Tras dilatado respiro estival, hemos resuelto retomar aquestos pliegos para solaz y regocijo de cuántos síguenlos.
No queda sino relatar cómo quedan desiertas costas y sierras de forasteros, cómo artesanos, obreros y demás oficios regresan a sus tareas, no sin cierto abatimiento, cómo infantes y párvulos retornan, regocijados, a sus obligaciones escolares, cómo maestros y pedagogos afánanse en iniciar curso y cómo éste que pergeña aquestas letras, humilde escribano, dispónese animoso a labor prosista, no en balde para ello creamos aqueste sitio allá por calendas de marzo del pasado año.
No permanecerán en olvido asuntos de Historia (sobre hitos, personajes y demás), ni memoriales sobre Fiestas y Tradiciones, ni textos sobre cotidiano acontecer en nuestra bienamada Ciudad, sin que queden en tintero oportunidades, maliciamos, para increpar a regidores por su desidia, para amonestar a gerifaltes por su molicie o para alabar (extraño suceso) cuánto se haga por bien de esta Hispalis nuestra tan necesitada de buenas nuevas como de avanzar en pos de su propio bien.
Demos por comenzado, por ende, aqueste Curso y pongamos, pues, en él nuestro empeño más trabajado y mejor ilusión, arrinconando rutina y descartando inactividad, pues como dijo aquel: “En momentos de crisis, sólo imaginación cobra ventaja a conocimiento”.