21 octubre, 2015

Enigmas V (Rostros).-

Ensimismados algunas veces, meditabundos otras, no deja de ser cierto cómo muchas ocasiones transitamos por lugares, calles y plazas sin que apreciemos cómo hay pétreas miradas que nos atisban y hasta parecen seguirnos inquisitivas, sin que, pobres de nosotros, seamos capaces de prestarles siquiera una pizca de atención. 

Proponemos al paciente lector que haga intento de adivinar dónde están ubicadas estas imágenes, mas tenga en cuenta que trátase sólo de ameno entretenimiento, pues ni premio ni recompensa estamos prestos a proporcionar habida cuenta lo exiguo de nuestra bolsa... 





21 septiembre, 2015

Enigmas IV (Por los suelos)

Acostumbrados a observar con detenimiento cuanto acontece mientras deambulamos por nuestra querida ciudad hispalense, hay veces, justo es de reconocer, que preferimos elevar vista para disfrutar de sus maravillas y monumentos.

Sin embargo, no ha mucho, tuvimos casi que apartar un extraño objeto del suelo, allá por la collación de San Vicente, pues corríamos riesgo severo de dar buen trompicón y dar con nuestros huesos sobre la calzada. Tratábase de extraño rótulo, roto en su mayor parte, que mostraba lo que parecían extrañas fórmulas o conjuros, más propias de nigromante o hechicero que de otra cosa, y que a buen seguro procederían del desalojo por el Santo Oficio de casa de gentes dadas a ensalmos y sortilegios.


No lejos de allí, alguien había pintado sobre el pavimento de granito un extraño círculo en color amarillo, que nos causó, sin saber a ciencia cierta por qué, rara desazón en el ánimo, y sin que hayamos discernido qué uso puede tener tal señal, ¿caerá sobre ella algún proyectil artillero? ¿es, acaso, marca para fechorías de facinerosos? 

Rogamos al paciente lector nos proporcione socorro en este caso, pues, además, hemos comprobado, no sin cierta prevención, que aquestos redondeles amarillos proliferan y abundan en otras vías...

07 septiembre, 2015

Sin plaza.-

Llamada habitualmente como Plaza, dicen que la de San Quintín, no lejos de la parroquial de Santa Catalina o de San Pedro, y próxima al exconvento de agustinas de la Paz, tomó ese nombre no por la célebre batalla habida en 1557 en la que los viejos Tercios españoles masacraron a las tropas galas, sino por el Barón de ese nombre, quien en el siglo XVIII construyó residencia palaciega en aquel lugar, siendo conocida por ese nombre desde al menos, que se sepa, 1868. 



Nominada como Plaza, aunque con escaso merecimiento todo hay que decirlo, en años recientes ha visto como desaparecía el colegio de las Carmelitas y se construían sobre su solar modernos edificios de viviendas, de modo que aunque nos de cierta pena, no es menos cierto que al haberla rotulado de nuevo como Barreduela quizá se haga justicia con esta calle, conservando,  al menos, el nombre del antedicho Barón.




18 agosto, 2015

Enigmas (III)



La hemos hallado en plena calle de la Feria, no lejos de la parroquial de Omnium Sanctorum y de su famoso Mercado de Abastos. Cuelga de casa corriente y desconocemos su utilidad, ya que no parece estar destinada a toques de vísperas, angelus, oraciones o quinarios; por un momento pensamos pudiera ser fruto de rapiña de desaprensivos o broma de escaso gusto, pero el ver que adolece de badajo y que por tanto trátase de muda campana no hace sino confundirnos aún más.

01 agosto, 2015

Entre toldos.-


Admiradores como somos de la Turris Fortissima, e incansables adoradores de su donosura y lozanía, permítanos el lector que en este pliego la mostremos veladas entre lienzos que protegen de rayos del astro rey, como si por un momento estuviera vendada o sujeta por tiras de tejido blanco e impoluto.



Ni siquiera así, pese a estar rodeada de comercios con decoración infame, olores nefastos de caballerías o tabernas de dudosa belleza, pierde su elegancia como suprema torre de la ciudad, ciprés de ladrillo y mármol coronado por una Fe que muchas veces necesitamos sobremanera en aquestos tiempos que corren...

26 julio, 2015

Enigmas (II).-

Evitando rayos solares y buscando fresca somra, hemos hallado en estos días sendos objetos que nos han sumido en cierta perplejidad. Por ello, hemos decidido, tras sesuda reflexión, mostrarlo a ojos de quien tiene la benevolencia de leer estos pliegos por si acierta a descubrir para qué sirven o al menos, para qué fueron colocados.

Dos son los extraños elementos, y comenzaremos por el que encontramos más recientemente en calle desierta y poco transitada: 


   A todas luces nos pareció adorno o atalaje con aires marinos, aunque nos confundió el empleo de tan simbólico elemento en puerta callejera, quizá sea vivienda de gentes de otras tierras que de ese modo usan tan extraño símbolo para ahuyentar malos espíritus (cosa digna del Santo Oficio, sin duda)

   Si este elemento nos dejó meditabundos, el otro, que a continuación mostraremos, nos dejó al borde del pasmo, pues no alcanzamos a saber su fin:



   Por un momento dedujimos que tan colorido canastillo fuera alcancía o demanda con que sostener el culto de algún santo o imagen de Nuestra Señora, pero al no estar a la vista ningún bendito simulacro sospechamos que quizá se tratara de estratagema de algún pedigüeño poco dado a la labor, o se tratara de extraña manera de indicar algún secreto lugar sólo apto para iniciados en sus misterios, lo que a fin de cuentas supondría cabalmente desacato contra la ortodoxia cristiana y contra el Rey nuestro Señor.  

   Sin que a día de hoy sepamos a ciencia cierta de qué tratan ambos cachivaches, dejaremos, como decíamos, al albur del lector bien informado nos saque de dudas...







18 julio, 2015

Valientes.-



Achicharrados como estamos en esta fechas estivales, en las que parece que somos pasto de las famosas calderas de Pedro Botero, no hemos de menoscabar como la naturaleza parece ignorar las altas temperaturas marcadas por los hispalenses mercurios.



Flores de colores y formas varias parecen desafiar a las tórridas mañanas y a las calenturientas tardes en singular alarde de belleza y cromatismo, mientras aves de especies diversas procuran remojarse en fuentes y estanques, aunque no abunden especialmente lugares donde los viandantes podamos saciar su sed.


Mas no pretendemos ponernos líricos ni bucólicos, antes bien,  ponderar el valor sobrio y casi asceta de cuantos se echan a la calle en estos días julianos, para ellos nuestra admiración y nuestra recomendación: en julio beber y sudar y en balde la sombra buscar. Paciencia.






En julio, beber y sudar, y el fresco en balde buscar. - See more at: http://www.citasyproverbios.com/refranes.aspx?tema=Verano#sthash.o1LKdvpv.dpuf
En julio, beber y sudar, y el fresco en balde buscar. - See more at: http://www.citasyproverbios.com/refranes.aspx?tema=Verano#sthash.o1LKdvpv.dpuf
En julio, beber y sudar, y el fresco en balde buscar. - See more at: http://www.citasyproverbios.com/refranes.aspx?tema=Verano#sthash.o1LKdvpv.dpuf

02 julio, 2015

A chorro.-

 
Créanme si les digo que en estos días no vivimos para sustos ni hallamos sosiego, no porque andemos aterrados por sucesos varios o tragedias ajenas, que también, sino porque aquesta ciudad nunca dejará de sorprendernos en grado sumo. 



Paseábamos por Alameda de Hércules, feliz espacio creado por el Conde Barajas allá por 1574, cuando drenó de aguas putrefactas la laguna que se formaba, foco de pestilencia y malos olores para vecinos. Paseábamos, decíamos, cuando de repente, brotaron del suelo, como por obra del Maligno, abundantes y copiosos surtidores de agua, que nos empaparon vestiduras dejándonos calados como si de aguacero otoñal se tratase. Pueden imaginarse vuesas mercedes el estupor y la sorpresa que se plasmaron en nuestra faz, y añádanle las chanzas y mojigangas que hubimos de sufrir con resignación cristiana.



Tomamos el asunto con filosofía y hasta agradecimos aquel oportuno chubasco, pues marchábamos a cierto recado no poco acalorados, y comprobamos, después, que dichos surtidores constituían motivo de jarana y diversión para transeuntes y parroquianos, aunque esperamos no se prodiguen en demasía y llegue el agua como a niveles de antiguas inundaciones del Guadalquivir...