21 septiembre, 2012

Latines.-

“Quis locus sum quaris sum
hospitale modastem domusque doctrinae
humile collegium humilibus Christo Iesu
et dive genetrice Mariae dedicatum
qui humilia dilligunt”


Avispado lector de aquestos pliegos seguramente habrá quedado perplejo tras lectura antecedente, redactada en latines y poco descifrable en aquestas calendas que corren. Ocupados agora en saberes de ciencia y técnica, descuidado estudio de lenguas latinas y grecas, pocos habrán sido quienes hayan colegido y entendido significado de aquesta inscripción.



Descubrímosla no ha mucho en Puerta de Jerez, elevada a cierta altura, en muro perteneciente a capilla llamada de Maese Rodrigo, y que es resto escaso de antigua Universidad Literaria, sabia institución fundada por tal preclaro y carmonense individuo allá por 1506 merced a bula pontificia de Sus Santidad Julio II, derribando llamado Corral de Jerez en que habitaban no pocos hebreos.


Poco (por no decir nada) resta de aquel edificio culto en lógica, filosofía, teología, leyes y facultado para otorgar grados de bachiller, licenciado y doctor; incluso portada de entrada a compás hállase desmontada y vuelta a montar (cosa prodigiosa, vive Dios) en interior de convento de Santa Clara.

Ejecutada traducción pertinente, de resultas della ha de leerse tal texto con que resolvemos, pues, duda latente que venía reconcomiéndonos tiempo ha:

“¿Preguntas qué lugar es este?
Es un amistoso retiro y casa de instrucción,
un humilde colegio, humildemente dedicado a Jesucristo
 y a su Santísima Madre María, que aman las cosas humildes.”




14 septiembre, 2012

Y de comer...

Contábanlo viajeros retornados de Indias o de tierras aún más ignotas y todos quienes escuchaban relatos tales se deshacían en aspavientos y santiguábanse espantados, pues cosa temible era que en aquellos predios los lugareños nutrían sus estómagos con cuerpos de sus congéneres, sin saberse a ciencia cierto si era debido a supersticiosa e idolátrica costrumbre o a simple necesidad movida por estar famélicos.

Viene todo a cuento porque no ha mucho, y en calle de la Feria, encontrábamos aqueste letrero con mucha alharaca en que venía a alentarse consumir dicha carne, exhortando incluso su ingesta por ser benéfica para cardíaca salud, todo lo cual parécenos insana majadería y notoria necedad habiendo en aquesta ciudad notable provisión de carnes de todo tipo y más cuando incluso, nos dicen, estas agora consérvanse sin necesitar salmuera pues que enfríanse sobre manera en depósitos al uso hasta convertirse en casi nieve, por no hablar de chicharrones, recova y demás.

Otrosí sería que tal rótulo hablara de comer humana carne movido por ansias amorosas o deseos carnales, susceptibles siempre de hiperbólicas expresiones movidas por bendita ceguera hacia ser amado, en cuyo caso bien podríamos entender, y hasta asumir, significado de tan curiosa como sugerente publicación…

06 septiembre, 2012

Regreso al futuro.-


    Tras dilatado respiro estival, hemos resuelto retomar aquestos pliegos para solaz y regocijo de cuántos síguenlos.

     No queda sino relatar cómo quedan desiertas costas y sierras de forasteros, cómo artesanos, obreros y demás oficios regresan a sus tareas, no sin cierto abatimiento, cómo infantes y párvulos retornan, regocijados, a sus obligaciones escolares, cómo maestros y pedagogos afánanse en iniciar curso y cómo éste que pergeña aquestas letras, humilde escribano, dispónese animoso a labor prosista, no en balde para ello creamos aqueste sitio allá por calendas de marzo del pasado año.

      No permanecerán en olvido asuntos de Historia (sobre hitos, personajes y demás), ni memoriales sobre Fiestas y Tradiciones, ni textos sobre cotidiano acontecer en nuestra bienamada Ciudad, sin que queden en tintero oportunidades, maliciamos, para increpar a regidores por su desidia, para amonestar a gerifaltes por su molicie o para alabar (extraño suceso) cuánto se haga por bien de esta Hispalis nuestra tan necesitada de buenas nuevas como de avanzar en pos de su propio bien.


      Demos por comenzado, por ende, aqueste Curso y pongamos, pues, en él nuestro empeño más trabajado y mejor ilusión, arrinconando rutina y descartando inactividad, pues como dijo aquel: “En momentos de crisis, sólo imaginación cobra ventaja a conocimiento”. 

09 agosto, 2012

En tiempo de melones...

Disculpará, amable lector de aquestos pliegos, que llegando fechas estivales redúzcase escritura y merme creatividad, que tan altas temperaturas no avivan seso precisamente ni estimulan entendederas.


   Con las debidas licencias, hemos acordado en sesión habida en jornada de hoy que por una vez, y sin que sirva de precedente, tomaremos breve holganza para descanso de nuestros lectores, consumidos por verborrea, historias, leyendas e inquietudes propias y ajenas, aunque no descartamos puntual aparición en calendas agosteñas.

   Obligados y satisfechos en grado sumo por respuestas a pesquisa que incluimos no ha mucho, haremos caso de preferencias de lectores y acometeremos textos acordes a lo solicitado, que nada más placentero hay que contentar a quien solicita y proporcionar nuestro breve saber a quien lo demande.


    Mas como dice refrán: “en tiempo de melones, cortos los sermones”, de manera que abreviaremos prédica deseando plácido descanso a quien disfrutarlo pueda, resignación a quien hállese ocupado en su oficio (que no es cosa baladí) y esperanza a quien ande en lograrlo.  

26 julio, 2012

Sexta.-

Práctica común antaño, contemplamos dichosos que hogaño mantiénese su uso y sin que haya menoscabo de otros regodeos, éste constituye ambrosía para mortales y delectación ineludible en aquestas tórridas fechas.


Pocas sensaciones más gustosas que buena pitanza regada con óptimos caldos, maridando (afirmannos que es agora término asaz corriente) sabores y aromas, llenando el estómago con benditos alimentos y saboreando con deleite todo cuanto se nos pone por delante a mesa y mantel. Pensará amable lector que incurrimos en hartazgo y, por ende, en pecado de gula (no del Norte, sino en todo caso, del Sur), y que peligra salvación de nuestra alma; deseche tales temores quien lea aquestas líneas, que ni nos consideramos pantagruélicos ni mucho menos glotones en sentido estricto, antes bien, procuramos sustento austero aunque sea innegable que disfrutamos dello.

Mas como todo deleite trae consigo congoja, convengan vuesas mercedes con nos en que pocas sensaciones más destempladas hay en aquesta vida que fastidiosa digestión, cuando prodíganse flatulencias o ardentías, habiendo de recurrir a líquido elemento refrescado convenientemente “ad hoc” en búcaro o a fórmula magistral de botica para conjurar gástricas inquietudes.


Por fortuna, como para todo hay salida, los antiguos romanos nos legaron loable e inveterada tradición “a posteriori” de copiosa nutrición, consistente en caer en brazos de Morfeo por breve lapso de tiempo sin que en ello haya molicie o lasitud. Debe su nombre tal uso somnoliento a que tenía (y tiene, vive Dios) lugar en hora Sexta, que según su saber abarcaba de mediodía a tres en la tarde, sin que sepamos a ciencia cierta si tamaño invento fue cosa de latinos o si bien adaptaron práctica anterior de otros pueblos.



Hablan los galenos y seguidores de Hipócrates de cómo tal sueño reparador puede llegar a aliviar depresión postprandial (no nos inquieran curiosos por tal término, que sin saber bien por qué suénanos a casquería) e incluso favorecer desarrollo de mente y cuerpo, alejando fatigas y cansancios y aguzando ingenio y memoria, declarándonos firmes y devotos adalides habida cuenta además que como dijo aquel “quien duerme, sus males espanta” (¿o era otra la frase?).

16 julio, 2012

Bemoles II. Un Bis.

   Disculpará, amable lector, que reiteremos título en aquestos pliegos, mas requiérelo la ocasión como comprobará en lo que sigue.

   Sin cumplirse aún aniversario de su publicación, en cierto pliego (http://alonsodeescalona.blogspot.com/2011/08/bemoles.html) apelábamos a viandantes y peripatéticos a ejercitar el espíritu entre acordes y melodías que al menos así, huiríamos de desazón y protegeríamos de molicie el alma nuestra, haciéndose especial hincapié en mozos que con sus chanzonetas al modo egipcíaco o flamenco tañían laúdes o vihuelas con singular tiento y disposición.

 Item más, acompañábamos antedichas palabras (salidas desde buena voluntad y mejor espíritu) con cierta imagen de uno de aquestos mozos, mediada calle de la Sierpe, absorto en plena ejecución de pieza musical y aguardando lograr con su arte algunos maravedíes con que sustentarse.

No sin dolor, hace escasas fechas tuvimos conocimiento de infausta desaparición de tal intérprete, sin que sepamos a ciencia cierta motivo del óbito, mas que coligiendo que quizá no soportase estulticia de quienes no apreciaban su arte o, simplemente, el Creador teníalo dispuesto así; amigos y deudos rindieron humilde homenaje a su persona, conmoviéndonos en grado sumo tal gesto.


Sirvan aquestas míseras líneas en su recuerdo y memoria; de cómo avatares de cotidiana vida llévannos a queja constante sin que, en verdad, lleguemos a apreciar prójimos, creadores o no, junto a los que pasamos y que procuran, “suo modo”, alegrarnos vida y oídos…

08 julio, 2012

Correo.-


Quienes nos tratan sabrán de nuestra existencia austera y casi frailuna, por no decir anodina, poco dados a contacto con exterior por temperamento y carácter, mas en cierta ocasión hubimos de resolver ciertos negocios allende los mares, para lo que precisamos servicios de escribano a fin de remitir escrito allá.



Necesitados de remitir misiva, y acostumbrados a acudir a lugar para ello, si grande fue nuestra confusión al no hallar escribano o amanuense en covachas de la plaza de San Francisco, mayor fue nuestra sorpresa al no encontrar Casa de Correos y Postas en su acostumbrado lugar,  en calle apelada del Correo Viejo, pues dijéronnos allí que tal vía llamábase agora “del Almirante Apodaca” y que en ella, a más de cierta tremenda taberna, nada había dedicada a postales labores, sin conocer nosotros al tal Almirante ni qué méritos había reunido para gozar de presencia en nomenclátor hispalense.

Hechas algunas consultas y recordando antaño, supimos de otra calle llamada del Correo, sobre el siglo XVIII, junto a Convento de la Encarnación (donde agora crecen horrendos hongos o setas) más allí sólo hallamos edificio anónimos, con lo que nuestra indagación comenzaba a tomar un cariz casi de odisea, mas beneficiónos merodeo para apreciar cómo en la zona hállabase situada singular y pétrea venera (con marcado simbolismo cercano a diosa Venus, o mejor, a jacobeo apóstol) que al parescer sirvió en su momento para marcar centro geográfico de la ciudad, numerándose calles a partir della.


Prosiguiendo con nuestro peregrinar, y muy humedecida la carta por mor de veraniegos sudores al carecer de cartapacio donde portarla adecuadamente, dimos con lugar dónde durante el decimonoveno siglo estuvo establecido edificio de Correos, antiguo convento de San Acasio junto a calle de las Sierpes. Para disgusto nuestro aquel cenobio (que incluso albergó en su templo a  devota Cofradía del Gran Poder de Nuestro Señor) alberga desde 1951 Círculo de Labradores, aunque en descargo suyo conserva magnífico patio bajo traza de Leonardo de Figueroa.




Como preguntando llégase a Roma, encontramos al fin Edificio de Correos, mas ya en Avenida, y construido entre 1927 y 1929 por Otamendi y Lozano, de manera que, al fin, pudimos resolver nuestro asunto tras larga caminata.


No sin antes poder dejarnos en tintero cómo existen mamotretos de amarilla color que con bocas alargadas sirven para depositar cartas en ellos previamente franqueadas, en que vemos en ello adelanto y progreso sumo.

Háblannos de otro correo, sin lacre, ni estampilla, ni tan siquiera sobre, que camina por aires de un lado a otro y que resulta raudo y hasta poco trabajoso de elaborar, de manera que será cuestión de, en lo sucesivo, emplear cuenta abierta para tal fin. 

29 junio, 2012

H-2-O.-

Agora que la canícula atenaza ánimos y encrespa cuerpos, sea quizá buena ocasión para narrar cómo en mis tiempos abundaban fuentes (hablan algunos de hasta trescientas) y surtidores de donde tomar líquido elemento, haciendo soportáranse tórridas temperaturas y que público agradeciéralo sobre manera.


Pocas de estas fuentes han pervivido, desaparecido unas, en olvido aquellas y en lamentable estado éstas, lo que supone gran quebranto en estas áridas jornadas.

Cierto mediodía, deambulando por calles bajo sol de justicia, apreciamos con suma maravilla cómo (sin haber nublado) sobre nuestra faz y testa caía fino rocío, a manera de minúscula llovizna, y que ésta sólo producíase cuando transitábamos en cercanía de ciertas tabernas y hosterías, suponiendo por ello que tratábase de prodigio obrado bien por dios Baco o quizá por San Patricio o San Simón, patrones vinateros al decir de algunos.

Como quiera que era agua y no vino lo que sobre nosotros llovía (aunque a fe que no habría sido desdeñable suceso), inquirimos a cierto mozo sobre este particular, aclarándonos solícitamente que, empero, como todo en esta vida ha explicación, que todo ello era ardid y artificio del honrado gremio de mesoneros, hosteleros y taberneros, quien con viva agudeza ha pergeñado húmeda estrategia.

Trátase, al parescer, de ingeniosísimo artilugio con caños y cánulas de dónde brota agua merced a complicados alambiques y engranajes, resultando dello feliz idea y poderosa excusa para que visitantes detengan sus pasos y opten por aprestarse a solaz y recreo.

Barruntando en nuestra mollera, meditamos si no sería buen remedio tramar red de aquestos caños por doquier, de modo que toda la ciudad entera quedara inundada por inusitado frescor y que, llegadas fechas señaladas, incluso de antedichos tubos brotara no sólo agua, sino otros preciados líquidos agradables sin duda para paladear a la hora de saciar sed y calor…


Post scriptum: sirva presente pliego a modo de dedicatoria para joven infante que recibirá bautismales aguas en aquestos días, con firme deseo que ame aquesta ciudad tanto o más cómo ámanla sus progenitores.