Celebróse con acostumbrada solemnidad la anual procesión del Corpus en aquesta ciudad, y a fuer de ser sinceros hemos de decir que resultó la mañana fresca en su temperatura y agradable el mediodía sin sofocante calor que afectase a los atildados participantes en dicho cortejo.
Con cierta sorpresa comprobamos que, contra lo acostumbrado, en las vísperas de tan señalada celebración no se registraron habituales aglomeraciones de la plebe, siempre presta a regocijarse con músicas, exornos y altares ya dispuestos, pues, nos dijeron, allá por tierras brasileñas tuvo lugar importante condienda para los colores españoles frente a chilena nación, y que ello incluso provocó que muchos prefirieran presenciarla, aunque ignoramos cómo, ya que hay muchas varas de distancia y difícil sería contemplar tal duelo entre escuadras (ignorantes como somos, nos hablan de cierto artilugio a manera de caja mágica, o tonta, que permite tal visión...).
La procesión nos pareció nutridísima en componentes, aunque echamos en falta gigantes, cabezudos, danzantes (expeción hecha de los mozos de coro o "seises"), mojarrilla o incluso la famosa Tarasca, ornada por gremio de poceros, o efigies notorias como de santos, reliquias o mayor presencia de corporaciones como plateros, guanteros, cereros, cordeleros, sederos, que habitualmente rivalizaban entre sí por la belleza y donosura de sus carros alegóricos, nunca bien ponderados.El Cabildo de la Ciudad acudió a la cita aunque algunos de sus regidores hallábanse al parecer en la capital del reino, por motivos que explicaremos a continuación.
A todo ello, añadamos que dicha procesión coincidió con que en la capital de las Españas era proclamado con todos los honores, pompa y circunstancia nuestro nuevo Monarca Felipe VI que Dios guarde y bendiga muchos años, así que quizá por ello aprecióse menos presencia de pueblo fiel en torno a la presencia de Jesús Sacramentado entronizado en la portentosa custodia de Juan de Arfe.
Quede, además, para recuerdo cómo fue engalanada la Torre Mayor de la ciudad en honra de tan histórica circunstancia, siendo del agrado de muchos contemplar tan hermoso alarde de gallardetes, pendones y banderolas.