27 mayo, 2015

Enigmas (I).-



Deambulando por el callejero hispalense como en nosotros es habitual, topamos el otro día con cierto muro que por un momento pensamos afortunadamente libre de pintadas o vítores tan frecuentes en aquestos días. 


 Sin embargo, lo que en principio parecía tapia inmaculada mudóse en extraña pared llena de macetas o tiestos, aunque por extraño sortilegio alguien, con dotes sin duda de nigromante, habría sustituído geranios, gitanillas o lo que fuera, por extraños símbolos que nos confundieron no poco, desde sortilegios indescifrables hasta juegos de palabras que nos llamaron a engaño.


 Para más inri, el autor o autores de tan rara proeza firmaron su obra con reinvindicativo nombre, sin que sepamos, a ciencia cierta si la "acción poética" es perseguir a las damas con sonetos y ditirambnos o si eso de "mi arma" es que porque habrá pronto rebelión y arcabuces y mosquetes, dagas y rodelas, estarán pronto en manos de desaprensivos como ocurriera en 1652.



19 mayo, 2015

Ayuntados.-

La primera vez que topamos con rocieras carretas nos deleitamos en la belleza de tales templetes, en el fervor que les rodea y en la devoción sincera que los Simpecados despiertan ente los romeros que peregrinan a las Rocinas junto a dichas carretas.


Hermoso conjunto de madera y plata, tirado mansamente por bueyes diestramente dirigidos por persona docta en la doma y cría de estas criaturas, enormes y no tan pacíficas como pueda pensarse, destacan sobremanera las barrigueras y frontiles con que se adornan, exorno que, nos dicen, parece remontarse a tiempos antiquísimos cuando el toro era considerado, en las paganas religiones, ser divino y digno de recibir culto (aunque quien escribe estas lineas lo prefiere guisado en sazón, todo hay que decirlo).



Por ello, al ser casi criaturas divinizadas, eran temidas y adoradas a la vez, por lo que no es de extrañar que el mítico Hércules venciera a los toros del Rey Gerión, que en tierras helenas, en isla que llaman de Creta, fueran lidiados en juegos singulares o que en mis tiempos corriéranse juegos de cañas y toros por aristócraticos jinetes, derivando ello en lidia a pie y a arte de Cúchares o Pepe Hillo. 



Como ven, divagamos, pero a fin de cuentas con ello no pretendemos sino ensalzar importancia de estos bóvidos que en pareja, uncidos en yunta al yugo, portarán por las arenas los amores y sentimientos de no pocos rocieros, tanto de los que acuden esperanzados ante la Virgen Bendita, como de los que quedan en sus casas esperanzados también con ir el año que viene. 

04 mayo, 2015

Para enmarcar.-



Ahí la tienen vuesas mercedes, la Torre. Campanario, veleta y ladrillo. Creada por mahometanos, y rematada en mis tiempos, cuando oros y platas comenzaban a arribar de Indias en forma de caudaloso cauce. En este pliego la contemplamos en un lienzo un tanto gastado, mas no teman nuestros lectores, que trátase de mera ilusión creada por complicados mecanismos eléctronicos que capaces son de envejecer lo nuevo y renovar lo antiguo.

Nunca nos cansaremos de perseguirla entre calles y plazas, ni de atisbarla en alturas, como si fuera faro que nos alumbra en nuestro diario devenir...