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22 junio, 2020

"La calle de los Simios".


Agora que el confinamiento y el llamado Estado de Alarma son malhadados recuerdos, dejamos a vuesas mercedes sonido sobre una calle poco conocida aunque bastante transitada, sobre todo en fechas semanasanteras.









24 febrero, 2020

Mercado, Cárcel, Convento...


  

      En esta ocasión, y como está próximo a celebrarse el via crucis cuaresmal del consejo de cofradías, este año presidido por el Señor de la Salud de la hermandad de los Gitanos, vamos a centrarnos en un convento desaparecido y que albergó a esta corporación durante ochenta años. Poco, muy poco ha llegado hasta nosotros de este convento masculino, pues sus bienes fueron incautados, como veremos, y el edificio en parte derribado y en parte transformado, como veremos también. Sin embargo, si cualquier día accedemos al Museo de Bellas Artes de nuestra ciudad, como por ejemplo, para admirar la gran exposición sobre Martínez Montañés, comprobaremos que en dicho museo se cobijan elementos que provienen de este cenobio masculino, nos referimos, en concreto, a los azulejos que adornan su vestíbulo o algún otro elemento que comentaremos. 

     Algún avispado oyente ya sabrá por dónde van en esta ocasión las pesquisas de nuestro numerosísimo equipo de archiveros, documentalistas y bibliotecarios; efectivamente, se trata del antiguo Convento del Pópulo, fundado en 1625 en pleno barrio del Arenal. Por un momento, viajemos en el tiempo y acerquémonos a aquel lugar, por aquel entonces bastante peligroso y nada recomendable, extramuros, y que al decir de las crónicas estaba necesitado de “saneamiento” en tres órdenes, urbanístico, humano y espiritual, por estar “sujeto a muchas inquietudes, y asistir de ordinario por el comercio del río mucha gente vagabunda y del mal vivir como se ha experimentado”, donde de ordinario se producían “pendencias y no pocas muertes violentas”. 

    Como suponíamos, esta zona de Sevilla, fuera de las murallas, entre las Puertas de Triana y del Arenal, lo que ahora sería más o menos el Paseo de Colón, estaba casi desierta, alejada del bullicio del centro histórico. En este sector, tres padres agustinos recoletos o descalzos serán los fundadores de un convento, en principio modesto y humilde, erigido en honor a Santa Mónica, la madre de San Agustín.

            El nombre del Pópulo será agregado por culpa de un cuadro flotante, una pintura con vocación “marinera”, por así decirlo. No, no te extrañes, Antonio, lo explicamos con más precisión: en una vivienda de la cercana calle Harinas vivía Antonio Pérez, barcelonés de nacimiento por más señas, casado con la sevillana Antonia de Villafañe, ambos fervorosos devotos de la Virgen María en su advocación romana del Pópulo, de ahí que en el portal de su casa estuviera colocado un lienzo con dicha imagen mariana y sus correspondientes candelas que era encendidas puntualmente cada noche para iluminar con fervor dicha pintura y también, por qué no, alumbrar esa zona de la calle.

Cuadro de la Virgen del Pópulo en la Parroquia de la Magdalena y restaurado en 2014
             Justo un año después de la fundación del convento, llegó el llamado “año del diluvio”. Furiosos temporales asolaron la ciudad. Las aguas se desbordaron en el Guadalquivir. Las inundaciones, gravísimas, anegaron todo el Arenal, alcanzando a la propia calle Harinas y amenazando con rebasar el nivel donde estaba la Virgen del Pópulo, cosa que efectivamente sucedió y, oh prodigio, el cuadro se mantuvo flotando sobre las aguas con las dos lamparillas que lo iluminaban encendidas, sin que nunca se agotasen. Así estuvo durante tres días, casi nada, siendo testigos muchos vecinos quienes presenciaron este hecho y lo juzgaron como milagroso. 

            Cuando el peligro pasó y las aguas descendieron, el cuadro fue recogido y se decidió que éste debería estar en una iglesia y no en una casa particular. De este modo, se acordó que la suerte elegiría el lugar sagrado donde debería ubicarse, se prepararon papelitos con nombres de todos los conventos sevillanos y la mano inocente de un niño extrajo tres veces la papeleta con el nombre del convento de los Agustinos Recoletos. Una vez ubicado allí continuaron los milagros que atraerían a muchos devotos al convento y que extenderían su devoción.

Con gran alegría y “gozo espiritual” recibió la comunidad agustiniana la imagen del Pópulo, colocándola en el altar mayor, donde comenzó a ser venerada y a “resplandecer con muchos milagros”. No solo los religiosos sino los devotos de la Virgen María, patrona y protectora del convento y de los sevillanos, plantearon la conveniencia de levantar un nuevo cenobio e iglesia donde pudiese ser venerado el milagroso icono.

En 1637 el cabildo aprobó la ubicación del lugar, frente al río Guadalquivir, en su margen izquierda, y entre la Puerta del Arenal y la de Triana, denominado “de las eneas”, porque allí crecían con abundancia, extramuros de la ciudad, en lugar semidespoblado y vinculado “a gentes de mal vivir”. En torno a la fundación agustina, crecerá, no es de extrañar, el llamado arrabal de la Cestería. 

La construcción no tardó en ponerse en marcha, pues, constando de acceso a través de un porche, con su portería, varios patios o claustros, celdas ubicadas en dos plantas con mayor o menor luminosidad según la zona, enfermería, huerta, en fin, las diferentes dependencias habituales en este tipo de conventos, sin olvidar la amplia sacristía, cocinas, refectorio y demás estancias. De este modo, con el tiempo, el convento del Pópulo llegó a sobresalir por su tamaño entre el caserío de la zona y quedó convertido en noviciado y punto de salida para no pocos misioneros que embarcaban en el cercano puerto rumbo a Indias o el Pacífico, llegando a convivir entre sus muros más de cincuenta religiosos. 

La llegada de la Peste de 1649 afectará profundamente a la comunidad agustina, que se volcará en el socorro espiritual de los contagiados, falleciendo treinta religiosos y cinco sirvientes y dará lugar a un nuevo hecho milagroso, centrado en Fray Luis de San Agustín, natural de Guadalajara, gran devoto de la Virgen del Pópulo y que cuando enfermó dos veces por la epidemia, fue pagado por esta “Divina Señora” con una curación milagrosa, “en premio de su devoción”.

Área ocupada por el Convento del Pópulo según el Plano de Olavide de 1771.
 Construida en ladrillo, la iglesia constaba de planta rectangular, tres naves, crucero con media naranja, techumbre de bovedilla en cuyo encabezado estaba el retablo mayor, y dos capillas laterales. Su piso estaba baldosado de losetas de Génova azules y blancas. Ni que decir tiene que en el altar mayor recibía culto la famosa imagen de la Virgen que daba nombre al convento. La iglesia se dotaba también de una airosa espadaña con campanario. 

Hemos dejado para el final la fachada de la iglesia. ¿recuerdan los oyentes el aspecto de la fachada de la iglesia del Señor San Jorge o, lo que es lo mismo, la Santa Caridad? En efecto, se trata de una fachada decorada con paneles de azulejería y este sería el aspecto que presentaría la del Pópulo, dato contrastado gracias a crónicas de la época y a un grabado de Pedro Tortolero de 1729 que muestra el Arenal durante la triunfal entrada en sevilla del monarca Felipe V.


 La ubicación del convento desde luego no facilitaba las cosas, porque las frecuentes crecidas del río obligaban a realizar constantes obras de reparación, en algunos casos el agua alcanzaba cotas elevadas y la comunidad tenía que tomar la decisión de abandonar momentáneamente los muros del Pópulo, mientras los vecinos acudían a implorar de la Virgen del Pópulo para que las aguas bajasen. 

            La Desamortización de Mendizábal terminó con la vida monástica y con los bienes del Pópulo repartidos por diversas iglesias, como el órgano, que se halla en San Bartolomé o el retablo de Santa Rita o el mismo lienzo de la Virgen del Pópulo, ambos en la parroquial de la Magdalena. El 3 de julio de 1837, 500 presos abandonaban la ruinosa Cárcel Real de la calle Sierpes y eran internados en la nueva Prisión del Pópulo.


En 1843 la iglesia fue derribada, “dejándola hecha solar”, y consultando la necesidad de realizar en despoblado las ejecuciones capitales, se resolvió labrar en el muro zaguero del edificio una espaciosa azotea, en donde se cumplieran las sentencias de muerte en garrote; librando a los reos de ese doloroso tránsito de la cárcel al patíbulo por entre la curiosa multitud, y evitando con esto escenas repugnantes y propias a muchos desórdenes”.

Los paneles de azulejos de la mencionada fachada, por fortuna, han sobrevivido. San Agustín, Santa Clara Montefalco, Santa Mónica o San Gelasio, nos dan la bienvenida al entrar en el Museo de Bellas Artes, ya que terminaron colocados allí tras la Desamortización de Mendizábal, y la Virgen del Pópulo, en azulejos polícromos, preside el llamado patio de los bojes de la mencionada pinacoteca.


Al convento, como vemos, le aguardaba un destino como prisión provincial hasta al menos 1933. Tras sus muros los presos aguardaban cada mañana de Viernes Santo el momento del paso de la Esperanza de Triana tras los barrotes, cuando las saetas y las súplicas llenaban el aire e incluso inspiraron una marcha: “Soleá dame la mano”. Finalmente, la Prisión del Pópulo será historia desde el 14 de septiembre de 1935, cuando todo el edificio quede convertido en un solar y posteriormente en Mercado de Entradores. Pero esa, esa, esa ya es otra historia…

29 mayo, 2018

Querellas de Corpus.-



Aconteció una fresca mañana de Corpus de 1578 (el año disculparan no lo tenga seguro), no bien la procesión de la Santa Iglesia Catedral transcurría por la Collación del Salvador. Aprestados en una esquina de la calle de Talabarteros (esa que agora vuesas mercedes llaman de Álvarez Quintero por utreranos escritores de comedias) nos disponíamos a contemplar el cortejo, con su algarabía de Tarasca, Danzas, Cantos y Músicas, con sus carros decorados a cuál más cuidado por sus respectivos Gremios, cada cual con su pendón, con sus Cofradías y sus coloridos estandartes, con sus andas portando santos y reliquias, cuando surgió la pendencia. 

Un galán, boquirrubio y , con voz aguda y lleno de cintas y encajes, requirió de malas maneras a cierto caballero que apartara su presencia de él, pues afirmaba no poder ver el discurrir de la procesión, a lo que el caballero, apretando ya mano sobre empuñadura de su toledana, sugirió que buscase otro lugar, pues él llevaba cogiendo sitio desde antes que los mozos del Cabildo esparcieran el romero por las calles y que ni en sueños pensaba en moverse. 

El pisaverde, que se hacía acompañar de cierta damisela emperifollada "ad nauseam" para la festividad, no parecía dar su brazo a torcer y de nuevo reclamó, esta vez con peores modos y espantosa urbanidad que el caballero abandonase su sitio, increpándolo de viva voz. Y lo que es peor, criticó con acritud, para regocijo de algunos, los malos los olores que desprendía y que, quien sabe, a buen seguro tuviera sangre judía, lo que explicaría el tamaño de su nariz. 

Herido en su honor, antiguo Alférez en Indias, atezado en la espada y sanguíneo de carácter como era, con rutinario movimiento el caballero pensó que hasta aquí se había llegado, sacó a relucir raudo el acero y certero atravesó con él el pecho del petimetre, bisoño en esgrima sin duda, que puede decirse feneció en lo que se tarda en decir "Amén" mientras en ese instante pasaba, creemos recordar, el Niño Jesús de la Cofradía del Sagrario. 

Gritos, carreras, algún que otro vaído y sorpresa general, el caballero marchó con pasos apresurados hacia la Plaza del Pan sorteando la multitud y nunca más se supo de él por más que alguaciles y corchetes intentasen prenderlo. Los canónigos, capellanes y racioneros, apesadumbrados por tan inoportuno incidente, apenas dieron los santos óleos al moribundo, acordaron proseguir con la procesión y aplicar la Misa Solemne de Pontifical en sufragio del alma del desdichado galán.



Con el paso del tiempo, acordóse instalar Cruz, de hermosa factura en jaspe, que recordase tan desdichado suceso, Cruz que a la postre llamóse de los Polaineros por ser este el Gremio que cuidase de ella con solícito empeño. Y cuéntase, que allá por 1840 fue retirada de allí y situada en el Patio de los Naranjos del Salvador, dónde aún permanece. 


09 mayo, 2018

Mañara.-



Pensarán vuesas mercedes que tras tanto tiempo ausente por estos lares quizá andaría remando en galeras del Rey o quizá sepultado en lóbrega cripta parroquial; nada más lejos, sino que negocios familiares nos tienen afortunadamente ocupados en demasía como para perpetrar texto alguno en este ventanal de letras. 

Pero quizá sea ésta fecha indicada para retomar andanzas aprovechando que tal día como hoy entregaba su alma a Dios, en olor de Santidad, el honorable caballero de Calatrava Don Miguel de Mañara, preclaro refugio de los pobres en su celebérrimo Hospital de la Santa Caridad y que aún anda aguardando ser beatificado sin que se sepa a ciencia cierta por qué no ha sido elevado a los altares como merece. 

La leyenda, mala en su caso, quizá le haya seguido como funesta compañera de viaje, más es cierto que gran parte de su vida terrena la pasó haciendo el bien y recabando donativos (dando "sablazos" como agora se dice) para culminar su gran obra. 

 Baste, como prueba, un botón:

Cuentan de él que en cierta ocasión, habiendo recibido generoso donativo (500 reales, nada menos) de un alma caritativa en grado sumo, hallóse en la tesitura de no saber a quién entregarlo; decidido a cumplir su cometido, decidió ponerse en manos de la Divina Providencia y montando en su cabalgadura dejó a ésta a rienda suelta, de modo que se encaminara a donde más le agradase. Y hete aquí que el jamelgo, sin dudarlo, terminó su periplo deteniéndose junto a la muralla, cerca de la Puerta de la Macarena, justo en un concreto lugar, pues de allí no consintió en moverse el animal, donde halló Don Miguel mísera casucha en que malvivía una familia huera de dineros con sus progenitores enfermos y numerosa prole sin apenas ropa con la que vestir y pobreza en grado sumo. Sobra decir que recibieron la limosna con incrédulo agradecimiento y que Mañara marchó por el barrio de la Feria satisfecho por, una vez más, haber cumplido con creces con su caritativo cometido...


02 junio, 2015

Sin saltarse el guión.-

Ahora que aproxímase preclara festividad del Corpus Christi, otrora una de las de mayor raigambre y ostentación de nuestra ciudad, serán muchos los que, contemplando fervorosos cortejos eucarísticos que se multiplicarán en estos días (destacando sobremanera el organizado por la Santa Iglesia Catedral), fijaran sus ojos en extraño pendón o banderola de curiosa forma y rematado por una cruz que suele encabezar o formar parte de las antedichas procesiones. 

Se tiene por muy antiguo su uso, muchas veces ornado con borlajes o campanillas; bastará, amigo lector, que al contemplar ese Guión (pues ese es su nombre) imagines por un momento que se trata de gigantesca mano vuelta hacia atrás mientras señala, con esquematizado dedo índice, que Su Divina Majestad cierra con todos los honores (cera, romero, juncia, música e incienso) tan fervoroso desfilar de cofrades. 


 





19 mayo, 2015

Ayuntados.-

La primera vez que topamos con rocieras carretas nos deleitamos en la belleza de tales templetes, en el fervor que les rodea y en la devoción sincera que los Simpecados despiertan ente los romeros que peregrinan a las Rocinas junto a dichas carretas.


Hermoso conjunto de madera y plata, tirado mansamente por bueyes diestramente dirigidos por persona docta en la doma y cría de estas criaturas, enormes y no tan pacíficas como pueda pensarse, destacan sobremanera las barrigueras y frontiles con que se adornan, exorno que, nos dicen, parece remontarse a tiempos antiquísimos cuando el toro era considerado, en las paganas religiones, ser divino y digno de recibir culto (aunque quien escribe estas lineas lo prefiere guisado en sazón, todo hay que decirlo).



Por ello, al ser casi criaturas divinizadas, eran temidas y adoradas a la vez, por lo que no es de extrañar que el mítico Hércules venciera a los toros del Rey Gerión, que en tierras helenas, en isla que llaman de Creta, fueran lidiados en juegos singulares o que en mis tiempos corriéranse juegos de cañas y toros por aristócraticos jinetes, derivando ello en lidia a pie y a arte de Cúchares o Pepe Hillo. 



Como ven, divagamos, pero a fin de cuentas con ello no pretendemos sino ensalzar importancia de estos bóvidos que en pareja, uncidos en yunta al yugo, portarán por las arenas los amores y sentimientos de no pocos rocieros, tanto de los que acuden esperanzados ante la Virgen Bendita, como de los que quedan en sus casas esperanzados también con ir el año que viene. 

06 abril, 2015

Contraluces.-



Finalizaron días santos para aquesta ciudad y bien sabemos que con dicha conclusión muchos sentirán honda tristeza por lo fugaz del tiempo. Quedarán enseres por ordenar y Pasos por mudar. Quedarán sesudos debates por dirimir y arduas discusiones por zanjar. Quedarán túnicas por limpiar y capirotes que guardar. Quedará nostalgia por lo vivido y por lo no vivido. Quedará el recuerdo y el eco de una marcha mientras un palio se aleja, como se alejan estas intensas jornadas en la que cada cual ha hecho lo posible por disfrutarlas a su leal saber y entender.

Iniciemos, pues, cuenta atrás que en ello nos irá la vida, aguardando de nuevo la visión del primer nazarenos allá por marzo de 2016... 

24 marzo, 2015

Brotes.-



Apresúrase con urgencia el sol en dejar testigo de su presencia en estos días de víspera y gozo. La vida, gota a gota, ábrese camino. Sonarán estruendos de tambores y trompeteos lejanos. Penitencias de ruán o alpargata. Promesas por cumplir. Rampas para subir o bajar. Ausencias y presencias. Manos que aprietan con certeza escudos de antifaces o manos que se unen por primera o última vez. Miradas de niños que, incrédulos, comprobarán, en propia persona, que todo es cierto, y que el paraiso puede existir en forma de semana. 

Crucemos, pues, estas jornadas con debida alegría, pues mal que nos pese, y como dijo el poeta, es Primavera y el sol borra penas y preguntas...

18 febrero, 2015

Capirotadas.-

 
Creánme si les digo que aquesta tarde, tras placentera sobremesa y no mejor paseo por calles que parecen desperezarse del frío invernal, por un momento creímos haber topado con comercio dedicado a la venta de instrumentos para el Santo Oficio, pues era tal la abundancia de capuces, o capirotes, que por un momento creímos que en breve habría Auto de Fe en la Plaza y que en él serían ajusticiados cientos de herejes, sobre todo por el inmenso número de conos de cartón (y hasta de rejilla, fabricados con gran pericia), que exponía el dicho comercio.



Echamos en falta, eso sí, los correspondientes Sambenitos, las corozas y demás otros elementos necesarios para pergeñar tan tremenda ceremonia, pero convenimos, equivocadamente, que hubiera tal vez otros comercios dedicados a tal menester.

Atendidos solícitamente por experimentada tendera, nos dijo que eran capirotes para cofrades, que no en vano ya había principiado la Cuaresma y que ahora muchos de ellos se aprestaban a adquirirlos, siendo elemento de gran antiguedad en la Semana Santa, pues según cuentan, fue la Cofradía de la Hiniesta quien implantó tal artilugio para alzar la punta de los antifaces de sus nazarenos, allá por el siglo XV o XVI, no recordaba bien la dicha tendera.



Colgados como racimos, a buen seguro serán señal de gozo para no pocos que ansían la llegada de fechas cofradieras...


P.d.: el último Auto de Fe tuvo lugar en Sevilla en 1780, siendo María Dolores López, acusada de trato con el diablo, sometida a tratamiento de sambenito, coroza, garrote vil y hoguera.

20 junio, 2014

Post Corpus.-

 

Celebróse con acostumbrada solemnidad la anual procesión del Corpus en aquesta ciudad, y a fuer de ser sinceros hemos de decir que resultó la mañana fresca en su temperatura y agradable el mediodía sin sofocante calor que afectase a los atildados participantes en dicho cortejo. 






Con cierta sorpresa comprobamos que, contra lo acostumbrado, en las vísperas de tan señalada celebración no se registraron habituales aglomeraciones de la plebe, siempre presta a regocijarse con músicas, exornos y altares ya dispuestos, pues, nos dijeron, allá por tierras brasileñas tuvo lugar importante condienda para los colores españoles frente a chilena nación, y que ello incluso provocó que muchos prefirieran presenciarla, aunque ignoramos cómo, ya que hay muchas varas de distancia y difícil sería contemplar tal duelo entre escuadras (ignorantes como somos, nos hablan de cierto artilugio a manera de caja mágica, o tonta, que permite tal visión...).


La procesión nos pareció nutridísima en componentes, aunque echamos en falta gigantes, cabezudos, danzantes (expeción hecha de los mozos de coro o "seises"), mojarrilla o incluso la famosa Tarasca, ornada por gremio de poceros, o efigies notorias como de santos, reliquias o mayor presencia de corporaciones como plateros, guanteros, cereros, cordeleros, sederos, que habitualmente rivalizaban entre sí por la belleza y donosura de sus carros alegóricos, nunca bien ponderados.El Cabildo de la Ciudad acudió a la cita aunque algunos de sus regidores hallábanse al parecer en la capital del reino, por motivos que explicaremos a continuación.


 
A todo ello, añadamos que dicha procesión coincidió con que en la capital de las Españas era proclamado con todos los honores, pompa y circunstancia nuestro nuevo Monarca Felipe VI que Dios guarde y bendiga muchos años, así que quizá por ello aprecióse menos presencia de pueblo fiel en torno a la presencia de Jesús Sacramentado entronizado en la portentosa custodia de Juan de Arfe.

Quede, además, para recuerdo cómo fue engalanada la Torre Mayor de la ciudad en honra de tan histórica circunstancia, siendo del agrado de muchos contemplar tan hermoso alarde de gallardetes, pendones y banderolas.

10 abril, 2014

A la espera.-


 Se apresta la Ciudad a celebrar su Mayor Semana del año, aquella en la que seculares cofradías harán sus devotas estaciones de penitencia a la Santa Iglesia Catedral, y parecerá que por unas jornadas todo se aúna para que grandes y pequeños revivan y vivan esta fiesta en el mejor sentido de la palabra. No seremos menos nosotros, de modo que disfútenla vuesas mercedes que para luego, es tarde...