El agradecimiento
es la parte principal de un hombre de bien.
Francisco de Quevedo (1580-1645)
Como quiera que cúmplese en esta fecha un año de nuestro regreso a esta tierra y de principio de nuestras venturas y aflicciones en forma de pliegos, no aburriremos en esta ocasión a amable lector con nuestras cuitas o alegrías, antes bien, a manera de confesión, optaremos por hacer examen de conciencia y, caso de ser necesario, propósito de enmienda.
Item más, que aquesta docena de meses ha sido causa de satisfacciones y de no pocas alegrías, pues inusitado asunto ha sido para quien suscribe echarse pesado fardo de escribir sobre sucesos, eventos o historias relacionadas con nuestra bienamada ciudad.
Item más, que por estos trescientos sesenta y cinco días (más uno, que andamos en bisiesto) han pasado fiestas, tradiciones, historias, leyendas, asuntos mundanos, denuncias de agravios o anuncios de triunfos, visitas a desconocidos lugares, y peregrinaciones a santuarios marismeños o a sepulcros jacobeos, entre otros argumentos, resultando gratificante tamaña experiencia, tanto por narrar como por saberse leído.
Item más, que, tras ímprobos esfuerzos, hemos logrado hacer funcionar complicado aparato capaz de capturar retratos e imágenes (algunas de singular contenido) con regular resultado, dicho sea todo.
Item más, que merced a oficio de escritura hemos logrado cierta disciplina en ello sin olvidar que con aqueste ejercicio aguzamos mente y alentamos ánimo propio.
Item más, que pergeñar textos y párrafos a escaloniana manera resulta en ocasiones asaz complejo, más no por ello cejaremos en empeño, pues resulta a todo efeto experiencia, repetimos, recomendable.
Por todo lo cual, hoy, vigésimo quinto día de mes marzo de aqueste año de gracia, Domingo de Pasión y fecha devota y de votos, no podemos por menos que reiterar nuestro más profundo agradecimiento a todos cuantos estos pobres pliegos ojearan agora o de aquí en adelante, por la merced que nos hacen y por soportarlos con frailuna paciencia, haciendo firme propósito de proseguir redactando siempre con el beneplácito del Creador y la aquiescencia de nuestros lectores.
Y para que conste a efectos oportunos, conste también que celebraremos aqueste aniversario como requiere, que aunque es hacer menoscabo dello, dejaremos para mejor ocasión cómo, cuándo, dónde y con quién, pues el porqué es de sobras conocido.