Ahora que se acorta la espera, permítannos que en aqueste pliego que ahora principiamos relatemos cómo las cofradías hispalenses se aprestan para celebrar la inminente Semana Santa, afanándose en montar sus andas procesionales, trasladándolas a sus templos o ejecutando pertinentes ensayos para los mozos que cargarán dichos Pasos, que no hay cosa más hermosa que esta bendita espera, pues en cuanto lleguen los anhelados días todo pasará como en suspiro.
Disfruten vuesas mercedes de estas dulces jornadas, pues, y procuren apurarlas al máximo...