28 abril, 2012

Mártir.-

   Hija del Rey Costo, éste intentó desposarla con el romano emperador Majencio, quien andaba prendado de su lozana belleza, mas negóse en redondo la doncella afirmando profesar fe cristiana; todo ello concluyó con su martirio en Alejandría (corría entonces la Cuarta Centuria de nuestra Era), más prodújose milagro al quebrarse de modo prodigioso rueda dentada con que pretendían darle suplicio, resultando pese a ello finalmente decapitada sin apostatar de su firme credo.


   Viene todo muy a cuento, pues en aquesta ciudad Santa Catalina prosigue padeciendo cruento tormento, o al menos así pretendemos manifestarlo, que ha mucho tiempo que su templo parroquial clausurado al culto permanece sin que veánse en lontananza visos de su pronta apertura.


Iglesia de buena traza y tres naves, reconstruida tras temblor de 1356, albergaba en su interior devotas imágenes y pinturas de varia temática religiosa, sin olvidar exquisita Capilla Sacramental debida al genial Figueroa o pétrea portada a sus pies, procedente de desaparecida parroquial de Santa Lucía. Cuenta en su haber con devotas hermandades y famosa cofradía que hace su anual Estación en tarde de Jueves Santo, que por mor de contingencia que comentamos sale de Los Terceros.


    Relátannos en cercana taberna, erigida en nuestra mocedad (1670) y famosa por sus guisos y caldos, que tras arreglo de tejados agotáronse dineros para proseguir obra de arreglo, que no hay acuerdo entre autoridades, que si no repáranse con presteza sus muros háblase incluso de ruina, con que perderíase no sólo preclaro lugar de culto, sino venerable monumento legado por antepasados.


    Empero, y por fortuna, no pocos mantienen honorable pugna por evitar abandono de antedicho templo, impetrando a ediles, regidores, gobernantes y demás por su salvación; vayan para ellos nuestros parabienes y agasajos, que es de hijos agradecidos querer evitar aumento de desolación y cosa digna de alabanza contemplar cómo se desviven por mantener vivo recuerdo de aquella parroquial ahora cerrada.

Valga este pliego, en efeto, como firme denuncia y triste lamento por desidia que impide contemplar en su esplendor aqueste valioso edificio que como su Titular, padece martirio prolongado en tiempo y forma.

20 abril, 2012

XX.-


Cuéntannos que fue más alla de Cartuja de las Cuevas, cabe anchuroso Guadalquivir. Faze agora par de décadas.


Que fueron años de ímprobo esfuerzo y denodado trabajo por cimentar y edificar, que construyéronse puentes y que agora aún extasian a sesudo observador.


Que hubo sinsabores y decepciones a porfía, que no pocos aprovecharon río revuelto para aprovechar pescadora ganancia.


Que erigido recinto, juntáronse en él miles de almas, acudiendo gentes de toda nación y raza, convirtiendo aquel erial en metrópoli a manera de cómo quien suscribe conocióla antaño.

Que hubo músicas, festejos, jolgorios, triunfales desfiles y vistosos cortejos para asombro de cuanto acercóse a aquellos lares, pese a que no fuera baratura ni plato de gusto abonar estipendio exagerado por contemplar aquellos prodigios de ciencia y técnica.

Que brotaron largas filas frente a pabellones, con público ansioso por descubrir maravillas y objetos traídos de todo el orbe para ser contemplados con embeleso en seis meses.


Que acudieron monarcas y jerarcas, ministros y plenipotenciarios, cancilleres y legados, dignatarios y consejeros, oriundos de extrañas repúblicas, ignotas naciones o reconocidos estados.


Que, antes bie, fue feliz suceso, y que no pocos rememóranlo con nostalgia de juventud o aniñada añoranza.

Vano espejismo o gozosa realidad, ilusión o desengaño, metáfora de lo vivido, ocasión importante resultó para Sevilla, aprovechada o no dejarémoslo a criterio del piadoso lector de aquestos pliegos.

10 abril, 2012

Siete vidas.-

Concluyeron en buena hora, pues, Días Santos y con ellos algarabía de público, contento o disgusto de cofrades y general alivio para no pocos. Cuéntannos que temporal y lluvia no suelen ser amables compañeros de procesiones y Pasos, mas tengan por seguro vuesas mercedes que regular efeto causaron rogativas "ad petendam pluviam" ordenadas por Ordinario del lugar para saciar campos sedientos por pertinaz sequía.


A ello súmese exiguo número de hermandades que pudo hacer Penitencial Estación a Metropolitana Catedral para colegir que ha sido extraña Semana Santa, aunque algunos días salváronse y en ellos pudieron efectuar su salida con total lucimiento hasta más de treintena de corporaciones, sin contar con otras que cobijo hubieron de buscar por mor de inclemencia meteorológica.



Escueto resumen efectuaríamos de aquestos días, salvo en lo tocante a que pudimos acompañar a Imágenes de nuestra devoción a la par que contemplar cómo muchos disfrutaron de las suyas e incluso no faltó quien hizo sus primeras armas como nazareno o mozo costalero, lo que plácenos en grado sumo.


Echamos en falta penitencias antiguas, flagelantes y disciplinantes, y en menoscabo dello diremos que no corren tiempos propicios para tales prácticas, temiéndonos falten cofrades dispuestos a azotar sus lomos en penitencia arrebato, antes bien, soportan con frailuna paciencia petulancias y desdenes de espectadores poco respetuoso y hasta maleducados con cortejos e integrantes.


Item más, anotamos presencia de los más extraños mecanismos para capturar imágenes, algunos de peregrino aspecto.




Lucieron cofradías en sus recorridos acompañadas de singular gentío, que salvo contadas excepciones no viéronse solas sino rodeadas de fervorosas multitudes más deseosas, quizá, de escuchar a bandas o gozar con andares de andas, valga la redundancia.


Y como a río revuelto, ganancia de pescadores, tampoco faltó quien supo o pudo facer negocio en aquestas calendas.


Quedémonos con lo vivido, pues, y recordemos días pasados, que a buen seguro todos tenemos nuestra alma en armario y sabremos atesorar recuerdos hasta que en MMXIII llegue el vigésimo cuarto día de su mes de marzo.





01 abril, 2012

Disfrútenlos.-



Concluyendo Carnestolendas, prepárase la Ciudad para Días Grandes.



Disfrútenlos, pues, niños e infantes, que no poca alegría constituye contemplar nazarenos, y recibir dellos cera o confites o incluso alguna que otra estampa.



Disfrútenlos, pues, mozos y doncellas, que serán jornadas propicias para galanteo y coqueteo, que Primavera exalta sentidos y aviva corazones.


Disfrútenlos, pues, gentes de toda condición, de toda clase, de todo origen, que es Fiesta Mayor en sentido mejor de palabra, que si no fuera bastante celebrar Pasión, Muerte y Resurrección de Nuestro Señor, añádasele triunfo de la Vida sobre Muerte, de Amor sobre Oscuridad, de Piedad sobre  Egoísmo.

Disfrútenlos, pues, forasteros y extranjeros, que no sabiendo bien que contemplan, intégranse como el que más, desorbitados ojos ante tamaña belleza.



Disfrútenlos, pues, mayores y longevos, que rememorando pasados tiempos no hacen sino revivir hogaño lo que antaño vivieron, narrando experiencias que a todos nos placen.

Disfrútenlos, pues, quienes por primera vez acérquense con limpia mirada y pulcro corazón; descubrirán cómo (según el poeta) es la Vida una Semana y añadiránse a legión que lamentaráse cuando aquestos días transcurran dejándonos huérfanos de calor y humor.

Disfrútenlos, pues, cofrades, que agora verán cumplidos deseos y anhelos, que aunque truene o ventee siempre serán puntales para campear temporal sea del tipo que sea.

Disfrútenlos, pues, músicos y mozos de costal, que verán recompensa a vigilias invernales marcadas por frío y esfuerzo.


Disfrútenlos, pues, mas a su manera, gobernantes de toda calaña y condición, desde encumbrados hasta simples correveidiles, que todo su poder será poco frente al poder de una Ciudad puesta en pie sobre calles de cera y plazas de terciopelo.

Disfrútenlos, en fin, todo aquel que con buena voluntad y mejor espíritu crea o sepa acercarse a estos Misterios con respetuoso conocimiento o jubilosa certeza. No seremos nosotros quienes censuremos o hagamos agravio de prosélitos de buena fe, haciando menoscabo de necios y lerdos ajenos a sentires y emociones.


Aprestémonos a asombro y silencio, a algarabía y bendita rutina, que como dijo Aquel: lo demás darásenos por añadidura; e ignoremos presagios o predicciones sobre si habrá temporal o solano.

Post scriptum: permítasenos inusual licencia, que no somos ciertamente dados a dedicar aquestos torpes pliegos, mas con la venia. quiera el Cielo que permita vestir negro y morado hábito nazareno a alguien de nuestra misma sangre, ilusionada damisela en ciernes.