Paralela a la muralla, entre el Arenal y la Magdalena, hoy nos centraremos en una calle en la que incluso nació un cantante admirado y famoso y desconocido por muchos. Pero, para variar, vamos a lo que vamos.
Ubicada entre Reyes Católicos y López de Arenas, en el antiguo barrio de la Cestería, inicialmente se llamó de las Vírgenes, en honor al Hospital de las Vírgenes Santa Justa y Rufina, alfareras que murieron como mártires en el año 287 y son patronas de nuestra ciudad. Del referido Hospital subsiste, en el número 48 de la calle un antiguo azulejo del siglo XVIII representando a las Santas Patronas, ya que la tradición popular siempre apuntó a que ambas hermanas habrían vivido en esta zona próxima al río; dicho establecimiento benéfico, además, poseyó hermandad propia, perteneciente al gremio de olleros de Triana. En 1859, para evitar confusiones con el nombre de otra calle, la de Vírgenes junto a San Nicolás, el Cabildo de la Ciudad decidió emplear el de Santas Patronas, que es el que permanece en la actualidad.
Ese tramo concreto se formó al correr en paralelo al lienzo de muralla que unía las puertas del Arenal y la de Triana, y, de hecho, en algunas de las viviendas de la calle, en la acera de los impares, se conservan no pocos vestigios de esa cerca de origen almohade; poco a poco, a lo largo del siglo XV se fueron adosando casas a dicha muralla y ya en el siglo XVII se constata la presencia de una veintena de ellas, siendo zona un tanto deprimida por su cercanía con la Mancebía (actual zona de Molviedro). Dada su proximidad al puerto, existieron en ella almacenes para diversas mercancías, como cereales y en la parte más próxima al Arenal subsisten algunos modelos de vivienda de cierta antigüedad, aunque la mayoría del caserío es en mayor medida del siglo XIX y del XX.
Merece la pena reseñar que, como decíamos, en varias viviendas de la calle la muralla, que hace de medianera con la paralela calle Castelar, ha quedado integrada, tal es el caso del número 55 o del número 9, edificio diseñado por Aníbal González entre 1914 y 1915 y que ahora está convertido en alquiler turístico; curiosamente, en las fotos que aparecen en la web de alquiler pueden apreciarse precisamente el detalle del muro visto formando parte de la diferentes habitaciones.
Aparte del antes aludido hospital benéfico de Santa Justa y Rufina,
germen del nombre de la calle, se sabe que desde el siglo XIX y hasta no
hace muchos años pervivió una pequeña capilla oratorio dedicada a la
Virgen del Rosario, que incluso llegó a poseer su propia asociación para
darle culto y un retablo procedente del desaparecido convento de Consolación de la calle Rioja, desaparecido en 1868. La imagen procesionó por última vez en 2009, que sepamos, mientras que un pequeño azulejo, en el número 15 de la calle, la recuerda como devoción en la misma.
Sin embargo, quizá el personaje vinculado a la calle Santas Patronas que más merezca la pena sea uno nacido precisamente en esta calle allá por enero de 1775 y que fue bautizado en la parroquia de la Magdalena como Manuel del Pópulo Rodríguez Aguilar, aunque con posterioridad cambió sus apellidos, pasando a la posteridad como Manuel del Pópulo Vicente García; el llamarse de "El Pópulo" tuvo que ver, sin duda, con la proximidad del convento del mismo nombre, del cual hablamos en otra ocasión.
A los seis años, Manuel ingresará en el coro de la Catedral de Sevilla, recibiendo allí su primera formación musical; se sabe que hasta los catorce años vivirá en el hogar familiar junto a sus hermanas Rita y María. Eran malos tiempos para la el Teatro y la Ópera en Sevilla debido a constantes prohibiciones de las autoridades civiles y eclesiales, quienes veían en estas diversiones ocasión para que hombres y mujeres compartieran espacio, lo que iba en contra de las normas de decencia y recato de entonces. Sabedor de que en Cádiz las normas eran más relajadas, Manuel marchará allí y debutará en 1792, contrayendo matrimonio en esta ciudad en 1797 con la también cantante Manuela Morales.
El éxito como cantante le acompañará en Madrid, Málaga y más adelante por toda Europa, que lo aclamará como uno de los mejores intérpretes del denominado Bel Canto; consagrado como tenor y compositor, entre 1811 y 1816 vivirá en Italia, donde completará sus estudios musicales y estrenará su primera ópera: El Califa de Bagdad, con la que cosechará un sonado triunfo. Así, un sevillano interpretará a un sevillano, ya que será el encargado de poner voz al conde de Almaviva, uno de los protagonistas de El Barbero de Sevilla, la ópera de Rossini estrenada en 1818 y que, en principio, supuso un sonoro fracaso.
Aquel chiquillo del barrio de la Cestería podrá presumir de ser el introductor de las óperas de Mozart e italianas en los Estados Unidos y de ser el padre de varios hijos, entre ellos la también célebre cantante María García "La Malibrán" (1808-1836) o el inventor del laringoscopio, su hijo Manuel (1805-1906). Fallecido en París en 1832, será sepultado en aquella ciudad sin que Sevilla le haya rendido homenaje por una soberbia trayectoria musical en la que incluso incluir la composición de más de cien boleras para guitarra, instrumento del que fue maestro y compositor también.
Dejando a un lado cuestiones musicales y entrando otras, no podríamos dejar de mencionar que en la calle Santa Patronas tienen su estudio los reconocidos arquitectos Cruz y Ortiz ("Los Antonios", en el gremio) autores de proyectos tan importantes como la sevillana estación de trenes de Santa Justa, el estadio Wanda Metropolitano de Madrid o la Facultad de Ciencias de la Educación de la Hispalense; ya que estamos con vecinos de la calle, tan justo es citar el conocido bar Casa Alfonso, fundado en 1971 por Alfonso Pérez y hoy regentado por su hijo Manuel, establecimiento especializado en caracoles "en temporada", como aludir a los talleres de Gráficas San Antonio, imprenta especializada desde hace más de cincuenta años en diseño gráfico e impresión personalizada, pero esa, esa ya es harina de otro costal.
4 comentarios:
¡Magnifica calle y magnífico artículo!
¡Muchas gracias por tu comentario, María Antonia!
Puedes decirme si tienes algún índice por calles o por barrios?
Pues por el momento no, pero nos parece una muy buena idea, nos la tomamos como propósito de Año Nuevo, ¡Muchas gracias!
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