en materia, quizá resulten confusas estructuras o inexplicables artilugios, pero es bien sabido que soportarán, en cuestión de jornadas, terciopelos, maderas, orfebrerías, y lo que es más notorio, a benditas Imágenes de singular devoción prestas y dispuestas a su anual veneración por las calles de la ciudad. 


Item más, en San Francisco comienzan a erguirse plateas o andamios desde donde contemplar desfiles procesionales (discúlpesenos por tal expresión), o mejor dicho, cofradías, desde privilegiada atalaya reservada a escaso número de conciudadanos.

Todo parece conjugarse un año más, en fin, para que sobre osamentas de hierro (o madera, según casos) se revista la ciudad de mejores galas en espera de sus más ansiadas fechas. 


12 febrero, 2013

Cuarenta días.-



 Sea bienvenida un año más vuesa merced, que a fe que anhelábamos vuestra arribada. Esperamos acudáis como cada año con vuestro secular cortejo de ceniza, incienso y cera, con naranjos a punto de estallar en blanco, con templos en que venérase a Dios y su Santa Madre merced a devotas imágenes de singular fervor, con gentes entregadas en cuerpo y alma a un legado que han recibido cual preciosa herencia de sus mayores y que materialízase en forma de ritos, liturgias y costumbres ligadas a cultos solemnes, ayunos y abstinencias de carne en viernes, trompeterías en descampado, retiros espirituales o nocturnos ensayos de mozos bajo andas. 


 
 Muchos circunstancias y peripecias han acontecido desde año pasado, unas inolvidables y otras que mejor resulta dejar en olvido, fíjese que incluso en vuestro discurrir celebraremos singular e inusual Via Crucis y, para más inri, hasta puede que tengamos nuevo Sumo Pontífice al timón de la Barca del Pescador, pero no es menos cierto que supone siempre ocasión para sereno regocijo aprestarnos a viviros sabiendo, item más, que a vuestra conclusión todo estará consumado y nos dispondremos a disfrutar, en mejor sentido de su palabra, de Fiesta Santa.  

 
De modo y manera que recibiremos contritos ceniza y os daremos digna salutación, noble Cuaresma, pues bien sabe vuesa merced que si siempre es bien acogida en esta su ciudad, no lo es menos en nuestro corazón


19 marzo, 2012

Porvenir.-


Elucubraciones, presentimientos, pálpitos, vaticinios, cavilaciones, profecías, augurios, pronósticos, todo conjúgase en aquestas preclaras fechas por mor de lo que avecínase.

Aunque hará presto un año que retornamos a aqueste estado merced a divina gracia, no dejará nunca de sorprendernos la demasía con que dispónese Hispalis a vivir aquesta semana y la añadida, que aunque prestamente hubimos colegido que los tiempos habían mudado a mejor o a peor, empero, queda meridianamente claro cómo, al decir de presocráticos filósofos, no podremos bañarnos nunca en aguas de mismo río. Todo muda y todo cambia.


Abunda de nuevo extensa cartelería, proliferan actos y eventos, congréganse multitudes en torno a significativos lugares. Pensará agudo lector que disertamos acerca de nuevos comicios en esta Andalucía nuestra, pero comprenderá que no andan por ahí los tiros, pues poca atención merecen políticos, sean del signo que sean, que agora acuérdense de votantes para luego olvidarlos prestamente no bien vuélvanse a guardar urnas.



No pocas noches, de regreso de nuestros quehaceres cotidianos, nos hemos topado con curiosos cortejos arremolinados en torno a andas vacías, sin más exorno que sacos terreros o duras vigas de piedra, constituyendo asunto peregrino que sean tantos quienes sigan con devoción tales demostraciones.


Templos y capillas afánanse en preparativos. Sin embargo, comenzamos a percibir ansiedad extrema en no pocos, sudoraciones excesivas en algunos. Conteniendo aliento, aquellos ansían conocer resultado, estos, adelantar manecilla de reloj, aquestos, atisbar en lontananza lo que Destino deparará, esotros, lograr desatar gordiano nudo y alcanzar, en fin, panacea a tenor de lo padecido un año ha: ¿tendremos lluvia o no?


Por nuestra parte, píos creyentes más sin ínfulas de beaterío, pensamos que mejor será   dejar que todo venga, que acérquense jornadas de dolor y gozo; y dejemos a la  Providencia o el Destino  que tracen su boceto…  



Post scriptum: siendo de bien nacidos el ser agradecidos, quede constancia de la procedencia de la instantánea que encabeza aqueste pliego, gentilmente cedida para la ocasión por lectora habitual de estas torpes letras.

22 febrero, 2012

Ceniza.-

"Memento Homo, Quia Pulvis Es, Et Pulverem Reventeris..."

 Será aquesta Cuadragésima, a buen seguro, tránsito extraordinario para no pocos que aguardan días mayores. Dado que, devotamente, acudíamos cada año a que cenizas impusiérannos sobre nuestra pobre frente pecadora, sabedores que se nos diría, una vez más, que polvo éramos y en polvo convertiríamosnos, no dejaremos por ello tan piadosa y humilde costumbre, máxime cuando el Creador nos invita a conversión profunda, enderezar senda y practicar limosna.


Ayunos severos y pesadas abstinencias de carne en viernes acompañaban la Cuarentena, cerrábanse teatros y lupanares (con gran disgusto por parte nuestra, en lo tocante a los primeros, vive Dios), siendo que muchos pasaban horas escuchando prédicas y sermones, mientras clerecía no daba abasto con confesiones y penitencias. Oír homilías era pasatiempo asaz frecuente, y en torno a púlpitos congregábase tropel de fieles ansioso, doliente por sus pecados y ansioso por alcanzar salvación.

Duda no hay que hogaño ni proliferan tremendos sermones ni agólpanse contritos devotos cabe púlpitos, pues no falta quien afirme que aquestos tiempos han trocado púlpitos de mármol o herraje por modernas máquinas desde las que pastorear rebaño, que bobaliconamente asiente y sigue dictados para casi todo.


Mas como dijo aquel, la memoria escoge camino corto para herirnos y serán estas semanas de vísperas ocasión para revivir sensaciones, recuperar viejos hábitos, resucitar buenas costumbres y, por qué no, renovar desde ánimos enfriados hasta prendas desgastadas. Incluso no faltará quien se entregue desaforadamente a prácticas vinculadas a pebeteros de incienso, sonidos de tambores o cornetas, anhelantes semanasanteros que tras pertinaces precipitaciones del pasado año cuentan excitados cuanto resta.




Quede para otra ocasión mencionar cómo en aquestos severos tiempos habría que imponer duras penitencias a no pocos, por sus desmanes y corruptelas, y aquí que cada cual haga de su capa sayo e añada a quien plazca, que a fin de cuentas entra mos en tiempos de conversión y perdón.